COR logo

Miércoles, 26 Diciembre 2018 13:44

Balance del Paro Portuario [COR Chile]

Más de un mes duró el paro de los trabajadores portuarios, un sector de la clase obrera que protagonizó una de las más importantes luchas de los últimos años contra una de las patronales más fuertes del país. Esta lucha de los trabajadores vino a dar luz sobre las condiciones precarias e inestables de este sector obrero donde su salario depende de la disponibilidad de los turnos, sin derechos laborales y sociales, en una ciudad con altos índices de cesantía y pobreza, donde por ejemplo los incendios han arrasado los hogares donde viven las familias obreras. La  línea dura contra los trabajadores, llevada a cabo por la patronal que buscó reventar la huelga mediante el accionar represivo, que incluyó golpizas a trabajadores, seguimiento a dirigentes, la utilización de rompehuelgas, la represión policial y de la marina, la represión se dirigió contra el sindicato ingresando y destrozando la histórica sede (su mobiliario, estandarte, vidrios y todo lo que encontró a su paso la furia e impotencia de carabineros que no pudo bajar del techo a los trabajadores que enfrentaban la represión).

El gobierno después de señalar que este era un conflicto entre privados salió a evitar que se les abriera otro flanco de una mayor crisis, donde el gran empresariado presionaba para que esta movilización pare y no escalara más allá. Por ello intervinieron directamente primero el 18 de diciembre para llegar a un preacuerdo, firmado y aprobado por la directiva sindical la que no podía hacerlo pasar sin la consulta a la asamblea, algo que era visto como peligroso por las cámaras empresarias, preacuerdo que la asamblea rechazó unánimemente. Al final en una segunda ocasión los dirigentes Kimpel-Rojas y el gobierno lograron un preacuerdo que implica una giftcard de 250.000, un préstamo de 550.000 y un aguinaldo de 75.000. Para enero un curso de capacitación de 400.000 y un bono de 750.0000 para enero (los trabajadores pedían 2 millones). En todo momento los dirigentes se la jugaron por imponer este acuerdo. Una propuesta que no se condice con los casi 40 días  de huelga de los trabajadores y las posibilidades de extenderse el conflicto en la rama portuaria, donde ya había habido paros y diversas expresiones de solidaridad. Pese a todo los trabajadores lo han considerado un triunfo ante la intransigencia patronal, lo cual es un punto de apoyo para avanzar en lucha y organización. Lo fundamental es que este acuerdo no cierra el conflicto puesto que las condiciones de “eventualidad laboral” se mantienen en los portuarios, solo es un paliativo insultante hacía los trabajadores que han protagonizado esta enorme lucha.

Por su parte el alcalde Sharp (F.A.) junto con la oposición burguesa hicieron insistentes llamado a los empresarios a dialogar junto con haber condenado los hechos de violencia, para que el conflicto no escalara, es decir, buscando evitar que se ponga en el centro la lucha de clases. Pretendiendo cerrar la lucha en las instituciones del Estado, mal que le pese a su discurso autonomista, buscando discursivamente impulsar alianzas de clase territoriales dirigidas por la pequeñoburguesía, cuando lo que en realidad se necesitaba es la alianza de toda la clase trabajadora en la producción para enfrentar los ataques de las patronales y la miseria que el capitalismo genera en las familias obreras.

Los dirigentes de la Unión Portuaria buscaron que el gobierno de Piñera intercediera en el conflicto impulsando mesas de diálogo que llevaran a proyectos de ley que establezcan la base de “derechos laborales” para los trabajadores eventuales. Como era de esperar el gobierno intenta dar respuesta a esta situación indicando que la salida es precarizar aún más las condiciones de trabajo ante las innovaciones técnicas en la producción (lo que no viene al caso dado que las nuevas grúas asisten a naves de mayor dimensión requiriendo la misma fuerza de trabajo).

Esta orientación de llamar a confiar en proyectos de ley o en la política de presión al Estado burgués, será nefasta para los trabajadores portuarios quienes han enfrentado el accionar tanto de la gestión en representación directa del empresariado de los ministros de trabajo y transporte  (Monckenberg/Hutt), como la represión abierta y descarnada de parte de ese mismo Estado.  Si bien han llevado a cabo acciones nacionales en solidaridad, la orientación planteada por la directiva y los asesores legales se dirige a contener, desviar y desmotivar la fuerza de los trabajadores portuarios para irse colocando como una nueva mediación de la dominación capitalista. Luchar contra la burocratización de la Unión Portuaria, que surgió como un ejemplo de organización y de lucha de todo un sector obrero agrupado en una  rama, promoviendo a nuevos dirigentes, desplazando a los burócratas históricos y luchando por la independencia de los sindicatos del Estado, será una tarea central para la vanguardia obrera en el próximo periodo.

