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Este martes 7 de Agosto, la Justicia Federal dictó sentencia contra los dirigentes de ATE Mendoza, Raquel Blas y Roberto Macho. Se les aplicó una condena condicional de 3 meses, en una causa en la que se los acusaba de cortar una ruta y realizar una asamblea en el ingreso al Aeropuerto de Mendoza junto a los trabajadores del Iscamen, en 2014. Dicha medida judicial implica un gravísimo antecedente en la avanzada de hechos de persecución, represión y judicialización contra dirigentes sindicales, organizaciones gremiales, activistas y referentes políticos de izquierda, por parte de los poderes del Estado burgués.

A esta avanzada de criminalización de la protesta, se suman nuevos procesos judiciales que comenzarán en las próximas semanas, esta vez vía el Poder Judicial provincial, contra los mismos dirigentes de ATE, dirigentes de SITEA y referentes del FIT por diferentes cortes y marchas realizados en el marco de jornadas nacionales de protesta de ATE y en el paro general de 2017.

Complementan esta ofensiva, las decenas de multas económicas impuestas por la Municipalidad de Mendoza contra sindicatos, partidos y organizaciones de izquierda. Las mismas se aplicaron para penalizar movilizaciones y cortes de calles. A este escenario crecientemente represivo, se agrega el proyecto de reforma del Código de Faltas impulsado por Cornejo y que tratará próximamente la Legislatura. El mismo establece la creación de nuevas penalidades, y el endurecimiento de las condenas. A nivel nacional, las multas millonarias impuestas por el Ministerio de Trabajo contra Camioneros y SUTEBA por desafiar las conciliaciones obligatorias, sumado a las intervenciones dispuestas contra diferentes sindicatos, en el caso de Mendoza, contra el SUTE por la seccional Guaymallén, interpelan a los sectores antiburocráticos a asumir la tarea de enfrentar el conjunto de leyes que estatizan los sindicatos.

La exigencia de absolución a Raquel Blas y Roberto Macho debe ser asumida por todas las organizaciones sindicales y políticas que asumen los intereses de la clase trabajadora. Se impone dar una respuesta centralizada desde las organizaciones de la clase obrera. Los sectores de la izquierda, combativos y antiburocráticos, debemos impulsar la realización de Congresos de Delegados de Base mandatados, superando la fragmentación de sindicatos y centrales. Donde se discuta la puesta en pie de un Plan de Lucha unificado para enfrentar el ajuste, y para terminar con la injerencia del Estado en las organizaciones obreras. Y que, para luchar contra la judicialización de la protesta, incluya la reivindicación de la absolución de todos los dirigentes, delegados y activistas condenados, y el desprocesamiento de todos los luchadores con causas judiciales abiertas. Sólo una respuesta organizada y centralizada desde las organizaciones de la clase trabajadora, podrá poner freno a la avanzada represiva del Estado burgués, de sus diferentes poderes, y del Gobierno de Macri y de los gobiernos provinciales.

Con las elecciones del 08 de agosto la CTA legalizará una nueva ruptura. A las elecciones de Michelli, que pasaron sin pena ni gloria, el Cachorro Godoy le antepondrá su propio evento electoral, haciendo eje en la supuesta legitimación que le da el hecho de tener la conducción de ATE.

El gobierno dio un masazo a los trabajadores estatales, con miles de despidos, con un aumento ridículo del 15% en cuotas pactado con UPCN, sumado a la “Modernización” del Estado, el “ingreso 0” y el aumento de la precarización laboral. Mientras todo eso ocurre, Yasky, Michelli y Godoy disputando la caja, inmersos en su realidad paralela de burócratas dejaron pasar todos los ataques sin siquiera poner las manos.

Ahora están preocupados por hacer sus negocios de cara al 2019, bajo el lema “votar mejor”. Michelli quiere irse con Yasky y Moyano para bancar al kirchnerismo o a alguna variante pejotista, y el Cachorro dimensionando la posibilidad de embarcarse en algún proyecto centroizquierdista del tipo “En Marcha”.

En medio de todo esto la izquierda definió poner un huevo en cada canasta y se presentó a ambas elecciones.  

En esta, la Lista Multicolor, luego de fracasar su propuesta de posponer la elección para que no se superpusiera con el tratamiento en Senadores de la Ley de Aborto, este miércoles se lanzará a los votos. Bajo la consigna “Por una nueva dirección de la CTA” el PO armó una lista con el MST y Rompiendo Cadenas. Es decir, el PO quiere una nueva dirección con aquellos que comparten puestos con la burocracia en todos lados, o que incluso son parte ya de la “vieja dirección” como el MST.

De esta manera, el PO no se cree ni su propio slogan.

Desde la COR venimos insistiendo hace tiempo en reunir a toda la oposición para discutir un programa y acciones para enfrentar a las cúpulas divisionistas de la CTA y ATE y recuperar estas organizaciones para enfrentar los despidos y el ataque. Pero la forma de hacerlo es mediante un plenario con mandato de los lugares de trabajo, no en una lista armada a último momento sólo debatiendo los cargos entre gallos y medianoche con dos corrientes que se han cansado de sostener a los burócratas. Una lista para la CTA pudo haber sido fruto de un proceso de debate y deliberación para aglutinar y organizar a todos los estatales que quieren luchar, nucleando a sectores antiburocráticos como la Junta Interna del Garrahan. Pero no, tenían que dilapidar las posiciones ganadas en acuerdos oportunistas que todos sabemos que fracasan y no conducen a nada.

