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Declaración de la TRCI

 

La democracia imperialista, una envoltura rajada

 

El asalto al Capitolio de Washington, sede el Congreso de EEUU, el miércoles 6 de enero, sacudió en lo más profundo a la elite que dirige el país capitalista más poderoso del planeta. La corrosión institucional que lleva varias décadas, pero que se aceleró a partir de la crisis de 2008, da un nuevo salto.

Los hechos del 6 de enero fueron una acción contrarrevolucionaria, llevada a cabo por grupos paraestatales pero alentadas por la cabeza del propio estado imperialista, Trump, y con la complicidad de la policía y otras fuerzas regulares de represión. Una farsa de la “marcha sobre Roma”, que no se proponía tomar el poder en una suerte de autogolpe, sino llevar a cabo una demostración de fuerzas para marcar el terreno al establishment que dirige la democracia imperialista, empezando por la elite del propio Partido Republicano que acababa de romper con Trump al negarse a rechazar la certificación de Biden como presidente electo por mandato del colegio electoral. Es claro que, luego de perder la segunda vuelta para elegir los 2 senadores del estado de Georgia y por lo tanto el control de ambas cámaras legislativas, la acción del movimiento trumpista del miércoles 6 ha demolido lo que quedaba del PR, uno de los 2 pilares de la democracia imperialista. Ya habíamos comentado en nuestro balance de las elecciones presidenciales que la alta participación electoral dejaba en crisis también al Partido Demócrata, ya que la democracia yanqui está diseñada como un sistema de elites: la toma del Capitolio fue una acción directa, armas en mano, contra esta elite. Y fue impulsada desde el movimiento que llevó a Trump al poder en 2016, con base en sectores pequeñoburgueses y de desclasados y cuyo antecedente fue el Tea Party. Un movimiento claramente reaccionario, que se alimenta en el fracaso del imperialismo en dar una salida a las masas frente a la profundidad de su crisis histórica, que se aceleró en 2008 y se profundizó aún más en 2020 con la pandemia del COVID-19 y la entrada en una nueva recesión.

Pero no debemos olvidar que el año pasado también entró en escena un movimiento de signo opuesto, que puso en cuestionamiento lo que nuevamente vimos el miércoles: el rol de las fuerzas de represión, en particular de la policía, como pilares del Estado imperialista. Aunque sin llegar a derrotar a estas fuerzas, cosa muy difícil sin una intervención decidida del proletariado industrial, la relación de las masas con las fuerzas represivas y de los sectores de clase con el estado, cubiertas por el tenue velo de la democracia imperialista, han quedado completamente expuestas. Las bandas trumpistas rompieron un poco más ese envoltorio de la dictadura del capital que es la democracia burguesa. Y ahora, el problema de la dirección imperialista en crisis es cómo solucionar esa cuestión, más allá de las medidas disciplinadoras que pretenderán imponer demócratas y republicanos para intentar recomponer esta idea de democracia que sirvió, no hay que olvidarlo, como la ideología por excelencia para sostener el rol dominante del imperialismo yanqui en el mundo, justificando todo tipo de intervenciones en América Latina y últimamente las invasiones de Irak, Afganistán, Libia y Siria o el impulso dado a las ofensivas reaccionarias de Israel.

Las tareas que tiene planteadas Biden son arduas, y podemos hacer varias hipótesis de cómo puede desarrollarse la interna en ambos partidos imperialistas y el propio movimiento trumpista. Pero sin duda lo más granado del empresariado yanqui que, a través de sus cámaras patronales por ahora, son el único elemento que ha logrado disciplinar a Trump dentro de un muy limitado orden institucional, son quienes imponen la agenda. Su objetivo es redefinir la relación capital-trabajo profundizando la descarga de la crisis sobre las espaldas de la clase obrera, incluyendo la debacle sanitaria en la que está inmerso el país y las llamadas “concesiones” (entiéndase de los sindicatos a las empresas) para recuperar la tasa de ganancia a costa de las condiciones laborales y el salario obrero. Y una línea mucho más intervencionista en la política exterior, ambos elementos poniendo en el centro la relación con las fuerzas armadas y auxiliares que indicábamos más arriba.

Debemos seguir el pulso de estos desarrollos, pero sin duda es muy importante tener en claro que caracterizar de golpe o autogolpe la acción del miércoles, o livianamente de fascismo sin más a los elementos contrarrevolucionarios que conforman el trumpismo, lleva en su seno el error fundamental de, tras un programa de defensa de la democracia, mantener al proletariado y a los sectores de masas que se expresaron en las calles contra el asesinato de Floyd y otros afroamericanos, atados a la dirección imperialista del PD. Allí cumplen un rol nefasto los Bernie Sanders y los DSA. Por el contrario, el carácter democrático de la lucha planteada es su contenido antiimperialista, lucha que debemos sostener en las semicolonias cuyos presidentes han salido prestos a apoyar a su nuevo amo Biden, salvo el caso grotesco de Bolsonaro, no por paladines de la democracia sino por obsecuencia cipaya.