La necesidad de un programa obrero

La clase obrera portuaria ocupa un importante papel, puesto que, es parte de la rama de la economía donde se desarrolla la circulación de mercancías, esto lo saben las patronales que reclaman por las pérdidas en sus ganancias, en particular en la patronal agroexportadora que ve perder la producción y vencer las fechas de entrega.

Es central  que como balance se discuta la necesidad de  un congreso de delegados de base a nivel nacional, con mandato de asambleas, donde se discuta un programa obrero que parta entre otros puntos con la consigna de pelear por poner fin al trabajo eventual, partiendo por imponer la escala móvil de horas de trabajo, calculada por el trabajo conjunto de permanente y eventuales, estableciendo un piso mínimo de turnos y horas al mes determinado por el costo de la canasta familiar, junto con imponer que se garanticen todos los derechos laborales y sociales.

Es importante recuperar los sindicatos de manos de burócratas sindicales para luchar contra los planes del gobierno, la patronal como la de Von Appen y los planes de ajuste y represión dictados por el imperialismo. Es necesario levantar fracciones obreras revolucionarios en los sindicatos para pelear por un programa obrero para enfrentar los ataques patronales y la miseria generalizada del capitalismo en descomposición.

Domingo, 16 Diciembre 2018 12:22

Anotações do Primeiro Congresso da TRQI

Nos dias 17 e 18 de novembro realizamos em Buenos Aires o I Congresso da TRQI. Participaram delegados da COR Chile, da COR Argentina e da LOI Brasil. No Congresso pudemos avançar em uma maior compreensão das tendências gerais em nível mundial do desenvolvimento da crise e os fenômenos políticos da América Latina.

Consideramos que estamos em um período histórico caracterizado por uma tendência à decomposição do imperialismo e um processo de assimilação capitalista dos ex Estados Operários.

Todo esse período está assinalado por uma crise do sistema capitalista, já que sua fase imperialista entra em contradição na relação entre o capital e o Estado; não tanto em relação a sua natureza de classe, mas em suas formas de dominação política, quer dizer, em garantir a reprodução capitalista em nível mundial dentro de um sistema de Estados em crise. Falamos de decomposição quanto àquele elemento decadente do imperialismo, como característica histórica, está gerando uma decomposição social que ataca suas próprias bases (do capitalismo). Uma das características da decadência do capitalismo em sua fase imperialista é que esta fase converte grande parte da burguesia das potências imperialistas em rentistas; o que Lênin denominou como a formação de Estados rentistas. No processo histórico deste fenômeno, a penetração imperialista em nível mundial gerou uma maior decomposição da burguesia mundial e sua relação com a produção e uma maior diferenciação da classe operária entre a denominada aristocracia operária, semi aristocracia e uma burocracia sindical mais assimilada ao sistema capitalista. As tarefas históricas da burguesia se diluem frente ao avanço do imperialismo como superestrutura do capital e por sua vez decompõe as relações de classes.

Hoje a burguesia imperialista tenta discutir um novo pacto entre capital e trabalho, frente a ruptura do pacto do pósguerra e desde aqui se entende a linha de reformas fiscais, trabalhistas e previdenciárias como política internacional para redefinir as relações de força.

Atualizamos as teses apresentadas ao Congresso, com os processos da conjuntura internacional, e o desenvolvimento da crise mundial, centralmente as eleições legislativas nos EUA e a vitória de Bolsonaro no Brasil. Com relação aos EUA definimos que os resultados das eleições não conseguiu inclinar a balança a favor de nenhum dos opositores, se deu um equilíbrio de forças que permitiu a Trump manter suas chances em uma futura reeleição e aos democratas a possibilidade de maior controle do governo Trump. Os republicanos mantiveram sua base eleitoral sem conseguir ainda uma base social paras as políticas imperialistas, como a guerra comercial desatada pela atual administração. E os democratas não puderam impor a famosa onda azul, mas sim conseguiram conter em suas fileiras a toda uma ala dos movimentos sociais, feministas, LGBT e pseudo-socialistas que lhes permitiu fazer boa eleição e recuperar a câmara de representantes. No plano internacional, as potências que são atacadas pelos EUA interpretaram as eleições como um retrocesso parcial de Trump. Discutimos também a relação dos EUA com a China, a União Européia, a Rússia e o Irã. Reforçamos as tendências que desenvolvemos nas teses sobre o processo de decomposição do imperialismo.

No desenvolvimento da crise mundial pode haver conjunturas de crescimento, não de conjunto, mas de algum ramo e inclusive de uns ramos contra outros e que a necessidade de recriar uma aristocracia operária se baseia na necessidade de fortalecer uma base social, o que é um problema estrutural de um Estado imperialista. E se dá uma contradição central entre um EUA que deve fortalecer uma aristocracia operária e uma UE que deve atacar sua aristocracia operária para fortalecer o Estado frente a guerra comercial.