Aunque tenemos diferencias en la política y la estrategia del Partido Obrero, una lista que hubiera priorizado la independencia de clase para combatir los proyectos patronales de la burocracia, hubiera tenido nuestro apoyo. Pero un acuerdo con el MST, conocido por sus posiciones pro patronales, o rompiendo cadenas, que tiene relaciones carnales con la burocracia, le quita todo contenido de clase. Por eso llamamos a votar en blanco y seguimos insistiendo en un plenario de la oposición para debatir programa. Para nosotros la CTA debe tener una dirección revolucionaria, que la convierta en un instrumento de emancipación de la clase obrera.

 

El gobierno de Mauricio Macri se comprometió con el FMI y el imperialismo a hacer los deberes y llevar adelante el ajuste a como dé lugar. Por supuesto, la variable de ajuste son los trabajadores. En particular los estatales vienen sufriendo el embate de las medidas del gobierno de manera feroz: despidos masivos; mediciones de “productividad” y “presentismo” para disciplinar; techo salarial de 15%, para un 2018 con una proyección de 30% de inflación y sobre la base de salarios de hambre; lugares de trabajo paupérrimos que no dan abasto para contener la creciente emergencia social de amplios sectores populares que acuden a las escuelas y hospitales públicos.

Hay que profundizar el plan de lucha, no sólo para exigir la reapertura inmediata de la paritaria, sino también para imponer nuestras reivindicaciones y preparar el enfrentamiento al ajuste y dar una salida obrera.

 Justicia por Sandra y Rubén

Esta política se torna criminal cuando, por una pérdida de gas, estalla la Escuela Primaria n°49 de Moreno, provincia de Buenos Aires, donde se venían haciendo reclamos constantes por problemas de pérdidas. Murieron Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. Esto es consecuencia del estado calamitoso en el que se mantienen las escuelas, es un asesinato laboral. Nos solidarizamos con los familiares, compañeros y amigos de las víctimas. Exigimos el esclarecimiento y las medidas necesarias para que esto no vuelva a suceder. Es urgente que, además de la respuesta en provincia de Buenos Aires (al que se han sumado los sindicatos de Capital) de CTERA y ATE-auxiliares de educación, se convoque a paro nacional ante este hecho, para impulsar la votación de delegados de seguridad e higiene en las escuelas e imponer al gobierno nacional las inversiones necesarias que esto no se repita.

 Fuera el Estado de nuestras organizaciones

La burocracia sindical ha sido un partícipe necesario en la implementación del ajuste, negociando a la baja; dividiendo las fuerzas en numerosos sindicatos, para responder a intereses parciales y ajenos a los de la clase; actuando como mediación entre la bronca de la base y el Estado/patronal. Los sindicalistas K, con Baradel y López en provincia y ciudad, fueron cómplices de la política de destrucción de la educación pública del anterior gobierno y ahora, de opositores, nos vienen a decir que hay que votar bien en 2019. No es con los métodos de la democracia burguesa y sus instituciones la forma de enfrentar el actual ataque. Ahora, que Macri arremete con multas a SUTEBA y Camioneros por no acatar la conciliación debemos ser categóricos. Peleamos por la independencia de los sindicatos del Estado. No hay que dejarse atrapar en el andamiaje de conciliación de clase bajo la tutela del Estado. SUTEBA debe rechazar la conciliación obligatoria.

Tenemos que recuperar los sindicatos y combatir la ideología conciliadora, desnudando el carácter de clase del Estado y sus leyes, peleando contra su intervención y por la independencia de los sindicatos de éste.

Las agrupaciones y corrientes antiburocráticas debemos levantar esta perspectiva. Es necesario forjar una Oposición Sindical Revolucionaria que discuta un programa obrero de salida a la crisis. Hay que preparar una vanguardia obrera que lleva este programa adelante.

 Semana del 6 de agosto

Esta semana sigue la lucha. En Ademys paramos 8 y 9 de agosto. Por su parte, los docentes universitarios a nivel nacional ya han votado el no inicio del segundo cuatrimestre. Impulsemos asambleas en cada luchar de trabajo y estudio para imponer un plan de lucha nacional que derrote el ajuste, donde participen los afiliados de todos los gremios docentes, votando un mandato de base. Preparemos un paro general activo, con ocupaciones y piquetes apuntando a sembrar la desorganización del aparato estatal. Estas tareas no pueden ser delegadas a la burocracia. Somos los sectores antiburocráticos los que debemos llevar adelante estás tareas, las corrientes de izquierda dentro del frente Multicolor deben plantearlas en sus lugares de influencia. Organicemos un Congreso Nacional Educativo, de todos los niveles, para preparar un paro nacional educativo contra el ajuste. 

 

-Impongamos a CTERA y a las federaciones de docentes universitarios un plan de lucha nacional unificado.

-No inicio de clases hasta que se resuelvan los reclamos edilicios. Por delegados de seguridad e higiene de cada escuela.

-Congreso Nacional Educativo de todos los niveles educativos, con delegados de base mandatados

-Abajo el ajuste y las reformas laboral, provisional y educativa

-Reapertura de la paritaria ya

-Paritaria estatal única

-Plan de lucha unificado

-No a la intervención del Estado en nuestros sindicatos

 

Por Regional Córdoba

El 1º de Agosto en Córdoba marchamos por el pedido de Verdad y Justicia para Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.

