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Miércoles, 27 Febrero 2019 22:20

La Universidad de la crisis y el ajuste

Desde mayo del año pasado, el FMI gobierna nuestro país. Macri es un simple administrador del ajuste. Hemos visto las consecuencias desastrosas de esto: aumento de las tarifas, despidos, suspensiones, aumento de la precarización laboral, paritarias a la baja, aumento de la represión, etc. En este año electoral, el FMI se viene reuniendo con todos los sectores patronales opositores en campaña (PJ, Kirchnerismo, y hasta la burocracia sindical) para garantizar que sean las instituciones burguesas las que contenga la bronca que genera el ajuste. Es criminal llevar a confiar a la clase obrera y la juventud que pude haber una salida por medio de las urnas y el parlamento. Es necesario organizarnos desde ahora en los lugares de trabajo y de estudio para enfrentar el plan de Macri y el imperialismo.

En materia de educación, el ataque no se ha hecho esperar. El Ministerio de Educación ya ha lanzado su primera provocación del año para el sector de docentes universitarios otorgando de manera unilateral un 9% de aumento en dos veces y en negro, desconociendo las cláusulas de revisión que se firmaron el año pasado. En el sector No Docente, la federación FATUN ha cerrado nuevamente un acuerdo salarial no solo paupérrimo sino con sumas en negro. La ADIUC (sindicato docente de Córdoba adherido a la federación universitaria CONADU) se ha adherido al paro nacional del 6 y 7 de marzo, y amenaza con continuar con las acciones si no se mejora la oferta salarial.

 

Organizarnos para luchar

 

Venimos de la gran lucha universitaria de 2018, que tuvo uno de sus focos en Córdoba. La intransigencia patronal del gobierno fue enfrentada con semanas de paro y la toma de facultades y del Pabellón Argentina. Si bien la burocracia sindical K de la CONADU y el ADIUC terminaron cerrando un acuerdo aceptando un miserable 15% más 2 sumas en negro y las cláusulas de revisión, la bronca y la disposición a la lucha fueron innegables y se expresaron de forma masiva. Hoy, debemos prepararnos para conflictos aún más duros, dadas las restricciones presupuestarias que impone el pacto de vasallaje del gobierno con el FMI.

Es una tarea fundamental de los sectores que nos reivindicamos combativos discutir un programa que nos permitan superar a las direcciones que intentan llevarnos detrás de uno u otro bando burgués mientras dejan correr el ajuste. Hay que desnudar el carácter de clases que tienen la educación. La consigna de “defensa de la educación pública” encubre el verdadero carácter de clase que tiene la educación: burguesa. Enfrentar el ajuste en educación no puede ir desligado de discutir quien tiene que dirigir la educación. Las salidas democráticas que nos dicen que con más estudiantes en los órganos de co-gobierno podríamos tener la educación que queremos embellecen las instituciones del régimen universitario que no son más que las correas de transmisión de los planes del FMI para la educación. Desde la COR, peleamos por una Universidad dirigida por los sindicatos y las organizaciones estudiantiles, sobre la destrucción de los consejos reaccionarios, para ponerla al servicio de la lucha de la clase obrera, por la revolución socialista, única salida a la decadencia económica y social en que nos tiene sumidos el imperialismo.

Como primer paso, los estudiantes tenemos que tomar el apoyo y la defensa del paro docente de los días 6 y 7 de marzo, imponiendo de inmediato a los centros de estudiantes dirigidos por corrientes pro patronales como La Bisagra (K-PJ) y Franja Morada (UCR-Cambiemos) la convocatoria a asambleas generales e impulsar asambleas interclaustros junto a los trabajadores para definir un plan de lucha a la altura del ataque. Impulsemos asambleas de curso y comisiones desde el cursillo de ingreso, para fortalecer la organización, debatir las perspectivas y preparar la lucha. Nos tenemos que organizar desde ahora poniendo en pie el cuerpo de delegados mandatados por curso, como forma de organizar la base estudiantil para recuperar los centros de estudiantes y la FUC.

 

Un programa para vencer

 

Debemos tener en claro los objetivos de la lucha, para no quedar entrampados en las peleas por “pequeñas reformas” que tanto gustan a quienes desean vernos postrados ante las instituciones de la burguesía (consejos, parlamentos, justicia).

El salario igual a la canasta básica familiar para el cargo inicial de docentes y no docentes y el pase a planta o titularización de todos los trabajadores precarizados deben ser puntos centrales. También peleamos contra la precarización laboral de la juventud, alentada desde el rectorado y el gobierno provincial, con sus planes como el “voluntariado” de Juri o el PPP de Schiaretti, y por las empresas de la “nueva economía” como las plataformas de delivery, máximos exponentes de la precarización laboral. Que los centros de estudiantes empadronen a todos los estudiantes que trabajan y estudian, y a partir de ahí busquemos acuerdo con los sindicatos de cada rama para luchar en común por el pase a convenio de los compañeros, el salario, y demás reivindicaciones de la juventud trabajadora.

¡Que abran las escuelas y las universidades! Abajo el cupo en medicina y toda restricción académica o económica al ingreso y permanencia. Por el triple turno de cursado e imponer a las patronales las 4 horas de estudio pagas cada 4 horas de trabajo, para que puedan estudiar los trabajadores.

Tras la lucha del año pasado, la justicia imputó a compañeros estudiantes y una docente por la toma del Pabellón Argentina, y en la UNRN las autoridades sancionan también a docentes y estudiantes por luchar. Pretenden amedrentarnos con este accionar represivo. Debemos responder peleando por imponer que se dejen sin efecto estas imputaciones y sanciones.