Sob a vitória de Bolsonaro, reforçamos a idéia de por que não é fascismo, como explicamos nas notas publicadas nas páginas da web e tentamos aprofundar sobre a relação da pequena burguesia com o conceito de bonapartismo sui generis. Retomamos os escritos de Trotsky sobre América Latina e como se expressam as leis gerais do capitalismo e suas combinações especiais nos países semicoloniais. Esta análise é importante, pois não é a mesma coisa a relação da pequena burguesia com uma burguesia imperialista, e a relação deste mesmo setor de classe com a relativamente débil burguesia dos “semi Estados” (sub burguesia), mediada pelo imperialismo. As características desta pequena burguesia nas semicolonias impedem o aparecimento do fascismo, já que jamais um capital “nacional” pode ser um capital financeiro imperialista, melhor, depende deste capital internacional para sua subsistência. Portanto, a pequena burguesia adquire outro tipo de característica; sua ala mais radical e democrática tenta melhorar as condições institucionais do “semi Estado” e se refugia na educação – como contrapeso no plano da consciência – para impedir avanços mais reacionários do capitalismo. O desenvolvimento histórico nos países semicoloniais de uma pequena burguesia urbana e, principalmente, rural foi sustentado – via as revoluções democrático-burguesas – pela formação do que conhecemos como a sub burguesia.

Esta precisão foi necessária frente ao avanço de diferentes movimentos de características pequeno burguesas e a discussão sobre qual é a tarefa dos revolucionários para poder influenciá-los. Nisto, os revolucionários defendem que a única forma para que a pequena burguesia confie no proletariado é conseguir que o proletariado confie em suas próprias forças, que recupere o papel de caudilho e realize as tarefas históricas que a burguesia é incapaz de realizar por sua decomposição. Por isso é uma política errada da esquerda o chamado do votoem Haddad, em sua adaptação aos movimentos, que leva a semear mais confusão.

O I Congresso reforçou a idéia de construir um núcleo revolucionário pela reconstrução da Quarta, tarefa na qual estamos embarcados aqueles que conformamos a TRQI. Também cremos que é prioritário que as correntes revolucionárias que reivindicamos a necessidade da IV Internacional e a luta pela Ditadura do Proletariado que impulsionemos as medidas necessárias para construir e unificar a vanguarda operária internacional sob um programa revolucionário. Por isso é que chamamos uma Conferência Latino Americana para começar, inicialmente em nossa região, a ajudar a vanguarda no árduo processo de forjar a direção revolucionária.

La Resolución 956/18 dictada por el Ministerio de Seguridad no es casual, luego del escenario del G20 donde los principales mandatarios imperialistas intentan rescatar al capitalismo putrefacto y disciplinar a la clase obrera mundial. Exigen a las semicolonias como Argentina aplicar un paquete de reformas que incluya la reforma laboral, previsional, educativa y de salud a escala mundial. Y un salto en la represión contra los trabajadores, tal como votaron en la cumbre de Lima y vienen aplicando en toda Latinoamérica. El cipayo, Mauricio Macri, viene imponiendo esta política de hambre y necesita de las fuerzas represivas para disciplinar con mano dura lo que no pueda contener ni la burocracia sindical ni el PJ ni la Iglesia. Para reprimir, tiene las armas que le vende Trump, Macrón e Israel. La militarización de la frontera norte y la presencia de la gendarmería en los barrios es parte de esta escalada. Y Schiaretti, pese a intentar distanciarse de Macri, es un colaborador más en el plan represivo que garantiza la sumisión de la Argentina al capital imperialista.
La Resolución 956/18 habilita a las fuerzas policiales y de seguridad federales para la utilización de armas de fuego legalizando lo que a diario las madres y familiares de los jóvenes de las barriadas sufren a manos de la policía. En la madrugada del jueves 22 de noviembre la policía bonaerense perpetró una violenta represión contra un grupo de militantes que realizaban una toma de tierras fiscales en La Matanza, con el saldo de varios detenidos y un compañero fusilado, Rodolfo Orellana, miembro de las Organizaciones Libres del Pueblo, integrantes de la CTEP. Con una diferencia de tan solo 48 hs, la policía de Córdoba golpea brutalmente y luego asesina por la espalda a otro militante del EO en CTEP, Marcos Jesús Soria.
Legalizan ahora lo que el Estado burgués, a través del monopolio de las armas, viene practicando hace largo tiempo mediante el “gatillo fácil”. La Resolución dictada por el Ministerio de Patricia Bullrich y publicada en Boletín Oficial establece que: permite a las fuerzas de seguridad disparar sin dar la voz de alto en caso de peligro de fuga o resistencia a la autoridad.
Este intento de darle un marco legal a la persecución, detención, tortura y asesinatos de miles de trabajadores que enfrentan este plan sistemático de hambre y palos nos obliga a la clase obrera de conjunto a organizar la autodefensa y acaudillar a la juventud y al pueblo pobre en el enfrentamiento a la política represiva del Estado burgués.
El aparato represivo es el núcleo del Estado burgués en tanto aparato burocrático-militar y su principal tarea es la defensa de la propiedad privada de los medio de producción. Y es allí, en la producción, donde debemos atacar a la burguesía. La centralidad de la clase obrera es la que puede ofrecer una salida al conjunto de los sectores golpeados por el ajuste, dirigiendo una gran lucha antiimperialista. Los sindicatos cumplen un rol fundamental en este enfrentamiento, una de las principales tareas que tenemos los revolucionarios es recuperarlos de manos de la burocracia sindical para ampliar sus funciones y organizar la autodefensa de nuestra clase. ¡Por la disolución de la policía y todas las fuerzas represivas!
Es imperiosa la necesidad de poner en pie un congreso de delegados de base de todos los sindicatos y centrales, que discuta un programa de salida a la crisis y un plan de lucha con paros, piquetes y toma de fábricas y establecimientos para dar por tierra con los planes del imperialismo para la región. Por un programa transicional, que levante las escalas móviles de horas de trabajo y de salario incorporando a la producción a los desocupados, el control obrero de las ramas de la producción y los servicios y la expropiación de los capitalistas. Para llevar a la acción estas tareas, es necesario poner en pie el Partido Revolucionario, sección nacional de la IV internacional reconstruida.

