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La clase obrera internacional está llamada a intervenir con sus métodos

La respuesta de Israel a la ofensiva lanzada por Hamas el sábado 7/10 sobre su territorio no se hizo esperar. Los sionistas bombardearon sistemáticamente la Franja de Gaza, utilizando incluso armas prohibidas como el fósforo blanco, para aplicar un “castigo colectivo” a todos los palestinos por osar desafiar al ocupante. Utilizan un discurso racista, degradando a los palestinos a la condición de “bestias humanas”, para poder justificar el asedio que ha dejado a más de 2 millones de pobladores sin alimentos, agua ni energía eléctrica. Para completar su tarea asesina, los agentes israelíes del imperialismo se disponen en este momento (15/10) a invadir la mitad norte de la franja con toda su maquinaria bélica de punta.
Frente a esto, el viernes 13/10, las capitales europeas, ciudades de EEUU y de diversos países árabes y musulmanes vieron inundadas sus calles con movilizaciones en apoyo a la heroica resistencia palestina. En muchos de estos países, las manifestaciones fueron prohibidas o reprimidas, como en Roma, Berlín y París. Los gobiernos imperialistas temen la reacción de las masas frente a la muestra más cruda de la descomposición de su sistema social basado en la explotación de nuestra clase y la expoliación de colonias y semicolonias: la existencia de Israel sobre la expulsión de los palestinos de su territorio histórico hace 75 años.

Una situación explosiva

El actual enfrentamiento en tierra Palestina no es un rayo en cielo sereno. Israel viene acelerando su política de conquista territorial sobre los territorios palestinos, por lo menos desde la época de la administración Trump. Esto ha conllevado diferentes enfrentamientos en Jerusalén y en Cisjordania, sobre las que los sionistas y sus colonos (movimiento de ocupación paraestatal de tierras) vienen avanzando. La incursión sobre el campamento de refugiados de Yenín el pasado julio fue el anterior episodio de estos choques.  
El gobierno de Netanyahu debe responder a una situación frágil debido a la crisis en que han entrado los Estados árabes vecinos, como Siria y el Líbano, por los efectos de la pandemia y la crisis económica mundial. La salida utópica de dos Estados ha sido enterrada por la realidad, e Israel busca avanzar en acuerdos de “normalización de relaciones” con diversos gobiernos de la región. En 2020, con el auspicio de Trump, se firmaron en este sentido los acuerdos de Abraham con Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, y también Marruecos reconoció el enclave israelí en su pretendida condición de Estado.
Pero la crisis mundial transcurre ya una fase más aguda con la profundización de las tendencias guerreristas. La guerra entre Rusia y Ucrania tensiona a Israel, proveedor de ambos contendientes de armas y pertrechos. Ahora es Israel el principal foco de la ayuda bélica de EEUU, lo que ha llevado a Zelensky a protestar para que sus padrinos imperialistas no lo dejen relegado en los esfuerzos militares. Seguramente Israel priorice armar a su propio ejército. Se generan así nuevas contradicciones en la relación de Ucrania con la OTAN, empantanándose aun más la salida reaccionaria que tanto Rusia, de un lado, como el imperialismo del otro, pretenden dar a los Ex Estados obreros a través de su asimilación.

El enemigo no es invencible

Lo cierto es que la ofensiva palestina, desesperada por cierto y con métodos que no compartimos, se explica por el acorralamiento al cuál Israel pretendía llevar a la resistencia. El intento de firmar un entendimiento con el reino saudita ha quedado en suspenso ante la brutalidad sionista. El frente imperialista pro Israel aparenta ser más solido que nunca, pero al mismo tiempo se desarrollan las movilizaciones, integradas por contingentes enormes de inmigrantes árabes y musulmanes, en el corazón mismo de las metrópolis.
También el gobierno de la ocupación muestra una falsa imagen de “unidad nacional”, mientras miles de sus “ciudadanos” huyen a sus países de origen al ver que la ocupación no les garantiza seguridad en la “tierra prometida”. El gobierno de coalición ampliado, al cuál ha ingresado la oposición que venía denunciando las reformas institucionales de Netanyahu, no puede llamarse de unidad nacional, porque Israel no es un Estado, sino una ocupación militar con una población implantada sobre la limpieza étnica del pueblo palestino.
Por supuesto, la lucha es totalmente desigual si la restringimos a las fronteras de la Palestina histórica; una lucha heroica y vital, pero con pocas perspectivas. Los trotskistas ponemos la pelea en otro plano, donde los contingentes del proletariado internacional podemos poner en la balanza todo el peso de la clase capaz de liberar todas las fuerzas de la producción social de la humanidad de las ataduras a las que las someten las relaciones burguesas de propiedad y la putrefacción del imperialismo.