Venezuela es el ejemplo descarnado de hasta dónde está dispuesto a llegar el imperialismo para recuperar su patio trasero. En una nueva ofensiva por ver quien se adueña de los cuantiosos recursos de la región han diseñado todo un paquete de medidas para atacar a los trabajadores y la juventud y hacernos pagar su crisis. A través gobiernos más directamente alineados al amo yanqui, están siendo aplicados los paquetes de reformas laborales, previsionales y fiscales, educativas y de salud, entre otras. Es evidente el carácter internacional de la lucha planteada, por lo que es necesario crear la Secretaría de Relaciones Internacionales en cada centro de estudiantes y en la federación (FUC), para buscar lazos con organizaciones estudiantiles y obreras, empezando por América Latina, para desarrollar una potente unidad en la lucha antiimperialista.

Se hace imperiosa una salida de independencia de clase. Desde la COR levantamos la necesidad de poner pie una Corriente Revolucionaria docente, no-docente, estudiantil con libertad de tendencias que se proponga recuperar nuestras organizaciones, luchar contra la educación burguesa y unificar la lucha educativa a la pelea de los sindicatos industriales y de los grandes servicios por una salida obrera a la crisis.

 

¡Este 6 y 7 de marzo, apoyemos activamente el paro docente!

 

¡Organicemos los cuerpos de delegados impulsando asambleas en los cursos y las comisiones del cursillo de ingreso!

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¡Paso a la mujer trabajadora!

 

Este 8 de marzo, levantemos las banderas de la lucha por los derechos de la mujer trabajadora. Las organizaciones de mujeres como el “ni una menos” están llamando a un paro solo de mujeres, dividiendo a la clase obrera por géneros, promoviendo la idea de que la opresión de la mujer es producto de causas “culturales”, unificando los intereses de las mujeres proletarias y las mujeres explotadoras y llevándonos a una pelea por exigencias al Estado. El 8 de marzo debe convertirse en una gran jornada de lucha donde el conjunto de los sindicatos llame al paro del conjunto de los trabajadores levantando las reivindicaciones específicas de las mujeres trabajadoras (igual salario a igual trabajo, reconocimiento del día femenino, guarderías y comedores para acabar con la esclavitud doméstica, etc.), uniéndolas a la pelea por enfrentar el ajuste. La lucha por los derechos de la mujer trabajadora solo puede estar ligada a la lucha revolucionaria que ataque de raíz las actuales relaciones sociales de opresión y explotación del capitalismo.

 

El pasado 7 de febrero, se realizó en Mendoza la Marcha contra el Tarifazo, convocada por la CTA de los Trabajadores, CTA Autónoma, los sindicatos nucleados en la multisectorial 21F, y otras organizaciones sindicales, sociales y políticas. Publicamos a continuación, la declaración que difundimos los días previos y durante la movilización.

Fecha: 19/01/2019

 

El pasado jueves 10 de enero, Nicolás Maduro asumió su 2º período como presidente venezolano. Las elecciones presidenciales fueron el 20 de mayo de 2018, con una abstención mayor al 70%, mostrando la precariedad institucional del poder burgués en el país. Las bases de la economía capitalista se vienen deteriorando de forma acelerada en los últimos años, con una inflación galopante que ha destruido el salario obrero y empujando a cientos de miles a la migración por el desabastecimiento de productos alimentarios, médicos y sanitarios. Este descalabro económico, sin dejar de ser responsabilidad del gobierno chavista, es indudablemente parte de la crisis capitalista mundial.

Luego de desconocer las elecciones del 20/5/18, la oposición venezolana se ha atrincherado en otra institución de la república burguesa, la Asamblea Nacional. Desde este punto de apoyo, el imperialismo, comandado por Trump, está llamando a desconocer al gobierno de Maduro, primero a través de los gobiernos cipayos del llamado grupo de Lima (a excepción de México, que se postula como mediador) y luego abiertamente a través de funcionarios de su administración como Bolton, Pompeo, y el propio vicepresidente Pence. La Asamblea Nacional aporta un “presidente interino” para esta operación imperialista, el derechista Juan Guaidó, quien desde la asunción de Maduro no cesa de llamar a las fuerzas armadas a rebelarse. La oposición burguesa venezolana, frente a su propia debilidad, comprende que la clave de la situación es la relación de fuerzas a nivel continental y ha leído la ofensiva de Trump y la asunción de Bolsonaro como una oportunidad para dar una salida favorable a sus intereses (los mismos que los del imperialismo) a la crisis que atraviesa desde hace años al país.

 

Dos bandos burgueses

Bajo esta pelea cada vez más descarnada por el poder están los intereses por el control de los enormes recursos económicos de Venezuela y de toda la región. Trump está lanzando una cruzada para desalojar a China de las posiciones conquistadas durante el período de gobiernos bonapartistas sui generis de la década pasada, que debieron lidiar con una agenda marcada por semiinsurrecciones espontáneas frente a las consecuencias de las políticas del consenso de Washington en diferentes países como Argentina, Bolivia, Ecuador y la propia Venezuela. La actual ofensiva del imperialismo por imponer una nueva orientación se hace sentir con toda crudeza, y los resabios de esos gobiernos anteriores que no han sabido acomodarse a la situación (a diferencia de Evo Morales, nuevo amigo de Bolsonaro y viejo aliado de las petroleras) son un blanco predilecto para una política mucho más abarcadora. Y es que toda la región, a través gobiernos más directamente alineados al amo yanqui, está siendo sometida a los paquetes de reformas laborales, previsionales y fiscales, educativas y de salud, entre otras, a pedido del imperialismo y los intereses de las grandes empresas del capital financiero internacional.

Si la lucha por los recursos y el control de los mercados es descarnada, y abre una pelea por el poder, lo trágico es que la crisis de dirección revolucionaria impide por el momento al proletariado venezolano y de toda la región presentar una salida progresiva a través de una acción independiente y de clase. No podemos dejar de señalar cómo todas las expresiones de centroizquierda y progresistas de la región han contribuido a esta tragedia, alimentando expectativas en agentes del capital como los Chávez, los Lula, los Evo y los Kirchner. Más penoso aún es que corrientes de la izquierda trotskista hayan hecho lo propio, buscando dialogar con “las masas”, embelleciendo a los gobiernos latinoamericanos a lo sumo como el “mal menor” frente a la derecha “neoliberal”. El último ejemplo de esto es el llamado de corrientes como la FT-CI, el PO argentino, el SOB o la UIT-CI a apoyar, más o menos abiertamente, al petista Fernando Haddad en la 2º vuelta electoral en Brasil contra Bolsonaro.