¡Justicia para Soria, Orellana y todos los compañeros asesinados!
¡Desprocesamiento de los luchadores, libertad a los presos por luchar!
¡Por la disolución de las fuerzas represivas!
¡Abajo el Macrismo! ¡Fuera el FMI!

10/12/2018

Lunes, 10 Diciembre 2018 20:56

Periódico 110 de la LOI (Brasil)

Descarga el PDF

Lunes, 10 Diciembre 2018 20:39

Apuntes del primer Congreso de la TRCI

Los días 17 y 18 de noviembre realizamos en Buenos Aires el I Congreso de la TRCI. Participaron delegados de la COR Chile, la COR Argentina y la LOI Brasil. En el Congreso pudimos avanzar en una mayor comprensión de las tendencias generales a nivel mundial del desarrollo de la crisis y los fenómenos políticos de Latinoamérica.

Consideramos que estamos dentro de un periodo histórico caracterizado por una tendencia a la descomposición del imperialismo y un proceso de asimilación capitalista de los ex Estados obreros.

Todo este periodo está signado por una crisis histórica del sistema capitalista, ya que su fase imperialista entra en contradicción en la relación entre el capital y el Estado; no tanto en cuanto a su naturaleza de clase, sino en sus formas de dominación política, es decir, en garantizar la reproducción capitalista a nivel mundial dentro de un sistema de Estados en crisis. Hablamos de descomposición en cuanto a que el elemento decadente del imperialismo, como característica histórica, está generando una descomposición social que ataca sus propias bases del capitalismo. Una de las características de la decadencia del capitalismo en su fase imperialista es que esta fase convierte a gran parte de la burguesía de las potencias imperialistas en rentistas; lo que denominó Lenin como la formación de Estados rentistas. En el proceso histórico de este fenómeno, la penetración imperialista a nivel mundial generó una mayor descomposición de la burguesía mundial y su relación con la producción y una mayor diferenciación de la clase obrera entre la denominada aristocracia obrera, semi aristocracia y una burocracia sindical más asimilada al sistema capitalista. Las tareas históricas de la burguesía se diluyen ante el avance del imperialismo como superestructura del capital y a su paso descompone las relaciones de clases.

Hoy la burguesía imperialista intenta discutir un nuevo pacto entre capital y trabajo, ante la ruptura del pacto de posguerra y desde acá se entiende la línea de reformas fiscales, laborales y previsionales como política internacional para redefinir las relaciones de fuerza.

