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Lunes, 09 Agosto 2021 19:38

Charla-debate: ¿Adónde va Cuba?

Este sábado 14 de agosto a las 16.00 hs. realizaremos en Córdoba una charla debate sobre Cuba. Pondremos en perspectiva las protestas del 11 de julio que sacudieron la Isla, analizando el proceso de asimilación de los ex-Estados Obreros en medio de la descomposición imperialista, para discutir los desafíos y tareas de la vanguardia obrera en nuestro continente.

Plan de lucha y delegados paritarios elegidos en asamblea

Los gobiernos nacional y provincial han mostrado que el manejo capitalista de la pandemia parte de hacernos pagar la crisis a los trabajadores. A toda nuestra clase, con despidos, precarización laboral, condiciones penosas de seguridad e higiene y salarios a la baja. Y especialmente a los trabajadores de la salud, con situaciones extremas, debiendo enfrentar la emergencia sanitaria con el estado deplorable de los hospitales públicos (¡en el Misericordia se cayó un techo!), trabajando más horas, sin la protección adecuada, bajo presión, con diferentes figuras precarizadoras (monotributos, contratos, becas) y con salarios de miseria, cada día más atrás de la inflación.
Y la situación está lejos de mejorar: en los últimos días surgió un nuevo brote, ahora de la variante delta, en nuestra provincia. Mientras, las patronales y el gobierno se avocan a garantizar la “vuelta a la normalidad”… de la explotación laboral; para ellos, las medidas de salubridad, las vacunas, los testeos y nuestro salario no son más que costos que disminuyen sus ganancias y, en el caso de Schiaretti, “desbalancean” su presupuesto, destinado a pagar la deuda externa.

Los hospitales nuevamente en pie de lucha

Contra todo lo anterior, los trabajadores empezamos a organizarnos. Desde hace semanas, en varios hospitales provinciales se da un proceso de asambleas, cortes y movilización, que hasta el viernes 29/7 se daba en paralelo a las medidas tomadas por los trabajadores de clínicas y sanatorios privados. Ese día, Daer (ATSA) terminó cerrando por un 45% que coincide con el nuevo techo salarial que impulsan la burocracia y Alberto, además en 4 cuotas, no remunerativo y con una cláusula que permite a las patronales gambetear el acuerdo si aducen crisis. ¡Debemos dejar de discutir porcentajes engañosos!, el salario inicial para la categoría más baja de la escala debe igualar la canasta familiar ($103 mil), en una sola vez y con cláusula gatillo para no perder con la inflación. Basta de bonos en negro, todas las sumas al básico.
También es cierto que muchos compañeros que estaban haciendo sus primeras armas en la lucha vieron que vale la pena luchar. Esto es importante. Muchos trabajan en los 2 sectores (público y privado) debido al pluriempleo, generado por la combinación negrera: precarización + salarios de miseria. La segunda conclusión es que no podemos dejar que los Daer y los Pihen (SEP) terminen negociando, porque nos entregan. Si nosotros somos los que luchamos, nosotros debemos elegir los delegados paritarios desde las asambleas y plenarios, como hicieron en Neuquén y el Gárrahan.
La semana pasada también se dio un pequeño pero importante paso: la Multisectorial (ATE, UTS, Médicos Unidos, Esp. Médicas, etc.) convocó a una asamblea general en la Maternidad. Con muchos límites, como que ATE no diera cobertura gremial a los compañeros de los demás hospitales para poder trasladarse, y que la fecha de la medida a votarse, el 5 de agosto, ya venía cocinada. Tampoco se avanzó en un plan de lucha con paros progresivos, como se había mocionado desde el Hospital de Niños. Sin embargo, quedó demostrado que es necesario que sean los propios trabajadores discutiendo democráticamente en asamblea quienes tomen las decisiones, y no los dirigentes de la “Multi” entre 4 paredes. Hay que ir a un gran Plenario Interhospitalario de delegados con mandato de base, para votar, tomando el paro del 5/8 como punto de partida, un verdadero Plan de Lucha, con paros progresivos, cortes y movilización al ministerio de salud. Elegir allí a nuestros delegados paritarios, desde la propuesta de las asambleas, para que no sean ni Pihen (SEP) ni ningún otro burócrata los que se sienten a negociar con el gobierno, sino quienes sostenemos la lucha, los propios trabajadores de salud.
Lo que se plantea no es solo una demanda salarial, que sí es muy importante, sino que los trabajadores de salud intentemos quebrar la dirección política de la pandemia. Resultó que el “comité de expertos”, con el que Alberto iba a “cuidar nuestra salud”, eran lobistas de los laboratorios y que lo único que “cuidó” fueron los intereses de las patronales en desmedro de nuestras condiciones de vida. Lo mismo el COE que armó Schiaretti, con sus protocolos patronales en los lugares de trabajo. Los trabajadores, con los métodos obreros, podrían haber sido una alternativa superadora en la gestión de esta emergencia sanitaria, cuestionando el mando capitalista. Debemos prepararnos en este sentido. Estamos luchando simultáneamente en varios puntos del país, como Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. Es necesario llamar a un Plenario Nacional de Oposición de trabajadores de la salud, con delegados mandatados, y así sentar las bases para recuperar los sindicatos y unificar a todos los trabajadores de la salud y plantear una salida del conjunto de la clase obrera a esta catástrofe capitalista.