Apoyar a la resistencia palestina, una tarea internacionalista

Debemos tener en claro que no estamos ante un enfrentamiento “de siglos” (el sionismo comenzó a colonizar Palestina a principios del Siglo XX e Israel fue creado en 1948) entre dos pueblos, sino de una lucha entre una nación oprimida y el establecimiento de un enclave imperialista en el corazón de Medio Oriente para controlar sus intereses estratégicos y el petróleo. El sionismo es una ideología y un movimiento reaccionarios, que postularon una salida para el pueblo judío, perseguido durante siglos, basada en la colonización de un territorio habitado por otro pueblo y para defender los intereses del imperialismo. Por eso, decimos que Israel ni siquiera es un Estado burgués propiamente dicho, sino un engendro creado por el imperialismo en el momento de su mayor descomposición.
Los revolucionarios y la vanguardia de la clase obrera debemos intervenir en este conflicto del lado de los palestinos, con acciones que afecten al imperialismo y su maquinaria militar en la producción, como el paro en las industrias imperialistas y el bloqueo de los transportes, tomando el ejemplo de los portuarios de California, Durban y Livorno que en 2021 frenaron cargamentos con pertrechos militares destinados a Israel. Debemos sostener todas las movilizaciones por el fin de los ataques israelíes, por el fin del bloqueo y por la retirada inmediata del ejercito sionista de la Franja de Gaza, el derecho al retorno de los refugiados y desplazados y la libertad de todos los presos palestinos en las cárceles israelíes.
Los trabajadores de los países de la región, en primer lugar, sus batallones centrales de la rama petrolera, tienen la llave para avanzar en la expulsión del imperialismo de Siria, Líbano, Irak, Libia y, por supuesto, Palestina, luchando contra los gobiernos burgueses árabes, socios del imperialismo. Es fundamental llevar las acciones callejeras que se desarrollan en Europa y EEUU al corazón de la producción. La lucha internacional en apoyo a la liberación de Palestina permitirá colaborar con el surgimiento de una dirección obrera y revolucionaria en Medio Oriente, única vía para desbancar a las direcciones reaccionarias islámicas o del nacionalismo árabe como Hamas o Fatah que llevan la lucha palestina a un callejón sin salida.
La necesidad de saldar la crisis de dirección revolucionaria urge ante la situación de los palestinos, que muestra de forma desgarradora el significado de lo que llamamos descomposición imperialista. Pero es imposible plantearse la construcción de una dirección revolucionaria internacional a partir de una sumatoria de programas nacionales, que reflejan la adaptación a direcciones ajenas a la clase obrera en cada país. La cuestión palestina es un problema social e internacional, se trata de la lucha contra el imperialismo. Por ello, son impotentes los programas basados en cualquier salida nacional a partir de la constitución de un Estado burgués en la Palestina histórica, es decir, cuyos fundamentos estructurales sean la propiedad privada de los medios de producción. Existe una gradación que va desde una Palestina “laica, democrática y no racista” como plantean las corrientes morenistas, un Israel laico (el programa que comienzan a levantar los sectores antisionistas desmoralizados), hasta la salida de dos Estados que viene siendo la propuesta del imperialismo. Incluso plantear una Palestina Socialista a secas, sin considerar la dinámica internacional que el proceso histórico imprime al proceso revolucionario ni abordar programáticamente la extensión internacional de la dictadura de clase a partir de la idea de federaciones, es limitado y erróneo. Armados con la Teoría de la Revolución Permanente, y tras décadas de experiencia de las masas con las traiciones de las direcciones burguesas y pequeñoburguesas árabes e islamistas, debemos plantear claramente la necesidad de expropiar a los expropiadores para destruir las bases sociales de la dominación imperialista. Es en ese sentido que planteamos la consigna destrucción del Estado de Israel como condición necesaria para la toma del poder por la clase obrera de Medio Oriente, instaurando su dictadura de clase, cuya forma política será una Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente y el Magreb.

15/10/2023

Viernes, 13 Octubre 2023 15:00

Por la destrucción del Estado de Israel

Por la destrucción del Estado de Israel

Por una Federación de Repúblicas Socialistas en Medio Oriente

Publicado el 7 de octubre de 2023 en TRCI web

 

En las últimas horas Hamas, organización que dirige la Franja de Gaza, lanzó una ofensiva contra el enclave imperialista de Israel. La operación se realizó en respuesta a la ofensiva reaccionaria que éste viene realizando contra los territorios palestinos y contra su intención de anexar Cisjordania. Esto sucede en un escenario internacional donde las direcciones árabes de la región vienen buscando acuerdos con EEUU y con China, acuerdos que ninguno de ellos da una solución a la situación histórico del pueblo palestino.

Los gobiernos de Biden y la Unión Europea apoyan al gobierno de Netanyahu, como no podía ser de otra manera. El gobierno argentino y todos los candidatos patronales que aspiran a serlo próximamente salieron rápido a condenar el ataque y a ponerse a disposición de Israel. Así mismo, gobiernos de la región como Chile, Colombia y Brasil salieron a condenar la ofensiva de Hamas declarándola como terrorista, alineándose con el régimen sionista y llamando a impulsar la línea reaccionaria de establecimiento de dos estados.  El imperialismo apoya a su enclave y los lacayos de los gobiernos semicoloniales responden al llamado del amo. En esta situación está claro que los trabajadores y el pueblo pobre debemos estar del lado de la resistencia palestina, levantando bien alto las banderas antimperialistas y llamando al conjunto de los trabajadores de la región a enfrentar a sus gobiernos para expulsar al imperialismo de Medio Oriente. Apelamos a los trabajadores del mundo a luchar por el triunfo del pueblo palestino y a plantear una política obrera independiente ante el escenario guerrerista que nos plantea el imperialismo en Medio Oriente. Así como también debemos enfrentar la política de la OTAN en Ucrania y la invasión de Putin, en el proceso de asimilación de los ex Estados obreros.

Defendemos el derecho a defenderse del pueblo palestino, sin tener ningún tipo de acuerdo con la dirección de Hamas, que es una dirección contrarrevolucionaria que pelea por un Estado teocrático. Debemos movilizarnos para apoyar la resistencia palestina.

07/10/2023

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Sábado, 23 Septiembre 2023 11:43

Elecciones a gobernador en Mendoza

El 24 de septiembre se elige gobernador en Mendoza en un clima electoral que tiene varias aristas a analizar debido al desdoblamiento de las elecciones de gobernador, a los efectos de las PASO presidenciales, y a la crisis de las dos principales coaliciones políticas, lo que ha marcado un reacomodamiento de fuerzas.