 

No hay salida bajo el capitalismo

El desarrollo de la crisis venezolana ha dejado expuesto el rol central de las fuerzas armadas como núcleo central del estado capitalista. Por eso los llamados desesperados de la oposición para atraerlas a su bando y los constantes gestos de Maduro para mostrar el apoyo de las bayonetas a su gobierno, tal como lo expuso en su último discurso el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. La situación de polarización que se vive en Venezuela no debe ser tomada como una excepción, sino como el preludio de los choques políticos y sociales que generará la política norteamericana en el continente.

La política de reformas impulsadas por el imperialismo ya ha encontrado resistencia en los países donde se está aplicando. No sólo en América Latina, sino también en Europa, donde los chalecos amarillos vienen enfrentando la política de desmantelamiento del estado de bienestar de Macron. Los procesos de masas irrumpen contra los planes de ajuste, pero aún se desarrollan dentro de la legalidad burguesa y con direcciones reformistas y, en gran parte de estos procesos, el proletariado interviene de forma diluida.

Los revolucionarios debemos enfrentar la situación con audacia y sin engañar al proletariado. La política de clase debe orientarse a romper la envoltura democrática del Estado burgués, envoltura cada vez más tenue y casi inexistente en los países latinoamericanos. Seguir sembrando ilusiones en las formas democráticas de la burguesía, que en realidad pretenden ocultar la dominación de clase del imperialismo, es un error con consecuencias funestas para los trabajadores y las masas.

La necesidad de recuperar los sindicatos y a partir de ello organizar la autodefensa es una tarea de primer orden en Venezuela. El control obrero por ramas económicas se impone como única salida al descalabro económico a que someten al pueblo Maduro y la oposición pro imperialista. Un congreso de delegados con mandato de base es una política a levantar en cada fábrica y establecimiento, para unificar a nuestra clase en la necesidad de enfrentar al Estado con un plan de lucha y discutir un programa de salida obrera a la crisis generada por los capitalistas.

Las actuales debilidades organizativas de la clase obrera venezolana pueden y deben ser superadas con el apoyo decidido de los trabajadores de todo el continente, empezando por el proletariado norteamericano, que desarrolla importantes experiencias de organización y lucha contra Trump y el Estado imperialista. Abrir las puertas de los sindicatos de los diferentes países de la región para la organización de los trabajadores venezolanos desplazados es una tarea internacionalista de primer orden que debe encarar todo revolucionario.

Se trata de una pelea a muerte contra el imperialismo, que viene a recuperar las posiciones en su patio trasero. Una lucha antiimperialista y revolucionaria, que debe partir de sacar balance de los gobiernos de la etapa anterior que lejos de enfrentar al imperialismo sentaron las bases para la debacle actual. Y luchar por la dictadura del proletariado y su extensión internacional en una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.

Sostenemos la necesidad de desarrollar una Conferencia Latinoamericana, para poder discutir de cara a la vanguardia y ayudar a su desarrollo en países como Venezuela y otros países de la región, para impulsar tareas internacionalistas que permitan afianzar núcleos revolucionarios y una lucha política entre las tendencias que nos reivindicamos del trotskismo para aproximarnos a sentar las bases de una dirección revolucionaria. Llamamos a la LIT-CI, la CRCI, FT-CI y organizaciones que aún reivindiquen la dictadura del proletariado y la reconstrucción de la IV Internacional a tomar en sus manos la realización de dicha Conferencia para discutir un programa transicional.

 

¡Fuera las manos del imperialismo de Venezuela!

¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina!

Jueves, 17 Enero 2019 09:27

Sin plan B(rexit)

Artículo escrito el 16 de enero de 2019.

 

El martes 15 de enero las calles de Londres y varias ciudades inglesas estuvieron palpitando el debate por el acuerdo del Brexit en el Parlamento. En las afueras del recinto se agolparon manifestantes con banderas que decían, entre otras cosas, “leave means leave” (“irse significa irse”). La votación en la cámara de los Comunes resultó en 432 en contra y 202 a favor.

Para Theresa May la estrepitosa derrota no fue una sorpresa. El ala dura del partido conservador ya viene desde hace meses haciendo campaña en contra el acuerdo negociado con Bruselas durante 2018. A pesar de las presiones, tanto de los tories como del Partido Laborista (LP), la Primera Ministra se negó a modificar el proyecto que se trató el martes 15 en el recinto. Su estrategia se apoyó en el argumento de “darle un mayor rol al parlamento” y dejar que éste se exprese ante el acuerdo propuesto tal como está. El panorama que se abre ahora es incierto para la clase dirigente, que se encuentra ante la colosal tarea de practicar un cambio superestructural que repercutirá fuertemente en la economía y, por tanto, requiere precisión quirúrgica –y a contrarreloj- para sostener al Reino Unido tal y como lo conocemos hoy. Si es que eso es posible, en medio de la crisis histórica que está atravesando el capitalismo mundial.

La sensación inmediata es de confusión total. Tanto así que en los titulares del miércoles 16, periódicos como The Guardian, habilitaron en sus portales formularios para que los lectores hicieran preguntas sobre qué iba a pasar en el país. En los siguientes 3 días, el gobierno de May debe presentar un plan alternativo. Todo esto, considerando que la UE aseguró que el plan no puede ser modificado.

Inmediatamente después de la votación, el ala más “radical” del laborismo, liderada por Jeremy Corbyn, planteó lo que se conoce como “moción de censura” (confidence motion), que apela a que los parlamentarios se pronuncien sobre si la Primera Ministra todavía tiene la confianza del Parlamento para gobernar o no. En caso de haberse perdido esa confianza, se debería convocar a elecciones parlamentarias anticipadas. Pero la táctica de Corbyn no prosperó; el miércoles 16 su moción perdió por 29 votos en el Parlamento. Los conservadores que votaron en contra del acuerdo no aceptaron la moción de censura y renovaron “el voto de confianza” a Theresa May.