A un año de la represión desatada por la gendarmería nacional a la protesta Mapuche donde se encontraba Santiago y a 9 meses del asesinato de Rafael Nahuel a manos de la prefectura, seguimos denunciando la responsabilidad de las fuerzas represivas del Estado. Hace ya un año que Macri y su ministra Bullrich vienen dando sobradas muestras de lo que están dispuestos a hacer en materia represiva, teniendo en cuenta la situación de crisis económica aguda, reflejo de la crisis internacional que se profundiza, y que deben descargarla sobre la clase obrera y la juventud trabajadora.

Hace escasos días se publicó en el boletín oficial el decreto del Ejecutivo que autoriza la intervención de las FFAA en asuntos internos, siendo parte del proyecto de fortalecimiento del Estado burgués para disciplinar y contener la respuesta de nuestra clase ante el plan de saqueo imperialista acordado con el FMI. Esta política viene dictada ni más ni menos desde EE.UU., que la impulsa para todos los países del continente como hemos visto en Brasil.

Ante este escenario, desde la COR consideramos que para enfrentar al Estado como aparato burocrático militar y derrotar el plan de ataque es importante ser claros con la vanguardia y la juventud trabajadora respecto a la independencia de clase respecto del peronismo, del kirchnerismo y todas las variantes burguesas, porque lo único que hace el peronismo es garantizar gobernabilidad a Macri, aplicar el ajuste en los distritos que gobierna y prometer un 2019.

La clásica salida que pueden ofrecer los partidos burgueses es, obviamente, en el marco de su Estado y sus instituciones. Lo mismo planeta la burocracia sindical de todos los pelajes. Por esto mismo, el contenido de la marcha de los organismos de DDHH afines al kirchnerismo y también al gobierno de la provincia de Córdoba como la Mesa de Trabajo no tuvo nada de progresivo, al reclamar el 26 de Julio pasado “nunca más fuerzas armadas represivas”, un contrasentido que pretenden ocultar el carácter de clase del Estado burgués. Será aceptable para estas corrientes conciliadoras que sea la Gendarmería y demás fuerzas federales las que repriman la protesta social, que despejen los cortes de rutas, que asesinen trabajadores si la crisis se profundiza, pero con el aval del parlamento burgués en un consenso generalizado que diga y autorice quienes deben meter plomo al pueblo trabajador. Una muestra del carácter reaccionario de quienes defienden la democracia burguesa y sus leyes.

Lo lamentable es que la izquierda centrista no planteó en los hechos nada muy diferente. Frente al decreto de Macri, Romina Del Pla del FIT presentó un proyecto de Ley para que el parlamento sea el que defina sobre la cuestión, lo mismo que el arco peronista. Oponiendo la ley del congreso al decreto presidencial, quedaron atrapados una vez más en las instituciones del régimen burgués, como les viene pasando al ver golpes de Estado en cualquier parte (Brasil) ante los reacomodamientos de estas instituciones. Con ello, sientan las bases para justificar los “frentes únicos” con los K y el resto del peronismo aduciendo que el enemigo en común es el macrismo. Una visión alejada del marxismo que termina debilitando a la vanguardia obrera al liquidar la independencia de clase y confiando en una salida dentro de los márgenes de la democracia burguesa.

Los revolucionarios insistimos en que la delimitación de los partidos burgueses es programática y nos prepara para enfrentar a esta ideología conciliadora y denunciar el carácter de clase del Estado. Para algunas corrientes de la izquierda eso es relativo, ya que ante la mencionada convocatoria que realizaba la Mesa de Trabajo el socio del FIT, Izquierda Socialista, y el Nuevo Mas argumentaron que debíamos marchar de la forma menos diferenciada posible de los peronistas ya que veían una oportunidad de “disputar militancia”.

El miércoles pasado sucedió algo similar en la marcha por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Algunos partidos de la izquierda y las organizaciones de la Coordinadora Santiago Maldonado Presente realizaron una gran convocatoria, a la que adherimos, con concentración en Colón y Gral Paz para marchar diferenciados de los organismos oficiales y la idea primera era finalizar la marcha en Gendarmería. Otras corrientes como IS, el MTS y el Nuevo MAS se opusieron en todo momento a una convocatoria diferenciada de la Mesa de Trabajo por los DDHH dirigida por los K.

La marcha fue multitudinaria, con un peso mayor de los sectores identificados con la izquierda. Sin embargo, esta vez el movimiento por el derecho al aborto, identificado con la consigna “que sea ley”, es decir, llevando todo al poroteo de votos en la altamente reaccionaria cámara de senadores del Congreso, fue la piedra de toque para diluir cualquier perspectiva de lucha independiente por justicia y verdad para Santiago y Rafael en un festival musical auspiciado incluso por las alas pro legalización del aborto de la UCR y el PRO, que hace años conviven alegremente junto a la burocracia sindical y las corrientes de la izquierda en la asamblea ni una menos. Debemos insistir en que la lucha de la mujer trabajadora nada tiene que ver con la conciliación pacífica con la burguesía y sus partidos, y mucho menos con sembrar ilusiones en que la barbarie social a que arroja el capitalismo a las masas trabajadores y a sus sectores más oprimidos como las mujeres y la juventud pueda ser si quiera paleada malamente por la intervención reaccionaria del Estado burgués.

Ante la imposibilidad de continuar marchando con la columna independiente hasta la sede de Gendarmería tal como se había acordado, los sectores que habían bregado por no confundir banderas con el kirchnerismo tampoco hicieron un acto u otra acción independiente, suponemos que por su clásica “adaptación al movimiento”. En ese sentido el balance de una gran jornada en las calles quedó trunco, ya que la voz de los trabajadores que no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos con nuestros enemigos de clase no logró hacerse oír con claridad.