 

En el panorama local, Cambia Mendoza enfrenta el desafío de mantener la gobernación luego de gestiones que se han caracterizado por atacar sistemáticamente a las organizaciones de los trabajadores con el objetivo de empeorar las condiciones de vida de la clase. A ello se suma la división del espacio oficialista con el surgimiento de Omar De Marchi como candidato que disputa la representación del conservadurismo provincial. No olvidemos que este personaje viene de las filas del Partido Demócrata, los “gansos”, vetustos personajes que gobernaron la provincia en la década infame y bajo intervenciones militares en los años 70. De Marchi apunta a captar los votos de Petri (quien fue el competidor interno de Cornejo en las PASO)  y de un peronismo sin chances que apunta a “un mal menor”, a su vez busca subirse a la ola Milei.

 

Por su parte, Cornejo ostenta con orgullo representar una provincia “ordenada” que supo gobernar desarticulando los sindicatos, generando un deterioro de la salud y la educación de la población, aplicando “mano dura” a través de la violencia institucional y la persecución sobre dirigentes sociales, y manteniendo un férreo control sobre los jueces. Cornejo, quien supo construir apoyo entre los empresarios locales, y conquistar con cuantiosa pauta el favor de la prensa local, busca su segundo mandato para profundizar el ataque sobre los trabajadores estatales y privados, profundizando el camino de los bajos salarios y la precarización laboral. Para ilustrar esta situación, según revela el último informe trimestral del INDEC, en Mendoza la tasa de desocupación se ubica en torno al 5,6% de la PEA, un índice bajo, sin embargo los ocupados que demandan empleo representan en 23% de la PEA y los subocupados el 16%, el doble que la media nacional. Esto nos indica que la calidad del empleo en la Provincia es de las peores del país.

 

El peronismo, con Parisi-Ilardo encabezando, intenta retener algo de poder en la legislatura, ante la pérdida de caudal electoral y base de apoyo. Incluso tienen que retener la huida de propios (como Righi de Lavalle) que ven en su cortoplacismo a De Marchi como un mal menor, para evitar que gane Cornejo. El nuevo lema de campaña de estos cultores de la lealtad deberá ser algo así “para que no gane la derecha, vote a la ultraderecha”.

 

Ante la enorme confusión reinante

 

A este escenario hay que sumar la enorme confusión que reina entre las masas producto de la precarización permanente de la vida que implica una inflación anual de más del 100%, la incertidumbre en el trabajo, la pésima atención en los servicios públicos (cualquier mendocino que se enferma sabe de los que hablamos), lo que abona el campo para mesianismos reaccionarios. En este contexto, la izquierda centra su programa en cómo gestionar mejor el estado provincial, en vez de buscar dar una dirección de lucha a las organizaciones de los trabajadores, en manos de burócratas colaboracionistas (que han garantizado la paz social firmando acuerdos paritarios de hambre). Es por ello que nos pronunciamos por el voto en blanco en estas elecciones.

 

Desde la COR creemos que las elecciones burguesas no pueden determinar el rumbo de las organizaciones obreras y de la izquierda. Es necesario enfrentar a este gobierno con un PARO PROVINCIAL, de estatales y privados que planteen como bandera un salario igual a la canasta familiar, y actualización según inflación. Es fundamental derrotar el ítem aula, pelear por un aumento del presupuesto en salud y educación, lograr unificar las luchas de vitivinícolas, docentes, personal de la salud para que la referencia en un contexto de incertidumbre sea la clase trabajadora y sus demandas, que no son otra cosa que los intereses de las mayorías.

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS

La candidata de la familia militar, Villarruel, compañera de fórmula de Milei, organizó una provocación en la Legislatura porteña. Detrás de su homenaje a las víctimas de las organizaciones guerrilleras de los 70s, está la presentación en campaña de la política de reconciliación con el ejército genocida y las fuerzas represivas del Estado que propone La Libertad Avanza.

En estos 40 años de democracia, los más largos en la breve historia de nuestro país, la sucesión de gobiernos han encarado la tarea de reconciliación nacional con el aparato represivo del Estado. La teoría de los dos demonios, cristalizada en el informe de la CONADEP, fue la doctrina estatal de la transición democrática, sostenida por Alfonsín y sus leyes de Obediencia Debida (1986) y Punto Final (1987), y continuada por Menem y sus indultos (1989 y 1990) a los jerarcas juzgados y condenados durante el Juicio a las Juntas. Radicales y peronistas, aunaron sus esfuerzos en tratar de lograr la reconciliación nacional mediante la consagración de la impunidad, y la reparación monetaria a las víctimas del genocidio. No sólo buscaron la impunidad de las fuerzas armadas, utilizaron todo el andamiaje del Estado como aparato burocrático militar, para ocultar y preservar a los responsables civiles y eclesiásticos del terrorismo de Estado. Los que hoy denuncian a la “casta”, se postulan como defensores de toda la vieja “casta”, rancia, parásita y asesina, formada por la curia católica y religiosa, los burócratas sindicales, los jueces y, sobre todo, los empresarios que fueron co-responsables del genocidio y la política de sumisión al imperialismo que asumió la última dictadura militar.

Pero esta orientación política de reconciliación fracasó. Las organizaciones de derechos humanos, el movimiento obrero y estudiantil, las organizaciones de izquierda y amplios sectores de la sociedad repudiamos en las calles, y asumimos como tarea histórica la búsqueda de memoria, verdad y justicia.