  • Salario inicial = canasta básica ($103 mil), claúsula gatillo
  • Todos los bonos y sumas en negro al básico
  • Pase a planta permanente de los precarizados
  • Basta de aprietes y represalias. Restitución en sus puestos de los trasladados, abajo la causa contra Estela Jimenez (UTS)

     La Federación de Empleados de Comercio, con Armando Cavalieri a la cabeza, se reunió con las cámaras empresariales para reabrir la negociación mercantil, luego de un largo letargo, donde desde el mes de Mayo los trabajadores de comercio vienen exigiendo y reclamando la reapertura de paritarias. La entrega firmada en mayo implicaba un miserable aumento del 32% en 4 cuotas de 8 % cada una, que se terminarían de pagar las últimas dos en el año 2022. Mientras que la acumulación de la inflación ya lleva un mínimo de 27 % (tomando los datos del INDEC) en el primer semestre del año, los salarios mercantiles sólo tuvieron un incremento del 8 %. En tanto que Cavalieri, firmaba y se subordinada a las patronales como al gobierno de Alberto que usó al gremio más grande del país (1.2 millones de afiliados) cómo paritaria testigo, la careta de que los salarios " le ganarían a la inflación" se caía antes de cerrar la paritaria. Nada más lejos de eso, este gobierno conjuntamente con los pulpos supermercadistas son los responsables, en gran parte, de la remarcación de precios donde día a día la masa trabajadora ve licuados sus salarios por la inflación.

     Sin embargo, al otro día de firmada la entrega el repudio de las bases mercantiles fue generalizado. Comisiones internas, delegados y agrupaciones (sobre todo en la zona norte) salieron a manifestarse y exigir la reapertura de las paritarias de forma inmediata. Este proceso de organización tiene sus raíces en la enorme crisis que existe en la rama de comercio, donde los trabajadores ven como la burocracia sindical, en complicidad con las patronales permitió y acentuó en los últimos años los contratos ultra reducidos. Los contratos part Time se multiplican, y no llegan ni a cubrir la canasta de pobreza. También aumentan los contratos por agencia y tercerizados. Un suceso que ilustra lo podrido de esta burocracia, es el ninguneo a los trabajadores de Garbarino, que no cobran su sueldo desde el mes de Abril y dónde el sindicato no se dignó a llamar a un paro nacional por los 6000 empleados que no saben cuál va a ser su futuro. Todo esto sumado a la borrada monumental de la burocracia durante la pandemia.

     En este contexto, durante el 2020 la necesidad de organizarse se volvió imperiosa, y ahí estuvieron muchos delegados combativos y comisiones internas que tomaron la tarea de enfrentarse a la patronal para exigir protocolos de seguridad e higiene, para pelear por efectivizaciones, despidos y tomar posición con respecto a las paritarias. Con los métodos de nuestra clase, Asambleas, Paros, Corte de cajas, quite de colaboración, se enfrentó a las patronales. Este proceso de organización se cristalizó en un plenario convocado por delegados de zona norte (regional San Martín) donde participaron un centenar de trabajadores de diferentes seccionales y activistas. Inmediatamente se resolvió iniciar una amplia campaña en pos de la reapertura de la paritaria, denunciando a su vez la precarización laboral y los despidos en el sector. Asambleas, movilizaciones y paros se sucedieron en diferentes Carrefour, Jumbo, Easy, Chango Mas más la permanente lucha por los compañeros de Garbarino.

     Es necesario profundizar estas experiencias, consolidar estas expresiones genuinas en una oposición consciente, y con un programa obrero, hacia adentro del sindicato que le dispute la dirección del gremio a la burocracia.  Ante esta nueva reapertura de paritarias, debemos ser nosotros, los trabajadores y delegados combativos organizados quienes impongamos nuestras condiciones. Es necesario llamar a asamblea en cada lugar de trabajo, sacar mandatos y llevarlos a un gran plenario de delegados y activistas dónde votemos un plan de lucha y que tipo de aumento queremos. Debemos imponer la figura de DELEGADO PARITARIO con mandato para conquistar nuestras reivindicaciones y así ampliar nuestras funciones, se deben poner un límite a los contratos part Time, a los contratos por agencia, debemos exigir la reincorporación de los despedidos cómo también que se garantice la fuente laboral de los trabajadores de Garbarino. Basta de que sigan negociando a nuestras espaldas los traidores de la burocracia!!

ASAMBLEAS EN CADA MERCADO!!

PLENARIOS DE DELEGADOS!!

DELEGADOS PARITARIOS CON MANDATO DE ASAMBLEA!!

POR UN PLAN DE LUCHA MERCANTIL NACIONAL!!

PONGAMOS EN PIE UNA OPOSICIÓN REVOLUCIONARIA DENTRO DE LA FEDERACIÓN!!