Actualizamos las tesis presentadas al Congreso, con los procesos de la coyuntura internacional, y el desarrollo de la crisis mundial, centralmente las elecciones de medio término en EEUU y el triunfo de Bolsonaro en Brasil. Con respecto a EEUU definimos que los resultados de las elecciones no lograron inclinar la balanza a favor de ninguno de los contendientes, se dio un equilibrio de fuerzas que le permitió a Trump mantener chances a una futura reelección y a los demócratas la posibilidad de un mayor control de gobierno de Trump. Los republicanos mantuvieron su base electoral sin aun lograr una base social para las políticas imperialistas, como la guerra comercial desatada por la actual administración. Y los demócratas no pudieron imponer la famosa ola azul, pero sí lograron contener en sus filas a toda un ala de movimientos sociales, feministas, LGTB y seudo socialistas que les permitió hacer una muy buena elección y recuperar la cámara de representantes. En el plano internacional las potencias que son atacadas por EEUU leyeron las elecciones como un retroceso parcial de Trump. Discutimos también la relación de EEUU con China, la Unión Europea, Rusia e Irán. Reforzamos las tendencias que desarrollamos en las tesis sobre el proceso de descomposición del imperialismo.

En el desarrollo de la crisis mundial puede haber coyunturas de crecimiento, no de conjunto, sino de algunas ramas e inclusive de unas ramas contra otras y que la necesidad de recrear una aristocracia obrera se basa en la necesidad de fortalecer una base social, lo cual es un problema estructural de un Estado imperialista. Y se da una contradicción central entre un EEUU que debe fortalecer una aristocracia obrera y una UE que debe atacar a su aristocracia obrera para fortalecer al Estado ante la guerra comercial.

Sobre el triunfo de Bolsonaro, reforzamos la idea de por qué no es fascismo, como explicamos en las notas publicadas en la página web e intentamos profundizar sobre la relación de la pequeña burguesa con el concepto de bonapartismo sui generis. Retomamos los escritos de Trotsky sobre Latinoamérica y cómo se expresan las leyes generales del capitalismo y su combinación especial en los países semicoloniales. Este análisis es importante, ya que no es lo mismo la relación de la pequeña burguesía con una burguesía imperialista, que este mismo sector de clase en relación con la relativamente débil burguesía de los "semi Estados" (sub burguesía), mediado por el imperialismo. Las características de esta pequeña burguesía en las semicolonias impiden la aparición del fascismo, ya que jamás un capital “nacional “puede ser un capital financiero imperialista, más bien depende de este capital internacional para su subsistencia. Por lo tanto, la pequeña burguesía adquiere otro tipo de características; su ala más radical y democrática intenta mejorar las condiciones institucionales del "semi Estado" y se refugia en la educación -como contrapeso en el plano de la conciencia- para impedir el avance más reaccionario del capitalismo. El desarrollo histórico en los países semicoloniales de una pequeña burguesía urbana y, principalmente, rural fue sustento -vía las revoluciones democrático-burguesas- de la formación de lo que conocemos como la sub burguesía.  

Fue necesaria esta precisión ante el avance de diferentes movimientos de características pequeño-burguesas y la discusión sobre cuál es la tarea de los revolucionarios para poder influenciarlos. En esto los revolucionarios planteaban que la única forma para que la pequeña burguesía confíe en el proletariado es lograr que el proletariado confíe en sus propias fuerzas, que recupere el rol de caudillo y realice las tareas históricas que la burguesía es incapaz de realizar por su descomposición. Por eso es una política errada de la izquierda el llamado a votar a Haddad, en su adaptación a los movimientos, que lleva a sembrar más confusión.

El I Congreso reforzó la idea de poner en pie un núcleo revolucionario por la reconstrucción de la Cuarta, tarea en la que estamos embarcados quienes conformamos la TRCI. También creemos que es prioritario que las corrientes revolucionarias que reivindicamos la necesidad de la IV Internacional y la lucha por la dictadura proletaria que impulsemos las medidas necesarias para que poner en pie y unificar a la vanguardia obrera internacional detrás de un programa revolucionario. Por esto es que hemos llamado a una Conferencia Latinoamericana para comenzar inicialmente en nuestra región a ayudar a la vanguardia en el arduo proceso de forjar la dirección revolucionaria.

 

Jueves, 06 Diciembre 2018 19:33

En las calles de los chalecos amarillos

 

Por COR Chile

Los llamados “chalecos amarillos” irrumpieron en luchas callejeras en tres jornadas 17 y 24 de noviembre y 1 de diciembre  que ocuparon la capital parisina y se replicó en varias ciudades de Francia, extendiéndose incluso a Bélgica. Luchas que retomaron los históricos métodos de la clase obrera francesa del enfrentamiento y las barricadas. El último 1 de diciembre terminó con enfrentamientos abiertos en el arco del triunfo con cientos de detenidos, decenas de heridos y procesados. El origen de estas protestas fue ocasionado por un aumento en el impuesto de los combustibles que comenzaría a regir desde enero del 2019. Ante la extensión e intensidad de las protestas, el gobierno de Macrón primero decidió prorrogar por seis meses la aplicación de esta medida, para finalmente suprimirla, junto con el congelamiento de las tarifas de gas y electricidad para el invierno que se avecina, mientras intenta infructuosamente buscar interlocutores en un movimiento espontáneo y socialmente heterogéneo.