Ese mismo aparato represivo e impune, no escatimó brutalidad en diciembre de 2001, asesinando en las calles a decenas, embistiendo con sus caballos y palos a las Madres de Plaza de Mayo. Tras una de las mayores crisis sociales en nuestro país, surgió el kirchnerismo como una apuesta a la recomposición del régimen pos 2001. Encaró otra política para lograr la reconciliación nacional. El gobierno K, apostó a cooptar a los organismos de DDHH, renovar la corte suprema y enjuiciar a unas decenas de genocidas, gerontes ya. La desaparición de Jorge Julio López, de Luciano Arruga, el asesinato de Mariano Ferreyra y Carlos Fuentealba, 5000 luchadores detenidos y procesados, la Ley Antiterrorista a pedido del imperialismo, etc, son el saldo negro para la clase obrera y el pueblo, de los esfuerzos K por fortalecer el aparato represivo del Estado burgués.

El macrismo asumió, desarrollando otra línea en la tarea reconciliatoria, mediante la negación del genocidio, el reflote de la teoría de los dos demonios, y un discurso de supremacía de los derechos individuales sobre los derechos humanos. Marcó su gestión la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, resultado del accionar represivo bajo el mando de Patricia Bullrich. Pocos días después de la aparición del cuerpo de Santiago, Prefectura fusilaba por la espalda a Rafael Nahuel durante una protesta en Bariloche. Gobernaba el macrismo, pero el advenimiento del Frente de Todos solo dio continuidad a esta política. Las organizaciones K que marcharon contra el macrismo por Santiago, garantizaron el silencio y la impunidad de sus asesinos cuando llegaron al poder.

La cuarentena significó el despliegue y reforzamiento del aparato burocrático militar del Estado burgués que se tradujo en decenas de casos de desaparición forzada, gatillo fácil y muertes en comisarías en todo el país. Entonces perdimos a Facundo Castro, Luis Espinosa, Florencia Magalí Morales, Joaquín Paredes, Blas Correas y tantos más, y sufrimos la represión a gran escala ordenada por Kicillof y Berni, durante el desalojo de Guernica.

La Libertad Avanza encarna una facción pequeñoburguesa que sacó lecciones reaccionarias de estas experiencias. Su diatriba anti-estatal empalma bien con la revancha cultural de los partidarios de los dos demonios. Estos libertarios no quieren menos Estado, quieren un Estado garante del accionar sin límites ni mediaciones, del capital sobre la clase obrera. Se postulan para asumir una vez más la tarea de la reconciliación nacional, para fortalecer el aparato represivo de un Estado cuya tarea principal sea la defensa de los intereses del gran capital y el imperialismo en la expoliación de recursos en la región.

Ante la provocación del revanchismo, nuestra respuesta debe ser clara: NO OLVIDAMOS. NO PERDONAMOS Y NO NOS RECONCILIAMOS.

El Estado es producto de los antagonismos sociales, es órgano de dominación, es un aparato burocrático y militar en manos de la clase dominante, separado de la sociedad pero permeable a sus contradicciones. Bajo la democracia se busca legitimarlo como una obra de todos y una expresión legítima de la sociedad misma, pero dado el desarrollo inevitable de las contradicciones sociales, el recurso de la fuerza se presenta como la herramienta más eficaz de imposición del poder de clase. Ese es el carácter de clase del Estado, por eso nuestra tarea no es la defensa de esta democracia para ricos.

Si no priman los métodos obreros, se imponen los métodos de la burguesía y su régimen descompuesto. El ajuste en curso y el agravamiento de las condiciones de vida de las masas para sostener el acuerdo con el FMI, anticipan un ataque mayor de cualquiera de los candidatos que gane. Requieren de gran centralidad del Estado para imponer a la clase obrera una nueva relación de fuerzas para pagar la deuda a costa de las masas y hacer crecer los negocios. Derrotar este plan nos exige prepararnos para enormes tareas, para enfrentar a la burocracia garante de la sujeción de los sindicatos al Estado, y también para enfrentar a ese Estado como aparato burocrático-militar. No será con los métodos de la democracia burguesa y sus instituciones como prepararemos a la vanguardia obrera en su tarea de organizar una respuesta a la altura del ataque.

Para lograr justicia para todos nuestros muertos y desaparecidos. Para que paguen la crisis los que la generaron. Impulsemos este debate en cada lugar de trabajo y de estudio, defendamos mociones por un congreso de delegados de base mandatados. Preparemos un paro general activo, con ocupaciones y piquetes apuntando a sembrar la desorganización en el aparato estatal, tarea ineludible para forjar una vanguardia preparada para atacar en bloque ese aparato hasta destruirlo.

Es tarea de una nueva generación sacar lecciones de las experiencias de lucha de clases de estos 40 años de democracia. Una nueva generación, no por su edad, sino porque se saque de encima el viejo lastre de las variantes estatistas y reformistas, e incluso de tendencias que se reclaman de izquierda y participan de las luchas obreras, como el centrismo, que no alejan a los trabajadores de la influencia de las instituciones de conciliación de clases sino que, precisamente, los acercan, con su electoralismo y legalismo. Por eso desde la COR peleamos por la independencia de clase y por el enfrentamiento a los capitalistas y su Estado.

Este 2 de septiembre, la Delegación Mendoza del Sindicato de Actores convoca a una reunión abierta para discutir, entre otros temas, la posición a tomar frente a la asamblea nacional ordinaria de memoria y balance para el periodo 2024.