A un año de la desaparición forzada y posterior asesinato de Santiago Maldonado y a 9 meses del asesinato de Rafael Nahuel seguiremos gritando bien fuerte ¡Verdad y Justicia!

 

En septiembre, miles de estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires protagonizaron, a través de sus centros de estudiantes, un mes de tomas de escuelas contra el plan de reforma educativa del gobierno de Larreta. La reforma, conocida como “secundaria del futuro”, busca eliminar el último año de cursada y sustituirlo con una combinación de un 50% de trabajo como mano de obra gratuita en las empresas (“pasantías”) y el otro 50% restante en el desarrollo del “emprendedorismo”. Esto último sería la preparación para que los jóvenes ingresen al mercado laboral bajo la forma de “emprendedores” o “autónomos”, es decir, en sintonía con el plan de liquidar los derechos laborales y los convenios colectivos de trabajo, aumentando la flexibilización laboral.

La lucha comenzó con algunos colegios tomados. La respuesta de la ministra Acuña (Educación de la Ciudad) fue instruir un protocolo anti toma con injerencia de la policía metropolitana. Pero la resistencia de los estudiantes se fortaleció y se extendieron las tomas hasta ser 30 las escuelas ocupadas. Se desarrollaron importantes movilizaciones, como la del aniversario de la noche de los lápices y la del 22/9 al Ministerio de Educación. Los docentes se sumaron en rechazo a la reforma. El 22/9 Ademys convocó a parar y rechazar la eliminación de puestos docentes por facilitadores y tutores. En cambio, UTE, el gremio mayoritario dirigido por el kirchnerismo, carnereó.

Soledad Acuña, al ver que las tomas no mermaban, tuvo que cambiar la línea y convocó a una reunión a los centros en lucha, para mostrarse dialoguista ante la opinión pública, pero sin dar marcha atrás con la Secundaria del Futuro. Luego de esta reunión y de la marcha del 22 las tomas se empezaron a levantar.

Si bien no se logró tirar abajo la reforma, que intentarán aplicar en forma piloto en 2018, para nada ha sido una derrota. La lucha ha dejado una experiencia, desarrollado una vanguardia, y plantea sacar lecciones hacia adelante en el movimiento secundario. Lo mismo hacia los sectores docentes y trabajadores de la educación, en medio de la profundización del ajuste. Aquí, plantearemos algunos elementos en este sentido.

 

La salida macrista para la educación

 

Estos cambios que intenta imponer la Ciudad son el prototipo para avanzar en todo el país, lo cual ya viene intentando hacer el gobierno nacional vía plan Aprender y la implantación el Plan Maestro, para funcionalizar la educación aún más al servicio del capital. A su vez, esto se enmarca en la reforma laboral exigida por los capitalistas, que apunta a reducir costos laborales, aumentando la explotación y recortando conquistas. En este sentido, se apunta contra el trabajo docente: aumentar la productividad, con ítems como el presentismo; disminuir la planta fija achicando áreas pedagógicas y atacar las condiciones de trabajo con la excusa de “transformar la enseñanza” para adecuarla a los cambios tecnológicos, apuntando a eliminar el rol de los docenes frente a los estudiantes.

También se busca ligar cada vez más los contenidos al control de los empresarios y el capital privado, para explotar mejor el futuro de la juventud y preparar una mano obra dócil. Esteban Bullrich, ex ministro de educación, en un encuentro con industriales (UIA), lo dijo claramente: “yo no me paro como ministro de educación, me paro como gerente de recursos humanos, eso es lo que soy para ustedes” … “queremos ser el sistema educativo en el mudo que detecte talentos individuales y los desarrolle para que ustedes tengan a quienes elegir para sus empresas”. En este sentido, mediante una jerarquía y puntaje, seleccionar a los jóvenes que van a entrar al mercado laboral y a quienes le toca ser nuevos desocupados desde la misma escuela.

El macrismo no ha inventado nada nuevo con las pasantías. Está poniendo en práctica la ley 26.427 sancionada en 2008 por el kirchnerismo, cuyo autor es Daniel Filmus. Así como la Ley de Educación (2006). La comunión entre ambas fracciones patronales se dio también con la NES (Nueva Escuela Secundaria), aprobada en 2013, cuando el PRO en la ciudad, con el apoyo del ministerio de educación nacional K, eliminó decenas de orientaciones en las escuelas, lo que significó pérdida puestos de trabajo, tercerización de áreas y contratos precarios.

 

El kirchnerismo y su rol

 

De los 30 centros de estudiantes, una mayoría están dirigidos por corrientes kirchneristas o ligadas de alguna forma a los K, que luego de la reunión con Acuña operaron para levantar las tomas. El kirchnerismo ha sido un freno para el desarrollo de la lucha. Intentó eliminar todo carácter combativo del movimiento, llevando la discusión a una cuestión democrática de “consulta” sobre las reformas e intentando ocultar su acuerdo de fondo con Cambiemos en cuanto al contenido de una educación al servicio del capital, esto en medio de la embestida del gobierno por la reforma laboral. Por eso intentaron en todo momento conducir los reclamos de esta vanguardia estudiantil a las instituciones, mostrándose defensores del orden.