Los revolucionarios debemos luchar porque en EEUU el proletariado recupere sus sindicatos de manos de la dirección contrarrevolucionaria de los Trumka y demás burócratas. La tarea es enfrentar a su propio Estado imperialista, apoyando la lucha de liberación nacional de los trabajadores y pueblos semicoloniales en todo el mundo. Luchando también contra las consecuencias de las malas condiciones de salubridad en los lugares de trabajo en medio de la pandemia, contra los despidos, el desempleo y los recortes de salario y conquistas a partir de un programa de transición y, retomando las mejores tradiciones de la clase obrera norteamericana: las tomas de fábrica, los piquetes de autodefensa y la huelga. No se tratará de luchas meramente económicas, ya que la dinámica planteada por la situación hace necesario que, desde el minuto uno, se plantee el problema del armamento, de cómo desarmar al enemigo y del enfrentamiento al Estado burgués. Desde la TRCI luchamos denodadamente por aportar a construir un Partido Obrero Revolucionario en EEUU, que será una de las secciones pilares de la cuarta internacional reconstruida. Insistimos en la urgencia de organizar una Conferencia Internacional por la reconstrucción de la IV internacional, donde las corrientes que defendemos el programa de la dictadura del proletariado pongamos en marcha la gigantesca tarea de comenzar a saldar la crisis de dirección revolucionaria de nuestra clase.

 

COR Chile – LOI Brasil – COR Argentina

 

 

Publicado en http://www.trci-web.org/es/trci/item/301-declaraci%C3%B3n-de-la-trci.html

El 22 de diciembre la CONADUH recibió una comunicación telefónica de Jaime Perczyk , informando la “propuesta” salarial del gobierno: 2% en enero de 2021 a cobrar en febrero, 4%  en febrero a cobrar en marzo y 4%  en marzo a cobrar en abril. También un bono por dedicación $1000 para los simples, $2000 para los semi exclusivos y $ 4000 para los exclusivos.

Esta propuesta, además de una suma irrisoria, liquida la instancia paritaria, al no ser hecha por escrito y en las instancias formales de la misma. Además, nuestra paritaria es de marzo a febrero 2020, por tanto, el incremento propuesto para marzo se corresponde con la paritaria 2021.

Frente a esto, algunas gremiales como AGD-UBA lograron hacer asambleas virtuales a pesar del poco tiempo y siendo una fecha complicada.

En todas se votó el rechazo por unanimidad. Finalmente, CONADUH votó el rechazo y planteó un aumento del 20% en diciembre y un bono igual para todos los docentes independientemente de la dedicación, una contrapropuesta bastante por debajo de las verdaderas necesidades de los docentes.

CONADU y las otras federaciones serviles al gobierno ya tenían la lapicera lista y no tardaron en firmar. Ante esto un sector de delegados y afiliados a CONADU hicieron circular un petitorio en contra de la firma de la paritaria por parte de esta federación por haberse realizado de forma inconsulta. Al día siguiente, la burocracia de FATUN firmó un acuerdo casi calcado para los no docentes, el otro sector de los trabajadores de las Universidades Nacionales; solo difiere en el alcance y monto de los bonitos.

Pero CONADUH tampoco ha estado a la altura de las circunstancias. Durante todo el año pasado, donde los docentes fuimos precarizados y flexibilizados con las clases virtuales, y ninguneados por el gobierno al negarse a aplicar la cláusula gatillo definida en la paritaria pasada, prácticamente no quisieron llevar adelante ninguna medida de lucha, salvo algunos paros virtuales por insistencia de las gremiales y jornadas de lucha que consistían básicamente en twitazos.

Con la excusa de que no había que movilizar por la pandemia, en realidad la causa del inmovilismo de CONADUH es una conducción que está compuesta por corrientes conciliadoras con el gobierno, el PCR y kircheristas ligados a la CTA, que sostuvieron que no había que hacer nada “para darle tiempo a Alberto”. Y si, Alberto tuvo tiempo para ajustarnos y precarizarnos para pagarle al FMI.

En la mayoría de las universidades nacionales que estuvieron cerradas todo este tiempo, no se puso un peso para mejorar las condiciones edilicias y de seguridad e higiene y sólo se sentaron a escribir protocolos irrealizables. Pongamos en pié comisiones de higiene y seguridad conformadas por trabajadores de cada facultad elegidos en asamblea para garantizar las condiciones de salubridad laboral e impongamos a las autoridades partidas presupuestarias específicas para las obras en infraestructura necesarias.

Es importante prepararnos para el no-inicio de clases, donde los docentes logremos una medida contundente para activar nuestros reclamos. Junto con esto, impulsemos un congreso nacional de delegados de base presencial de toda la docencia universitaria, con mandatos y elegidos en asambleas por Facultad o Universidad, instancia en la que también puedan asistir compañeros de otras federaciones, para deliberar acciones, medidas de lucha y un programa para pelear por nuestras exigencias.

  • Salario igual a la canasta familiar para el cargo testigo
  • Cargos rentados para todos los ad honorem
  • Mejoramiento ya de las instalaciones. Comisiones de higiene y seguridad en cada facultad, con representantes elegidos en asamblea
  • Aumento de presupuesto educativo
  • Basta de flexibilización y precarización laboral con la virtualidad. Reconocimiento de gastos por trabajo remoto con montos reales que vayan al básico

Docentes Universitarios de la COR

Domingo, 03 Enero 2021 23:39

Un calendario incierto

Alberto y Dylan dieron el saludo de fin de año prometiendo que el 2021 será un año de grandes oportunidades, un futuro promisorio y se avanzará en la reconstrucción de la Argentina, con un discurso que a nadie convenció mucho, ni siquiera a ellos mismos, en medio de un escenario económico ruinoso y un 2021 electoral de resultados inciertos. Macri, fiel a su estilo, habló de “un río de cambio” tratando de apelar confusamente a la mecánica de fluidos para dar a entender a sus seguidores que, gracias a los fallos del albertismo y la presencia inefable de la odiosa Cristina, todavía los globos amarillos están en carrera.