 

Autor: Andrés Arias

[Publicado en la Edición impresa #78 del IMPRESO de la Corriente Obrera Revolucionaria, Julio 2021]

 

 

La pandemia ha golpeado fuertemente a enormes sectores de trabajadores que, o bien por despidos, o bien por la pauperización de sus condiciones de vida y el empeoramiento de sus condiciones de trabajo, han sido el principal centro de ataque por parte de gobiernos y patronales. En particular, han sido los trabajadores de la salud quienes se han visto en el ojo de la tormenta, con situaciones extremas, debiendo enfrentar la emergencia sanitaria con el estado deplorable de los hospitales públicos, trabajando más horas, sin la protección adecuada, bajo presión y con salarios de miseria que están cada día más atrás de la inflación. Mientras la burocracia de los principales sindicatos de la rama cerró paritarias vergonzosas y han intentado por todos los medios evitar que los trabajadores se organicen y luchen, han sido importantes sectores de activistas los que en todo el país han salido a protestar, destacándose los compañeros de Neuquén y también en Córdoba, Mendoza y CABA.

Los compañeros del Hospital Garrahan son un destacamento de vanguardia en la rama de salud y cuentan con experiencias de luchas muy importantes. Este año, en medio de la pandemia y con las elecciones legislativas en el horizonte, se ha desarrollado una importante lucha en la que se ha visto un gran sector de nuevos activistas sumarse al paro. Entre ellos, se han destacado los franqueros. Levantan las reivindicaciones de aumento salarial del 50% y mínimo igual a la canasta familiar $99000, régimen de insalubridad (CTIAP), no a los contratos basura y pase a planta de los contratados y tercerizados. Desde que comenzaron con los paros, hace algunas semanas, el director Trotta y sus secuaces no han cesado de intimidar a los huelguistas y han intentado quebrar la lucha a través de descuentos salariales. Por eso, es fundamental sostener a los compañeros y rodearlos de solidaridad, aportando a su fondo de lucha para que sigan sosteniendo la huelga.

El 15 de julio, en una movilización al Ministerio de Trabajo, una delegación fue recibida, pero con la advertencia de que no pueden intervenir, porque su sindicato es ATE, cuya conducción mira para otro lado. Una prueba más del rol que está cumpliendo la burocracia en todos los sindicatos para sostener el ajuste de Alberto en plena pandemia.

Así como la de los trabajadores de salud en varias provincias, los compañeros del Garrahan siguen luchando. Al cierre de esta edición, han votado un nuevo paro de 24hs el miércoles 21/7 y una movilización al Ministerio de Salud. Tenemos que tener en claro que lo que se plantea no es una demanda meramente salarial, que sí es muy importante, pero además todos los trabajadores de salud tienen que intentar quebrar la dirección política de la pandemia. Si hay algo que quedó demostrado es que el “comité de expertos”, con el que Alberto iba a “cuidar nuestra salud”, eran lobistas de los laboratorios y que lo único que “cuidó” fueron los intereses de las patronales en desmedro de las condiciones de vida de los trabajadores. Los trabajadores, con los métodos obreros, podrían haber sido una alternativa superadora en la gestión de esta emergencia sanitaria, cuestionando el mando capitalista. Debemos prepararnos en este sentido. Es por esto que desde la COR consideramos necesario llamar a un Plenario Nacional de Oposición de trabajadores de la salud, con delegados mandatados de cada lugar de trabajo, para empezar a sentar las bases para recuperar los sindicatos y unificar a todos los trabajadores de la salud y plantear una salida del conjunto de la clase obrera a esta catástrofe capitalista.

Miércoles, 14 Julio 2021 20:38

Cuba, una vez más en la encrucijada

Para poner fin al bloqueo imperialista y derrotar la política de restauración capitalista del PC, es urgente la intervención de la clase obrera de toda América.

