En el día de hoy, la corte suprema ratificó lo actuado por los jueces de casación por la causa de vialidad, en la que Cristina había sido condenada a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Eso significa que la expresidenta deberá cumplir la condena en la cárcel o en prisión domiciliaria por su edad y no podrá presentarse como candidata.
El fallo de la corte es la expresión de que las instituciones del Estado burgués argentino refuerzan su sumisión a los designios del imperialismo y sus negocios. Con este fallo están dando un golpe al kirchnerismo, pero no sólo por intereses electorales, como algunos analizan. De hecho, le están dando centralidad a una corriente que venía en picada, luego del desastre que fue el gobierno de Alberto y Massa. Lo que expresa esta maniobra no es ni la proscripción del ‘55, ni la destrucción de la democracia. Constituye un recurso más, como cualquier otro, que utilizan los capitalistas para dirimir sus diferencias. El kirchnerismo, que surgió como respuesta del régimen al caos generado en el 2001 y el estallido del bipartidismo producto de la crisis y la salida de la convertibilidad, fue una corriente pequeñoburguesa que intentó erigirse como representante de un sector empresarial “no monopolista”, que utilizaba al Estado para obtener grandes ganancias y regatear migajas del imperialismo en su ilusión de recrear una burguesía nacional.
Cristina pretende, discursivamente, convertir su condena en una pelea “del pueblo” contra el poder económico concentrado, que no le perdonaría haber distribuido la riqueza durante sus tres gobiernos y que quiere sacarla del medio para impedir un resurgimiento peronista producto de una futura caída de Milei. Sin embargo, los trabajadores y el pueblo solo son espectadores de una pelea entre capitalistas y sus representantes políticos, en un régimen totalmente podrido.
Mientras ellos se sacan los ojos, han puesto en evidencia lo que los marxistas venimos advirtiendo hace tiempo: no existe ninguna independencia de poderes, ni siquiera existen los famosos “tres poderes”. Ejecutivo, legislativo y judicial constituyen un solo poder: el de los empresarios y el imperialismo contra la clase obrera. Tampoco existen “instituciones democráticas” que haya que defender, son mecanismos de dominación sobre las clases explotadas para asegurar la plusvalía. Por eso todas las fracciones burguesas tienen en común la defensa del Estado y su forma de dominación, que es la democracia burguesa, para seguir explotando a nuestra clase.
Los revolucionarios debemos denunciar y desenmascarar la envoltura democrática del capital. No vamos a defender a Cristina, es una dirigente reaccionaria de un partido reaccionario, como el PJ. No vamos a tomar el argumento de proscripción y menos siendo revolucionarios, que sabemos lo que es ser proscriptos.
Les decimos a los trabajadores que debemos intervenir en esta crisis de los de arriba, que no pudieron dirimir sus disputas en el terreno electoral y deben utilizar a la justicia para saldar sus cuentas, peleando por nuestras reivindicaciones y luchando por destruir al Estado burgués y sus instituciones, que nos han negado hasta la más mínima reivindicación de salud, educación o por condiciones laborales.
Toda conciliación de clase con nuestros enemigos, llamando a defender a Cristina en nombre de los “derechos” democráticos y políticos, es una capitulación ante el régimen de los capitalistas, ya que siembra confusión en las filas obreras, embellece el progresismo y termina creando ilusiones en las instituciones de esta democracia para ricos.
Confiemos en nuestras fuerzas y seamos nosotros, con nuestros propios métodos y organización, los que mandemos al basurero de la historia a una clase parásita y sin futuro.
En su intento desesperado por retomar la iniciativa para mantener el liderazgo imperialista de Estados Unidos, Trump ensaya políticas agresivas. Sin embargo, no le está resultando fácil alinear sus fuerzas. Después del estrepitoso “viernes negro” de abril, luego del anuncio de aranceles a las importaciones (que luego tuvo que relajar en negociaciones por separado), la economía sigue en problemas. La pelea con Elon Musk por el paquete fiscal es muestra de esto y las acusaciones cruzadas en su ruptura de relaciones ha dejado al desnudo lo descompuesto que está el sistema institucional y político yanki.
Como si no tuviera ya demasiados frentes abiertos, Trump sigue adelante en su campaña contra los trabajadores migrantes, en busca de una base social que vuelva a creer en el sueño americano de la aristocracia obrera blanca del siglo pasado, capaz de hacer esfuerzos y hasta ir a la guerra “por la patria”. Es así que, desde el viernes 6 de junio, comenzaron una serie de detenciones y deportaciones, principalmente en Los Ángeles y otras localidades de California, por parte de la agencia estatal de migraciones (Immigration and Customs Enforcement, ICE). Ese viernes se dio el violento arresto del dirigente sindical David Huerta, del California Service Employees International Union (SEIU), en Los Ángeles, por defender a trabajadores indocumentados. Pasó el fin de semana en el hospital y se lo acusa del delito de conspiración para la obstrucción del accionar policial. Todo el fin de semana vimos imágenes de Los Ángeles en llamas. Es necesario que los trabajadores a nivel internacional nos solidaricemos y nos manifestemos en apoyo y por la libertad de los detenidos en estas manifestaciones.
En los diarios norteamericanos aparecieron referencias a los levantamientos de 1992, cuando el gobierno de George H.W. Bush envió a la Guardia Nacional a reprimir las manifestaciones luego de que se exonerara a los oficiales responsables por el caso del taxista negro Rodney King. Sin embargo, la situación es diferente. Entonces, la violencia atravesó a la ciudad de modo caótico; ahora, los enfrentamientos no son entre vecinos, sino contra las fuerzas del Estado.
Las escaramuzas entre Trump y el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, ha tomado dimensiones mediáticas. Por un lado, Trump reclama que liberará California de la invasión de inmigrantes (que hoy son el 32% de la población de ese estado), mientras que por el otro Newsom y los demócratas apelan a la Constitución y a alguna salida institucional a la crisis social. Ante esto hemos de ser claros: la única salida progresiva es la de la clase obrera dirigiendo al conjunto de los oprimidos, con total independencia de clase y levantando un programa revolucionario y socialista.
Las contradicciones del sistema estallan puertas adentro
Estados Unidos expresa de forma visible la descomposición más general del sistema capitalista y sus formas de dominación, que entraron en crisis en el 2008 y se agudizaron con la pandemia. El imperialismo yanki no puede resolver su pérdida de liderazgo mundial con su política guerrerista y ahora comercial. Los analistas burgueses se comienzan a hacer de forma más insistente la pregunta si EE. UU. se encuentra ante las medidas del gobierno de Trump frente a un avance o a un extraordinario retroceso. Debe recurrir a un nacionalismo económico reaccionario para intentar recrear un crecimiento industrial que le permita eliminar competidores, centralmente europeos, para concentrarse en frenar el avance de China. Para eso debe no sólo rediscutir la exportación de capitales, sino la reindustrialización de su propio país y recuperar una base de aristocracia obrera garante de sus planes imperialistas. Este proyecto de Trump implica también conflictos domésticos, ya que este “barajar y dar de nuevo” también implicará luchas intestinas entre fracciones burguesas (industriales, tecnológicas) y procesos de lucha de clases. En la cabeza de Trump y sus asesores el plan es perfecto, en la realidad es delirante. Los procesos históricos y la lucha de clases no pasaron en vano y esta idea, que se quiso implementar en los orígenes de la creación del imperialismo norteamericano, fracasó y, hoy, en su decadencia es más complicado que triunfe.
Recuperemos las organizaciones obreras. Pongamos en pie el partido de la revolución mundial
La tarea de los revolucionarios es enfrentar al imperialismo, parando sus preparativos para la guerra y su intención de aplastar a las organizaciones obreras en sus territorios. La clase obrera debe enfrentar a la burguesía en cada país, para que no nos lleven detrás políticas de unidad nacional o de conciliación de clase. Es fundamental recuperar los sindicatos de manos de las burocracias sindicales, que nos llevan detrás de los intereses de la clase enemiga. La clase obrera norteamericana tiene la tarea de romper con sus direcciones conciliadoras vinculadas al imperialista Partido Demócrata, para frenar los ataques a los trabajadores en ese país y en todo el mundo. Con sindicatos recuperados, con independencia de clase, podemos avanzar en organizar la autodefensa obrera contra las fuerzas de seguridad. En el avance de la organización de la vanguardia obrera en Estados Unidos, además, se plantean las tareas de imponer la huelga general contra la represión y los ataques de Trump y la solidaridad internacionalista con los pueblos que están siendo víctimas de las políticas de EE.UU. en todo el mundo, principalmente, frenar la maquinaria bélica y parar el genocidio en Gaza. Las oleadas de inmigración hacia EEUU, sobre todo de trabajadores de América Latina y el Caribe, son el resultado de más de un siglo y medio de expoliación imperialista y del fracaso de los proyectos nacionalistas de las burguesías semicoloniales; derrotemos al imperialismo, por los Estados Unidos Socialistas de América como forma estatal de la dictadura del proletariado.
La necesidad de desarrollar una vanguardia internacional debe partir de reconstruir una dirección revolucionaria internacional que es la IV reconstruida, que, mediante un programa transicional y la formación de partidos revolucionarios, logre hacer consciente los procesos espontáneos de masas para que luchen en enfrentar al capitalismo en base a una salida revolucionaria.