Claramente, la fracción de May está en minoría; pero entre los opositores al acuerdo hecho con Bruselas tampoco hay heterogeneidad. Los tories “duros” quieren un Brexit inmediato y sin negociaciones con Europa. La semana anterior a la votación, Boris Johnson, representante de este sector, había declarado que “el no-acuerdo está más cerca de los votantes del Reino Unido. (...) Mientras más dramáticas las advertencias, mayor ha sido la indiferencia”. Recordemos que el escenario de Brexit sin acuerdo ha sido muy rechazado por los medios británicos y que el Banco de Inglaterra vaticinó que podría ocurrir una grave crisis económica con disparada del desempleo y la inflación, caída de la libra esterlina y reducción del PBI. A su vez, se teme escasez de medicamentos y problemas con los tránsitos marítimo y aéreo. Para Johnson esto es una exageración. “Es un no-acuerdo, o los términos de la OMC, lo que en realidad corresponde a su idea de salir; y ahora ven esa opción con una confianza que ahora es directamente proporcional al crecimiento de la fuerza de las advertencias del gobierno en su contra, porque estas predicciones catastróficas son tan hiperbólicas como sufrir por la ley de retorno disminuido”, declaró.

La fecha estipulada para la salida del Reino Unido de la Unión Europea es el 29 de marzo, de haber necesidad de renegociación, esa fecha se aplazaría. Ante esto, las alternativas son: elecciones parlamentarias anticipadas; o un segundo referéndum. El stablishment se decantaría por la primera alternativa, ya que iría en la línea de darle mayor injerencia a la vía parlamentaria, cuestión que contraponen al mecanismo de votación directa del referéndum. De todos modos, el aplazamiento debería ser aprobado por la totalidad de los países miembros de la UE. De ser aprobado, podría postergarse para junio-julio.

Por el contrario, el laborismo, tras la figura de Corbyn, ha manifestado que es necesario negociar un “mejor acuerdo” con Bruselas. Esto implicaría que, en ocasión de un segundo referéndum, se incluya la posibilidad de permanecer en la UE. El LP –no sin fricciones internas- iría por esta opción luego del fracaso de su intento de llamar a elecciones anticipadas. En este caso, la UE aclaró que, hasta tanto no se haga efectiva la salida británica, puede frenar el proceso unilateralmente sin necesidad de que se expidan el resto de los países miembros.

 

“¡Empresas, desplieguen sus planes de emergencia!”

Mientras tanto, en Alemania ya especulan con que un “hard Brexit” es casi inevitable. El economista Michael Hüther, director del Instituto de Economía alemana en Colonia, a través de una entrevista en el portal digital de Der Spiegel, lanzó el llamado a que las empresas alemanas lancen sus planes de emergencia, porque su economía deberá adaptarse a esta situación. Desde Alemania analizan que el escenario político británico es muy complejo, ya que no hay mayoría para ninguna opción por la positiva, sólo por la negativa: contra el acuerdo negociado, contra el no-acuerdo, contra un segundo referéndum; tienen en claro que no hay mucho más margen de negociación. Tampoco parece que el LP y Corbyn sean un mejor interlocutor que May, ya que tampoco sabe qué hacer. Por lo tanto, desde el gobierno de Merkel ya se están preparando para la salida del Reino Unido.

La UE también tiene un panorama complicado. El Brexit se conjuga con la coyuntura de enfriamiento, el proteccionismo de Trump, los enfrentamientos comerciales y las debilidades económicas de China –es decir, los elementos de desarrollo de la crisis capitalista. Seguramente, las consecuencias variarán según la rama. Las automotrices alemanas ya está teniendo retrasos por los controles aduaneros y las demoras de suministros. En peor situación están los laboratorios, ya que algunas certificaciones de productos hacia la UE podrían quedar sin validez: si una compañía alemana tuviera una sola fábrica en Gran Bretaña cuyos productos trabajara en la UE, tendría un gran problema. Las consecuencias para las empresas que exportan a Gran Bretaña aún no pueden preverse. Por supuesto, Hüther, al igual que la mayoría de los pro UE en el Reino Unido, considera que el “hard Brexit” tendrá peores consecuencias para los británicos y que esto puede hacer estragos en el empleo de ese país.

Pero lo más preocupante para los think tanks europeos es que ninguna de las alas en disputa tiene un plan. Les preocupa que en el corto plazo no hay perspectiva de una reconciliación en la sociedad británica, lo cual hace más difícil cualquier solución política.

Esta inquietud se extiende a la Europa continental, también atravesada por grandes divisiones sociales y lucha de clases cada vez más aguda; como se está viendo de manera más radical con los chalecos amarillos en Francia, pero también en Alemania y en la mayoría de los países de la UE. Esa “divisón” de la que hablan los analistas burgueses hace referencia a enfrentamientos entre distintos sectores de clases, incluso dentro de la propia clase dominante. Ante la magnitud fenomenal de la crisis capitalista, no hay consenso, ni mucho menos planes, sobre cuál es el camino a seguir. En este escenario, cada sector económico intentará sacar ventajas de la coyuntura. Sólo hay algo en lo que hay acuerdo entre los burgueses: la manera de sobrevivir es aumentando la explotación de la clase obrera y recargando el enorme peso de la crisis en sus condiciones de vida. Las alternativas xenófobas que están aflorando son un claro ejemplo de esta necesidad de dividir a los explotados para dominarlos mejor.

 

 Preparar el futuro

Muchos sectores de izquierda, incluso los que se llaman revolucionarios, se han maravillado con el crecimiento de tendencias “radicalizados” que se alinean detrás de la figura de Jeremy Corbyn. Sectores “anticapitalistas” en Gran Bretaña, entre los que encontramos al SWP británico, lanzan críticas al LP y su trayectoria de enormes servicios al capital imperialista en las últimas décadas, pero terminan adaptándose a la perspectiva propuesta por Corbyn de adelantar las elecciones. Esto significa: seguir buscando una salida para la clase obrera dentro de los estrechos márgenes de la democracia imperialista.