El estallido de las protestas en San Antonio de los Baños el último domingo, que se extendieron a La Habana y otras ciudades de Cuba, ha tomado por sorpresa a los desprevenidos. Empezando por el gusanaje en Miami, que salió a reclamar la intervención militar de EEUU a Joe Biden, no solo para aprovechar la crisis sino también asustados al no ver una dirección clara de las protestas. También toma a Biden enfocado en otros problemas, sobre todo domésticos, pero también de política exterior: sus relaciones con América Latina y el Caribe (asesinato de Jovenel Moïse, presidente de Haití) muestran gran desorientación. Por el lado cubano, también el presidente Díaz Canel se mostró completamente desorientado, saliendo con una línea dura contra las protestas para tener que luego reconocer los problemas que legítimamente reclamaban los manifestantes, y llamando a un sector de estos “revolucionarios confundidos”.
La confusión de estas direcciones contrarrevolucionarias se basa en un elemento real: el desorden generado por la pandemia a nivel mundial y la falta de claridad del imperialismo para dirigir un proceso de derrota fulminante de las masas obreras, a partir del ensayo general reaccionario lanzado el año pasado, abre todo tipo de procesos políticos. En el caso de Cuba, debemos considerar las dificultades del proceso de asimilación del ex Estado obrero, que está mostrando, igual que en Bielorrusia y otros países, tendencias al caos capitalista ante la debilidad de la burocracia de ese Estado para dirigir, acentuado este elemento por la propia debilidad de la estructura económica de la isla. La descomposición imperialista dificulta la asimilación, pero no puede frenar el proceso ad eternum, sino que agrava la descomposición y las tendencias al enfrentamiento entre las fuerzas sociales en presencia. Así lo vimos en Europa del Este (Ucrania, Bielorrusia, Georgia), en el Cáucaso (Nagorno Karabaj), en China (Hong Kong), todos con sus particularidades pero que están determinados por toda una etapa histórica signada por un proceso de descomposición de un sistema social que socava las bases de los Estados-nación como forma política. Todo esto, como decíamos más arriba, acelerado por la pandemia del Covid-19.
En el caso de Cuba, es evidente cómo la pandemia golpeó las estructuras estatales de por sí carcomidas por años de putrefacción a partir de la caída de la URSS y el inicio de una transición tortuosa hacia la asimilación capitalista plena, donde la burocracia y una base social ligada al Estado intenta mantener su posición, contra el sector que pretende barrer con esas estructuras con un programa que, más que “patria y vida”, se resume en “semicolonia, sí; 51º Estado yanqui, mejor”. La falta de atención médica, de alimentos y de electricidad, además muestran su silueta espantosa a contraluz de las reformas votadas en el último congreso del PCC, que avanzaron en una devaluación salvaje con la unificación del tipo de cambio. Las condiciones de vida de las masas trabajadores se contrastan con las mercaderías valuadas en dólares expuestas en los negocios para turistas y en los privilegios de la burocracia “comunista”. Estos elementos son el motor de las protestas, de las que forman parte sectores heterogéneos, que han identificado por años las ideas del socialismo y el comunismo con un Estado que en realidad intenta imponer con represión la restauración capitalista. Pero está claro que el bloqueo del imperialismo yanqui, impuesto por décadas con el objetivo de presionar a la burocracia para que acelere las medidas restauracionistas (objetivo que ha cumplido con creces), es la principal causa de las penurias de la clase obrera cubana. Díaz Canel, Biden, el Partido Republicano y los gusanos están todos de acuerdo en llevar hasta el final la contrarrevolución en Cuba.

Es urgente la intervención del proletariado de toda América

Para colaborar en la tarea de poner en pie una dirección revolucionaria capaz de enfrentar a las direcciones imperialistas y de la burocracia del PC en Cuba, es necesaria la intervención del proletariado americano, en América Latina y el Caribe y también en EEUU. Porque además es evidente, y se ha comprobado por la experiencia histórica, que el programa de la dictadura del proletariado no puede concretarse en las estrechas fronteras de ningún país latinoamericano, sino que adquiere su forma política en la Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina y el Caribe.
Para llevar adelante esta tarea, los revolucionarios debemos pelear en el seno de los sindicatos para que la clase obrera salga a la acción con objetivos claros: ¡Abajo el bloqueo imperialista! Sobre todo en EEUU, debemos imponer la apertura de los intercambios con la isla, con nuestros métodos, la ocupación bajo control obrero de puertos, depósitos y fábricas, la toma del control de los navíos y la confiscación obrera para llevar a Cuba los hidrocarburos, los alimentos y las medicinas y vacunas que necesitan los trabajadores y el pueblo pobre. ¡No a la intervención militar imperialista! Ante el menor signo de amenaza de llevar adelante una intervención militar, impongamos la huelga en EEUU y el paro y ocupación de todas las empresas de capitales yanquis en la región. ¡Abajo la represión de la burocracia del PCC, libertad a los presos! Debemos imponer que los sindicatos latinoamericanos y de EEUU se pronuncien por la libertad de los luchadores socialistas que fueron detenidos el domingo 11/7, entre ellos Frank García Hernández, Leonardo Romero Negrín, Maykel González Vivero y Marcos Antonio Pérez Fernández.

Por una dirección revolucionaria internacional

Lejos de lo que postulan los centristas latinoamericanos, no se trata de desarrollar un programa democrático para llevar las demandas de las masas hacia una solución desde el Estado (nacional) con reformas más o menos “radicales”, se trata de regenerar las bases de la revolución cubana con la extensión de la revolución en la región y la instauración de la dictadura proletaria bajo una dirección revolucionaria. El capitalismo está en franca descomposición y no pude ofrecer nada más que represión, en enfrentamientos cada vez más abiertos con la clase obrera, para intentar modificar a su favor la relación entre capital y trabajo con la intención de darse una sobrevida. La necesidad de una dirección revolucionaria internacional, la IV Internacional reconstruida, se hace palpable y no puede ser una simple declamación para los congresos y conferencias partidarias. Tenemos por delante la gran tarea de preparar la reconstrucción de la IV llevando los debates programáticos al seno de nuestra clase, dando batalla política a la burocracia sindical y luchando por recuperar los sindicatos. Proponemos, con nuevo énfasis dados los acontecimientos en Cuba, organizar una Conferencia Latinoamericana de las corrientes que nos reivindicamos por la dictadura del proletariado, para debatir la política, las tácticas y el programa para intervenir en la situación con ese objetivo. Como paso hacia una conferencia mundial que permita a los revolucionarios encarar la tarea del momento: comenzar a saldar la crisis de dirección de nuestra clase, la única clase revolucionaria, la clase obrera.