El jueves 12 de junio, sindicatos, seccionales y comisiones internas recuperadas, junto a delegados, agrupaciones sindicales opositoras, agrupaciones estudiantiles, de jubilados y corrientes políticas de izquierda, llamamos a un plenario provincial de trabajadores en la sede del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba.
La iniciativa se viene forjando a partir de las experiencias de lucha de los últimos años, como la de los docentes provinciales que recuperaron la delegación Capital de UEPC, los Químicos y Petroquímicos de Rio Tercero que enfrentaron sucesivas embestidas patronales y ATE CONICET, junta interna puesta en pie el año pasado al calor del enfrentamiento a la ofensiva del gobierno nacional contra los trabajadores de ciencia y técnica. A estos procesos, se suman un gran número de sectores de trabajadores que irrumpieron en la situación provincial en los últimos meses con conflictos por salario y contra los despidos: judiciales, trabajadores de los hospitales, de EPEC, metalúrgicos, universitarios, jubilados, entre otros. Son parte de un proceso provincial a partir de la crisis y el ajuste del gobierno de Llaryora que se entrelaza con las luchas que recorren todo el país, desde los docentes de Misiones y Catamarca hasta los metalúrgicos de Tierra del Fuego, pasando por la tenaz lucha de los trabajadores del Garrahan.
Estas luchas se dan en el marco de la debacle del gobierno libertario, que debió ceder las riendas del gobierno al FMI a partir de un nuevo acuerdo de sumisión semicolonial. Los dólares del FMI sólo compran tiempo para Milei, sus aliados y sus cómplices en las gobernaciones, en el congreso y también en la conducción de los sindicatos. El deterioro de las condiciones de trabajo y de vida de nuestra clase empuja a franjas cada vez más grandes de trabajadores a salir a la lucha para dar respuesta, a pesar de la entrega de la burocracia sindical de la CGT y las CTAs.
Ante esta situación, es tarea de las organizaciones obreras combativas agrupar a todos los luchadores y sectores opositores para orientarnos en la necesidad de recuperar nuestros sindicatos de manos de la burocracia, sin cuyo sostén no podría explicarse la supervivencia de la nueva casta de Milei en el poder. Los que declaman que “no hay clima para un paro nacional” (Daer) y festejan que la justicia evite que el gobierno meta un decretazo antihuelga mientras negocian por abajo la reforma laboral, son los enemigos en nuestras propias filas que vienen traicionando lucha tras lucha; llamando de vez en cuando a paros aislados que no garantizan en las fábricas y lugares de trabajo, acatando las trampas del Estado como las conciliaciones obligatorias y, como gran orientación, pretendiendo llevar el malestar social a una mal entendida “lucha política” que no es más que hacerle campaña a los candidatos del peronismo para intentar recomponerlo de su crisis. El gobierno de LLA se ha mostrado como una verdadera dictadura policial contra nuestra clase para defender los intereses del empresariado, sobre todo de su ala más ligada al imperialismo yanqui, y en una semicolonia como Argentina, necesita los servicios de la burocracia sindical para desorganizar las fuerzas de la clase obrera.
Es necesario combatir a la burocracia sindical, sin dejarnos arrastrar por los discursos de una unidad antimilei sin principios con sectores patronales como las Pymes, los “industriales nacionales” y el peronismo/kirchnerismo en debacle. Las políticas orientadas a desarrollar la mera espontaneidad de los movimientos son incapaces de superar este enorme escollo, ni hablar de quienes proponen la movilización con el único objetivo de exigir y presionar a la CGT para que salga “a luchar”. En la vereda opuesta, la línea de las autoconvocatorias en el sentido de dar la espalda a las organizaciones que la clase obrera ha puesto en pie durante más de un siglo de historia sólo pueden conducir a la impotencia y a la frustración.
Desde la COR, hacemos un llamado a las organizaciones obreras recuperadas y a las corrientes revolucionarias a desarrollar una discusión programática, que debe tener arraigo en las fábricas y los lugares de trabajo, con el objetivo de agrupar a la vanguardia en una oposición sindical revolucionaria con libertad de tendencias que se proponga recuperar los sindicatos. La crisis internacional, la escalada guerrerista del imperialismo, el genocidio a la luz del día que comete Israel en Gaza, el posicionamiento antiobrero y proimperialista de Milei, el ataque en toda la línea desatado por las patronales, muestran la urgencia de este llamado. No existen atajos, son ellos o nosotros. El plenario provincial de trabajadores de Córdoba puede convertirse en una instancia inicial para abrir y desarrollar esta tarea.
Para construir una oposición capaz de enfrentar a la burocracia es necesario organizarse en los lugares de trabajo. Es allí donde podemos golpear donde más duele a los capitalistas, en la producción, o desorganizar la maquinaria estatal en el caso de los estatales. Es desde allí donde podemos organizarnos para ganar las calles. Por eso es clave introducir este debate programático y de dirección en las estructuras: que los plenarios sean de delegados con mandato de base, lo que además nos dará la posibilidad de pasar a acciones decididas y no sólo en los márgenes de lo que permite la legalidad de los estatutos y la ley de asociaciones sindicales. Las mociones tienen que votarse por mayoría y minoría: la democracia obrera es la que posibilita la verdadera unidad de la clase obrera en combate.
Los mecanismo que atan las organizaciones obreras al Estado burgués han quedado al desnudo en los últimos meses por la propia experiencia de las luchas: paritarias no homologadas, conciliaciones obligatorias para frenar, o intentar frenar los paros (UOM, UTA, Garrahan), protocolos antipiquetes y antimarchas (el de Bullrich y los que meten los diferentes gobernadores como ahora quiere hacer el peronista Llaryora), intentos de restringir las huelgas, imposición de los estatutos sindicales de la burocracia para ilegalizar medidas de fuerzas o imponer acuerdos a la baja como en el caso de la propia UEPC con su repudiada asamblea de delegados departamentales. Por eso proponemos como moción: Abajo la ley de asociaciones sindicales. Rechazo a los mecanismos de conciliación obligatoria, fuera las manos del gobierno de las negociaciones paritarias. Contra los estatutos de la burocracia, ¡paro y plan de lucha! Para enfrentar los protocolos represivos y las leyes antihuelga, ¡organizar la autodefensa de los trabajadores!
Las patronales lloran, dicen que están en crisis, que por eso abren los programas de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, los PPC, y avanzan en suspensiones y despidos. Abramos los libros contables, para conocer la magnitud de esa supuesta crisis empresaria y en todo caso para que sometamos al balance histórico la inviabilidad de un sistema basado en todo tipo de maniobras financieras y más en general en la apropiación privada del trabajo ajeno. El control obrero de la producción es otro aspecto fundamental a desarrollar para combatir el ataque patronal, controlando los ritmos de trabajo y las imposiciones despóticas de las empresas.
Las patronales, envalentonadas por la política del gobierno, pretenden descargar la crisis sobre nuestras espaldas a partir de una reforma laboral de echo que quieren convertir en ley. Mientras, arrecian los despidos, el trabajo fuera de convenio y las ofensivas para flexibilizar los turnos y las condiciones de trabajo. Es el caso de FATE, que impuso los turnos americanos, siguiendo el ejemplo de las automotrices (VW, Toyota) y de tantas otras patronales industriales. A su turno, los sistemas de premios y presentismo, aplicados tanto en el sector público como en el privado, son utilizados para dividir nuestras filas, quebrar la negociación colectiva y atacar el salario. Frente a esta intentona, debemos ponernos en pie de guerra para imponer las escalas móviles de horas de trabajo y salarios, que no sólo permitirían enfrentar los despidos y la desocupación (junto con escuelas de oficios organizadas por los sindicatos), sino que plantean la transición al sistema de trabajo de una sociedad socialista, donde la producción se organice sobre nuevas bases sociales. Ante los despidos, tenemos que tomar las fábricas y las reparticiones estatales, siguiendo el ejemplo de los metalúrgicos de autopartes Crucianelli.
Las medidas de ajuste de Milei y el FMI golpean duro a ramas enteras de la economía, principalmente de la industria. Esto da aire a las viejas recetas que plantean defender la “industria nacional”, consigna que hermana a la UIA y a la CGT. Es decir, nos llaman, como la burocracia de la UOM, a bloquear los puertos para cerrar las importaciones para defender a nuestras propias patronales. ¡Total independencia de la clase obrera frente a la burguesía y sus agentes! Nuestros verdaderos aliados son los trabajadores de Brasil, del resto del continente y de todo el mundo, con quienes estamos llamados a enfrentar al imperialismo y en general a este sistema putrefacto.
Convocamos a los delegados y activistas combativos de la industria, los servicios y estatales de Córdoba a participar del plenario provincial de trabajadores del 12 de junio con esta perspectiva. También llamamos a las corrientes de la izquierda y a los sectores opositores y combativos de la clase obrera de todo el país a tomar el ejemplo de Córdoba y poner en pie plenarios provinciales donde nos organicemos para tirar abajo a la burocracia sindical, romper la tregua y enfrentar el plan antiobrero de Milei y el FMI armados con un programa obrero de salida a la crisis.
El gobierno está dispuesto a tomar como caso testigo la lucha del Garrahan y los trabajadores están dispuestos a enfrentar a este gobierno y su política de ajuste.