Luego de haber renunciado a la construcción de un partido revolucionario para diluirse en movimientos “radicales” la izquierda europea ha quedado a la zaga de los procesos de luchas que están surgiendo, totalmente impotente para ofrecer una respuesta revolucionaria al proletariado. Si para la tribuna parlamentaria figuras como Corbyn pueden resultar atractivas, para la lucha de clases desde el punto de vista del proletariado no dejan de ser enemigos que se disfrazan de aliados.

Para preparar el futuro de una Europa socialista es preciso comenzar desde ahora mismo a organizar las fuerzas de la clase trabajadora detrás de un programa revolucionario. Esto implica un enfrentamiento abierto con el Estado imperialista y sus instituciones “democráticas”. El proletariado británico tiene mucho que decir ante la crisis de este país imperialista: debe enfrentar a su propio Estado, que oprime a otros (Escocia, Irlanda, Gales, semicolonias y colonias por el mundo), midiendo las fuerzas con la burguesía en la producción. Esto sólo será posible construyendo la herramienta revolucionaria que es el partido. La vanguardia obrera tiene que desarrollar un plan para recuperar los sindicatos de manos de la burocracia pro imperialista y atacar la propiedad privada. Sólo así se podrá forjar una nueva dirección que ofrezca una verdadera salida a la mayoría de los trabajadores. Esto arrasará con las ficticias fronteras nacionales y obligará al proletariado a desarrollar una lucha internacional por los Estados Unidos Socialistas de Europa, que no será más que una forma transitoria de la dictadura del proletariado, y que deberá ir aún más lejos en el desarrollo de la lucha revolucionaria en los países semicoloniales oprimidos por los imperialistas europeos.

Miércoles, 16 Enero 2019 18:24

La Mendotrampa de Cornejo

El gobernador cerró un diciembre tranquilo, firmando paritarias con todos los sectores estatales, incluido el SUTE que militó como propia la miseria salarial de Cambiemos y se comprometió a un normal inicio de clases. Pero enero se puso caliente. La implementación del Mendotran, un nuevo sistema de transporte público con boletazo incluido (de 11 a 18$ boleto urbano, y 45% de aumento en interurbanos) galvanizó el malestar social y sacó a la calle a miles de personas que ven en Cornejo al responsable de este ataque directo a las condiciones de vida y de trabajo de amplios sectores asalariados y pauperizados urbanos.

Mendotran, un ítem aula para todos

Uno de los delfines de Cornejo, el ministro Kerchner, comparó el Mendotran con el ítem aula. Tiene sentido, no por la resistencia que generaron, sino porque constituyen medidas claramente antiobreras. El ítem aula, como doble presentismo, es una medida de productividad. El Mendotran, forzando a caminar más a la parada y a realizar varios trasbordos, aumenta el tiempo que cada asalariado debe dedicar para llegar al lugar de trabajo. Tiempo no pagado y que restamos a nuestro al descanso y a nuestras familias y esparcimiento. Ningún dirigente sindical señaló este ataque a la jornada laboral del conjunto de los asalariados de la provincia, una medida de disciplinamiento obrero a tono con la reforma laboral para una mayor explotación que impulsa Cambiemos. ¡Por eso metieron la cana en los micros!

La CGT, escondida durante semanas, sale ahora a plantear boleto estudiantil y obrero gratuito, o sea, subsidiado por los aportes que hace la población a través de los impuestos. Suena bonito, pero detrás de esta consigna se esconde su defensa de la ganancia empresaria. Nuestro tiempo de trabajo debe ser pagado por la patronal, incluido el gasto de traslado del domicilio al puesto de trabajo. Impulsemos asambleas en cada lugar de trabajo para discutir y resolver planes de lucha con eje en la reapertura inmediata de todas las paritarias, y pongamos en primer orden la exigencia a cada patronal que cubra el boleto de micro, y que no corra la tardanza y su penalización salarial con el presentismo/ítem aula a causa del Mendotran.

El problema del transporte público no es un problema de “usuarios” o de “vecinos”. Tampoco se resuelve apelando a la “estatización” como si este semi Estado, menos aún, un semi Estado provincial, pudiera planificar racionalmente el transporte o cualquier cosa. ¿¿O creemos que Mema, controlado por los “usuarios” de las ONGs peronistas de la mesa de diálogo puede administrar algo?? Es un problema que nos atañe como asalariados, y es a través de nuestras organizaciones y nuestros métodos como podemos plantear una perspectiva superadora y desde nuestros intereses. Preparemos un congreso de delegados de base mandatados, de la industria, los servicios y el Estado, que discuta un programa y prepare un plan de lucha que derrote el plan de ajuste, los tarifazos y la reforma laboral del gobierno. Movilicemos al grito de ¡plan de lucha ya! ¡Paro provincial! Abajo el tarifazo y el Mendotran.

Corriente Obrera Revolucionaria - Regional Mendoza

Martes, 15 Enero 2019 18:42

Organicémonos para enfrentar el ajuste

El gobierno viene avanzando en un duro ataque a los trabajadores y la juventud. Con el ajuste al salario, el represivo y antiobrero Código Contravencional, y ahora con el aumento del boleto y su Mendotran. Mientras que los partidos patronales nos vienen pidiendo que esperemos hasta las próximas elecciones para elegir un nuevo administrador de la miseria. Los estudiantes y las federaciones que venimos organizándonos y movilizándonos tenemos que comenzar a preparar un enfrentamiento decidido que derrote estos planes del Gobierno. Venimos participando de la lucha de los docentes universitarios (FADIUNC), los I.E.S y la lucha de los docentes del SUTE, es necesario preparar un plan de lucha unificado. Los estudiantes de los pre universitarios en conjunto con los provinciales necesitamos una asamblea, que discuta cómo vamos a derrotar el ajuste.