Es un avance importante, en la democratización de la organización sindical, que la delegación abra un espacio de debate de las y los afi­liados, previo a una asamblea ordinaria que la conducción nacional persiste en volver una rutina burocrática. La delegación, como organización recuperada, tiene la responsabilidad de generar espacios de debate, de balance honesto de lo actuado, de lo que se acertó en hacer, y de los errores, para corregir el rumbo hacia el último año de mandato con vistas a profundizar el proceso de recuperación de la delegación. Con esa motivación es que elaboramos este aporte al debate sobre qué orientación política darnos frente a la delicada situación económica, política y social en la que nos encontramos. El ajuste brutal y su contracara represiva, la devaluación pos PASO, la aceleración y escalada inflacionaria, perjudican masivamente a la población trabajadora, y las y los actores, las y los trabajadores de las artes escénicas no estamos exentos. Al contrario, nos encontramos dentro de un gran sector de trabajadores muy precarizados, informales y vulnerables. En nuestro sector, los regidos por los Convenios Colectivos con el sector privado son una minoría. La gran mayoría, sobre todo en las provincias, son trabajos bajo contratos de “prestación o locación de servicio” con alguna administración estatal (provincia, municipio, etc). El Estado, como empleador, no realiza contrato laboral alguno. Allí dónde es evidente la relación de dependencia de sus trabajadores, emite “órdenes de compra” donde nuestro trabajo, una vez más… se factura. Es decir, no reconoce “en los papeles” una relación laboral, sino del tipo civil/comercial sin ningún tipo de aportes sociales. Este esquema de precarización y encubrimiento del vínculo laboral, ubica a las delegaciones de AAA en el rol de mediar para las facturaciones. Desde la delegación recuperada, se ha llevado en estos años, una postura más activa, poniendo en discusión la necesaria recuperación del valor de nuestro trabajo. Pero no debemos conformarnos con hacer de la delegación recuperada un mejor negociador.

En lo inmediato, porque la escalada inflacionaria desactualiza rápidamente cualquier acuerdo. Y porque la política de ajuste brutal en los presupuestos de cultura, achica cada vez más los espacios de trabajo. Tenemos que retomar la tarea de afi­anzar la organización de las y los trabajadores de las artes escénicas, con una ofensiva en la a­filiación, con la elección de delegadas/os y la puesta en pie de un cuerpo de delgados de las vendimias departamentales y provincial. Con la preparación de una asamblea provincial que ponga en el centro de la discusión cómo nos paramos ante la crisis, y cómo defendemos nuestras condiciones de vida y de trabajo. Necesitamos preparar otra relación de fuerzas con el gobierno de turno, provincial y municipales, con las productoras. El sindicato es mucho más que un negociador/intermediario en una relación laboral encubierta y precarizada. Es una herramienta de organización y lucha... si nos damos una orientación para eso.

La lucha de los compañeros en EEUU muestra que el sindicato es la herramienta política que tenemos los trabajadores para la intervención y la transformación de la realidad. Es una verdad a voces que las propuestas electorales exponen, sin sonrojo, su intención de profundizar el ajuste sobre el conjunto de la población (solo se diferencian en su forma de aplicación).

EN ESE “GRIS” ESTATAL NEGRERO

Hasta el momento los intentos para avanzar en que el Estado reconozca la relación de dependencia, que es evidente en ciertos lugares de trabajo (por ejemplo, las comedias patrocinadas por los municipios o los estados provinciales o las fi­estas nacionales) no han sido prioritarios para la Conducción Nacional de Actores. Es en ese “gris” estatal donde existen todo tipo de irregularidades y atropellos. Proponemos a la delegación Mendoza llamar a una instancia nacional en Noviembre junto a representantes de todas las delegaciones del país, incluida la Conducción Nacional, para discutir cómo regularizar el trabajo empezando por la Fiesta Nacional de la Vendimia (por su importancia política y la gran cantidad de compañeros contratados) haciendo que el Estado los reconozca como trabajadores en relación de dependencia, conquistando una referencia para el conjunto de las delegaciones del país.

PARA CAMBIAR LAS REGLAS DE JUEGO

Entendemos que esta realidad no ha sido abordada por el sindicato de manera activa, ya que no ha sido línea de la conducción nacional el enfrentamiento al Estado como empleador sino que se ha dejado pasar llamativamente, naturalizando así la actual vulnerabilidad y desprotección de miles de trabajadores a escala nacional. Su concepción de sindicato no es la nuestra, por ello marcamos nuestra independencia respecto de la conducción nacional de la AAA. La conducción nacional cuenta a su favor con un estatuto burocrático, unas reglas de juego impuestas por el Estado, que son contrarias a los intereses de las y los trabajadores. Pero esas reglas del juego no están talladas en piedra. Fueron el resultado de un contexto histórico, y pueden modi­ficarse si preparamos las condiciones para eso. No surgirán espontáneamente. No somos ingenuos optimistas, sabemos que hay un gran trabajo de militancia, convencimiento y organización por hacer para avanzar en este camino. Pero son estos objetivos los que darán sentido a nuestras acciones como delegación recuperada. Cobra más relevancia que nunca que discutamos, frente a la avanzada contra las condiciones de vida y los derechos de los trabajadores (que encarnan desde la derecha más liberal de Milei, su “segunda marca” Patricia y, hasta el amigo del FMI, Massa) cómo utilizamos nuestros espacios de organización que son los sindicatos en defensa de nuestros intereses, y no como electores pasivos. No cabe otra conclusión, más que reorientar el sindicato en otra dirección, de unidad con los demás sectores sociales en lucha (sindicatos y movimientos sociales) que nos permita construir una relación de fuerzas tal que impida el avance sobre nuestras conquistas, así como pasar a la ofensiva. En este sentido, la delegación se posicionó correctamente colaborando en la realización de una asamblea de trabajadores, y movilizando en la calle contra la represión en Jujuy. Tiene que ser un eje activo de nuestra orientación de aquí en adelante.