Sin embargo, Alberto brinda con esperanza. En los últimos días del año el gobierno hizo votar la Ley de Movilidad Jubilatoria y la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Además, logró comenzar un plan de vacunación tratando de anticipar una segunda ola de Covid-19. Podría decirse que termina el año recuperando la agenda política, después de un largo período signado por errores en el plano económico y en el control de la pandemia.

A simple vista pareciera que se encuentra en mejores condiciones para encarar la negociación con el FMI, y se suma un poroto al lograr un acuerdo con la oposición para imponer la Ley de movilidad Jubilatoria. No obstante, la falta de rumbo económico y la posibilidad desastrosa de un rebrote de covid, complica la negociación por la inestabilidad del escenario futuro.

Además, en el medio de la supuesta paz que había logrado concertar con la burocracia sindical, con acuerdos paritarios miserables sin lucha, e impidiendo el ya casi tradicional diciembre de acciones obreras, se logró colar la enorme huelga de los aceiteros, que logró arrancarle un aumento salarial a las grandes patronales con métodos de la clase obrera como paros y piquetes duros durante 22 días. Incuso lograron que se sumen a la lucha otros gremios de la rama, potenciando aún más la medida. Si bien la negociación tuvo varios límites como la resignación del pago de los días caídos, la huelga aceitera prepara las condiciones de lucha en un año que va estar signado por el ajuste, alta inflación y en donde los trabajadores deberemos recuperar lo perdido en la pandemia.

Por otro lado, el albertismo logró votar en senadores la IVE, sin el escenario preocupante de un empate. Esta ley fue festejada con mucha alegría por parte de los movimientos verdes y la izquierda diluida en ellos. Los miembros del FIT– algunos con más reservas que otros- proclamaron la votación como una gran “conquista del movimiento de mujeres” y se unieron al festejo.

Como somos marxistas y no simples comentaristas de emociones, debemos aproximar esta situación a nuestras categorías, aunque esto genere pocas simpatías en los movimientos feministas.

Tal y como ha sido votado el proyecto de Ley, queda claro que más que una conquista, se trata de una “concesión” a un sector de masas. No se trata de un juego de palabras, sino de la necesidad de subrayar que la votación del proyecto de Ley, cuya última versión evidencia un cierto acuerdo entre sectores burgueses y la iglesia, no es producto de un movimiento extra- parlamentario de trabajadores y sectores de masas que hayan logrado imponer “su” proyecto de Ley- es decir-plasmado en los “términos” de los intereses de la clase y con los métodos obreros, sino que se trata de una ley consensuada entre los partidos burgueses, conciliadora con las iglesias, y hecha a la medida de los empresarios, no sólo para un mayor control estatal de la natalidad, sino para mejorar el terreno para grandes negocios de las clínicas privadas y prepagas.  La incorporación de la objeción de conciencia, los 1000 días y la eliminación de la integralidad en la salud no son “aspectos negativos” sino la esencia misma de la Ley. Además, hay que ver qué queda realmente de la misma luego de las posibles modificaciones que sufra con la reglamentación.  Sólo plantear que “se consiguió con la lucha” sin denunciar el carácter reaccionario del Senado, donde se terminó de plasmar este acuerdo inter-burgués, no sirve para que esta nueva generación que tomó como bandera el aborto, pueda sacar lecciones de sus experiencias y avanzar.

La IVE es parte de una concesión demagógica, entendida dentro del concepto de bonapartismo sui generis, donde se dan ciertas concesiones a las masas para mejor negociar con el imperialismo. La síntesis de ello se dio ese mismo día, votándose en diputados el saqueo a los jubilados, solicitado por el FMI.  

Si bien la IVE constituye un avance ya que en términos generales se elimina la clandestinidad desde el punto de vista “legal” (aunque no social, ya que la doble opresión de la mujer trabajadora se basa en las relaciones de producción y no se elimina mediante legislaciones parciales) muy lejos está de garantizar que el aborto sea realmente “libre”. Por eso es muy importante que los trabajadores de la Salud intervengan es este problema, y que los sindicatos se posicionen en contra de la objeción de conciencia o cualquier injerencia del Estado.

La votación también le ha generado un conflicto interno a la coalición gobernante, y quizás en donde más se evidencie sea en el conurbano bonaerense. Ante la ofensiva de Máximo por dirigir el PJ provincial, los intendentes díscolos están buscando alianzas con la iglesia católica e inclusive los curas villeros para armar un bloque más PJ clásico y no del tinte “progre”. Se va a establecer una nueva relación con la Iglesia en un año electoral, que se verá cómo se expresa en las urnas.

Este 2021 implica un gran desafío para el movimiento obrero. El primero de todos, es recuperar lo perdido durante la pandemia, y sacar a los burócratas de sus sillones, para que sea un año de luchas obreras y no de elecciones en paz y ordenadas como las patronales y sus partidos pretenden. El segundo, pero no menos importante, es impedir que un posible rebrote se traduzca en un nuevo ataque a las masas, como ya ocurrió con la cuarentena de Alberto, que sólo sirvió para cerrar los sindicatos y para que la patronales impongan la flexibilización laboral en nombre de protocolos ridículos.

