El próximo martes 23 de abril, las federaciones de los trabajadores universitarios convocan a un extraño paro apoyado por las propias autoridades universitarias nucleadas en el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y a una marcha federal a Plaza de Mayo, a replicarse en las provincias. La marcha cuenta con el apoyo de la FUA, dirigida por la Franja Morada. CTERA, por su lado, saca una jornada de lucha, llamando a marchar pero no a parar.
Los trabajadores de la educación, investigadores y estudiantes de todos los niveles somos quienes venimos enfrentando los ataques de motosierra y licuadora de Milei y sus aliados en las gobernaciones provinciales. Aplican el plan del FMI, mientras el gobierno viaja a EEUU a mendigar un lugarcito privilegiado entre las semicolonias yanquis. La burocracia sindical de las federaciones docentes y no docente, igual que CTERA, pretenden consolidar un frente con las autoridades universitarias y los gobernadores opositores para enchalecar la lucha y aislar a los trabajadores y estudiantes combativos.
Pero tenemos que tener bien en claro quienes son los Rectores y Decanos de las UUNN: no sólo ya iniciaron el autoajuste presupuestario para mantenerse a flote sobre los despidos de contratados, retiros voluntarios, recortes en servicios y mantenimiento de la infraestructura en detrimento de nuestras condiciones de trabajo y/o cursada, sino que durante todos estos años se han dedicado a gestionar y aplicar la Ley de Educación Superior (LES) de Menem. Es por eso que Milei no necesita una reforma para arancelar las universidades y avanzar en su desguace y mayor elitización, ya que hoy y durante todos los gobiernos anteriores, incluyendo a de la Rúa, Macri y a los del kirchnerismo, esta ley nefasta dictada por el imperialismo a través de sus instituciones multilaterales como el Banco Mundial (BM) viene siendo aplicada a rajatabla, con sus convenios para amoldar las carreras a los intereses de las empresas, su CONEAU y sus aranceles que ya se aplican en los posgrados, cursos y se vuelven a aplicar en las carreras de grado en algunas universidades del país.
En el caso de CTERA, su guiño es más bien a los gobernadores, que fijan salarios de miseria para los docentes, llenando los recibos de sueldo de items en negro y en muchos casos atados a la productividad como el item aula en Mendoza o el item de profesionalidad en Córdoba.
Ni CTERA ni las federaciones universitarias ha lanzado ningún tipo de plan de lucha serio, jugándose al desgaste del activismo con paros y jornadas de lucha aisladas y sin continuidad. Peor aún, tienen intereses para hacer la menor cantidad de olas posible dada su flamante alianza con el régimen universitario. Debemos impulsar las asambleas por dependencia, facultad o escuela, las asambleas interclaustros y plenarios de delegados de base con mandato en todo el país para discutir un pliego único de reivindicaciones juntos a los investigadores de CONICET y otros trabajadores del sistema educativo y científico-tecnológico y un plan de lucha para sacar a la burocracia sindical de la comodidad de sus sillones e imponer nuestras condiciones al gobierno nacional, a los gobernadores y a las autoridades cómplices del ajuste.
- Abajo la LES.
- Fuera las empresas imperialistas e Israel de los planes de estudio y de las Universidades, abajo los convenios, ¡son ellos los que ejercen el adoctrinamiento!
- Por salarios que superen la canasta básica indexados mensualmente a la inflación.
- Reincorporación de los despedidos, pase a planta de todos los precarizados.
- Condiciones seguras de trabajo y contra las intentonas por avanzar en el teletrabajo como forma de flexibilización laboral y desorganización de nuestra clase.
Tanto la UBA como las universidades nacionales se consideran "públicas" porque no son privadas y formalmente no tienen "restricciones" para su ingreso. Se supone que cualquier "ciudadano" puede inscribirse en ellas. Sin embargo, posee la mayor de las restricciones: la restricción de clase, ya que sus puertas están cerradas a las mayorías obreras y están cada vez mas elitizadas. Tampoco son "gratuitas" dado que tienen un costo individual y social: se edifican sobre la explotación de la clase obrera, para formar los profesionales que serán eslabones de esa misma explotación.
Para imponer este pliego, debemos preparar el plan de lucha y el Paro Educativo Nacional con cortes de calles y rutas y toma de facultades y edificios. Recuperemos los sindicatos de manos de la burocracia sindical. Ninguna confianza en los rectores y en los gobernadores opositores, hay que enfrentarlos en las calles y en cada escuela y universidad.
Hasta ahora, la lucha por la defensa de la universidad ha estado sostenida mayormente por los docentes universitarios, y en menor medida por los no docentes. El claustro estudiantil se ha mantenido pasivo y recién ahora comienza a participar tibiamente. Esto es producto no sólo de la elitización, la caída de las expectativas de ascenso social y las tendencias individualistas que imperan en las nuevas generaciones estudiantiles, sino también de años de desmovilización y despolitización por parte de las corrientes burguesas que detentan los centros de estudiantes y federaciones junto al marcado retroceso de la izquierda en las distintas facultades. Por eso, estos nuevos sectores estudiantiles que comienzan a participar de las clases publicas y movilizaciones tienen por delante un importante desafío: recuperar sus métodos de lucha con tomas de facultades, sus métodos de organización con asambleas y cuerpos de delegados y sus organizaciones, los centros y federaciones para comenzar a ser protagonistas de su historia.
Se impone asimismo la unidad con el conjunto de los estatales y trabajadores de la industria, los servicios y las organizaciones sociales independientes del Estado para organizar el paro general contra el DNU, los protocolos represivos y todo el plan fondomonetarista de Milei, los gobernadores y el resto de la casta burguesa arrodillada al capital financiero internacional.
El 23 de abril, proponemos a las corrientes de la izquierda y a las agrupaciones combativas estudiantiles y de trabajadores de la educación organizar una gran columna independiente de los aplicadores de la LES. La AGD – UBA, así como otros sindicatos y seccionales recuperadas podrían encabezarla para mostrar que nuestro programa y nuestra lucha no pasa por atenuar el ajuste y seguir haciendo negocios, sino por conquistar nuestra reivindicaciones, acabar con esta educación de clase atada a los intereses de los capitalistas y poner la educación en función de la revolución obrera y socialista.