Traemos estos elementos a nuestra asamblea provincial, para aportar primero al balance de lo actuado y la orientación de aquí en adelante de nuestra delegación. Para que como delegación tengamos la cohesión y postura compartida de cara al 25 de septiembre. No podemos solo discutir una memoria y un balance administrativo (como una instancia folclórica) sino que debemos centrarnos en rearmar y garantizar un proceso de discusión y reorganización de las bases para estar a la altura de los desafíos. La asociación a nivel nacional tiene que preparar un plan para enfrentar el ajuste voraz que nos quieren imponer. Desde la delegación Mendoza, votado en nuestra reunión, llevemos como mandato a la asamblea del 25:

  • Reuniones en todas las delegaciones. Para abrir una agenda propia (que no se subordine a la agenda electoral) y que avance en la unidad de todos los sectores dispuestos a dar la pelea.
  • Reforma estatutaria y Asamblea Extraordinaria. Para dar mayor autonomía a las Delegaciones, ampliar nuestro espectro de organización y representación (extras, escenógrafos y técnicos ligados a la actividad espectacular).
  • Abrir una campaña nacional de afi­liación y al mismo tiempo, es fundamental la necesidad de que el sindicato abra sus puertas a aquellos trabajadores que por las condiciones propias del sector se ven desarmados de su herramienta política para luchar.
  • Votar un estado de alerta y movilización nacional. La AAA, como sindicato integrante de la CTA debe pronunciarse públicamente por un congreso nacional de delegados estatales, privados, precarizados y de los movimientos sociales combativos, que prepare un Paro Nacional que unifi­que a los trabajadores en un plan de lucha para frenar el brutal ajuste y pasar a la ofensiva.

C.O.R. Actores

30 de agosto de 2023

El triunfo de Milei en las PASO, sumado al enorme ausentismo y el voto en blanco demostraron de forma distorsionada el descontento general con las coaliciones tanto de UxP como de Juntos por el Cambio. Todos los candidatos del FMI acuerdan en que el proyecto es más ajuste, pero mientras Milei bravuconea, Massa pasa a la acción, al día siguiente de las PASO, cumplió con el pacto previamente acordado con el FMI devaluando un 22% nuestros salarios y comprometiéndose a seguir la hoja de ruta que traza el fondo, con aumento de tarifas, “contención” de los sueldos públicos y las jubilaciones y exigencias de orden y estabilidad, ergo más ajustes y fortalecer el aparato represivo para imponerlo.

En la universidad este ataque implica un recorte del ya exiguo presupuesto universitario, que se traduce en una elitización cada vez mayor de la educación superior y un ataque a las ya paupérrimas condiciones de trabajo de docentes, no docentes e investigadores. Pero mientras esta aceleración de la crisis sucede, nuestro centro de estudiantes conducido por Estudiantes al Frente (EaF) nos lleva detrás de las autoridades, garantes del ajuste, que nos llama a armar un gran frente para hacer la “lucha cultural” contra los “discursos de odio” y ataque a lo público, como quedó demostrado en la última interclaustro convocada por Dezzuto y cia.

En el comunicado que sacaron EAF post PASO, y al que las secretarías de la izquierda suscribieron alegremente, nos llaman a defender la educación pública, la intervención del Estado dirigiendo la educación e investigación y esta democracia para ricos. Luego de dejar pasar ataque tras ataque durante los últimos 4 años, pandemia incluida, ahora los kirchneristas han salido desesperados a intentar apuntalar a su candidato y darle una sobrevida a un semi-estado que está mostrando su descomposición, no podemos caer en la trampa.

Abran la universidad a la clase obrera

Enfrentar lo más recalcitrante de la ideología liberal que propagandiza Milei implica dar una pelea en cada lugar de trabajo y de estudio para que su base electoral no se convierta en una base social que ataque a luchadores. También debemos desnudar la ideología burguesa que se esconde detrás de la defensa de la educación pública y los derechos. Alberto, en su última aparición, dejó bien claro la ligazón entre las UUNN y el Conicet con las empresas privadas, financiarles el desarrollo tecnológico y brindarle la mano de obra barata y calificada que necesitan para aumentar sus ganancias. El Estado no es más que una gran firma burguesa y como tal toda su estructura se levanta sobre la defensa de su más sacrosanto derecho: el de la propiedad privada.

La educación no es pública cuando la gran masa de trabajadores no puede acceder a ella, no vamos a defender esta educación elitista atada a los planes del BM y el FMI, defender la conquista de su gratuidad implica dar una pelea sin cuartel por que abran las universidades a la clase obrera, y pelear por un gobierno de las universidades de las organizaciones docentes, no docentes, investigadores y estudiantes, que meta la lucha de clases al aparato educativo.

Los estudiantes combativos estamos llamados a convertirnos en el batallón auxiliar de los trabajadores en la pelea abierta, tenemos que mirar atentos las experiencias que está dando nuestra clase, la enorme pelea de los docentes en Jujuy, de los trabajadores de la ex-Dánica en Villa Mercedes, la lucha de la UOM, Atanor, Coca Cola, entre otras, la recuperación de la seccional capital de UEPC, los sindicatos recuperados como el SUTNA, los delegados combativos que están dando la pelea entre los docentes universitarios, los no docentes, los investigadores, etc, es ahí donde encontraremos a nuestros aliados. Debemos encarar junto a ellos la pelea por recuperar nuestras organizaciones para ponerlas al servicio de la lucha, desarrollando una salida a la crisis desde la clase obrera, confiando en nuestras fuerzas y con nuestros métodos.