Éste comenzó como un conflicto salarial pero ya se ha convertido en un conflicto político, en el que está en juego la salud. La disyuntiva es si es para pocos o se pone al servicio de las grandes mayorías bajo la dirección de los trabajadores, que son los únicos que no buscan ganancias a costa de la superexplotación.
Por eso, para que triunfe el Garrahan debemos rodearlo de solidaridad activa, realizando asambleas en los lugares de trabajo y votando mociones de paro general para que gane el Garrahan. Que las agrupaciones combativas de docentes, no docentes y estudiantes en todo el sistema educativo impulsen asamblea para tomar los edificios en solidaridad con el con la lucha Garrahan y por el triunfo de sus demandas. Hay que imponer un paro general, mostrando que hay “clima” para esta medida. Paremos por el triunfo de los conflictos en curso, como el de Tierra del Fuego y mostremos que con los métodos de la clase obrera vamos a barrer a la podrida burocracia y enfrentar al FMI y su súbdito Milei.
Hoy el hospital se encuentra paralizado y han irrumpido los sectores más explotados como enfermería, franqueros y otros, que muestran el potencial que tienen para desorganizar los planes del Consejo Administrativo y del gobierno. Muestran que los trabajadores nos podemos organizar y luchar para tirar abajo este Consejo y que sean los trabajadores que dirijan el hospital bajo control obrero.
La lucha del Garrahan contra los ataques del gobierno debe triunfar. Estos ataques expresan una enorme desesperación y debilidad ante la fortaleza de los trabajadores, por eso debió apelar a la conciliación obligatoria, a aprietes, amagues de despidos y descuentos, a la ayuda de la burocracia de UPCN y SUTECBA. Pero a pesar de eso el conflicto goza de buena salud. Apoyemos a los residentes para vencer las amenazas de despidos y que se sumen a la lucha nuevamente en unidad.
Debemos confiar en nuestras propias fuerzas, contra los que nos quieren llevar a la conciliación de clase y diluir la fuerza de nuestra clase en una difusa opinión pública. Ellos suelen decirles a los obreros que “ustedes son fuertes cuando encuentran simpatía en la sociedad”, los que luchamos por la independencia de clase del Estado y sus instituciones les decimos “ustedes encuentran simpatías en la sociedad cuando son fuertes”.
Por el triunfo del Garrahan.
Aumento salarial ya. Canasta básica $ 2.500.000, como plantean los trabajadores del transporte, indexado a la inflación.
Abajo el Consejo de Administración. Por el control obrero del hospital.
Por el pase a planta de todos los contratados.
Por un paro general escalonado de 24, 48, 72hrs hasta que impongamos nuestras demandas salariales y de condiciones de trabajo.
Exigimos un régimen por insalubridad con licencias por estrés de 15 días hábiles, con reducción de la jornada laboral sin afectar el salario. Reducción de los requisitos jubilatorio.
Por un plenario de la salud con mandato de base con delegados votados en asamblea. Para preparar e imponer un paro general de la salud.
Echemos a la burocracia y recuperemos los sindicatos para poner en pie un sindicato único y un convenio único de salud.
Los trabajadores del hospital Garrahan vuelven a estar en el centro de atención, en lucha contra la debacle de los salarios y las condiciones laborales. Se suman a una tendencia que se está desarrollando a nivel nacional de ir a una puja por mejorar los salarios ante el ajuste, la inflación y la caída del poder adquisitivo de los que aún tienen trabajo. El gobierno está atacando la salud y las prestaciones de ayuda social, como la que se brinda por discapacidad, entre otras, en la necesidad de cumplir con las metas del FMI. Esto va en el sentido de su política de subordinación al imperialismo yanqui, emulando a Trump en la salida de la OMS.
Siguiendo a rajatabla las órdenes del gobierno y sus amos, el Consejo de Administración del Garrahan lleva adelante este ajuste, ejecutando un plan de desguace del hospital para prepararlo para arancelar y privatizar más sectores. Así, segmentan a los pacientes que se van a atender, lo que en criollo significa que se priorizará al que tenga plata y el que no, se verá.
Ante este escenario, se viene desarrollando una resistencia entre los trabajadores de distintas áreas, que el año pasado realizaron 10 paros. Este año el proceso de lucha fue reforzado por los residentes, que votaron parar por tiempo indeterminado, situación que hizo saltar la bronca que se venía acumulando. Al Consejo de Administración, que venía ninguneando el conflicto, se le desmadró el control del hospital, por eso tuvo que recurrir a la coacción estatal mediante la conciliación obligatoria para desactivar el paro votado para el 29 de mayo en una asamblea conjunta con los residentes, acompañado de una movilización al Ministerio de Salud. También apelaron a las fuerzas de seguridad, que en la última marcha provocaban constantemente en un intento por impedir que se realizara la acción. Tenemos que discutir cómo nos organizamos para enfrentar el ataque represivo del gobierno y los directivos.
La Junta Interna y la Asociación de Profesionales llamaron a una asamblea a las 8.30 horas del día 29, a horas de comenzado el paro votado, que ya era contundente, para discutir si se aceptaba o se rechazaba la conciliación. Reivindicamos el método de discutir de cara a los trabajadores si se acata o no una conciliación, cosa que jamás hace la burocracia. En lo que no podemos coincidir es en la línea política que llevaron a esa asamblea los convocantes, ya que plantearon que se debía acatar la conciliación y poner condiciones. A instancias de algunos médicos, que no querían seguir con el paro, se mocionó que no hubiera lista de oradores y ganó esa moción. La asamblea votó por muy poco margen acatar la conciliación. Los residentes no pudieron votar en esa instancia y, en una asamblea de ellos, votaron continuar con el paro y marchar al Ministerio de Salud.
El argumento que se esgrimió para promover el acatamiento a la conciliación fue que se debía “mantener la unidad del movimiento”. Pero se levantaba el paro y se dejaba solo a los residentes que sostuvieron la medida. ¿La unidad con quién era? A nuestro entender se priorizó una unidad con el ala más conservadora y no se dio una línea clara para los sectores que estaban impulsando efectivamente la huelga.
Consideramos que se debía mantener el paro y mocionar en la asamblea que se exigiera al Consejo Administrativo que presente una oferta salarial y una fecha de reunión. Esto acompañado de la votación de delegados paritarios para esa reunión, donde estén representados los distintos sectores del hospital. Además, es fundamental plantear la unidad con todos los hospitales en lucha, como el Posadas y el Bonaparte, para impulsar un plenario de delegados con mandatos de todos los trabajadores de la salud.
Es obvio que el Consejo utilizará este tiempo de conciliación para dividir y aumentar el amedrentamiento. Ya se está difundiendo en algunos medios que ofrecen un “plus por productividad”, para destruir aún mas el salario y profundizar la superexplotación.
Igualmente, la masiva asamblea, el paro contundente (hasta que se levantó) y la marcha del mediodía muestran que fuerzas para enfrentar el ataque hay.
Este año se cumplen 20 años de la histórica huelga del 2005. Ese recuerdo debe estar fresco en las cabezas de los directivos, que siguen aplicando un brutal desmantelamiento del hospital mientras sigue creciendo la resistencia. Esto se vio con el enorme acatamiento al último paro general del 10 de abril, así como los 10 paros del año pasado. Ese fantasma de la lucha sigue rondando por los pasillos y no va a ser fácil imponer el plan del directorio. Tenemos que echar al Consejo de Administración y poner la administración del Garrahan bajo control obrero. No puede ser que sigan queriendo imponer un plan de productividad, sin pasar a planta a los contratados, cerrando residencias, como la de Trabajo Social, o hacer trabajar en pésimas condiciones a las docentes del jardín, para poner algunos ejemplos. No necesitamos de los directivos ni de los jefes, que abran los libros contables para saber cuánta plata recauda y recibe el Hospital, y quizás podremos desentrañar los negociados de estos personajes.
Los trabajadores de Tierra del Fuego vienen protagonizando en las últimas semanas una lucha ejemplar, con paro y movilizaciones, contra la amenaza de cierres de fábricas y pérdida de las fuentes de trabajo. Esta amenaza parte de la medida del gobierno nacional de sacar la “promoción industrial” a lo que se produce y ensambla en la provincia. Milei anunció la baja de los aranceles a las importaciones electrónicas hasta llevarlos a 0 a partir de enero del 2026, para que compitan directamente con las mercancías producidas en esa provincia. Como siempre, las patronales apelan a la fuerza de los trabajadores para defender sus intereses ante otras fracciones burguesas competidoras, pero en realidad ya tienen garantizados sus negocios a partir del acuerdo de que puedan convertirse en importadoras con entrega “puerta a puerta”. Con lo cual, los únicos que pierden son los obreros. Por parte de Milei, esta medida manifiesta una exigencia que le hicieron el FMI y el imperialismo de liberar la zona austral, cerrando plantas fabriles y empujando al éxodo masivo, para colocar bases militares en un lugar estratégico en medio de un avance de la política guerrerista del imperialismo. En una entrevista, el ministro Sturzenegger fue consultado por el futuro de la población, en su mayoría ocupada en las fábricas que hoy peligran, y, con su cinismo característico, declaró que Tierra del Fuego se podría reconvertir en un polo turístico y construir allí un gran parque de diversiones.