El plan de lucha tiene que incluir una toma masiva de escuelas que garantice el NO INICIO de clases, por el Boleto Estudiantil Gratuito y contra el ajuste del Gobierno. Para estas medidas necesitamos que los sindicatos apoyen estas demandas, y de forma unificada con el SUTE y FADIUNC paralicemos las escuelas.

No queremos más paz social para Cornejo y Macri, la juventud en unidad con los trabajadores tenemos que enfrentar sus planes de pobreza y represión. DEBEMOS organizarnos y enfrentar al gobierno que nos reprime y persigue. NO A LA BAJA DE LA EDAD DE IMPUTABILIDAD! ABAJO EL CÓDIGO CONTRAVENCIONAL!

Proponemos a las federaciones estudiantiles (FEPCESM y FECPUNC):

  • LLAMAR A UNA ASAMBLEA DE TODOS LOS COLEGIOS PARA MEDIADOS DE FEBRERO.
  • Desde ahora, formar delegaciones de estudiantes y de representantes de las Federaciones estudiantiles que vayamos a los controles de micro para ponernos en contacto con los delegados sindicales de SIPEMOM y UTA, y proponerles que apoyen el reclamo histórico del Boleto Estudiantil Gratuito. Pensar una militancia hacia los trabajadores de base, comenzando con los choferes de colectivos de todas las líneas, y siguiendo con delegados y comisiones internas de otros sectores que también están sufriendo condiciones laborales deplorables y pensar de conjunto una salida a esta situación crítica y un plan de lucha en común.

 

Establecer la unidad de organización estudiantil a organización obrera nos abre perspectivas de lucha superadoras, hacia un Plan de lucha unificado que garantice el NO INICIO DE CLASES Y UN PARO GENERAL CONTRA EL TARIFAZO, EL BOLETAZO Y EL AJUSTE.

 

JUVENTUD DE LA COR

Regional Mendoza

Miércoles, 26 Diciembre 2018 13:44

Balance del Paro Portuario [COR Chile]

Más de un mes duró el paro de los trabajadores portuarios, un sector de la clase obrera que protagonizó una de las más importantes luchas de los últimos años contra una de las patronales más fuertes del país. Esta lucha de los trabajadores vino a dar luz sobre las condiciones precarias e inestables de este sector obrero donde su salario depende de la disponibilidad de los turnos, sin derechos laborales y sociales, en una ciudad con altos índices de cesantía y pobreza, donde por ejemplo los incendios han arrasado los hogares donde viven las familias obreras. La  línea dura contra los trabajadores, llevada a cabo por la patronal que buscó reventar la huelga mediante el accionar represivo, que incluyó golpizas a trabajadores, seguimiento a dirigentes, la utilización de rompehuelgas, la represión policial y de la marina, la represión se dirigió contra el sindicato ingresando y destrozando la histórica sede (su mobiliario, estandarte, vidrios y todo lo que encontró a su paso la furia e impotencia de carabineros que no pudo bajar del techo a los trabajadores que enfrentaban la represión).

El gobierno después de señalar que este era un conflicto entre privados salió a evitar que se les abriera otro flanco de una mayor crisis, donde el gran empresariado presionaba para que esta movilización pare y no escalara más allá. Por ello intervinieron directamente primero el 18 de diciembre para llegar a un preacuerdo, firmado y aprobado por la directiva sindical la que no podía hacerlo pasar sin la consulta a la asamblea, algo que era visto como peligroso por las cámaras empresarias, preacuerdo que la asamblea rechazó unánimemente. Al final en una segunda ocasión los dirigentes Kimpel-Rojas y el gobierno lograron un preacuerdo que implica una giftcard de 250.000, un préstamo de 550.000 y un aguinaldo de 75.000. Para enero un curso de capacitación de 400.000 y un bono de 750.0000 para enero (los trabajadores pedían 2 millones). En todo momento los dirigentes se la jugaron por imponer este acuerdo. Una propuesta que no se condice con los casi 40 días  de huelga de los trabajadores y las posibilidades de extenderse el conflicto en la rama portuaria, donde ya había habido paros y diversas expresiones de solidaridad. Pese a todo los trabajadores lo han considerado un triunfo ante la intransigencia patronal, lo cual es un punto de apoyo para avanzar en lucha y organización. Lo fundamental es que este acuerdo no cierra el conflicto puesto que las condiciones de “eventualidad laboral” se mantienen en los portuarios, solo es un paliativo insultante hacía los trabajadores que han protagonizado esta enorme lucha.

Por su parte el alcalde Sharp (F.A.) junto con la oposición burguesa hicieron insistentes llamado a los empresarios a dialogar junto con haber condenado los hechos de violencia, para que el conflicto no escalara, es decir, buscando evitar que se ponga en el centro la lucha de clases. Pretendiendo cerrar la lucha en las instituciones del Estado, mal que le pese a su discurso autonomista, buscando discursivamente impulsar alianzas de clase territoriales dirigidas por la pequeñoburguesía, cuando lo que en realidad se necesitaba es la alianza de toda la clase trabajadora en la producción para enfrentar los ataques de las patronales y la miseria que el capitalismo genera en las familias obreras.

Los dirigentes de la Unión Portuaria buscaron que el gobierno de Piñera intercediera en el conflicto impulsando mesas de diálogo que llevaran a proyectos de ley que establezcan la base de “derechos laborales” para los trabajadores eventuales. Como era de esperar el gobierno intenta dar respuesta a esta situación indicando que la salida es precarizar aún más las condiciones de trabajo ante las innovaciones técnicas en la producción (lo que no viene al caso dado que las nuevas grúas asisten a naves de mayor dimensión requiriendo la misma fuerza de trabajo).