Proponemos ante la asamblea del CEFFyH estas tres mociones para comenzar a desarrollar el necesario enfrentamiento a la crisis abierta:

  • Pronunciarnos por el paro general y una marcha nacional a plaza de mayo por la reapertura de las paritarias, el aumento del presupuesto educativo y la ruptura con el FMI.
  • Poner en pie una comisión de relaciones obrero-estudiantil que se proponga participar de asambleas y acciones que desarrollen los trabajadores tanto de la UNC, como de otros sindicatos, llevando el pronunciamiento por el paro y para ponernos a disposición y colaborar en desarrollar el necesario reagrupamiento de los sectores que queremos enfrentar la crisis.
  • Pongamos en pie un cuerpo de delegados por curso o carrera (elegido y mandatado en asamblea) que discuta en cada aula las problemáticas más urgentes (triple turno de cursado, becas, acceso al comedor, boleto obrero-estudiantil gratuito, etc) y que la comisión directiva del centro se subordine a las decisiones de este organismo.

 

Los trabajadores de La Dorada S.A. (ex Dánica) se mantienen reclamando la equiparación al convenio nacional aceitero desde hace mucho tiempo.

Por un acuerdo firmado durante la pandemia, bajo coerción patronal, están cobrando menos del 50% de lo establecido como salario básico de su actividad.

Así, mientras un compañero aceitero al cual la patronal le respeta el convenio colectivo en otras fábricas parte de un salario básico de $400 mil pesos, ellos actualmente tienen un básico de $185 mil pesos.

Todo esto sucede mientras la patronal viene aumentando su producción y sus ventas desde hace mucho tiempo, sometiéndolos a una mayor explotación y obligándolos, en muchos casos, a depender de hacer innumerables horas extras para poder llegar a fin de mes.

A la ya difícil situación que estaban viviendo, la última devaluación acordada por el gobierno nacional con el FMI por la crisis de deuda, agudizó la situación y fue la gota que rebalsó el vaso de los reclamos formales para pasar a la acción, con las medidas que tiene la clase trabajadora para luchar contra la explotación: la asamblea, la huelga y las manifestaciones callejeras.

Su realidad no escapa a la del resto de la clase trabajadora, sea del sector laboral que sea.

El gobierno y las patronales vienen pulverizando el poder de compra de los salarios para aumentar su tasa de plusvalía, mientras las conducciones sindicales burocráticas avalan este saqueo al bolsillo y el nivel de vida de los trabajadores.

Por ello, la lucha de los trabajadores de La Dorada es un ejemplo hacia el resto de la clase trabajadora respecto a lo que debemos hacer en esta situación.

Es nuestro compromiso rodear de solidaridad el conflicto para tomarlo como una bandera de lucha, incentivar la rebelión del resto de los trabajadores del parque industrial, como también los trabajadores de servicios y estatales. Para que no seamos nosotros quienes paguemos con nuestro sacrificio diario la crisis que generaron los empresarios y sus representantes gubernamentales.

Al cierre de esta nota, y luego de una manifestación obrera a la entrada del parque industrial sur en Villa Mercedes, el Ministerio de trabajo dictaminó la conciliación obligatoria en el conflicto, la que fue aceptada por el sector obrero y el sector patronal.

Sabemos que siempre la conciliación tiene el objetivo patronal de aquietar las aguas y tratar de desmovilizar a quienes luchan, ganando tiempo para desactivar las bombas que ellos mismos generaron, pero hay que seguir preparando el conflicto día a día hasta lograr el justo objetivo de los compañeros.

 

Por el triunfo de los compañeros de La Dorada (ex-Dánica)!

Por un congreso de delegados de base de los trabajadores Industriales, de servicios y estatales. que vote un programa obrero de salida a la crisis!

COR Regional San Luis

Lunes, 21 Agosto 2023 20:08

Se desborda la crisis social

ORGANICEMOS UN PARO GENERAL

En barriadas de Guaymallén y Las Heras –Mendoza-, en Río Cuarto –Córdoba- y en Neuquén, en la previa del día de las infancias se vivieron incidentes en intentos de saqueos a supermercados. Fuertemente reprimidos por las policías provinciales de gobiernos de un color u otro, pero que responden con represión para dar una idea de orden en medio del descalabro social que ha generado la crisis. Encarcelan instigadores, hablan de organización para cometer robos, pero no dicen que cualquier chispa inicia un incendio si se regó antes con combustible. La cosa no da para más. La devaluación, la aceleración inflacionaria, y el derrumbe descomunal del salario son insoportables.

El más reciente incidente, sobre la ruta nacional 40 en Tunuyán (Mendoza) hoy, mostró un intento de organización social para resolver el problema urgente de la alimentación: vecinos de una barriada cercana, cortaron la ruta para pedir bolsones de alimentos y respuestas a la municipalidad. Ante el despeje represivo de la ruta, la bronca social se expresó en disturbios.

El desborde social, a días del resultado electoral de las PASO, sólo muestra la profundidad de la descomposición del semi Estado, que ya no puede canalizar ninguna expectativa en sus mecanismos de dominación en esta democracia para ricos, y reprime la miseria social que ya no contienen ni las promesas de campaña, ni el voto castigo, ni las exiguas ayudas sociales.

Contra el silencio atronador de las burocracias sindicales, más preocupadas por recalcular el precio de sus apoyos de cara a octubre, es que tenemos que tomar en nuestras manos la preparación de una respuesta obrera a la crisis. No es el desborde social caótico nuestro método, es un emergente ante la tendencia a la descomposición que produce la estatización en los sindicatos y organizaciones obreras, en manos de la burocracia.