Por eso este conflicto enfrenta a la clase obrera no sólo a pelear por sus fuentes de trabajo y por su subsistencia, sino a encarar una lucha contra el imperialismo y sus subsidiarios burgueses nacionales. Los trabajadores de las principales plantas, encuadrados en el sindicato metalúrgico, hicieron medidas tan contundentes que obligaron a la burocracia de la UOM a firmar un acuerdo con el gobierno nacional, provincial y los empresarios (entre ellos los amigos de Toto Caputo y hasta su primo, dueño de una de las principales empresas de esa provincia). Por supuesto, esto fue acordado a espaldas de los trabajadores, que repudiaron el accionar de la burocracia y siguen en pie de lucha. Es que este acuerdo es lisa y llanamente una forma de ganar tiempo y descomprimir para que la pelea no se radicalice, ya que se firmó una paz social hasta el 31 de diciembre del 2025. Es decir, que las empresas van a acumular stock hasta esa fecha y después quedan librados a su suerte los trabajadores y sus familias.
Ante este escenario, que pone en juego el futuro del conjunto de la población del Tierra del Fuego, es central que los trabajadores organizados en comités de fábrica ocupen las plantas instaladas en la provincia para imponer un paro nacional a la UOM y planteen la necesidad de que sean ellos mismos, con total independencia de clase, los que dirijan la provincia. A la base de este conflicto hay una disputa de poder en el territorio provincial, lo que plantea como tarea principal tirar el gobierno de Melella, desorganizar a la burguesía en el territorio provincial y organizar al proletariado tomando una tarea de dirección que encare una transición revolucionaria hacia la destrucción del Estado burgués y la instauración de un Estado obrero. En esa esa transición, hay que plantear un gobierno obrero provisional, que expropie a las grandes empresas, con control obrero de las fábricas y de los puertos, que eche al imperialismo, desmantele las bases militares y constituya milicias obreras para enfrentar a las fuerzas burguesas e imperialistas. Planteamos que esta consigna apunta a armar una trinchera obrera que abra una situación revolucionaria en el país. Es una tarea inmensa, pero podría abrir una tendencia en el interior de nuestra clase hacia tomar la resolución de nuestro destino en nuestras manos y avanzar en desarrollar una vanguardia que construya un partido revolucionario con un programa transicional e internacionalista. Este programa apunta a desarrollar la injerencia del Estado obrero en la sociedad capitalista, es decir, el poder estatal del proletariado en la transición a la destrucción del Estado burgués.
Ninguna mesa de diálogo en la que se sientan sólo nuestros enemigos y sus agentes en nuestras filas va a solucionar los problemas de fondo que plantea el conflicto. Menos aún con un gobierno que busca alinearse más abiertamente con el imperialismo y propiciar su mayor penetración en el país para profundizar la dictadura del capital por medio de una dictadura policial. Tenemos que desplegar las herramientas programáticas de los revolucionarios para que no nos vendan espejitos de colores con las falsas ilusiones de industrialización en clave nacional, como plantean algunos, o de reconversión de las fábricas bajo la dirección de un semi Estado burgués en franca descomposición. Esto nos lleva de cabeza a una política de conciliación de clases, o sea, reaccionaria, ya que asigna a los trabajadores un rol subordinado debajo de un ala burguesa o pequeñoburguesa. La única salida progresiva a esta situación es por la vía revolucionaria, bajo una dirección obrera y un programa socialista.
Debemos rodear de solidaridad activa a la lucha de los trabajadores de Tierra del Fuego, realizando asambleas, mocionando un paro general para tirar a Milei y preparar las condiciones para una salida obrera y socialista.
Salario, presupuesto y derecho de huelga
LOS ATAQUES DE MILEI A LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN
"Más pobre que maestra/o de escuela"
Este dicho es tan antiguo como cierto, ya que el salario docente históricamente fue bajo con relación a otros sectores de laburantes especializados. Sin embargo ante cada crisis económica y ante cada ofensiva de los sucesivos gobiernos patronales, el deterioro de profundiza. La frase "no sé aguanta más" atraviesa las conversaciones cotidianas en las escuelas. No hay forma de disfrazar la realidad: NINGÚN DOCENTE DE LA ARGENTINA ALCANZA LA CANASTA FAMILIAR EN UN CARGO.
Pero además provincia por provincia se pueden registrar ataques a las conquistas y empeoramiento de las condiciones de trabajo. Desde presentismos, cierre de cursos, sobrecarga y flexibilización laboral, hasta recortes al derecho de huelga y cambios en las condiciones para jubilarse. Todos estos cachetazos, y avances de los gobiernos de las provincias, se suman al recorte presupuestario del gobierno nacional, la quita del FONID y la conectividad, el desmantelamiento de programas nacionales, y la falta de presupuesto para mantenimiento y mejora de las escuelas.
CTERA y el largo trecho entre repudiar enérgicamente y luchar contra la ofensiva del gobierno
Cada nueva embestida del gobierno nacional, la celeste-violeta que conduce la CTERA emite comunicados de repudio, cada tanto agrega "enérgicamente". También cada tanto, en general en el marco de las acciones de las CTA's, convoca a “Jornadas de Lucha” que se presentan como un abanico de acciones que no incluyen ni el paro nacional, ni forman parte de un plan de lucha progresivo que abra el camino para devolver con fuerza todos y cada uno de esos cachetazos.
Hoy, se repite el escenario. Queriendo mostrar fortaleza tras los últimos resultados electorales, Milei firmó dos nuevos decretos:
✓El retiro de la representación del gobierno nacional de la mesa paritaria nacional. La misma será entre el Consejo Federal de Educación y los sindicatos. Pero, el gobierno se reserva el poder de NO CONVALIDAR los acuerdos a los que se arribe.
✓La ampliación de la definición de servicios esenciales, a muchas actividades, atacando EL DERECHO DE HUELGA.
Una vez más, “la energía” de la burocracia sindical, no alcanza para lo que en las escuelas tras las noticias de ayer, resultaba una obviedad: transformar la JORNADA DE LUCHA del 22 de Mayo, que además empalma con el paro de los docentes universitarios, y un paro nacional de ATE, EN UN PARO NACIONAL DE LA DOCENCIA.
¡No les dio ni un poco de vergüenza, a la conducción de SUTEBA, publicar y difundir aclaraciones de que no es paro!
DONDE SÍ HUBO PARO, FUE EL 20/5 EN PCIA DE BS AS. Y no gracias a Baradel
Tal es el compromiso con el gobernador, de la burocracia celeste, que en la última paritaria se rompió el FGDB. La oferta del 6% para Mayo y 4% para Julio, que significan para el cargo testigo no más de $60mil para cobrar en Agosto, fue recepcionada y difundida, generando mucha bronca en la base docente. Las asambleas de SUTEBA hace tiempo que son muy poco concurridas, esta vez además de ser minoritarias, no reflejaron para nada el ambiente de las escuelas. Y el anuncio de la aceptación "masiva" caldeó los ánimos. La dirección de la FEB registró en su Congreso la situación, y los delegados impusieron el rechazo y la convocatoria al paro. Se sumaron las seccionales multicolor a la convocatoria. Y con el paro instalado en las escuelas, Kicillof de dedicó a probar todas las presiones patronales conocidas: amenaza de descuento y conciliación obligatoria. Mientras la celeste-violeta de SUTEBA hizo oficialmente silencio de radio, la discusión off de récord, de un paro dominguero funcional a la derecha que quiso plantar la burocracia, quedó burlada por la base docente que es cada vez más pobre, y está cada vez más sobrecargada de trabajo. La adhesión fue masiva, en algunos lugares llegó a más del 90%.
Las elecciones legislativas, dan cuenta por el bajo porcentaje de asistencia, que un importante sector de la población no tiene expectativas en que los resultados vayan a traer alguna modificación favorable a los trabajadores.
La burocracia no convence a nadie que con Kicillof hay futuro. El parazo de las escuelas el 20 de Mayo fue una respuesta contundente, que con Kicillof no llegas a fin de mes.
Baradel y Alesso nos quieren atar al tren fantasma de un peronismo descarrilado, que no sólo no le sirve a los trabajadores para pagarle el carro a Milei, sino que dónde gobierna aplica políticas de ajuste.
PARA DERROTAR EL AJUSTE DE MILEI Y EL FMI, HAY QUE IMPONER UN PLAN DE LUCHA EN SERIO
El 2025 es un año de elecciones de medio tiempo, pero la crisis económica y los compromisos del gobierno con el FMI y las grandes patronales, no esperan. A boca de jarro el presidente se jacta de que su plan motosierra no sólo sigue en marcha, sino que profundizará el ajuste y la ofensiva antiobrera.
Toda la burocracia sindical responde a sus ataques, con medidas de fuerza que pueda controlar, más para descomprimir la bronca que para de verdad, asestar un buen golpe con el puño de los métodos de la clase trabajadora.
Sin embargo, no siempre le sale bien. La oposición en la UTA que hizo activo el paro de transporte. Los docentes bonaerenses que protagonizaron un parazo el 20/5. Los trabajadores del Garrahan que impulsan la lucha. Los obreros de la UOM de Tierra del Fuego que están de paro en defensa de su fuente de trabajo. Y así, muchos conflictos que la burocracia sindical se encarga de dividir y aislar.