El pasado 22/06 el consejo superior de la UNC se pronunció en referencia a la elevación a juicio que pesa sobre los 27 estudiantes de la UNC por la toma del pabellón Argentina en el marco de la lucha educativa del 2018. El pronunciamiento se puso a discusión por propuesta de varios decanos K referenciados en la agrupación “Vamos”, que solicitaban que el superior se declare a favor de la absolución y en contra de la criminalización de la protesta, posición que bajaron más temprano que tarde, para terminar votando una declaración “de consenso” con el oficialismo rectoral conducido por el radical Hugo Juri y Yanzi Ferreira. En la misma se llama a respetar la institucionalidad y el Estado de derecho, es decir que avala el juicio, y llama a que los conflictos universitarios se resuelvan con los mecanismos del cogobierno y la autonomía, ocultando que fue el propio rector el que entregó los nombres a la justicia.
No nos puede escandalizar que los decanos K hayan votado esta declaración, o mejor dicho, solo puede sorprender a quien haya sembrado expectativas en que un/a decano/a de este régimen universitario vaya a ir en contra de sus propios intereses. Después de todo, estas autoridades universitarias, que con palabras elocuentes han dicho estar en contra de la criminalización de la protesta y a favor de los estudiantes, son parte de la coalición peronista que dirige al país, el mismo gobierno que en dos años solo ha ofrecido a la juventud desempleo, miseria, expulsión del sistema educativo y mayor represión.
Este nuevo ataque deja al descubierto, una vez más, que las autoridades universitarias dejan de lado sus diferencias cuando se trata de disciplinar a quienes osamos cuestionar el régimen universitario que dirigen, y que a la única presión y exigencia a la que sí se someten, no es a la de la “opinión pública”, sino a la del gobierno y el FMI.
No podemos olvidar ni por un momento que el origen de este reaccionario juicio fue la pelea que dimos junto a los trabajadores de la UNC en reclamo de mejoras salariales y enfrentando las políticas de miseria educativa que implicaba el pacto de Macri con el FMI. Esta pelea sigue aún vigente. La política de cuarentena impuesta por Alberto, como forma de control sobre los trabajadores ante los efectos inmediatos de la crisis, ha sido utilizada por el régimen universitario para hacer pasar el ajuste: precarización laboral y mayor deserción estudiantil producto de una virtualidad inconsulta y sin recursos, paritarias docente y no docente a la baja, recortes de contenidos, cierre del comedor, etc.
La lucha por la inmediata absolución de nuestros compañeros solo podrá ser reforzada si la ligamos a la pelea más general por enfrentar este ajuste, que no se restringe solo al ámbito educativo, sino que está implicando un enorme golpe para el conjunto de la clase trabajadora. Debemos buscar nuestros aliados, no entre las distintas facciones, integrantes de una u otra coalición burguesa (FdT, Cambiemos, Schiarettismo, etc.), del régimen universitario reaccionario que dirigen la UNC al servicio de los capitalistas, sino entre los trabajadores que vienen resistiendo el ataque. Debemos aunar fuerzas con los compañeros de salud, que con paros y movilizaciones vienen reclamando mayor salario y mejores condiciones laborales, con los compañeros docentes que se organizan contra las paritarias a la baja y las condiciones inseguras e insalubres de cursado, con los trabajadores de distintas ramas como alimentación, metalúrgicos, etc., que enfrentan los ataques de las patronales. Es en ese sentido que desde la COR mocionamos solidarizarnos con las compañeras Estela Fernández, secretaria adjunta de la UTS-FESPROSA, y Fabiana Fontana, delegada de la UOM de la ex-Valeo, ambas perseguidas por la justicia en represalia a su lucha sindical. Debemos levantar una campaña conjunta contra la represión y la persecución judicial hacia trabajadores y estudiantes. ¡Fuera las manos de la justicia patronal de nuestras organizaciones! ¡Abajo el juicio a los 27 estudiantes de la UNC, ningún desafuero, ningún despido! Viva la lucha de obreros y estudiantes contra el ajuste al servicio de las patronales y del pago de la deuda externa.

Por un gobierno de la universidad de los sindicatos y las organizaciones estudiantiles

La experiencia hecha con el régimen tiene que dejar una clara conclusión a los luchadores: no es posible reformar a los consejos reaccionarios, ni es un problema de representación, sino que son los consejos de la LES, el BM y el FMI y deben ser destruidos. Para poner la educación al servicio de la lucha de la clase obrera debemos pelear por una Universidad dirigida por los sindicatos y las organizaciones estudiantiles. Sabemos que las conducciones hoy al frente de nuestras organizaciones se han encuarentenado permitiendo que la causa que pesa sobre 27 estudiantes avance, al tiempo que han colaborado con la parálisis y desorganización de los estudiantes que no han podido dar una respuesta contundente frente a la crisis. Las conducciones de los sindicatos de docentes y no docentes también han jugado un papel nefasto dejando desorganizados a los trabajadores que tuvieron que soportar sobre trabajo mientras ellos firmaban paritarias por debajo de la inflación. Este accionar sólo demuestra que esas conducciones por acción u omisión son cómplices de la política de las autoridades. Si no están a la altura del ataque deben ser barridas de la dirección.
¡Recuperemos nuestras organizaciones para la lucha! Se hace urgente que quienes venimos levantando la campaña por la absolución redoblemos la apuesta, abandonando las peleas internistas por sellos o hablando de una unidad en general y debatamos programáticamente para poder dar la lucha política contra estas corrientes del régimen, que concentremos los esfuerzos en meter el debate en los cursos para poder desarrollar a las organizaciones en sus bases, convocando a asambleas, eligiendo delegados para poner en pie cuerpos de delegados por facultad y carrera, y avanzar hacia un plenario de Delegados Docentes, No Docentes, Investigadores y Estudiantes con mandato que nos permita definir un pliego único de reivindicaciones como así también el plan de lucha para imponerlo. Llamamos a las corrientes de izquierda de la UNC y los trabajadores y estudiantes combativos a debatir las tareas de la vanguardia en esta crisis, con el objetivo de poner en pie una Corriente Revolucionaria en la universidad, docente, no docente, estudiantil, con libertad de tendencias, que se proponga este objetivo.