Desde la COR pondremos todas nuestras fuerzas en ese sentido y someteremos nuestro programa a la prueba de estas experiencias.  

El 16 de diciembre cerró la revisión de la paritaria general de la administración pública nacional por el período Julio 2020/Junio 2021, que además se replica o marca la pauta para los convenios sectoriales de los organismos descentralizados. Luego del 7% que UPCN firmó en octubre, esta vez ambas burocracias acordaron una nueva pauta de 18% en 3 cómodas cuotas: 4% en febrero, 6% en marzo y 8% en mayo. A esto se suman la continuidad del bono de $4.000 otorgado a principios de año para salarios brutos inferiores a $60.000, un bonito de fin de año de $4.000 y el acuerdo de un “plan de regularización del empleo” para el pase a planta vía concursos (concursos 2.0) a lo largo del período 2021-2023, para supuestamente 29 o 30 mil trabajadores contratados, aunque el gobierno aclaró a los paritarios que sería 7.500 por año.
Estamos hablando de un aumento anual total de 25% en 4 cuotas no acumulativas, de las cuales 3 se otorgarán después de febrero, y contra una inflación acumulada interanual hasta noviembre de 35,8% según ATE-INDEC. La pauta es un recorte del salario real de más del 10%, lejos del “empate” que pretende vender la verde de ATE. Mientras, el gobierno miente diciendo que el 18% significa un aumento real para la 1º mitad de 2021, porque no cuenta todo lo que perdimos durante la cuarentena, menos lo perdido durante el macrismo y mucho menos la verdadera inflación 2021 que viene con tarifazos de todos los colores.
Con este acuerdo paritario, las burocracias sindicales de UPCN y ATE están avalando la política de ajuste que el gobierno impulsa en su negociación con el FMI, reflejada entre otras políticas en el presupuesto 2021 y la nueva reforma jubilatoria. La “convergencia fiscal” reclamada por los empresarios y el FMI se logra recortando los salarios para hacernos pagar la crisis y la pandemia a los trabajadores.
Desde 2006 que ATE no firmaba una paritaria y la explicación de “Cachorro” Godoy es simple: es necesario mantener el apoyo al Frente de Todos, esas son sus consideraciones políticas. Supuestamente, estaríamos ante la reversión de 4 años de ajuste… es una forma de intentar cubrir por izquierda lo que en realidad es la continuidad del mismo. El argumento de que hay que tener en cuenta el contexto de crisis internacional y pandemia, también agitado por la Verde y Blanca de Catalano (ATE Capital), es la contracara del apoyo que dieron UPCN y ATE a la gestión de la pandemia del gobierno de Alberto y Cristina, con sus rescates y subsidios a las patronales vía ATP, y sobre todo dejando pasar, junto con ATSA que encabeza el secretario general de la CGT Daer, el mantenimiento de condiciones laborales deplorables (salarios de miseria, pluriempleo, falta de EPPs, etc.) de los trabajadores de la salud a lo largo y ancho del país, por no hablar de la aplicación de la cuarentena y los protocolos para reprimir las luchas por salarios, condiciones de trabajo y contra despidos y suspensiones de los compañeros de UTA, Alimentación, UOM, frigoríficos, municipales, etc., a lo largo de todo 2020.
La zanahoria del acuerdo, no cabe duda, es el plan de regularización y la plataforma Concursar 2.0 del gobierno, que la verde y Andrés Rodríguez ponen en primer plano para acallar las críticas a la entrega salarial. Junto con la integración política al acuerdo con el FMI, este alineamiento con el gobierno pone de manifiesto el profundo nivel de estatización de los sindicatos de trabajadores estatales, detrás de banderas del tipo “ganar espacios” para la transformación del Estado. Y es que los tan relegados y necesarios pases a planta de los más de 60.000 compañeros contratados en el Estado Nacional van a ser puestos en un plan de concursos manejado por el propio gobierno, donde las burocracias sindicales tendrán participación, no sólo impidiendo el pase directo a partir del simple control de los propios trabajadores del sector del desempeño efectivo de tareas por más de 6 meses, sino permitiendo el intercambio de favores y las “listas” negociadas entre funcionarios y conducciones burocráticas. De esto se trata el “ganar espacios”. Si los concursos son parte de la formación de una burocracia estatal a partir de una jerarquía del saber que es la contracara de la igualación puramente formal de los “ciudadanos” en la democracia burguesa, estos concursos agregan en la descomposición de la burocracia una “jerarquía de la transa”, fuente de las prebendas con las que negocian y de las que viven las burocracias sindicales. De paso, la conducción de UPCN sigue corriendo con el “centauro” del comisario ya que tendría garantizada una nueva compulsa en mayoría a partir de aumentar el numero de “espacios” que responden a Rodríguez.