En esta lucha es clave la posición de los gremios docentes. Por eso, la conducción K de UTE-Cetera se negó a convocar paro en el mes que duraron las tomas, a pesar de que un aspecto de la reforma ataca la estabilidad de los docentes. La burocracia celeste de este gremio forma parte de la tregua del conjunto de la burocracia sindical con el gobierno para dejar pasar el ajuste. El kirchnerismo buscó fortalecer a Filmus como interlocutor del gobierno de cara a las elecciones de octubre. Él mismo le pidió a Acuña en la mesa de Mirtha Legrand: “pongámonos de acuerdo, convoquen a una mesa de diálogo, hagamos un proyecto de ley en común para la reforma”, demostrando que no tienen ningún tipo de contradicción con los planes del macrismo.

 

Contra la educación de clase

 

Una de las lecciones de importancia de la lucha lo demostraron los centros de estudiantes como organizadores. Poner en pie centros donde no haya y recuperarlos para que sean verdaderas herramientas de lucha, independientes del as autoridades, del Estado y los partidos patronales (PRO, FPV, PJ), es una tarea de primer orden. Junto a los sindicatos docentes combativos y los sectores antiburocráticos a nivel nacional de los sindicatos estatales, de la ciencia y universitarios, es necesario convocar a un Congreso Nacional Educativo, con delegados mandatados, que prepare y resuelva un PARO EDUCATIVO NACIONAL (con toma de establecimientos) hasta derrotar la reformas del gobierno.

A diferencia de las corrientes que estuvieron en la dirección del conflicto, desde los kirchneristas hasta el FIT (PO y PTS), desde la COR no defendemos la “educación pública” tal cual es, ya que no puede haber educación verdaderamente pública bajo el capitalismo. El sistema educativo actual tiene carácter de clase, esta al servicio de los empresarios. La mitad de los jóvenes no termina o ni siquiera accede a la secundaria y la mayoría pasa a engrosar las filas de la clase obrera la clase obrera desocupada. Para dar a la juventud un futuro es necesario enfrentar al capitalismo. Una tarea que solo la clase obrera organizada puede realizar. La juventud en las escuelas necesita adoptar un programa en sus organizaciones que enfrente el carácter de clase de la educación y ligar esta lucha a la de la juventud obrera y de la clase trabajadora en su conjunto contra el sistema capitalista.

 

Por una juventud revolucionaria

 

Al interior de las organizaciones estudiantiles debemos hacer una lucha política por desarrollar una juventud revolucionaria, en lucha política con las tendencias que llevan a los jóvenes a confiar en las instituciones burguesas y en el orden social existente. El capitalismo sólo ofrece a la juventud mayores padecimientos, superexplotación, desocupación, represión. El asesinato de Santiago Maldonado por la represión de Gendarmería muestra cómo piensan garantizar sus reformas, a la fuerza.

Las corrientes revolucionarias debemos desarrollar un programa en la juventud que tome en sus manos las banderas de la clase obrera, que plantee la lucha internacionalista contra el capitalismo. En ese sentido planteamos: Abajo la reforma educativa. Abran las escuelas y las universidades a los trabajadores y la juventud. Ingreso irrestricto, triple turno de cursado y becas para los hijos de los trabajadores. Aumento del presupuesto educativo en base al no pago a la deuda externa. Ningún al financiamiento a la escuela privada. Por el derecho al trabajo y el pan para los jóvenes. Abajo la reforma laboral del macrismo. Fuera la burocracia sindical, independencia de los sindicatos del estado. Salario igual la canasta familiar para todo joven que ingresa a trabajar. Escala móvil de horas y salarios. Becas de estudio para los jóvenes obreros (18 a 26 años) a cargo de la patronales y jornada reducida para para poder realizar estudios superiores.

Miles de jóvenes en las escuelas, en las universidades, en las fábricas y empresas se revelan cada día contra el capitalismo no solo en Argentina sino en todo el mundo. Hace falta una dirección consciente para llevar esas luchas en la única dirección progresiva para la humanidad, la revolución socialista. Organicemos a la juventud junto a la clase obrera para expropiar a la burguesía y sentar las bases de una sociedad sin explotadores ni explotados. La juventud organizada en un partido internacional por la revolución socialista. 

 

 

Lunes, 23 Abril 2018 22:30

Charla: 1 de Mayo en Córdoba

Sandra Calamaro y Rubén Rodríguez, trabajadores de la escuela primaria Nro 49 de Moreno, murieron hoy víctimas de las pésimas condiciones edilicias que denunciaran reiteradamente. Pudo pasar en cualquier escuela del país, cualquier día, porque la gran mayoría de las escuelas está en las mismas o peores condiciones que la escuela 49. Pasó en Buenos Aires: Vidal es la principal responsable como la gobernadora ejecutora del ajuste pactado por el conjunto de los gobernadores con Macri. 
 
Los trabajadores de la educación somos los únicos interesados en mejorar las condiciones edilicias y de infraestructura escolar. Por ello debemos elegir e imponer a las autoridades el reconocimiento de nuestros propios delegados de higiene y seguridad por cada escuela. Que colaboren con la tarea de los delegados escolares, relevando las condiciones en las que estudian nuestros estudiantes y trabajan nuestros compañeros. Y que resuelvan la suspensión de actividades inmediata en caso de no contar con las condiciones adecuadas de funcionamiento. 
 
No es la corrupción ni la desidia. Fueron asesinatos laborales consecuencia de la política sistemática de los gobiernos de turno de usar la educación como variable de ajuste. La resolución de Vidal declarando asueto por luto en las escuelas de Moreno es una provocación.
 