Las/os trabajadores necesitamos imponer la forma y el programa de lucha. Necesitamos disputar la dirección de los conflictos a la burocracia. Para eso hay que desarrollar más oposiciones antiburocráticas en los sindicatos, que impulsen mecanismos de participación y decisión al servicio de desarrollar la resistencia al plan motosierra y de ajuste, de los gobiernos y las patronales; que pongan a discusión la necesidad de conquistar la independencia política de la clase trabajadora, al revés de la orientación de la podrida burocracia sindical, que nos quieren de furgón de cola de proyectos políticos patronales.
Está tarea del conjunto de la clase trabajadora, también es la tarea que tenemos que impulsar las/os delegadas/os, activistas y agrupaciones docentes, que damos pelea a las maniobras de la burocracia sindical de CTERA y sus sindicatos de base.
Para esto, es imprescindible que los sectores de la oposición que conducen seccionales, o sindicatos,y que empezaron a coordinar algunas acciones y declaraciones comunes, tomen la tarea de poner en marcha una oposición que sea una alternativa para disputar la dirección. Es decir que desde esos puestos de lucha arrancados a la burocracia sindical, se abra el camino para que se expresen las tendencias más progresivas y antiburocráticas que da esa a situación, en plenarios de delegadas/os que organicen esas tendencias de la lucha de clases. La burocracia sindical está jugada a hacerle el aguante al peronismo, porque son el peronismo. Por eso hay que impulsar a fondo las iniciativas que fortalezcan la orientación de superar esa dirección burocrática, con un programa de independencia de clase.
MARINA
docente bonaerense
de la COR y miembro de Nueva Letra
22/5/2025
Las elecciones de decanatos en la UNC dejaron bien parado a Boretto que consolidó su bloque con 8 facultades oficialistas (Médicas, Exactas, Económicas, Derecho, Odontología, Agronomía, Arquitectura y Lenguas) y se allana el camino para su reelección como rector el año que viene. La novedad fue en Derecho, donde logró desplazar a la fuerza de Yanzi Ferreira (hombre del PJ cordobés) que dirige hace años la facultad y su brazo estudiantil de la Franja Morada retuvo el centro de estudiantes por pocos votos. El otro cambio se dio en Filo, donde la lista de Dezutto perdió a manos de una lista más “dialoguista” apoyada por la agrupación estudiantil del llaryorismo. La oposición a Boretto queda con 6 facultades (Filo, Famaf, Sociales, Comunicación, Químicas y Artes) y resta definirse Psicología, que irá a balotaje entre la lista del actual decano bancado por Boretto y la Franja Morada, y la candidata de SUR.
En los estudiantes se vio como les sirve a las corrientes pro-patronales que dirigen nuestras organizaciones, mezclar las elecciones gremiales con las de régimen para tributarle votos a las autoridades y conseguir lugares en el régimen. Franja Morada mantuvo sus 6 consiliarios del Superior y los centro que ya dirige, la novedad fue el crecimiento del armado estudiantil del Llaryorismo: Sean Eternos - Otras voces que aumentaron sus consejeros en varios decanatos y quedaron muy cerca para centro de estudiantes en Filo y en Derecho. En Artes cambió la conducción del centro de estudiantes de SUR a Dos Puntos-La Bisagra (agrupación K), aunque ambas agrupaciones van en el mismo frente para consiliarios del superior y co-dirigen la FUC.
La izquierda, que dividió su frente por diferencias de cargos pero no de programa, no cosechó nada muy relevante. Su campaña sembró confianza en que podemos enfrentar el ajuste ganando “voces” en los consejos directivos del podrido régimen universitario, levantaron un programa reformista- estudiantilista en un momento donde la crisis se acelera a pasos agigantados y exige de los revolucionarios y los sectores combativos que pasemos a la ofensiva.
Desde la COR presentamos lista para centro de estudiantes de Filo (CEFFyH), entendiendo que venimos de una importante lucha universitaria el año pasado, donde un sector del activismo realizó una rica experiencia en el enfrentamiento al gobierno que necesitamos retomar. Realizamos nuestra campaña discutiendo la crisis internacional y como está golpeando en nuestra región. En nuestro país el FMI está dictando toda la política y Milei la aplica avanzando en las reformas laboral, educativa, jubilatoria, etc. para descargar las consecuencias de su descomposición sobre los trabajadores y la juventud.
Planteamos cómo en la universidad son las autoridades de todos los colores las que aplican el plan motosierra, profundizando la precarización, garantizando el congelamiento salarial y empeorando las condiciones de trabajo. Al mismo tiempo que están vendiendo la universidad al mejor postor, Boretto ya ha firmado junto con el CIN profundizar los sistemas de crédito avalados por la CONEAU, acortando las carreras de grado para vender más cursos y posgrados y convirtiendo a la universidad en una tercerizada de las empresas a las que les vende bienes y servicios y les facilita mano de obra con su sistema de pasantías. Esa es la educación pública que nos llaman a defender.
Sacamos un balance positivo de nuestra intervención que nos permitió conseguir 23 votos (1,4%) y discutir ampliamente con el activismo la necesidad de recuperar nuestras organizaciones para dar la pelea que está planteada junto a los trabajadores y desarrollar posiciones antiimperialistas. También logramos superar a una corriente como el MST-La Marea que nos llama a “meternos en el barro de la política” haciendo acuerdos con el Kirchnerismo, la burocracia y cuánto sector burgués aparezca, llevándonos a mezclar banderas en sus frentes “anti-Milei” con quienes aplican el ajuste.
Nuestros aliados están entre los trabajadores que están saliendo a la lucha como los judiciales, los docentes de media, los docente y no docentes universitarios, los trabajadores de la salud, los del transporte, etc. Pero estas luchas deben superar al enemigo en las propias filas que es la burocracia sindical, que nos aísla, nos hace luchar por separado y saca planes de lucha sin continuidad para descomprimir la bronca mientras acuerda con el gobierno la reforma laboral. En la universidad el plan de lucha descoordinado de ADIUC y la Gremial San Martín de esta semana pretende borrar la experiencia del año pasado, diciéndonos que debemos volver a acciones de visibilización y a confiar en el congreso peleando nuevamente por la ya vetada Ley de Financiamiento.
Necesitamos tomar la pelea en nuestras manos superando a estas direcciones, las listas opositoras y los delegados combativos docentes, no docentes y estudiantiles debemos llamar a plenarios nacionales de delegados mandatados de todas las universidades nacionales y la UBA para discutir un pliego de reivindicaciones y el plan de lucha para imponerlo que incluya las tomas de los edificios y los paros activos y preparar junto al resto de los sectores educativos en lucha un paro educativo nacional.
Desde la COR hacemos un llamado a las corrientes de izquierda que levantan la pelea por la independencia de clase de nuestras organizaciones, y a los trabajadores y estudiantes combativos a desarrollar oposiciones revolucionarias al interior de nuestras organizaciones que se jueguen a dirigir el conflicto en curso y recuperar los sindicatos, los centros de estudiantes y la FUC.
Este miércoles 28/05 a las 17:30 hs en el Pabellón Venezuela, convocamos a las y los estudiantes combativos de Filo y a las corrientes de izquierda que quieran participar a una reunión abierta para ampliar este balance y debatir cómo prepararnos para enfrentar el ataque en curso.
Más catástrofes “climáticas” siguen afectando importantes ciudades de Argentina. A las acuciantes condiciones de vida a las que los empresarios, el gobierno y el FMI están sometiendo al pueblo trabajador, se suman eventos climáticos que ponen al desnudo la peor cara del capitalismo. El temporal del fin de semana del 16 de mayo dejó un saldo -hasta ahora- de tres muertes y cientos de evacuados en Zárate y Campana, además de afectar zonas del conurbano bonaerense. Como ya venimos viendo, lo primero en ponerse en marcha es la solidaridad obrera desde las bases de los sindicatos, así como otras organizaciones sociales. El gobierno de la provincia de Buenos Aires sigue sin dar respuestas y el gobierno nacional sigue avanzando en su política de no enviar ayuda estatal, mientras siguen compitiendo para ver qué coalición electoral se presenta como mejor sirviente de los intereses capitalistas y el FMI.
La zona afectada en este caso es uno de los cordones industriales más importantes del país. En Campana, los vecinos han denunciado que la empresa Techint tapó la única desembocadura de toda la cuenca del Arroyo de la Cruz al río Paraná, provocando el desborde en caso de precipitaciones de la magnitud de la que vimos en este temporal. Como denunciamos ante la inundación en Bahía Blanca del pasado marzo, la anarquía capitalista, que es la antítesis de la planificación en función de las necesidades sociales, sólo se orienta a la búsqueda la ganancia capitalista y por eso debemos anteponerle organización obrera. Donde los empresarios del rubro bienes de consumo ven una oportunidad para aumentar sus alicaídas ventas a partir de la desgracia de miles que perdieron todo y hoy apelan a la solidaridad, la clase obrera debe responder con expropiación de las mercancías que se necesiten para los afectados, organización de la distribución de las mismas y ampliar las funciones de los sindicatos para dirigir la solidaridad obrera en función de un plan que supere la emergencia y se ponga en marcha para la reconstrucción de las zonas afectadas. Para esto, también hay que enfrentar a la burocracia sindical, que pretende que sólo hagamos “caridad” y no que organicemos la bronca de nuestra clase contra los responsables capitalistas de nuestras calamidades, y recuperar los sindicatos en función de los intereses de la clase obrera. Preparemos el control obrero de la producción como injerencia del Estado obrero en la sociedad capitalista hasta que logremos derribar este sistema e instaurar el gobierno obrero. ¡Abajo Milei! Los K y la burocracia sindical son cómplices. ¡Fuera el FMI y el imperialismo!