Esta orientación de llamar a confiar en proyectos de ley o en la política de presión al Estado burgués, será nefasta para los trabajadores portuarios quienes han enfrentado el accionar tanto de la gestión en representación directa del empresariado de los ministros de trabajo y transporte  (Monckenberg/Hutt), como la represión abierta y descarnada de parte de ese mismo Estado.  Si bien han llevado a cabo acciones nacionales en solidaridad, la orientación planteada por la directiva y los asesores legales se dirige a contener, desviar y desmotivar la fuerza de los trabajadores portuarios para irse colocando como una nueva mediación de la dominación capitalista. Luchar contra la burocratización de la Unión Portuaria, que surgió como un ejemplo de organización y de lucha de todo un sector obrero agrupado en una  rama, promoviendo a nuevos dirigentes, desplazando a los burócratas históricos y luchando por la independencia de los sindicatos del Estado, será una tarea central para la vanguardia obrera en el próximo periodo.

La necesidad de un programa obrero

La clase obrera portuaria ocupa un importante papel, puesto que, es parte de la rama de la economía donde se desarrolla la circulación de mercancías, esto lo saben las patronales que reclaman por las pérdidas en sus ganancias, en particular en la patronal agroexportadora que ve perder la producción y vencer las fechas de entrega.

Es central  que como balance se discuta la necesidad de  un congreso de delegados de base a nivel nacional, con mandato de asambleas, donde se discuta un programa obrero que parta entre otros puntos con la consigna de pelear por poner fin al trabajo eventual, partiendo por imponer la escala móvil de horas de trabajo, calculada por el trabajo conjunto de permanente y eventuales, estableciendo un piso mínimo de turnos y horas al mes determinado por el costo de la canasta familiar, junto con imponer que se garanticen todos los derechos laborales y sociales.

Es importante recuperar los sindicatos de manos de burócratas sindicales para luchar contra los planes del gobierno, la patronal como la de Von Appen y los planes de ajuste y represión dictados por el imperialismo. Es necesario levantar fracciones obreras revolucionarios en los sindicatos para pelear por un programa obrero para enfrentar los ataques patronales y la miseria generalizada del capitalismo en descomposición.

Domingo, 16 Diciembre 2018 12:22

Anotações do Primeiro Congresso da TRQI

Nos dias 17 e 18 de novembro realizamos em Buenos Aires o I Congresso da TRQI. Participaram delegados da COR Chile, da COR Argentina e da LOI Brasil. No Congresso pudemos avançar em uma maior compreensão das tendências gerais em nível mundial do desenvolvimento da crise e os fenômenos políticos da América Latina.

Consideramos que estamos em um período histórico caracterizado por uma tendência à decomposição do imperialismo e um processo de assimilação capitalista dos ex Estados Operários.

Todo esse período está assinalado por uma crise do sistema capitalista, já que sua fase imperialista entra em contradição na relação entre o capital e o Estado; não tanto em relação a sua natureza de classe, mas em suas formas de dominação política, quer dizer, em garantir a reprodução capitalista em nível mundial dentro de um sistema de Estados em crise. Falamos de decomposição quanto àquele elemento decadente do imperialismo, como característica histórica, está gerando uma decomposição social que ataca suas próprias bases (do capitalismo). Uma das características da decadência do capitalismo em sua fase imperialista é que esta fase converte grande parte da burguesia das potências imperialistas em rentistas; o que Lênin denominou como a formação de Estados rentistas. No processo histórico deste fenômeno, a penetração imperialista em nível mundial gerou uma maior decomposição da burguesia mundial e sua relação com a produção e uma maior diferenciação da classe operária entre a denominada aristocracia operária, semi aristocracia e uma burocracia sindical mais assimilada ao sistema capitalista. As tarefas históricas da burguesia se diluem frente ao avanço do imperialismo como superestrutura do capital e por sua vez decompõe as relações de classes.

Hoje a burguesia imperialista tenta discutir um novo pacto entre capital e trabalho, frente a ruptura do pacto do pósguerra e desde aqui se entende a linha de reformas fiscais, trabalhistas e previdenciárias como política internacional para redefinir as relações de força.

Atualizamos as teses apresentadas ao Congresso, com os processos da conjuntura internacional, e o desenvolvimento da crise mundial, centralmente as eleições legislativas nos EUA e a vitória de Bolsonaro no Brasil. Com relação aos EUA definimos que os resultados das eleições não conseguiu inclinar a balança a favor de nenhum dos opositores, se deu um equilíbrio de forças que permitiu a Trump manter suas chances em uma futura reeleição e aos democratas a possibilidade de maior controle do governo Trump. Os republicanos mantiveram sua base eleitoral sem conseguir ainda uma base social paras as políticas imperialistas, como a guerra comercial desatada pela atual administração. E os democratas não puderam impor a famosa onda azul, mas sim conseguiram conter em suas fileiras a toda uma ala dos movimentos sociais, feministas, LGBT e pseudo-socialistas que lhes permitiu fazer boa eleição e recuperar a câmara de representantes. No plano internacional, as potências que são atacadas pelos EUA interpretaram as eleições como um retrocesso parcial de Trump. Discutimos também a relação dos EUA com a China, a União Européia, a Rússia e o Irã. Reforçamos as tendências que desenvolvemos nas teses sobre o processo de decomposição do imperialismo.

No desenvolvimento da crise mundial pode haver conjunturas de crescimento, não de conjunto, mas de algum ramo e inclusive de uns ramos contra outros e que a necessidade de recriar uma aristocracia operária se baseia na necessidade de fortalecer uma base social, o que é um problema estrutural de um Estado imperialista. E se dá uma contradição central entre um EUA que deve fortalecer uma aristocracia operária e uma UE que deve atacar sua aristocracia operária para fortalecer o Estado frente a guerra comercial.