De una crisis capitalista

El continente europeo se encuentra atravesando una aguda crisis producto de la crisis estructural de capitalismo imperialista y su proceso de descomposición. Los desequilibrios interestatales presionan al bloque de la UE hacia el desmembramiento como puede verse en la tortuosa salida del bloque del Reino Unido (Brexit) o en la definición del presupuesto italiano que contradice los parámetros  de equilibrio fiscal fijado por el tandem Alemania y Francia que pretende otorgar estabilidad a los bancos y al capital financiero. Esto es aguijoneado tanto por la guerra comercial emprendida por EEUU principalmente con China, que si bien han pactado una frágil tregua luego del G20, es probable que el imperialismo norteamericano pretenda oportunamente incrementar las disputas interimperialistas con Europa profundizando su crisis, como lo manifestó en sus críticas al acuerdo de Teresa May con la UE. Si a esto le sumamos la criris en el proceso de asimilación de los ex Estados Obreros como Rusia que se ha reflejado en el oriente europeo con la práctica partición de Ucrania, y la situación convulsiva de Medio Oriente que ha impactado con la crisis migratoria, podemos darnos una idea de la gravedad del estado de salud del capitalismo. Estas tensiones interestatales, junto con una economía europea que en forma de recesión ha pretendido superar la crisis iniciada el 2008, constituyen un óptimo caldo de cultivo para que se desarrollen importantes tendencias a la lucha de clases o la irrupción de distintos sectores de masas.

Tendencias políticas y su naturaleza de clase

Los que han ocupado el proscenio con sus chalecos amarillos en esta ocasión han sido centralmente amplios sectores de la pegueñaburguesía de la ciudad y el campo. Una sector social de las “clases medias” que en todos sus estratos, desde los pequeños propietarios a los sectores cuentapropistas y asalariados, vienen gradualmente sumergiéndose en una crisis económica y social sin salida. Más en general expresan la ruptura violenta con el gobierno de una importante base social de Macrón, el que emergió como subproducto de una aguda crisis del sistema de partidos los que eran parte constitutiva del equilibrio capitalista de la post-guerra en la V República. Este equilibrio también se basaba en las políticas del llamado “Estado de bienestar” que significó un gran pacto entre el capital y el trabajo, sostenido por la burocracia sindical imperialista,  como medida preventiva ante la posibilidad de que se extendieran procesos revolucionarios a la salida de la segunda guerra mundial. Justamente la política de la burguesía imperialista francesa ha sido la de atacar a su propio proletariado para fortalecerse como actor de peso en Europa y redoblar su presencia militar en África. Es por ello que la política del gobierno de Macrón se centró en atacar al Estado de bienestar, intentando imponer un nuevo pacto entre el capital y el trabajo con políticas como la reforma laboral, la desregulación y demantelación del sector ferroviario, la reforma al seguro de cesantía, etc.

Polos del arco político superestructural como Reagrupamiento Nacional (ex Frente Nacional) de Le Pen y la Francia Insumisa de Melechón, han gesticulado simpatizar con el movimiento para coincidir en un llamado a la disolución de la Asamblea Nacional y el llamado a elecciones. Desde los partidos burgueses más tradicionales y en crisis como los Republicanos o el Partido Socialista llaman a un referéndum sobre las medidas del combustible. Una manifestación de cómo se reacomodan los partidos del régimen ante un periodo convulsivo que estará marcando distintas etapas de la lucha de clases ante un gobierno abiertamente debilitado. También es expresión de que la pequeñaburguesía se distingue por su dependencia económica de la gran burguesía y su heterogeneidad social, incapaz de tener una expresión política independiente. Que mejor ejemplo de su heterogeneidad que elementos juveniles tanto fascistas como anarquistas combatiendo en simultáneo en las calles a las fuerzas represivas.

La necesidad de un programa

Desde el 2016 han recorrido Francia luchas obreras contra la reforma laboral, primero la de Hollande y luego la de Macrón, que atacan y precarizan los salarios y las condiciones de trabajo. Podemos agregar luchas importantes como las del los electricistas, los petroleros, los aeronáuticos o las de los ferrocarriles, en su gran mayoría maniatadas y desviadas por las políticas de conciliación de clases y de defensa del Estado burgués imperialista de la burocracia sindical de la CFDT, CGT, FO o SUD, que han impedido fortalecer a un sector de la vanguardia obrera para que intervenga decididamente en esta crisis. Un ejemplo de ello lo da el dirigente de la CFDT Laurent Berguer quien hoy llama al gobierno a levantar un “pacto social”, “fortalecer los cuerpos intermedios” y negociar empresa por empresa items de “movilidad” para amortiguar el impuesto a los combustibles.