Elecciones en CABA
Las elecciones a legisladores del domingo 18/5 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le dieron el triunfo a la lista que impulsaba Milei encabezada por Adorni. Los violeta le ganaron a la lista de Santoro, que buscó despegarse de la “constelación familiar política” de su pasado, pero no le alcanzó para ganar, en un escenario de división del espacio “conservador”, lo que profundizó aún más la debacle electoral de los sellos peronistas. El gran perdedor de las elecciones fue el PRO, que fue derrotado en su bastión electoral por la lista del gobierno nacional, que como hicieron los K con Duhalde, quieren jubilar a sus aliados. El FIT-U, aunque intente hacer un balance positivo, desde el punto de vista electoral retrocedió, ya que perdió un legislador. Sus análisis son más para moralizar a sus militantes, que en gran parte están formados dentro de la lógica de ala izquierda del régimen burgués.
El dato distintivo de estas elecciones, que se venía dando en elecciones este año en otras provincias, fue el nivel de abstención. En el caso de Capital fue de casi el 50%, lo que es, como mínimo, un elemento de crisis política del régimen burgués en su conjunto. Debemos tomar nota de esta tendencia de cierta apatía del electorado, o como dicen algunos, de la desconexión de la política con la población, que puede ser expresión de cierta bronca. Obviamente, debemos ver en el tiempo si esto es una tendencia de oposición de conjunto al gobierno, a los mecanismos democráticos de dominación o una respuesta pasiva ante una situación que sigue sin modificar para bien (o empeorando) las condiciones de vida. Otro elemento que dejó esta elección para el análisis es que entre los que fueron a votar, una parte transfirió su voto del PRO a Milei, en gran parte como retribución a que todavía pueden aprovechar el dólar barato, y los sectores más empobrecidos volvieron a votar al peronismo, descontentos por la caída de sus condiciones de vida con este gobierno. Esto refleja una expresión distorsionada de la tendencia más general a una mayor desigualdad social que plantea el esquema de gobierno de Milei.
Todo este análisis, que es licito desarrollarlo para entender un escenario burgués y cómo se reacomodan las tendencias burguesas y pequeñoburguesas mediante sus mecanismos institucionales para dirimir las relaciones de fuerza dentro de un régimen político, es un elemento secundario y distorsionado a la hora de comprender de conjunto las tareas de los revolucionarios. Primero, porque en una elección burguesa, nuestra clase interviene de forma diluida en la figura de “ciudadano”, con una igualdad formal, para votar a quienes serán los representantes de nuestros patrones, que votarán las leyes para explotarnos aún más. Y segundo, y muy importante, nos quieren imponer la maldita idea de que las relaciones de fuerza se dirimen en las instituciones del régimen y se legitiman con el voto. Las relaciones de fuerza se dirimen en la producción. La lucha de clases es en definitiva la lucha por la plusvalía, por el excedente que nos expropia una clase parásita que no produce nada.
Es parte de la actividad de una organización revolucionaria utilizar la tribuna electoral y los parlamentos para ampliar la propaganda de nuestro programa y el desarrollo de la movilización extraparlamentaria para destruir la envoltura democrática de una forma de dominación, como lo es el Estado burgués. Pero es una tarea secundaria dentro la tarea transicional de destruir el Estado burgués y de enfrentar a los gobiernos de turno, en este caso contra Milei sus aliados y el FMI.
El gobierno de Milei intentará avanzar aun más con su ajuste, ante un escenario complejo tanto en la economía doméstica como en la situación mundial, apoyándose en los triunfos módicos en las elecciones para llevar adelante su idea de pintar de violeta todo el país. Tenemos que preparar nuestra respuesta en las calles y en los lugares de trabajo para expulsar a la burocracia sindical, recuperar lo que nos robaron de nuestro salario, contra los despidos y la precarización de las condiciones laborales. Hay que salir en defensa de los jubilados y de todas las luchas en curso para que triunfen, como la lucha de los trabajadores de UTA contra el acuerdo salarial que firmó la burocracia con la patronal. Son tareas inmediatas que nos plantean la necesidad de reagrupar a la vanguardia y el activismo, para no sólo enfrentar al gobierno sino también a las mediaciones que intenta imponer el alicaído PJ con sus frentes anti Milei detrás de la figura de Kicillof.
Por Tania, desde Misiones
El hipócrita, el “mandamás” y la contradicción flagrante
Lo que pasó con Ficha Limpia merecería estar en algún registro de casos insólitos: dos senadores, con cuyos votos la ley obtendría la sanción, se dieron vuelta a último momento e hicieron que el proyecto cayera por un voto. Los misioneros Arce y Rojas Decut pertenecen al espacio político comandado por Carlos Rovira, actual diputado provincial y fundador del Frente Renovador de la Concordia Social –comúnmente llamado Renovación–, cuyos diputados nacionales habían votado a favor de la ley en su primera escala en el Congreso.
Pero allí no termina el estupor. Según informa La Nación, ante su tropa, esto es, diputados y funcionarios que se reúnen habitualmente antes de la sesión en la Legislatura misionera, Rovira admitió que la orden de cambiar el voto provino del propio Javier Milei. El Presidente, en tanto, desautorizó la versión mostrando a una periodista que no tenía el contacto de Rovira en el celular.
La situación y las declaraciones posteriores constituirían un caso de “disonancia cognitiva” como les gusta decir a algunos psicólogos, si no fuera porque desde el principio el proyecto Ficha Limpia fue una absoluta farsa.
El dirigente del espacio político que lo impulsó (el PRO), Mauricio Macri, tomó un préstamo con el FMI en forma irregular y sostuvo acuerdos espúreos con Calcaterra, y acciones similares empañan a todos los demás partidos patronales que se dividieron entre el apoyo y el rechazo a la iniciativa: Lázaro Báez, bolsos de López, vacunatorio VIP, venta de candidaturas, $Libra, pañales del PAMI, Ninguno de los que estuvo en funciones de gobierno está a salvo, porque la corrupción es parte intrínseca de las jugadas realizadas por los capitalistas, entre las cuales participan como peones los administradores del Estado.
El PRO pretendió ganar iniciativa política con la presentación del proyecto, defendiendo supuestamente la honestidad y transparencia de cara a las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. El relato “anticasta” de La Libertad Avanza lo obligó a apoyar formalmente el proyecto, para hacerlo caer en el momento decisivo y así obtener una ventaja en un posible enfrentamiento con CFK. Algunos hablan incluso de un pacto con CFK, para dejar mal parado a Macri en esta coyuntura electoral, algo que surgió como versión ya desde el año pasado. La Renovación, por su parte, siguió fiel a su naturaleza camaleónica, que en esta etapa lo convirtió en el mejor aliado de los libertarios. Lo cierto es que nada de lo relatado tiene que ver con la honestidad y la transparencia: todo es rosca y especulación extrema.
Y mientras estas intrigas palaciegas se destapan y largan su característico olor a podrido, los trabajadores seguimos corriendo la coneja para llegar a fin de mes, haciendo malabares para pagar las deudas acumuladas (que a esta altura se han convertido en deudas para pagar otras deudas), buscando ingresos extras por fuera de la formalidad, mirando los números ficticios de la inflación sin poder comprender de dónde salen.
El hipócrita
Aunque quiera mostrar lo contrario, el discurso y la acción de Milei y La Libertad Avanza están llenas de hipocresía. El discurso “anticasta” se quedó en lo meramente declarativo. Sus acciones se orientaron a mantener todas las castas provinciales para ganar votaciones en el Congreso y poner en marcha el plan de ataque al nivel salarial, a las condiciones laborales y a la calidad de vida general de los trabajadores, junto con una mayor subordinación del país al imperialismo norteamericano y aliados. Este plan se ejecutó a través de un ajuste brutal a los trabajadores del Estado que no sólo sufrieron rebajas salariales históricas sino también despidos, y una reforma laboral que blanqueó todos los abusos que ya se cometían previamente. Los trabajadores privados no estuvieron exentos de las consecuencias de esta guerra contra la clase obrera, y el supuesto Estado que no debía intervenir, intervino cada vez que pudo para impedir la recomposición del salario (al no homologar las paritarias). El Estado, además, intervino con todas las armas que tuvo para impedir un aumento de los haberes jubilatorios (vetando las leyes aprobadas y mandando a gasear y golpear a los viejos).
Milei mintió cuando dijo que el ajuste se descargaría sobre la casta, mintió cuando dijo que quemaría el Banco Central, mintió cuando dijo que los salarios volarían en dólares, mintió cuando dijo que nunca recurriríamos al FMI porque era expresión del fracaso.
Hoy estamos en el marco de un acuerdo multimilmillonario con el organismo financiero que se suma al que heredamos de Macri y ata de manos el rumbo económico a través de los monitoreos, y el Gobierno enfrenta la suba de aranceles del gobierno proteccionista de Trump, a quien le lame el trasero como dijo el gringo, eliminando gran parte de los aranceles de importación.
Es difícil creerle ahora que Ficha Limpia es una prioridad de su política.