Rechacemos el acuerdo

Los estatales nacionales debemos impulsar asambleas en todos los lugares de trabajo, como las que se vienen impulsando en el INTA, en el Garrahan, en CONICET y tantas otras reparticiones, para rechazar este acuerdo de ajuste, parte del protocolo FMI. La bronca recorre los lugares de trabajo, no podemos cerrar 2020 dejando pasar todo lo que perdimos durante la cuarentena, debemos sentar las bases de la lucha por recuperarlo. Impulsemos un plenario nacional de delegados, que vote un plan de lucha para reabrir la paritaria y delegados paritarios elegidos por la base, ¡que los burócratas no negocien más por nosotros! Ante el visto bueno a la política del Estado frente a la pandemia de la burocracia sindical, tenemos que hacer nuestro propio balance: desde el punto de vista de los trabajadores fue un desastre, nosotros sufrimos el recorte salarial y pusimos los muertos en los lugares de trabajo, empezando por los hospitales. Votemos comisiones de seguridad e higiene para garantizar las medidas de protección necesarias para enfrentar la llamada “segunda ola”. Por el pase a planta directo de todos los precarizados, a partir del simple control de los compañeros de sector del cumplimiento efectivo de tareas, y el fin de las tercerizaciones en el Estado; reincorporación de todos los despedidos. Por un aumento que recupere lo perdido durante el macrismo y la cuarentena, salario inicial igual a la canasta básica calculada por ATE INDEC de $74.000, todos los bonos y sumas en negro al básico, no al presentismo y demás adicionales por productividad.
Debemos recuperar los sindicatos de los trabajadores estatales para ponerlos en función de la lucha. Por la independencia de los sindicatos del Estado. Abajo la ley de asociaciones profesionales y todas las reglamentaciones y acuerdos de la burocracia que nos atan a nuestros enemigos de clase.
Proponemos a las corrientes de oposición dentro de ATE decididas a enfrentar el pacto del gobierno, el FMI, la burocracia sindical y los empresarios, impulsar en conjunto un plenario nacional presencial de delegados de la oposición, con mandatos de base, para discutir como poner en pie una dirección alternativa que nos permita desarrollar la lucha, tirar abajo a Cachorro Godoy y el Tano Catalano, y echar a patas a todos los traidores de nuestro sindicato.

El próximo 15 de diciembre el Consejo Superior de la UNC deberá votar el nombramiento como “Profesores Eméritos” de los abogados y docentes José Palazzo y Edmundo Barbará, dos ex funcionarios de la dictadura militar del ‘76. El pedido de reconocimiento viene de la Facultad de Derecho, luego de que su consejo directivo votara por unanimidad y a propuesta del decano Buteler condecorar a estos dos nefastos personajes.

José Palazzo fue jefe de personal en EPEC hasta junio de 1979, donde se convirtió en subsecretario de Estado de la provincia. El propio Menéndez usó estas palabras para definirlo: “ha sido un luchador frontal contra los elementos comunistas que en su oportunidad infestaron nuestra provincia, en particular la Empresa de Energía de Córdoba. Allí en Epec desactivó y desplazó a los seguidores nada menos que de Tosco” . Por su parte, Jorge Edmundo Barbará, ocupó los cargos de Subsecretario de Gobierno y de Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba durante la administración de Rubén Juan Pellanda, interventor en la provincia desde 1981. Barbará también figura como firmante, junto con el propio Buteler, de la solicitada pro dictadura de 1978: "Carta abierta al embajador norteamericano Raúl Castro".

Esta solicitud de nombramiento ha generado revuelo en la UNC, los decanos más ligados a los K ya se han pronunciado en contra y posiblemente no le alcancen los votos al sector más rancio para hacer efectiva la distinción a estas lacras. Pero el solo hecho de que llegue al Consejo Superior la petición y que vaya a votación muestra claramente el carácter descompuesto de las Autoridades Universitarias en todos sus niveles. Podrán votar en contra para intentar cubrir su flanco democrático, pero no nos olvidamos que son estas mismas autoridades las que llevaron a 27 compañeros a estar procesados por las tomas de edificios en la lucha del 2018, son estas autoridades las que mantiene a la policía en la UNC y es el propio Buteler el que ordenó el desalojo con la policía de compañeros reunidos en asamblea en la Facultad de Derecho en el 2018.

Debemos rechazar enérgicamente cualquier avance en festejar a los colaboradores de la última dictadura, como así también exigir su inmediato apartamiento de los cargos que ocupan. Pero esta pelea solo se puede dar en un enfrentamiento mayor a quienes dirigen hoy la UNC. Tanto oficialismo como oposición vienen demostrando que usará todos los recursos para que en educación se cumplan los protocolos… del FMI.

El ajuste que reclama el organismo y el gobierno de Alberto se viene poniendo en práctica sin demoras, tanto Docentes como No Docentes han tenido una paritaria a la baja con un 7% de aumento en un año donde la inflación anual se estima en 36%, sin contar que con la cuarentena impuesta como forma de control estatal, han logrado hacer pasar más ataques como son, el deterioro en las condiciones laborales sin garantizar los recursos para la virtualidad, aumentar la elitización de la educación empujando a la deserción a muchos compañeros y una larga lista de etc.  Condiciones que la vuelta a la presencialidad en el 2021 promete agravar.

Por eso no se trata solo de enfrentar los rasgos antidemocráticos y nefastos de las autoridades debemos enfrentar el carácter de clase que representan que es burgués.  Debemos pelear por una Universidad dirigida por los sindicatos y las organizaciones estudiantiles, sobre la destrucción de los consejos reaccionarios, para ponerla al servicio de la lucha de la clase obrera. Sabemos que las conducciones hoy al frente de nuestras organizaciones no han movido un dedo, esto sólo demuestra que esas conducciones por acción u omisión son cómplices de la política de las autoridades, si no están a la altura del ataque deben ser barridas de la dirección. ¡Recuperemos nuestras organizaciones para la lucha! Llamamos a las corrientes de izquierda de la UNC y los trabajadores y estudiantes combativos a debatir las tareas de la vanguardia en esta crisis, con el objetivo de poner en pie una Corriente Revolucionaria en la universidad, docente, no docente, estudiantil, con libertad de tendencias, que se proponga este objetivo.