Sob a vitória de Bolsonaro, reforçamos a idéia de por que não é fascismo, como explicamos nas notas publicadas nas páginas da web e tentamos aprofundar sobre a relação da pequena burguesia com o conceito de bonapartismo sui generis. Retomamos os escritos de Trotsky sobre América Latina e como se expressam as leis gerais do capitalismo e suas combinações especiais nos países semicoloniais. Esta análise é importante, pois não é a mesma coisa a relação da pequena burguesia com uma burguesia imperialista, e a relação deste mesmo setor de classe com a relativamente débil burguesia dos “semi Estados” (sub burguesia), mediada pelo imperialismo. As características desta pequena burguesia nas semicolonias impedem o aparecimento do fascismo, já que jamais um capital “nacional” pode ser um capital financeiro imperialista, melhor, depende deste capital internacional para sua subsistência. Portanto, a pequena burguesia adquire outro tipo de característica; sua ala mais radical e democrática tenta melhorar as condições institucionais do “semi Estado” e se refugia na educação – como contrapeso no plano da consciência – para impedir avanços mais reacionários do capitalismo. O desenvolvimento histórico nos países semicoloniais de uma pequena burguesia urbana e, principalmente, rural foi sustentado – via as revoluções democrático-burguesas – pela formação do que conhecemos como a sub burguesia.

Esta precisão foi necessária frente ao avanço de diferentes movimentos de características pequeno burguesas e a discussão sobre qual é a tarefa dos revolucionários para poder influenciá-los. Nisto, os revolucionários defendem que a única forma para que a pequena burguesia confie no proletariado é conseguir que o proletariado confie em suas próprias forças, que recupere o papel de caudilho e realize as tarefas históricas que a burguesia é incapaz de realizar por sua decomposição. Por isso é uma política errada da esquerda o chamado do votoem Haddad, em sua adaptação aos movimentos, que leva a semear mais confusão.

O I Congresso reforçou a idéia de construir um núcleo revolucionário pela reconstrução da Quarta, tarefa na qual estamos embarcados aqueles que conformamos a TRQI. Também cremos que é prioritário que as correntes revolucionárias que reivindicamos a necessidade da IV Internacional e a luta pela Ditadura do Proletariado que impulsionemos as medidas necessárias para construir e unificar a vanguarda operária internacional sob um programa revolucionário. Por isso é que chamamos uma Conferência Latino Americana para começar, inicialmente em nossa região, a ajudar a vanguarda no árduo processo de forjar a direção revolucionária.

La Resolución 956/18 dictada por el Ministerio de Seguridad no es casual, luego del escenario del G20 donde los principales mandatarios imperialistas intentan rescatar al capitalismo putrefacto y disciplinar a la clase obrera mundial. Exigen a las semicolonias como Argentina aplicar un paquete de reformas que incluya la reforma laboral, previsional, educativa y de salud a escala mundial. Y un salto en la represión contra los trabajadores, tal como votaron en la cumbre de Lima y vienen aplicando en toda Latinoamérica. El cipayo, Mauricio Macri, viene imponiendo esta política de hambre y necesita de las fuerzas represivas para disciplinar con mano dura lo que no pueda contener ni la burocracia sindical ni el PJ ni la Iglesia. Para reprimir, tiene las armas que le vende Trump, Macrón e Israel. La militarización de la frontera norte y la presencia de la gendarmería en los barrios es parte de esta escalada. Y Schiaretti, pese a intentar distanciarse de Macri, es un colaborador más en el plan represivo que garantiza la sumisión de la Argentina al capital imperialista.
La Resolución 956/18 habilita a las fuerzas policiales y de seguridad federales para la utilización de armas de fuego legalizando lo que a diario las madres y familiares de los jóvenes de las barriadas sufren a manos de la policía. En la madrugada del jueves 22 de noviembre la policía bonaerense perpetró una violenta represión contra un grupo de militantes que realizaban una toma de tierras fiscales en La Matanza, con el saldo de varios detenidos y un compañero fusilado, Rodolfo Orellana, miembro de las Organizaciones Libres del Pueblo, integrantes de la CTEP. Con una diferencia de tan solo 48 hs, la policía de Córdoba golpea brutalmente y luego asesina por la espalda a otro militante del EO en CTEP, Marcos Jesús Soria.
Legalizan ahora lo que el Estado burgués, a través del monopolio de las armas, viene practicando hace largo tiempo mediante el “gatillo fácil”. La Resolución dictada por el Ministerio de Patricia Bullrich y publicada en Boletín Oficial establece que: permite a las fuerzas de seguridad disparar sin dar la voz de alto en caso de peligro de fuga o resistencia a la autoridad.
Este intento de darle un marco legal a la persecución, detención, tortura y asesinatos de miles de trabajadores que enfrentan este plan sistemático de hambre y palos nos obliga a la clase obrera de conjunto a organizar la autodefensa y acaudillar a la juventud y al pueblo pobre en el enfrentamiento a la política represiva del Estado burgués.
El aparato represivo es el núcleo del Estado burgués en tanto aparato burocrático-militar y su principal tarea es la defensa de la propiedad privada de los medio de producción. Y es allí, en la producción, donde debemos atacar a la burguesía. La centralidad de la clase obrera es la que puede ofrecer una salida al conjunto de los sectores golpeados por el ajuste, dirigiendo una gran lucha antiimperialista. Los sindicatos cumplen un rol fundamental en este enfrentamiento, una de las principales tareas que tenemos los revolucionarios es recuperarlos de manos de la burocracia sindical para ampliar sus funciones y organizar la autodefensa de nuestra clase. ¡Por la disolución de la policía y todas las fuerzas represivas!
Es imperiosa la necesidad de poner en pie un congreso de delegados de base de todos los sindicatos y centrales, que discuta un programa de salida a la crisis y un plan de lucha con paros, piquetes y toma de fábricas y establecimientos para dar por tierra con los planes del imperialismo para la región. Por un programa transicional, que levante las escalas móviles de horas de trabajo y de salario incorporando a la producción a los desocupados, el control obrero de las ramas de la producción y los servicios y la expropiación de los capitalistas. Para llevar a la acción estas tareas, es necesario poner en pie el Partido Revolucionario, sección nacional de la IV internacional reconstruida.

¡Justicia para Soria, Orellana y todos los compañeros asesinados!
¡Desprocesamiento de los luchadores, libertad a los presos por luchar!
¡Por la disolución de las fuerzas represivas!
¡Abajo el Macrismo! ¡Fuera el FMI!

10/12/2018

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