La juventud, tanto de las escuelas como de las universidades, han sido un actor de organización y movilización en el último periodo contra los ataques del gobierno a la educación. Así mismo se han expresado de forma explosiva los jóvenes de los suburbios (banlieue) ante las razzias policiales, con una considerable composición de jóvenes inmigrantes o descendientes, los que constituyen un fermento revolucionario de toda la situación política.

La pequeñoburguesía, incapaz de tener una salida independiente, tarde o temprano buscará entre los partidos burgueses,la salida a su impaciencia y desesperación. Las tendencias de extrema derecha como Le Pen, expresión misma de la debacle del imperialismo francés, podrán fortalecerse pero sólo en la medida que se asesten duros golpes a la clase obrera, único factor histórico revolucionario.

El proletariado es el único capacitado para brindar una salida, si y solo si es capaz de levantar un programa revolucionario que lo dirija hacia la toma del poder y la expropiación de la burguesía.  Sólo confiando en sus propias fuerzas es que la clase obrera puede erigirse como caudillo de la nación explotada y oprimida y arrastar tras de sí a las masas de la pequeñoburguesía arruinada por el capitalismo y sumida en la desesperación.

Contrario a esta perspectiva marxista están corrientes como el NPA que proponen impulsar una movilización general para impulsar la “convergencia con el movimiento laboral y social”, es decir,  una perspectiva de diluir un programa obrero en un sinfín de “demandas sociales, económicas, ecológicas, etc”. Por su parte partidos como Lutte Ouvriere sólo se restringen a una perspectiva de tipo sindicalista, limitando el horizonte a la lucha por el aumento del salario. Lejos de su análisis están definir a Francia como un país imperialista, elemento central para entender la relación que establecen la burguesía tanto con la pequeñoburguesía como con sectores de ésta como la aristocracia obrera.

Es preciso que la vanguardia obrera francesa y del continente europeo luchen contra la burguesía imperialista colocando como norte la pelea por los Estados Unidos Socialistas de Europa. Para ello deberán hermanarse con los trabajadores de los países coloniales y semicoloniales. Poner en marcha la construcción del Partido mundial de la Revolución socialista, la IV Internacional reconstruida, es una necesidad vital para que las nuevas generaciones puedan intervenir y guiar al proletariado, en el desarrollo de la lucha de clases, hacia la toma del poder y el derrocamiento de la burguesía.

 

Mientras en Buenos Aires se desarrollaba la cumbre del G-20, para la cual la ciudad quedó prácticamente sitiada con la suspensión total del servicio de trenes, la empresa Ferrovías anunció el despido de 29 compañeros del Belgrano Norte. Luego se supo que se está planeando desvincular a unos 400 trabajadores. Ni bien se conoció la noticia los compañeros se organizaron y a comienzo de la semana realizaron masivas asambleas para que no pase ningún despido.

La burocracia sindical de la Unión Ferroviaria llamó a hacer un paro recién el jueves 6. Desde la COR llamamos a hacer un paro activo ese día y exigimos a la UF un paro nacional en todas las líneas para enfrentar el plan de ajuste de Macri y los empresarios, con la complicidad de la burocracia sindical.

Entre 30 de novembro e 1º de dezembro, a cidade de Buenos Aires sediará a Cúpula dos Presidentes do G20. O G20 foi concebido como um fórum a partir do qual os países imperialistas (EUA, Japão, Alemanha, França, Grã-Bretanha, Itália) e os dirigentes dos ex-estados operários (China e Rússia) poderiam negociar políticas econômicas diante da crise das instituições do pós-guerra. Após a eclosão da crise mundial em 2008, tornou-se mais relevante, incorporando os chefes de Estado dos 19 países mais a União Europeia (UE), para tentar coordenar as políticas de resgate do capitalismo em putrefação, como foi o caso das políticas de emissão monetária massiva e baixas taxas de juros lançadas pelos bancos centrais do Japão, UE e o FED dos EUA, juntamente com um ataque abrangente contra a classe trabalhadora e suas organizações em nível mundial.

            Desde a chegada de Trump ao comando do imperialismo ianque, a política de coordenação econômica das potências imperialistas tornou-se um questionamento, aprofundando a guerra comercial e a política agressiva em relação aos países semicoloniais, como os países da América Latina. Portanto, espera-se que Trump e seus parceiros dos demais países imperialistas usem o fórum como tribuna para suas disputas, enquanto os EUA disciplinam aos países do seu quintal (México, Brasil e Argentina), com a contribuição do FMI. E aprofundam a agenda de reformas contra o proletariado, incluindo reformas trabalhistas, previdenciárias, educacionais e no campo da saúde em todo o planeta.