  • Rechazamos la condecoración a los funcionarios de la dictadura José Palazzo y Edmundo Barbará, y exigimos el inmediato apartamiento de sus cargos.
  • Desprocesamiento inmediato de los 27 estudiantes de la UNC.
  • Fuera la policía de la UNC.
  • Reapertura inmediata de las paritarias docentes y no docentes.
  • Aumento de Presupuesto.
  • No al pago de la deuda externa. No al acuerdo con el FMI.
Jueves, 10 Diciembre 2020 19:51

XIV Congreso ordinario de la COR 2020

Los días 5 y 6 de diciembre realizamos el XIV Congreso de la COR en Buenos Aires con delegados de distintas regionales y delegaciones de la TRCI de COR Chile y LOI Brasil.

El Congreso fue presencial, ya que consideramos que era un deber de la organización poder debatir en medio de la pandemia las tareas de los revolucionarios y votar una nueva dirección. Fue importante poder reunir a los delegados de las regionales y las delegaciones internacionales para poder intercambiar las experiencias militantes durante la pandemia y debatir las tendencias a nivel internacional y nacional.

En todo el periodo de pandemia, logramos mantener las células funcionando, con reuniones presenciales en las regionales y reuniones virtuales nacionales, ante las restricciones. Eso nos permitió afianzar aún más la organización en la concepción de partido leninista de trabajo legal e ilegal. La realización del Congreso de forma presencial fue la conclusión lógica de nuestra política como partido.

Tanto en el plano internacional como nacional avanzamos en la necesidad de profundizar un debate sobre el balance de la pandemia y la crisis mundial en el sistema capitalista, lo que nosotros llamamos un ensayo general reaccionario.

Debate sobre el punto internacional

Hemos vivido en estos meses, producto de la pandemia, un proceso de masas a nivel mundial donde se vio de forma descarnada lo que es el sistema capitalista y sus formas de dominación. La aparición del virus aceleró las contradicciones de la crisis mundial y produjo un sinfín de crisis políticas en los distintos Estados y semi Estados. Se mostró el rol de los Estados para salvar sus sistemas de salud, a sus bancos y empresas, en detrimento de las condiciones de vida de millones de trabajadores.

Asistimos a un control estatal reaccionario en un momento histórico de decadencia de los Estados burgueses. Esa contradicción histórica temporal cruzó todo este periodo, el cual nosotros colocamos entre la descomposición imperialista y los procesos de asimilación de los ex Estados obreros.

Debatimos sobre los procesos de lucha de clases abiertos en estos meses y la acción de los trabajadores en los mismos. Sobre los conflictos en los ex Estados obreros como Bielorrusia, la crisis de la UE y, centralmente, el cambio de gobierno en la principal potencia imperialista, EEUU, con el recambio con Biden y cómo se va a reconfigurar el panorama internacional y la relación con China como eje central. También analizamos la perspectiva de que se abran crisis de deudas en distintos países, ante el exorbitante endeudamiento que provocaron las medidas excepcionales de la pandemia.

Analizamos la situación en Latinoamérica y los desvíos institucionales ante la irrupción de las masas, como en Chile, Perú, Ecuador y Venezuela, donde las sub burguesías intentaron institucionalizar los procesos radicalizado vía elecciones o constituyentes, como en Chile. Estos acontecimientos mostraron la debilidad de las corrientes revolucionarias para poder dirigir y a su vez dejaron en evidencia la adaptación del centrismo a las instituciones burguesas, con sus llamados a votar candidatos burgueses, como a Arce en Bolivia o Boulos en Brasil. También constatamos la aparición de una nueva generación de jóvenes en Latinoamérica y en gran parte en EEUU, que salen a pelear contra los distintos regímenes, sin grandes ataduras al pasado. Aun la clase obrera actúa de forma diluida en estos movimientos, pero es primordial para los revolucionarios hacer consciente esos procesos inconscientes.

Debate sobre el punto nacional

En el terreno nacional, reforzamos el planteo de avanzar en la lucha por recuperar lo que perdimos en la pandemia, ante el ataque brutal de nuestras condiciones laborales y de vida que hizo este gobierno en alianza con la oposición burguesa, los grandes empresarios y la burocracia sindical. Debemos organizarnos contra el ajuste y lo que denominamos “el protocolo FMI”, las directrices del Fondo para garantizar el pago de la deuda. Reforma previsional, laboral y tributaria, más una devaluación son parte del protocolo que quieren imponer. Definimos impulsar asambleas, reuniones y plenarios de base para imponer un paro general.

Algunas de las resoluciones

Votamos varias resoluciones en los puntos internacional y nacional y luego se votó una nueva dirección.

Resolvimos mejorar nuestro sistema de publicaciones y un plan de construcción de la COR para ganar a un sector que se destacó en la pandemia y enfrentó al estatismo reinante.

Reforzamos la tarea de impulsar una Conferencia latinoamericana y una Conferencia internacional con las corrientes que aun levanten la dictadura del proletariado y la reconstrucción de la IV Internacional.

El día 7 de diciembre hicimos una reunión de la TRCI, donde votamos sacar un boletín internacional online e impreso para el año que viene. Y preparar el II Congreso de la TRCI.