El “mandamás”
Este fue el sustantivo usado tanto por el diario Clarín como por el diario La Nación para calificar a Carlos Eduardo Rovira, delfín de Puerta y creador del Frente Renovador, cuyos idearios políticos son tan flexibles que le permiten congraciarse con todos los oficialismos que pasen por la Casa Rosada. Desde un origen peronista, Rovira construyó la Renovación cooptando a los radicales que gobernaban intendencias en la provincia, y ante la imposibilidad de una re-reelección, estableció una Ley de Lemas que contribuyó a una hegemonía casi indiscutible. No hubo una sola elección a Gobernador que no haya ganado, aunque no fue él quien ocupó la Rosadita en cada caso. Hoy su pariente político Hugo Pasalacqua es el designado por el líder para desempeñar ese papel, pero todos saben quién maneja los hilos de la provincia.
Cuando asumió Cristina, Rovira se pintó como un kirchnerista de la primera hora e inventó un relato que lo unía a Nestor y a Cristina desde el origen de los tiempos. Cuando asumió Macri, se fue con Macri, lo mismo con Alberto, y cuando asumió Milei, inventó otro relato que lo mostraba juntos en Posadas en una supuesta reunión secreta dos años antes de la sorpresa electoral.
Durante todo el gobierno de La Libertad Avanza, la Renovación fue su más fiel aliado: le votó todas las leyes, en forma unánime, incluso la que no salió, la designación de los jueces Lijo y García Mansilla, e incluso el veto a la Ley Universitaria, a pesar de que se había comprometido con la Rectora de la UnaM, Alicia Bohrem, a apoyar este pedido. La Rectora se limitó a emitir un comunicado donde solo se lamenta, pero no repudia el voto de los legisladores misioneros.
Así que el voto en contra Ficha Limpia sería la excepción si realmente fuera realizado en contra de la voluntad de Milei, como el presidente intenta vender. Rovira no ventiló públicamente su supuesta conversación con el mandatario nacional, pero su amanuense Adolfo Safrán, ministro de Hacienda, declaró en Twitter que el voto respondió a la necesidad de dar gobernabilidad a LLA y anular la operación del PRO. El argumento de que fue para evitar las proscripciones políticas es difícil de creer.
La contradicción flagrante
A pesar de lo obvias que son las contradicciones en que incurren todos estos personajes, hay tres partidos libertarios en Misiones que se presentarán en las próximas elecciones del 8 de junio y que se muestran como “opositores” a la Renovación La Libertad Avanza (con la bendición de Karina Milei y Lule Menem), el Partido Libertario (de los radicales con peluca que abandonaron la UCR) y el Partido por la Vida y los Valores (con la primera figura de Ramón Amarilla, el policía retirado que dirigió el acampe policial de mayo del año pasado). Todos esos partidos están cruzados por denuncias: el oficial por pedir un diezmo “obligatorio” a sus afiliados, el radical devenido mileísta porque sus candidatos siguen sentados en las bancas que pertenecen al partido de origen, y el de Amarilla porque uno de los candidatos fue bajado por la apoderada, por supuesta orden de la Renovación. Más juego sucio no puede haber.
A pesar de estas opciones, al Gobierno Nacional le conviene que gane nuevamente la Renovación, porque incluso antes que el PRO, estuvo al pie del cañón todas las veces necesarias.
¿Qué podemos sacar “en limpio” los trabajadores?
Los trabajadores somos los convidados de piedra de este juego sucio superestructural. Mientras Rovira sonríe socarronamente –y lo propio hace Milei– al acordarse de los últimos sucesos, los jubilados misioneros se manifiestan todos los miércoles para reclamar por un aumento de sus míseros haberes, los docentes no sólo cobran una miseria (menos de la mitad de la canasta familiar), sino que además sufren descuentos y persecuciones judiciales, lo mismo pasa con los trabajadores de la salud que ahora están saliendo a denunciar condiciones de trabajo tan precarizadas que rozan la esclavitud y el quite del pago doble de las horas extras; los tareferos dependen de las variaciones que sufra la cosecha en el conflicto que tienen los productores con los molineros que rebajan a un mínimo insostenible el precio de la hoja verde.
Mientras los gobernantes de Nación y Provincia están “en el mismo lodo, todos manoseados”, lo que podemos sacar “en limpio” los trabajadores es que el Parlamento está cada vez descompuesto y que ni siquiera una presencia mayor de la izquierda podría darle un viso de legitimidad. En estas elecciones llamamos a no confiar en ninguno de los candidatos que representan a los patrones y sus intereses y a denunciar la farsa de la democracia burguesa que cada vez recorta más incluso los mismos derechos electorales.
Los trabajadores debemos organizarnos e impulsar asambleas y medidas de lucha en nuestros lugares de trabajo, superando a la burocracia que nos entrega, y más allá de las elecciones, debemos construir nuestro propio partido de los trabajadores, que también debe ser internacional.
Votamos en blanco
Las rondas de elecciones legislativas provinciales se están desarrollando en medio de una crisis enorme, tanto económica como política, y esto se ve reflejado en la apatía general que se refleja en la bajísima participación en Salta, Jujuy, San Luis. En esas provincias, el porcentaje de votantes no superó el 60% y el voto en blanco fue alto. En este escenario, el 18 de mayo se vota en CABA para renovar la legislatura de la ciudad.
Mientras los partidos del régimen están en una pelea palaciega para ver quién traicionó a quién con la “ley de ficha limpia” que se cayó en el Senado, no logra imponerse un clima ni escenario electoral, aunque todo el régimen político intente que la agenda electoral pueda contener los procesos sociales agudos que se están desarrollando ante el ataque del FMI, Milei y sus aliados.
Lo que sigue estando en el centro de la escena son la lucha de los jubilados y las luchas salariales, que están empezando a radicalizarse ante la caída de las condiciones laborales y de vida de gran parte de la población, con despidos, cierre de fábricas y la tentativa de imponer nuevos sistemas de trabajo. Esto, a pesar de la borrada de la burocracia sindical de la CGT y las CTAs, que están buscando un nuevo líder para el alicaído PJ.
Este escenario es el que preocupa a la burguesía y al imperialismo, que ven un gobierno que no logra estabilizar la superestructura política, en medio de una crisis mundial que tiende a agudizarse. Los millones de dólares del FMI no son garantía aun de que Argentina no vaya a ingresar en una crisis que pueda desestabilizar la región.
Algunos analistas advierten que se está produciendo una desconexión de la política con las masas. Anteriormente, esa “desconexión” se expresó en el voto a un “outsider” como Milei, pero ahora ya no se podría expresar en variantes electorales, sino que se estaría perdiendo esa forma de contención que tienen los mecanismos democráticos y sus partidos patronales para canalizar las demandas generales de la población, abriendo un escenario incierto e inestable de fenómenos de lucha de clases que no puedan controlar ni desviar.
Para los revolucionarios, las elecciones burguesas son un escenario secundario pero importante para propagandizar nuestro programa y las tareas para enfrentar a los gobiernos de turno. Por eso, lo primero que debemos decir es que en las elecciones de CABA no hay que votar a partidos burgueses que defienden los grandes intereses de la burguesía extranjera y nacional y jamás van a ser aliados de nuestra clase. Ellos son los que atacan a la izquierda, impulsando los juicios al Polo Obrero o a Vanina Biasi y a Alejandro Bodart por denunciar el genocidio palestino, por nombrar sólo los más recientes. Por eso, no son opción ni Santoro, ni Lospennato, ni Adorni, ya que expresan a distintas fracciones de una misma clase enemiga.
En estas elecciones de CABA, desde la COR llamamos a votar en blanco o a no ir a votar, ya que las variantes de izquierda que se presentan, como el FITU y Nuevo Mas, tienen una posición errónea de conciliación de clase en su relación con los requechos del peronismo. No hay independencia de clase si en las últimas elecciones a presidente un sector del FITU llamó a votar a Massa, ni si el 24 de marzo un sector del FITU marchó con el PJ y la burocracia, ni si en el parlamento nacional se hacen “acuerdos técnicos” y se forman interbloques con Unión por la Patria, ni si se defiende a dirigentes burgueses, como hizo el NMas con Cristina. Y la lista podría seguir.
Es urgente que rompan con esa política de conciliación de clase, apelamos a los cuadros de esos partidos para que den una pelea en sus organizaciones para frenar este giro, ante una situación mundial que exige la intervención del trotskismo, la corriente revolucionaria que tiene teoría y programa para intervenir en la actual etapa.
Tenemos que organizarnos y continuar la lucha en las calles y las estructuras laborales, para echar a Milei y enfrentar al imperialismo con los métodos de la clase obrera.
Por un plan de lucha de todo el transporte para romper el techo salarial. Por un salario básico de 2.500.000 de pesos.
Transcurrida la conciliación obligatoria amañada, que utilizó Fernández como excusa para no adherirse al paro de la CGT hace algunas semanas, la UTA tuvo que ratificar el paro nacional por la fuerza y presión de la base. Ya en acciones previas los choferes venían rechazando no sólo el techo salarial, sino incluso a la paupérrima contrapuesta de la UTA. El paro se desarrolló el día 6 de mayo con un éxito muy importante y alto acatamiento en colectivos de corta, media y larga distancia. Los intentos del gobierno nacional, junto al Grupo Dota y Metropol de quebrarlo, fracasaron.