La investigación y pericias para determinar la cadena de responsabilidades no puede estar a cargo de los mismos funcionarios que desoyeron las denuncias elevadas desde la escuela. El Estado no se investiga a sí mismo. Exijamos a SUTEBA y ATE BsAs la conformación de una comisión investigadora independiente.
 
Frente a la indignación y la bronca por la pérdida de dos compañeros: LOS TRABAJADORES PARAMOS Y EXIGIMOS A CTERA Y ATE QUE CONVOQUEN A PARO NACIONAL ACTIVO.

Este 1ro de agosto nos movilizamos en todo el país, a un año de la represión de gendarmería a una protesta mapuche en Cushamen, que resultó en la muerte de Santiago Maldonado, desaparecido durante 78 días a partir de ese momento. Días después de la aparición del cuerpo de Santiago, la prefectura asesina al joven Rafael Nahuel, acribillado cobardemente por la espalda durante la represión a una protesta en Bariloche. El fenomenal despliegue de encubrimiento de los responsables y de justificación del accionar represivo del Estado no ha cesado. Al contrario, sólo se profundiza complementando la política de ajuste pactada por Macri y los gobernadores, bajo supervisión del FMI. A esto responden las últimas medidas de fortalecimiento del aparato burocrático-militar del Estado, disponiendo la mayor injerencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior. Cada gobierno desde 1983 accionó para recomponer y fortalecer el aparato burocrático militar intentando, con diferentes políticas, reconciliar a las fuerzas armadas con las masas y relegitimar el accionar de la justicia burguesa como “garante de derechos”. Parte de este accionar burgués, lo pagamos con Mariano Ferreyra, Jorge Julio López, Carlos Fuentealba, Luciano Arruga, y una larga lista de tantos compañeros asesinados, desaparecidos, reprimidos y perseguidos por luchar, a la que lamentablemente se agregaron Santiago y Rafael. Lograr verdad y justicia es una tarea que sólo puede resolverse desde la independencia de clase, con los métodos de la clase obrera. El ajuste en curso y el acuerdo con el FMI, anticipan un ataque mayor con la reforma laboral y nuevos avances sobre el sistema previsional. Requieren de gran centralidad del Estado para imponer a la clase obrera una nueva relación de fuerzas, como condición de posibilidad de un nuevo ciclo de crecimiento burgués. Derrotar este plan que apunta a descargar el peso de la crisis sobre la población trabajadora, nos exige prepararnos también para enfrentar al Estado como aparato burocrático-militar. Insistimos, no será con los métodos de la democracia burguesa y sus instituciones como prepararemos a la vanguardia obrera en su tarea de organizar una respuesta obrera a la altura del ataque. La burocracia sindical, otrora colaboradora de la eliminación física de la vanguardia obrera, confunde a los trabajadores al acusar de “dictadura” al gobierno por servirse del conjunto de leyes forjadas por el peronismo para encorsetar la lucha obrera en los marcos de la conciliación de clases tutelada por el Estado. Conciliación obligatoria, homologación del ministerio, etc, son todos mecanismos plasmados en la Ley de Asociaciones Sindicales y otras normativas que burocracias de todo color tienen como programa propio. Los revolucionarios tenemos la responsabilidad de combatir esta ideología conciliadora y desnudar el carácter de clase del Estado y sus leyes. Forjemos oposiciones sindicales revolucionarias por rama, disputando a la vanguardia con un programa obrero de salida a la crisis. Impulsemos asambleas en cada lugar de trabajo y estudio, para imponer desde las bases de los sindicatos y de las organizaciones estudiantiles un plan de lucha nacional que derrote el ajuste. Preparemos un paro general activo, con ocupaciones y piquetes apuntando a sembrar la desorganización en el aparato estatal. Así daremos pasos concretos en la tarea ineludible de los revolucionarios, que es forjar una vanguardia preparada para atacar en bloque ese aparato para destruirlo. VERDAD Y JUSTICIA PARA SANTIAGO MALDONADO Y RAFAEL NAHUEL

Desde la Corriente Obrera Revolucionaria, expresamos nuestra solidaridad con las organizaciones y compañeros que sufrieron el allanamiento de sus locales y domicilios este mediodía. Los pretextos utilizados por la justicia y las fuerzas de seguridad del estado burgués no pueden ocultar el objetivo de amedrentar a las organizaciones que venimos denunciando la podredumbre del aparato represivo, que ha quedado expuesta a partir de la desaparición forzada de Santiago Maldonado hace ya un mes.

La escalada represiva está destinada a hacer pasar un ataque frontal contra el movimiento obrero, como vimos en los desalojos de AGR-Clarín y Pepsico, y en Córdoba, con la militarización del servicio de transporte público para quebrar el paro de los trabajadores agrupados en la UTA, donde junto a la Fuerza Aérea y la Policía de Córdoba, tuvo un rol destacada la Gendarmería Nacional, desplegando controles en cada puente y 2 gendarmes en cada colectivo. La reforma laboral, la reforma previsional y el ataque a las organizaciones sindicales tienen su correlato en esta avanzada de las fuerzas de represión del aparato burocrático-militar que es el Estado burgués.