Jueves, 10 Diciembre 2020 14:19

Encuentro para el debate: 9 meses de pandemia

Encuentro entre trabajadores de la salud para debatir sobre el balance de la política sanitaria del Estado aplicada por los gobiernos nacional y provincial y las perspectivas de la lucha.

Sábado 12/12

18:00hs

Pedir dirección al correo electrónico de la regional Córdoba:

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Martes, 01 Diciembre 2020 09:58

CTERA: cerrado a partir del 30/11

El último día de noviembre, la conducción de CTERA estampó su acuerdo con el techo salarial, reafirmando su rol garante del brutal ajuste que descarga Alberto y el conjunto de los gobernadores en pos de subsidiar a los empresarios, pagar la deuda externa y acordar con el FMI. De espaldas a los conflictos en las provincias, y abandonando a su suerte a la docencia que lidia con las condiciones impuestas para el cierre del año con una vuelta sin recursos ni condiciones a la presencialidad, la burocracia celeste de CTERA bajó la persiana hasta febrero. Serán felices vacaciones sólo para Alesso y Baradel.

 

210$ de material didáctico…

El monto por el ítem material didáctico, es insultante. Más aún si se considera que el 100% del gasto de conectividad que sostuvo la continuidad educativa en pandemia (en muchos casos, incluida la conectividad de los estudiantes), salió del bolsillo docente.

La paritaria nacional docente, vuelve a jugar el rol que tuvo bajo el gobierno del Cristina: imponer el techo paritario en las negociaciones provinciales. El acuerdo unánime firmado este 30/11, lleva de 25000 a 27500 el salario inicial docente de referencia, y extiende por 4 meses el pago de 1210 pesos mensuales de incentivo y 210 adicionales de material didáctico. Cifras congeladas desde el macrismo. La conducción de CTERA, sentencia así que los trabajadores nos resignemos a no ir por todo lo que perdimos en el período anterior, y carguemos, junto con los jubilados, el peso del recorte de partidas que comprometió el gobierno a los bonistas y al FMI.

 

Escuelas sin partido… docentes con tapabocas y mordaza

Acuña se embanderó en la campaña contra la militancia docente y ciertas ideologías en las escuelas, preparando el terreno para una nueva ofensiva sobre los institutos de formación docente en CABA. No es nuevo, ni exclusivo de Cambiemos, este recurso al macartismo en las escuelas como vía para perseguir al activismo docente y estudiantil. Precede, en todo el mundo, ataques estructurales que buscan introducir criterios de productividad, para atar la estabilidad docente a resultados, para limitar o eliminar la participación sindical en los mecanismos de ingreso y continuidad, y para introducir reformas educativas. En simultáneo, la corte suprema de Mendoza, convalidaba las ideologías religiosas y sus rituales en las escuelas públicas, buen refuerzo de las huestes macartistas.

Profundicemos el repudio a estas avanzadas reaccionarias, unificando la lucha a nivel nacional por tirar abajo toda la legislación vigente, y reforzada en la dictadura, que instituye el control estatal del accionar, la opinión y la organización docente y estudiantil en las escuelas.

 

Unanimidad sin mandato de base

Este acuerdo nacional, firmado por UNANIMIDAD, por paritarios de la burocracia sindical de todos los gremios, y por los representantes del gobierno nacional y las provincias, enmarca los términos de la vuelta a la presencialidad masiva para 2021. Y deja en claro el amplio consenso que une al oficialismo y la oposición patronal, junto con todo el arco de la burocracia sindical, respecto a la política educativa/salarial/previsional y presupuestaria a tono con los compromisos asumidos de ajuste del gasto público a costa de los trabajadores.

El problema no solo es salarial. La cuarentena y el ASPO se tradujo en una ofensiva sobre las condiciones de trabajo docente, la extensión e intensificación de la jornada laboral impuestas de hecho, y que varios gobiernos provinciales pretenden imponerla de derecho –bimodalidad-, cristalizando estas imposiciones en modificaciones de los estatutos del docente y en reformas de las leyes de educación provincial como en Mendoza, donde logró posponerse por la férrea resistencia de la docencia. La sobre carga laboral tuvo su contracara en la alta desocupación docente, ante la negativa a llamar a suplencias en todo el país, como denuncian actualmente los docentes de San Luis, pero que fue una lucha constante este año en varias provincias. Las conducciones celestes de los sindicatos docentes provinciales colaboran abiertamente en la implementación de las reformas laborales y educativas, y sin mandato alguno, avanzan en negociar modificaciones en las condiciones de ingreso/titularización y continuidad, como en Córdoba.

 

Poner en pie una oposición sindical con independencia de clase

Las multicolores que recuperaron seccionales y sindicatos en el período anterior, se vieron tensionadas en sus acuerdos endebles, con tendencias que se integraron al Frente de Todos, como el PCR. La imposición de la cuarentena, el cierre de escuelas y la imposición del trabajo a distancia a los docentes, fue una medida unilateral del Estado burgués para preservar su sistema sanitario del colapso. A esta imposición se adaptaron las multicolores igual que la celeste, y la volvieron su postura frente a la crisis sanitaria, delegando en el gobierno la gestión de la pandemia. Esta postura, llevada al extremo del cierre de los sindicatos, y la aceptación pasiva del decreto de Moroni que restringió hasta febrero del 2021 la actividad sindical de base, desarmó al activismo frente a la ofensiva en las condiciones de trabajo y el deterioro salarial. La carencia en los frentes multicolores, de un programa basado en la independencia de clase, los desarmó para intervenir en la crisis con métodos de la clase obrera, tomando lecciones incluso de las experiencias de la docencia en otros países que recurrió a la huelga para definir el cierre de las escuelas.