Lunes, 28 Junio 2021 09:33

IMPSA: otra vez rescatando al capital

En medio del debate que recorre a las diferentes variantes burguesas y pequeño burguesas por la propiedad privada, el salvataje a las empresas y la función del estado, el rescate anunciado estas semanas a la empresa IMPSA (industrias metalúrgicas Pescarmona S.A.) fue noticia en todos lados. El Estado nacional quiso mostrar iniciativa ante un contexto económico en crisis con muchas deudas y pagos por afrontar ante organismos internacionales. Esta medida de incisión estatista es una muestra más de la intervención del Estado en la economía ante el descalabro de la crisis en curso donde el gobierno de Fernández aporta 15 millones de dólares y 5 millones el gobierno radical de Mendoza. Empresa que de igual manera seguirá funcionando como sociedad anónima. Medida que no soluciona los problemas estructurales de la economía argentina como pretenden hacernos creer y mucho menos los problemas del sistema capitalista.

Impsa es una empresa mendocina asociada con el capital extranjero que hizo su fortuna durante más de 100 años con diferentes gobiernos (Yrigoyen, Perón, la dictadura militar, el menemismo y diferentes gobiernos extranjeros como Brasil y Venezuela). Si hay un denominador común en Impsa es el siempre presente rescate por parte del estado bajo distintas administraciones. En su momento lo hizo los K con subsidios al salario y repros mientras renegociaba deuda. En 2015 con el gobierno de Macri se ve beneficiada con el blanqueo de capitales por $ 108 millones terminando en el 2018 con la formación de un fideicomiso hasta la reciente anunciada “estatización” que no es otra cosa que el desembolso de capital para rescatar a los mismos bancos y burgueses que venían siendo solventados para asegurar sus negocios agregando ahora la formalización como capitalización de la empresa.

La realidad que esto es un mecanismo burgués para socializar las pérdidas donde los trabajadores volverán a ser quienes paguemos las deudas continuando un proceso de garantizar el pago a través del Estado a los acreedores privados y eventualmente traspasar las operaciones de Impsa a otros grupos económicos en un contexto internacional que con los cambios en matrices energéticas especula con posibles jugosos negocios.

Resguardando al capital

Destaquemos que detrás de esta operatoria hay una disputa política y económica por los negocios que puede traer aparejado a los capitalistas de turno y un resguardo de la propiedad asemejando el proceso a lo que se quiso hacer con la empresa Vicentin (1). La grave crisis de Impsa tiene que ver en gran medida con el descalabro que significaron los bonapartismos sui generis en Latinoamérica (Chávez, Lula, Fernández) apostando al desarrollo de una burguesía nacional y su expresión en la industria. Proyectos políticos que fracasaron y que terminaron en un festival de guita, coimas y el guantazo de la brasilera Odebrecht. Hoy, una coalición de gobierno que se referencia en aquella apuesta burguesa pretende rememorar aquella ilusión que los terminó condenando. Y es que no se pude dar un desarrollo de un capital nacional para la industria en los países industrialmente atrasados donde el capital extranjero e internacional juega un rol decisivo y más aún en un Estado semi colonial como lo es Argentina dentro de un capitalismo en descomposición. Se ha demostrado que un Estado dirigido por una fracción burguesa no puede dar ningún beneficio a los trabajadores.

Un capítulo en esta novela lo merece el gobierno radical de Suárez donde no paran de criticar al gobierno nacional por el mal manejo de la pandemia y de la economía, pero no tuvo ningún problema a la hora de sentarse junto a Fernández para rescatar el capital y sacar una tajada para el empresariado mendocino. Pero no podía ser menos teniendo en su gabinete de economía a ex gerentes de Impsa como Emilio Guiñazú y Daniel Chicahuala (ex gerente de Impsa y Oderbrecht) quienes aseguraron negocios por ejemplo para la cuestionada construcción de la represa Portezuelo del Viento en el sur mendocino. No solo han participado ayudando a Pescarmona (cuya caída ya arrastró a muchas otras empresas), sino que ante cada conflicto que se generó, el Estado provincial garantizó, junto con la burocracia de la UOM, despidos, suspensiones y hasta desalojos con policía incluida.