No quiere decir que la Gendarmería fuera democrática antes de la llegada de Macri a la Rosada, como nos quieren vender Cristina Kirchner y el resto de los voceros del peronismo. No olvidamos el rol de Gendarmería en la militarización de Santa Cruz en 2006, para cazar a los petroleros en lucha, que terminó con la condena a cadena perpetua para los compañeros, así como en tantas otras luchas obreras durante el gobierno anterior. Tampoco olvidamos a Julio Lopez, Mariano Ferreyra, Fuentealba y tantas otras víctimas del Estado burgués y sus fuerzas auxiliares de represión.

No es a través de las elecciones que vamos a derrotar el ataque de Macri y sus aliados, que cuentan con la complicidad de las demás fuerzas de oposición burguesa, sino con la organización y la lucha de nuestra clase. La burocracia sindical busca un nuevo compromiso con Macri y las patronales, nuestra tarea es recuperar los sindicatos para la lucha. Forjemos oposiciones sindicales revolucionarias por rama, disputando a la vanguardia obrera armada con un programa de transición al socialismo. Es en la producción donde podemos enfrentar al Estado burgués y su aparato represivo.

Frente al intento de Macri y Schiaretti por avanzar sobre las organizaciones de la izquierda obrera y otras organizaciones populares, la respuesta debe ser redoblar los esfuerzos para organizar a nuestra clase con la más estricta independencia de nuestros enemigos capitalistas. Impulsemos asambleas en cada lugar de trabajo y de estudio, para imponer a los sindicatos y a las organizaciones estudiantiles un plan de lucha frente al ataque patronal y la escalada represiva.

Mañana 1/9, todos a la marcha por la aparición con vida de santiago Maldonado, ya!

Por una comisión investigadora independiente.

Abajo la represión del Estado burgués. Disolución del aparato represivo.

Libertad a los compañeros detenidos en el operativo del 31/8 y a todos los presos políticos.

Córdoba, 31 de agosto de 2017

COR
Corriente Obrera Revolucionaria
en la TRCI

Estados Unidos viene mostrando cifras de crecimiento que, en términos estadísticos, acumulan 9 años de recuperación. Las cifras de la economía son elocuentes: tasa de desempleo del 3,8%, crecimiento del consumo y la inversión, inflación controlada en un 2,4% anual. Estas cifras sustentan el cambio en la política monetaria que inició la FED el año pasado pero que comenzó a profundizar en abril, desandando una hoja de ruta de elevación paulatina y sistemática de tasas de interés. La economía norteamericana, tan vigorosa que se muestra, creció con los anabólicos de las tasas tendientes a 0%, y ahora los gerentes a cargo del Estado norteamericano consideran que es hora de quitar las muletas.

La baja de impuestos que fue la primera gran medida de Trump con su reforma tributaria, premia a los sectores más concentrados de la clase capitalista. Mientras tanto, el crecimiento promedio de los salarios apenas equipara el ritmo de la inflación. Dos caras del crecimiento. Al mismo tiempo, los economistas burgueses auscultan preocupados el horizonte, calculando que la recuperación de la crisis de 2008, aun habiendo sido demasiado débil, no puede durar mucho tiempo más. Las políticas agresivas del imperialismo norteamericano hoy dirigido por Donald Trump responden a la necesidad de prepararse para descargar las contradicciones sobre viejos enemigos y también sobre los aliados de siempre. Para ello, EEUU necesita recuperar su hegemonía mundial.

 EEUU y el mundo

El imperialismo yanqui no quiere desaprovechar su muy relativa fortaleza económica interna para desde allí buscar trastocar las relaciones en el sistema de estados establecidas en la posguerra. Esto es tan evidente que Donal Tusk, presidente del Consejo Europeo, acusó abiertamente a Trump: “Lo que más me preocupa es que el orden internacional basado en normas está siendo atacado. Y lo que es bastante sorprendente, no por los sospechosos habituales, sino por su principal arquitecto y garante, Estados Unidos”. Esta desesperada constatación fue hecha luego de la fracasada cumbre del G7 (EE UU, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido e Italia) de principios de junio, en la que EEUU pateó el tablero, desairando a los “laderos habituales” del imperialismo yanqui, principalmente en el rubro del comercio internacional. Y es que la cumbre se dio sobre el fondo de la ratificación de los aranceles al acero y el aluminio impuestos por la administración norteamericana, que habían sido suspendidos para negociar con la Unión Europea (UE) y los socios del NAFTA. La guerra comercial iniciada por Trump se profundiza.

Los aliados europeos y Canadá, luego del G7, se quejaron porque Trump les daba la espalda mientras acordaba nuevos términos de comercio con China, confundiendo las tácticas de negociación con un cambio de alianzas geopolíticas. Error. El viernes 15 de junio, la casa blanca confirmó nuevas tarifas destinadas a productos tecnológicos provenientes de China, que significan importaciones por un total de U$S 50.000 millones. China amenaza con represalias del mismo calibre. La guerra comercial de EEUU está principalmente dirigida contra China.

Mientras el G7 hacía agua en Canadá, los presidentes de Rusia y China se reunían en otra cumbre el sábado 9 de junio en China, en el marco de la Organización para la Cooperación de Shanghai, un foro de países asiáticos creado por Pekín. Estuvieron presentes India, Irán y Pakistán, junto a otros países de Asia central. El comercio también fue el tema central de esta cumbre, que viene impulsando la política de inversiones chinas en infraestructura regional conocida como la nueva ruta de la seda. En el acuerdo bilateral ruso-chino, el objetivo es más que duplicar el intercambio comercial de acá a 2020, de U$S 90.000 a U$S 200.000. China se presenta en este acuerdo como el sostenedor económico de una Rusia que viene jugando fuerte en el plano geopolítico (intervenciones en Ucrania y Siria, anexión de Crimea) pero cuya economía está en serios problemas. Las contradicciones de la asimilación de ambos países al sistema imperialista mundial hace muy difícil que este plan, que hoy por hoy aparece más bien como un posicionamiento defensivo ante la agresividad imperialista, se lleve adelante sin enormes sobresaltos.