La jornada tuvo a los sectores combativos movilizados, como los delegados y trabajadores de la línea 60, junto a otras líneas que realizaron cortes en Puente Saavedra, Puente Pueyrredón y otro corte en zona Oeste de la 440 y otras empresas. Exigieron una recomposición salarial de 2.5000.000 y un plenario de delgados de la UTA, que debe ser con mandato de asambleas, para resolver un plan de lucha y que no sea sólo un paro aislado.
Hace unos meses, vimos esto en los paros de conductores de locomotoras. Después de una "pose combativa", Maturano levantó toda medida sin asambleas, acordando la miseria salarial. Sasia, de la UF, directamente carnereó.
La realidad es la misma en todo el transporte y en todo el movimiento obrero. Sin embargo, las direcciones burocráticas de la CGT (que se guardó a cuarteles de invierno), la UTA, UF y LF, conscientemente dividen nuestras filas y realizan acciones aisladas en última instancia para dejar que pase el ajuste de Milei y las patronales.
Discutamos la perspectiva de un plan de lucha unificado de todo el transporte. Es necesaria la convocatoria a una reunión conjunta de los sectores de oposición del ferrocarril, en colectiveros, subte, entre otros, para iniciar una campaña en ese sentido. Impulsemos asambleas en el ferrocarril. Por la reapertura de paritarias urgente. 2.500.000 de salario básico inicial. Por un plan de lucha ferroviario en unidad con todo el transporte. Por un paro general activo de 36hs de la CGT con movilización, en el camino de la huelga general hasta derrotar a Milei, el fondo monetario y su ajuste.
Este 14 y 15 de mayo habrá dos elecciones, la de nuestro Centro de Estudiantes (CEFFyH) y la del régimen universitario que renueva conciliaros y consejeros estudiantiles; en Filo también se elige Decano. La fecha coincide porque la actual conducción de la FUC (Franja) y demás agrupaciones pro-patronales que la integran buscan subordinar nuestras organizaciones de lucha al régimen universitario.
Mientras las corrientes rosquean lugarcitos en las instituciones de una universidad que se cae a pedazos y en venta al mejor postor, la crisis capitalista mundial avanza a pasos agigantados. El gobierno de Trump ha lanzado una guerra arancelaria cuyo primer efecto es la profundización de la recesión económica en camino a una depresión; las consecuencias serán la destrucción de puestos de trabajo y una ofensiva patronal contra las condiciones de vida de los trabajadores y las masas. Para los países de América Latina, esto implica mayores ataduras al amo yanqui y al FMI, que pretenden imponer sus planes de ajuste y reformas antiobreras (educativa, jubilatoria, laboral, etc.) para intentar saldar su crisis a costa de nuestras condiciones de vida. Junto a Bukele y Noboa, Milei es uno de los mejores aplicadores de esta política a partir de un ajuste brutal (motosierra) y el fortalecimiento del aparato represivo (protocolo antipiquetes, represión, militarización de la frontera norte).
La crisis universitaria se inscribe en un plan de gobierno que ya fracasó y tuvo que ir a buscar el rescate del amo imperialista yanqui y el FMI mediante un nuevo préstamo que implica otra devaluación de nuestros salarios y un ataque en toda la línea con despidos y suspensiones, reforma laboral, cambios en las condiciones de trabajo y toda una batería de medidas que buscan modificar la relación capital-trabajo a favor del primero.
Las autoridades universitaria van a fondo con la línea de ajuste y “hacer caja”. El 23/4 el rectorado votó el presupuesto 2025 de la UNC donde, al reconducido presupuesto nacional de 2023, se sumaron $26.700 millones de recursos propios. Este autofinanciamiento, amparado en la LES menemista, es el que Boretto y los decanos apuntan a incrementar con la venta de bienes y servicios, el arancelamiento de cursos y posgrados, los acuerdos con las empresas y manteniendo a los trabajadores universitarios con salarios de miseria y una precarización creciente.
Debemos desarrollar una pelea decidida para tirar abajo a Milei y a quienes lo sostienen. Esto implica profundizar la alianza con los sectores que hoy están saliendo a la lucha y partir de lo más avanzado que dejó el conflicto del 2024, retomando los métodos de los paros y las tomas, enfrentando a las burocracias sindicales y estudiantiles, y sacando la conclusión de que debemos luchar con total independencia de las autoridades universitarias, poniendo en cuestionamiento su podrido régimen. Para expresar esta posición, en las elecciones de autoridades decanales, consejeros y consiliarios llamamos a votar en blanco, nulo o no votar.
En Filo, el CEFFyH está en manos de EAF hace 10 años y lo han convertido en una oficina de gestión más del decanato de Dezutto; no sólo no llaman a asamblea sino que usan nuestra organización para hacerle campaña a la candidata oficialista, Guadalupe Molina. La “oposición” Otras Voces, que viene del riñón del Llaryorismo, también busca subordinar el CEFFyH al régimen con la única diferencia que la campaña se la hacen a la lista opositora de Alejandra Castro. También la FUC está en manos de corrientes pro patronales como Franja Morada, Sur, La Bisagra y demás agrupaciones que sólo se dedican a servir de contención y ponerse al servicio de la política del rectorado y el CIN. Necesitamos centros independiente de las autoridades para dar la pelea.
Lamentablemente las corrientes de izquierda como Tesis XI-PTS (que van en alianza con la UJS-PO y la JIS), Ya Basta-Nuevo Mas o La Marea-MST han priorizado ganar algún lugarcito en el régimen, por sobre la necesidad de recuperar el CEFFyH para la lucha. Este es el principal motivo por el cuál rompieron el frente que tenían, una cuestión de cargos y listas, pero ninguna diferencia programática ya que todos priorizan los proyectos a presentar si consiguen una banca en los consejos que gobiernan la UNC, sembrando confianza en que los reaccionarios consejos pueden ser reformados con más democracia y más representación y que la tarea es la “defensa de la educación pública”. Se convierten así en una izquierda universitaria, orientada hacia las instituciones, como hacen en general al centrar su lucha en los movimientos para presionar al Parlamento burgués alejándose de la perspectiva revolucionaria de enfrentar al capitalismo cuestionando la propiedad privada de los medios de producción y la dominación capitalista con un programa de transición. Debemos decir claramente que la educación no es pública cuando la gran masa de trabajadores no puede acceder a ella. No vamos a defender esta educación elitista atada a los planes del BM y el FMI; defender la conquista de su gratuidad implica dar una pelea sin cuartel porque abran las universidades a la clase obrera.
Recuperar nuestras organizaciones implica meter el conflicto a las aulas, los estudiantes combativos estamos llamados a convertirnos en el batallón auxiliar de los trabajadores en lucha. En cada curso, discutamos las luchas que están enfrentando el ajuste tanto de Milei como de Llaryora, como son los enfrentamientos a los despidos en distintas fabricas (químicos de Río III, UOM, SUTNA, etc) y en los hospitales como el Rawson, la lucha de judiciales, la organización de los docentes de UEPC por la reapertura de las paritarias. Debemos poner en pie un Cuerpo de Delegados mandatados y revocables por curso o comisión para preparar la respuesta al ataque. Que la comisión directiva del CEFFyH se subordine a este órgano verdaderamente democrático.
El plan aventurero del imperialismo con Trump a la cabeza está acelerando un escenario de guerras y crisis económica a nivel mundial. Se hace urgente preparar la respuesta ante el genocidio sionista de Israel contra el pueblo palestino, ante la guerra de Rusia-Ucrania, contra el rearme y contra los ataques a la clase obrera en su conjunto. Recuperemos la tradición internacionalista del movimiento estudiantil combativo. Como parte del CEFFyH, vamos a pelear por la creación de la Secretaría de Relaciones Internacionales, que desarrolle posiciones antiimperialistas y prepare las acciones de solidaridad internacional con estudiantes y trabajadores del resto de Latinoamérica y el mundo.
El acceso a los estudios en la UNC, además de no ser plenamente gratuito, está vedado por las mismas condiciones de explotación laboral y miseria a las cuales el capitalismo somete a la gran mayoría de la juventud trabajadora. Recuperemos el CEFFyH para luchar por el ingreso plenamente irrestricto, el triple turno de cursado, horas de estudio pagadas por las patronales (4 horas de estudio por 4 de trabajo), el comedor gratuito y todas las demandas que permitan el ingreso masivo de los trabajadores y sus hijos a la universidad. Esta lucha debemos hacerla de manera mancomunada con las organizaciones obreras recuperadas.
Los consejos y los funcionarios unipersonales (Rector y Decanos) son representantes de los partidos patronales, las iglesias y de las cámaras empresariales (Consejo Social Consultivo) para poner la universidad al servicio del FMI y BM, las empresas imperialistas y sus socios nacionales. Que la Universidad sea dirigida por los sindicatos y las organizaciones estudiantiles recuperadas, para meter la lucha de clases en el aparato educativo en función de la lucha revolucionaria y antiimperialista de la clase obrera.
En estas elecciones del CEFFyH, desde la COR hemos conformado la Lista 4: COR + Independientes para que se exprese este programa. Llamamos a que nos voten y demos la pelea junto al resto las corrientes de izquierda, a las agrupaciones y delegados sindicales opositores docentes, no docentes, a investigadores y estudiantes combativos de la UNC para poner en pie una Corriente Revolucionaria en la Universidad, con libertad de tendencias, que se proponga luchar al interior de nuestras organizaciones y se juegue a dirigir el conflicto en curso y recuperar los sindicatos, los centros de estudiantes y la FUC.