 La burocracia ayudando a socializar las pérdidas

Otro de los que celebró la “capitalización” de Impsa fue Antonio Caló (secretario general de la UOM nacional) que tuvo participación estelar en la mesa principal del acto de relanzamiento de la firma. Este y muchos otros burócratas más fueron una de las partes que participaron activamente en el acuerdo. Hay que advertir en este caso que la burocracia de la UOM funciona como agente político de los capitalistas y el Estado para que todo marche sobre ruedas. La misma burocracia que firma paritarias a la baja por 35,2 % en cómodas cuotas sin discutir con los metalúrgicos y con delegados que no fueron elegidos por las bases, que garantiza los despidos y suspensiones en diferentes puntos del país frente a la crisis y la que nada hizo frente a los protocolos de higiene y seguridad durante la pandemia. Los trabajadores para nada estamos contentos con esta situación donde no solo no se va a crear empleo, sino que cada día nuestras condiciones de vida empeoran.

La CGT Mendoza con su titular Luis Márquez también festejó con alegría esta intervención estatal. De nuevo jugando para el capital como lo hizo durante toda su gestión al frente de la UOM Mendoza, poniendo su firma en los despidos que se produjeron a lo largo de los años en Impsa y en toda la industria metalúrgica mendocina, incentivando y generando división entre los trabajadores. Tomemos como tarea primordial recuperar la dirección de los sindicatos, de manos de la burocracia traidora.

Por una salida obrera ante la crisis

Los trabajadores, y los metalúrgicos en particular, no podemos poner expectativas en este tipo de maniobras como la estatización para salvataje de nuestros verdugos. La disyuntiva no es el capital privado o Estado, sino entre un programa de conciliación de clases o un programa que oriente la acción independiente de los trabajadores. La UOM debe llamar de forma urgente a asamblea en Impsa y convocar a un congreso de delegados para debatir cómo podemos dar una salida a la grave crisis que atraviesa la empresa empezando por la reincorporación de los despedidos y suba de salarios. Pensamos que para llevar adelante estas tareas y reivindicaciones es necesario formar al interior de la UOM una oposición sindical revolucionaria que sea capaz de luchar por los intereses de los trabajadores con los métodos obreros. Los metalúrgicos debemos unirnos e intercambiar experiencias con otros sectores del proletariado que estén en lucha como los trabajadores de Bimbo (San Fernando), así como el activismo antiburocrático de los vitivinícolas, para poder organizar un plan de salida a la crisis y la pandemia y actuar unidas ante el gobierno y los planes de los empresarios por cambiar las condiciones de vida de la clase obrera.

Los trabajadores tenemos que empezar a tener el ejercicio de como intervenir en la crisis que se desarrolla ante nosotros y discutir cuales son las tareas de los trabajadores. Así mismo es imperioso que abramos un debate al interior de nuestra clase sobre la importancia del control obrero como forma de intervención independiente ante la desorganización de la economía y mostrar la capacidad de la clase obrera para la planificación y administración de la producción.

 

1 ver nota Vicentin: rescatando al capital http://cor-digital.org/nacionales/item/292-vicent%C3%ADn.html

      A mediados de mayo se produjo el incendio parcial en la planta Bimbo San Fernando. Un mes después de ese hecho, sobre el cual aún hay muchas conjeturas e interrogantes por su intencionalidad, la multinacional mexicana manifestó su plan de “retirarse del negocio de congelados” y envió telegramas de despido a los 300 trabajadores. Como denuncian los mismos compañeros de Bimbo SF en lucha, la planta tiene la capacidad hoy de funcionar a un 60%, ya que el incendio fue parcial y no amerita su inutilización cómo ha dicho la públicamente la empresa.

      En San Fernando, trabajan alrededor de 300 trabajadores, agremiados en 3 sindicatos (alimentación, pasteleros y panaderos). El planteo de la defensa de los puestos de trabajo y el rechazo a las indemnizaciones ha sido votado en asamblea y tiene al frente a la comisión interna opositora de pasteleros, que viene planteando la unidad de acción y la organización conjunta de los trabajadores de toda la planta para la lucha. Las burocracias sindicales de los 3 sindicatos, con STIA a la cabeza, han manifestado que a lo sumo están dispuestas a reclamar más indemnización, o sea un planteo pro-patronal. 

      El día viernes se realizó un importante acto obrero en las puertas de Bimbo convocado como primera medida de lucha, el cual contó con la presencia de organizaciones sindicales recuperadas de zona norte, organizaciones sociales y la izquierda. El próximo jueves hay audiencia y está convocada una movilización al ministerio de trabajo. 

      Para quebrar la voluntad del grupo Bimbo, son fundamentales las acciones que golpeen en la producción en las diferentes plantas buscando el apoyo de sus trabajadores. La exigencia e imposición a los sindicatos de una huelga es de primer orden, para derrotar la política de los despidos e imponer la reapertura de la planta. Bimbo tiene que abrir los libros contables, no tiene ninguna crisis.

      En otra alimenticia como La Salteña (del grupo Molinos), los trabajadores realizan un paro de 48hs por un aumento superior a lo acordado por la burocracia en la paritaria de pasteleros. Mientras en Stia aún no las han cerrado, y crecen los reclamos de un plan de lucha.