El activismo antiburocrático, la izquierda y las organizaciones sociales combativas, tenemos que unificar acciones para imponer un paro general que ponga las necesidades de las masas asalariadas y empobrecidas por sobre el saqueo de la deuda externa y la explotación capitalista y la especulación. Impulsemos asambleas y reuniones de trabajadores y delegados, preparemos congresos de delegados por ramas y zonas. No habrá orden en medio de la miseria social, esa idea de orden es el orden de los explotadores. Basta de ajuste y represión. Para una salida obrera a la crisis necesitamos tomar en nuestras manos la organización de la clase: un plan de acción unificado por un congreso de delegados de base de la industria, servicios, estatales y las organizaciones piqueteras no cooptadas por el Estado, impongamos un PARO GENERAL.

Pasaron las PASO y los candidatos del FMI dirimieron sus internas. Al día siguiente, el gobierno, que fue el gran perdedor de las elecciones, de la mano de Massa, hizo una devaluación. Las consecuentes escaladas de precios fueron inmediatas, lo que genera una mayor pauperización de nuestras condiciones de vida. Por su parte, el vice de la fórmula perdedora de JxC, Morales, ordenó una nueva represión en Jujuy. Milei, el gran ganador de las PASO, ya fue contactado por el FMI y se jactó de que su plan de ajuste es más severo del que pide el organismo. Mientras cada uno de los candidatos a presidente hacen los deberes para el amo yanqui y los grandes empresarios, la burocracia sindical nos llama a enfrentar con los votos a la “derecha” y se puso en campaña por Massa.

Ante los ataques que estamos recibiendo, debemos responder con nuestros métodos obreros, mostrar al conjunto de los trabajadores y el pueblo pobre que no son los mecanismos de la democracia burguesa (el voto) los que imponen las relaciones de fuerza. Es en la producción donde se dirime la verdadera lucha de clases, que no es otra cosa que la lucha por la plusvalía.

Por eso, ante el proceso de crisis económica, social y política que estamos viviendo, en medio de una situación internacional también convulsionada, los trabajadores debemos intervenir de forma independiente y mostrar el poder de nuestra clase para enfrentar a nuestros enemigos y su desorganización de la economía.

Desde la COR le proponemos al SUTNA, sindicato recuperado, que convoque a las comisiones internas combativas, a las juntas internas que se le ganaron a la burocracia en ATE, a las listas y delegados opositores de las distintas ramas, al activismo y a los sectores del movimiento piquetero no cooptado por el gobierno a una reunión de urgencia para discutir las tareas ante esta crisis. Para poder intervenir de forma conjunta, con mociones acordadas, en los procesos asamblearios o de lucha abierta planteándonos ir construyendo una dirección proletaria ante la crisis.

Impulsemos una campaña por la reapertura de las paritarias, salario igual a la canasta familiar, fuera el FMI, por un congreso de delegados de base con mandato e imponer a la CGT y CTA un paro general para que no sigamos siendo los trabajadores los que paguemos la crisis.

No podemos permitir que nos disciplinen con el calendario de las elecciones mientras siguen profundizando el ajuste y, encima, que un sector de burocracia nos llame a votar a Massa. Son nuestros enemigos y debemos desenmascararlos ante las masas e imponer el poder de nuestra clase.

El triunfo de Milei en las PASO expresa, de forma distorsionada, el descontento social de una gran porción de los que fueron a votar con las coaliciones del peronismo y de Juntos por el cambio. Estas coaliciones han fracasado como formaciones políticas que gobernaron el país y que han llevado a los niveles de crisis económica, social y política en la que nos encontramos. Los días previos, vimos distintas expresiones de descomposición social con el asesinato de Morena Domínguez y Juan Carlos Cruz, de la represión a las luchas que preparan con el asesinato de Facundo Molares y de descontrol económico con la disparada del dólar. Al día siguiente de las PASO, el BCRA anunció una devaluación del cambio oficial, como ya lo había acordado con el FMI, con el problema de que debe tomar esta medida con una debilidad política después de los resultados. El dólar blue volvió a saltar. Todos síntomas de la profundidad de la crisis capitalista que atraviesa al país.

El ausentismo y el voto en blanco fueron también una expresión distorsionada del descontento generalizado. A 40 años de democracia burguesa en nuestro país, estas elecciones si bien son sólo primarias y no definen cargos como las de octubre, han demostrado el nivel de descomposición de esta democracia pequeñoburguesa en una semicolonia.

Las elecciones del peronismo fueron las peores en la historia, perdiendo más de 6 millones de votos en comparación con la última elección, mostrando que Milei les sacó votos a todas las coaliciones, centralmente en el interior del país.

La elección de la izquierda, centralmente del FITU, fue bastante testimonial, mostrando un retroceso en su caudal de votos. En la interna ganó la fórmula del PTS-IS contra la del PO-MST, con una importante diferencia.

Creemos que tenemos que discutir en el espacio de la izquierda que se reivindica revolucionaria, si se va a seguir imponiendo el calendario electoral y sus tiempos, en ese escenario que no es el nuestro, o empezamos a debatir la necesidad de organizarnos para el enfrentamiento que se nos viene. El primero es impedir que la base electoral de Milei se transforme en una base social que sea utilizada contra los luchadores. Reorganizar las filas del movimiento obrero contra el ajuste y para expulsar a la burocracia sindical y enfrentar los planes del FMI. Debatir en nuestras estructuras el peligro que se nos avecina, con qué organización y métodos lo enfrentamos, y no el voto útil.

En un escenario mundial signado por la crisis capitalista, la descomposición del imperialismo, la guerra Rusia Ucrania, el avance de China y las consecuencias de la pandemia debemos organizar una tendencia al interior de nuestra clase que ponga en agenda las tareas de los trabajadores en esta situación y la salida revolucionaria que debemos darle en la necesidad de construir un partido revolucionario, un gobierno obrero y la revolución socialista.

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