La experiencia de lucha de la docencia de Misiones, que paró y cortó las rutas para romper el acuerdo miserable de la celeste de UDPM con Herrera Ahuad, la fuerte agitación de la docencia en el NOA, junto a la extendida movilización de Chubut, y la resistencia mendocina a la reforma educativa de Suárez, fueron muestras de la disposición a la lucha de las bases. Faltó una oposición nacional dispuesta a arraigar en esos procesos, para disputar la dirección del conflicto a la celeste.

La perspectiva de la recuperación de los sindicatos de base y de la CTERA, que varios ya discuten, tiene que sacar lecciones de esta etapa. Instamos a las tendencias antiburocráticas a preparar un plenario nacional para debatir un programa de independencia de clase, que forje una oposición sindical con libertad de tendencias, dispuesta a unificar al activismo y a disputar las bases, con un plan de lucha que rompa el acuerdo de CTERA con Trotta, e imponga paritarios revocables, electos y mandatados por un congreso de delegados de base. Que unifique una postura, desde los intereses y métodos de los trabajadores, respecto a las condiciones para la presencialidad. Que ponga a las escuelas en pie de lucha, preparando un paro nacional educativo contra el ajuste y la precarización.

Solidaridad con los estudiantes reprimidos por el gobierno griego

Cada año en Grecia, el 17 de noviembre la juventud y los estudiantes del país salen a las calles para conmemorar la Revuelta de la Universidad Politécnica que en el año 1973 enfrentó a la junta militar que gobernaba el país. Este año, el gobierno de Nueva Democracia encabezado por Mitsotakis lanzó la prohibición de cualquier manifestación en el marco de la nueva cuarentena impuesta ante la llamada segunda ola de la pandemia. Como en todos los países, esta medida reaccionaria, lejos de proteger la salud del pueblo, sirve para defender los sistemas de salud de la burguesía del colapso, sistemas que vienen siendo desmontados por las políticas de ajuste aplicadas por el imperialismo frente a la crisis del 2008 e incluso antes. En el caso de Grecia, el ajuste fue impuesto por la Troika (UE, FMI, BCE) a través de una serie de memorandums, el último de los cuales fue garantizado por el gobierno de Syriza y Tsipras.
La verdadera cara de la cuarentena es la represión ejercida contra la juventud el pasado 17 de noviembre, con miles de policías en las calles de Atenas para garantizar el orden y la estabilidad de las instituciones del Estado frente a la crisis social y económica que golpean al país, y para frenar la movilización de la clase obrera, sobre todo de sus sectores juveniles, y del estudiantado. La represión de los policía no se limitó a la capital y se desató en todas las ciudades importantes. En Ioánina, al noroeste, los anti-motines atacaron a un grupo de estudiantes, con el saldo de varios heridos, 30 detenidos y 23 estudiantes procesados por diversos cargos, entre ellos varios militantes del OKDE (Organización de Comunistas Internacionalistas de Grecia).
Nos solidarizamos con los estudiantes y la juventud que en Grecia enfrentan las políticas antiobreras de la UE, el FMI y su propio gobierno frente a la crisis, medidas que pretenden imponer con la represión más cruda y brutal. Nos ponemos a disposición de los jóvenes y los compañeros del OKDE para impulsar una campaña internacional por el desprocesamiento de los 23 estudiantes de Ioánina. Bregamos por la unidad internacionalista de la vanguardia de la clase obrera en todo el mundo, a través de un debate sobre los métodos, el programa y la organización internacional que necesitamos, que para nosotros es la IV Internacional reconstruida, para que nuestra clase pueda imponer una salida obrera y revolucionaria a la crisis capitalista que atraviesa el mundo.

  • Abajo las medidas represivas del Estado griego y del gobierno de Mitsotakis
  • Desprocesamiento de los 23 estudiantes de Ioánina

TRCI – Tendencia por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional

COR - Corriente Obrera Revolucionaria - Chile
LOI - Liga Operária Internacionalista - Brasil
COR - Corriente Obrera Revolucionaria - Argentina

Hoy jueves 19 de noviembre, a primera hora de la mañana, la policía de la provincia de Córdoba desalojó a las familias que hace meses ocupan terrenos en el barrio Estación Ferreyra. Una vez más, el peronismo privilegió los intereses especulativos inmobiliarios a las necesidades de los trabajadores. No es casual que el desalojo se produzca luego del operativo de Berni y Kicillof en Guernica, a fines de octubre, y del avance del protocolo del FMI con la nueva reforma previsional y la aprobación del presupuesto 2021 a pedido del organismo imperialista.
En el operativo en Estación Ferreyra, fueron detenidos Jorge Navarro y Soledad Díaz García, del Partido Obrero, y varios militantes del Polo Obrero, quienes se encontraban en el lugar junto a los vecinos y vecinas. El repudio a los desalojos y las detenciones debe ser contundente. Las organizaciones sindicales deben pronunciarse, y pasar a la acción. Por un plan de lucha para frenar los ataques de las patronales, incluyendo los acuerdos paritarios a la baja, los despidos y las suspensiones, los desalojos y la represión a la juventud trabajadora. ¡Por un paro provincial activo!

COR
Corriente Obrera revolucionaria
Regional Córdoba

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