      Una reunión de la oposición antiburocrática alimenticia (pasteleros, alimentación, panaderos, etc.) podría ser un gran paso para resolver un programa acción ante la situación, para fortalecer la pelea de Bimbo por los puestos de trabajo y la reapertura de la planta, por el aumento de salarios, para luchar por imponer un plan de lucha en los sindicatos y enfrentar a los monopolios alimenticios, que además de ajustadores también son unos de los principales responsables de los aumentos de precios y la carestía de la vida de la población.

      Por el triunfo de los trabajadores de Bimbo. Apoyemos con todas las fuerzas su lucha.

Este sábado 26 de junio a las 17.30 hs. realizaremos una charla debate sobre el conflicto Israel - Palestina por zoom. Para poder participar deberá completar un formulario y le será enviado el link y el ID de acceso correspondiente.

Para completar el formulario, por favor haga click en el siguiente link:

https://forms.gle/rTbMteMnB4ppNVWT9

La segunda vuelta en Perú ya dio un ganador, pero Keiko Fujimori aun no reconoce la derrota y ha presentado la impugnación de más de 200 mil votos.

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) indicó que, con el 100% de las mesas escrutadas, Pedro Castillo, de Perú Libre, ganó contra Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, las elecciones en segunda vuelta por más de 70 mil votos. De esta manera, Castillo asumirá la presidencia del Perú a partir del 28 de julio de este año.

La elección fue bastante reñida y mostró de forma distorsionada el nivel de polarización y descomposición del semi Estado peruano. Recordemos que se llegó a estas elecciones después de varias crisis políticas, renuncias de presidentes, suicidios de ex presidentes, en medio de procesos de corrupción y desmanejos de la pandemia.

El triunfo de Castillo no va a saldar la crisis política, sanitaria y económica en la cual están sumidos no solo Perú, sino toda la región. Pero es una línea institucional de la débil burguesía, en alianza con el imperialismo, de contener los procesos de masas. Castillo expresa, por la vía electoral, el descontento de sectores de masas por el deterioro de las condiciones de vida, los efectos de la pandemia y las políticas del gobierno saliente.

El 70% del trabajo en Perú es informal, gran parte de los obreros del país tiene condiciones de vida paupérrimas. La situación de la pandemia quiso ser aprovechada por el gobierno saliente, pero la conflictividad fue escalando, quizás el ejemplo más importante de este periodo fue la rebelión de los trabajadores agrícolas, que logró derogar una ley que ponía condiciones leoninas a la actividad. La situación en Perú está a tono con los procesos de lucha que se están desarrollando en toda la región como Chile, Colombia y Ecuador.    

Para la burguesía peruana, la irrupción de Castillo es lo más de izquierda que pueden tolerar dentro de la crisis en la que está sumida. Por esa razón hizo que el candidato firmara lo que se denominó la “Proclama Ciudadana”, un documento que pone como eje central la defensa de la institucionalidad, es decir, el Estado de derecho. Después de firmar ese documento Castillo ya no habla de cambiar la constitución vía una asamblea constituyente, como planteó en la campaña, sino que ahora se compromete a respetar la continuidad de las reformas constitucionales del ‘93.

Es errado el planteo de gran parte de las corrientes trotskistas de apoyar en la segunda vuelta a Castillo, poniendo como argumento que este apoyo es para que no gane la derecha. Esto ya es parte de la práctica de estas corrientes, que llamaron a votar a Evo, a Chávez, a Haddad en Brasil, por citar a algunos, mientras en sus polémicas simulan pelear por quién es el abanderado de la independencia de clase. Esta táctica electoral conduce al apoyo y a la colaboración con el Estado “democrático” y la burguesía “progresista” en la lucha contra la “reacción”. Tienen una concepción etapista, expresada en el escenario electoral, de una etapa que ya no existe históricamente. No estamos en un proceso histórico entre revolución burguesa y revolución proletaria, en el que el retraso histórico de la revolución burguesa en las semicolonias hizo que algunas corrientes del siglo 20 pregonaran la necesidad de la etapa de la revolución democrático burguesa para concluir las tareas no realizadas de la burguesía nativa. De esta manera, le asignan un rol progresivo a un sector burgués. La irrupción de la revolución proletaria triunfante en la escena mundial, la revolución rusa, modificó la etapa histórica de las transiciones revolucionarias y demostró, no solo la centralidad del proletariado para una revolución, sino que la burguesía ya es una clase contrarrevolucionaria, en todas sus variantes. No se puede explicar el voto a Castillo apelando a Kerensky, forzando una analogía que no se corresponde con la etapa, ni con el proceso histórico. Tampoco es válido para los revolucionarios el argumento de que no avance la derecha, o, en el peor de los casos, para no ir en contra de la opinión pública progresista, ya que esto es ajeno a toda política de clase.

No podemos confundir a los trabajadores y sectores combativos que se han destacado en los procesos agudos de lucha de clases que se están desarrollando en la región. Es imposible que pueda surgir una vanguardia obrera si no batallamos al interior de los sindicatos y organizaciones de lucha por un programa transicional que prepare la lucha por el poder. Por la construcción de un partido revolucionario en Perú, como sección de la IV Internacional reconstruida.

 

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