Finalmente, es de advertirse la importancia de la cumbre entre EEUU y Corea del Norte en Taiwan donde se logró una distensión de las relaciones y una propuesta de plan para el desarme de la infraestructura nuclear norcoreano y la promesa yanqui de la progresiva desmilitarización de la península. La importancia que Trump le da al frente asiático de la política exterior yanqui está directamente relacionado con su ofensiva hacia China. Podemos leer esto también en las 2 excepciones que se mantiene en los aranceles al acero y el aluminio, una es Corea del Sur. La otra es Argentina.

 El problema de la asimilación

La principal argumentación de la administración yanqui para impulsar su guerra comercial se basa en los desequilibrios de la balanza comercial, que arrojó un déficit de cuenta corriente de U$S 556.000 millones el año pasado. De este déficit total, U$S 375.000 millones corresponden al comercio con China, y U$S 151.000 millones al intercambio con la UE. La ofensiva sobre China responde a razones más profundas. Y es que luego de la caída del Muro del Berlín y la restauración capitalista de los ex Estados Obreros de los países del bloque liderado por la URSS, China y Rusia no han sido plenamente asimilados al sistema imperialista mundial. La política de Trump es intentar romper el bloque entre ambos países. Por eso reclamó al G7 la reincorporación de Rusia y también ofreció ayuda económica a Putín. La relación con China es más compleja por el enorme peso de ambas economías.

En términos históricos, la asimilación implica la incorporación de China y Rusia en el sistema de Estados como semicolonias, perspectiva que resisten las capas protorbuguesas que intentan utilizar el peso de los aparatos estatales de ambos países para convertirse en burguesías de manera plena. Por supuesto, estos procesos son tortuosos y están minados por enormes contradicciones, determinadas por un elemento fundamental: que el capitalismo mundial está en una fase de descomposición, lo que dificulta al máximo que este sistema social pueda dar bases materiales al nacimiento de una nueva burguesía imperialista pujante, ya sea china o rusa. Pero al mismo tiempo, como la otra cara de la misma moneda, esa misma descomposición del capitalismo pudre las bases que permitirían al imperialismo yanqui incorporar como semicolonias a esos territorios. A un plazo más o menos corto, la perspectiva son enfrentamientos cada vez más agudos, que pueden llevar de la guerra comercial y a choques bélicos más abiertos que los actuales.

No hay que olvidar que la descomposición capitalista no sólo enfrenta a bloques burgueses, sino que descompone las bases sociales de los estados. Esto ha llevado a conflictos de extrema gravedad en Medio Oriente, pero esta tendencia también avanza en Latinoamérica.

 Los sepultureros del imperialismo

En la ofensiva del imperialismo norteamericano, el principal enemigo es el proletariado mundial. Si bien Trump intenta seducir a una fracción aristocrática de la clase obrera norteamericana en su proyecto de ofensiva imperialista, la clase en grueso está sufriendo su política de apoyo explícito al gran capital imperialista. La burocracia sindical de la AFL-CIO, principal central obrera del país, hace un doble juego. Critica a Trump por sus políticas fiscales pro empresariado, al tiempo que apoya la guerra comercial. La burocracia también ha visto un proceso de organización, surgido en las fábricas y lugares de trabajo, que desde la crisis viene desarrollándose en las diferentes ramas, buscando capitalizarlo a través de una ofensiva por la afiliación que ha llevado a una relativa recuperación de la sindicalización en el país (262.000 nuevas afiliaciones el año pasado). Por supuesto, el objetivo es la contención de nuestra clase para atarla a algún proyecto burgués. Políticamente, Trumka, presidente de la central, llama a jugar las cartas en las próximas elecciones de medio término, distanciándose del Partido Demócrata en crisis y llamando a atraer “republicanos que se paren junto a los trabajadores” (discurso de Trumka en la convención de la UAW, 13/6/2018).

En los últimos años, nuestra clase ha desarrollado importantes luchas en EEUU, como la de los telefónicos, los docentes, las enfermeras, los petroleros y los automotrices. La debilidad de la izquierda y de las tendencias combativas, que son incapaces de romper con la burocracia o a lo sumo terminan abrazando a direcciones pequeñoburguesas como la de Bernie Sanders, es expresión de la crisis de dirección revolucionaria del proletariado mundial. Esta crisis, que como decía Trotsky es la crisis de la humanidad, debemos saldarla con una audaz política internacionalista. Por eso, la enorme tarea que tiene por delante el proletariado norteamericano consistente en enfrentar al Estado imperialista y a su personal político en su ofensiva sobre el conjunto del planeta, debe ser ponderada en su contenido antiimperialista e internacionalista. Los combates actuales y por venir serán el terreno para dar la lucha por el programa de transición como programa para los sindicatos recuperados de manos de la burocracia, lucha que permitirá unificar a la vanguardia y regenerar una dirección marxista. La reconstrucción de la IV internacional y su sección norteamericana se tornan una necesidad histórica si los trabajadores asumimos nuestra tarea de convertirnos en los sepultureros del imperialismo.

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