Na Argentina, a Cúpula de Buenos Aires será um ensaio do governo e do imperialismo para impor o ajuste da fome com repressão e mão forte, trazendo um virtual estado de sítio para a cidade. Faz parte da escalada repressiva, que inclui a militarização da fronteira norte e o envio das forças nacionais (gendarmería) para os bairros das grandes cidades. Uma política que também se aplica no Brasil, com o comando militar de segurança do Rio de Janeiro e a militarização das favelas.

As burocracias sindicais em nossa região estão deixando passar a ofensiva imperialista, colocando-se no papel de contenção como a CGT, ou mergulhadas em uma profunda crise por conta de sua histórica linha de conciliação de classes, como a CUT do Brasil, a CUT do Chile e os CTAs da Argentina.

            Os líderes do G20 merecem que a classe trabalhadora latino-americana os receba lutando com os métodos operários contra suas tentativas de descarregar sua crise nas nossas costas. A classe trabalhadora deve encabeçar uma grande luta anti-imperialista, em seu enfrentamento revolucionário contra o capitalismo. Precisamos paralisar as empresas imperialistas, atingindo a produção e preparando a autodefesa para enfrentar Trump e os governos regionais que sustentam sua política. Impulsionemos assembléias nos locais de trabalho e vamos impor à burocracia congressos de delegados eleitos para que os trabalhadores tomemos em nossas mãos a tarefa de propor uma saída para a crise, acaudilhando os demais setores do povo explorado. O movimento estudantil dos diferentes países tem se proposto a dar apoio às ações operárias com suas energias, atuando como um batalhão auxiliar, a partir de assembleias nos locais de estudo e ações nas ruas.

            Para expulsar definitivamente o imperialismo da América Latina, é necessário lutar pelo controle operário por ramo, superando as fronteiras nacionais, e pela expropriação do capital imperialista, desenvolvendo assim a luta pelo poder, ou seja, pela ditadura do proletariado e sua extensão internacional em uma Federação de Repúblicas Socialistas da América Latina. É fundamental conquistar a solidariedade do proletariado dos países imperialistas nesta perspectiva, principalmente do proletariado norte americano.

            Para isso, impõe-se a necessidade de uma direção internacional, de um partido mundial baseado no programa de transição e na teoria da revolução permanente. Propomos às correntes que reivindicam a necessidade de reconstruir a IV Internacional e a luta pela ditadura do proletariado que impulsionemos as medidas necessárias para colocar em pé e unificar a vanguarda operária internacionais através de um programa revolucionário. Para isso, chamamos a uma Conferência Latino-Americana para começar, inicialmente em nossa região, a ajudar a vanguarda no árduo processo de forjar a direção revolucionária.

 

24/11/2018

TRCI

Tendencia Revolucionaria por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional

COR (Chile) – LOI (Brasil) – COR (Argentina)

November 30 and December 1 the city of Buenos Aires will be the seat of the G20 presidents’ summit. The G20 was designed as a forum where the imperialist Powers (USA, Japan, Germany, France, UK, Italy) and the leaders of the former workers’ States (China and Russia) could negotiate economic policies before the crisis of the postwar institutions. After the burst of the world crisis in 2008, it gained more relevance by incorporating the chiefs of state of the 19 member countries plus the European Union (EU) in an attempt to coordinate rescue policies for the rotting capitalist system; such was the case of the policies of monetary quantitative easing and low interest rates launched by the Central Banks of Japan, the EU, the American FED, along with an all along the line attack against the working class and its organizations, worldwide.

Since Trump’s arrival at the American imperialist command, the economic policy of coordination of the imperialist Powers is put under question; while the trade war gets more intense as well as the aggressive policy towards semi colonial countries, like the case of Latin American countries. So, it is expected that Trump and his counterparts in the other imperialist countries use the forum as a platform for their disputes, while the USA disciplines its backyard (Mexico, Brazil, Argentina), with the aid of the IMF. Thus they go ahead with the agenda of reforms against the proletariat, including labor, pensions, education and health reforms all over the globe.

In Argentina, the Buenos Aires Summit will be a rehersal for the government and imperialism to impose the adjustment with repression and iron-hand, diagramming a virtual curfew in the city. This is part of the repressive escalation, that includes the militarization of the Northern border and the deployment of gendarmerie to the slum areas of big cities. A policy that is also being applied in Brazil, with the military command of security in Rio de Janeiro and the militarization of favelas.

The union bureaucracies in our region are overlooking the imperialist offensive, by playing themselves the role of contention, such as the Argentinean CGT, or undergoing a deep crisis due to their historical line of class conciliation, such as the case of the Brazilian CUT, the CUT of Chile and the CTAs in Argentina.

The leaders of the G20 deserve that the working class receives them fighting with the workers’ methods against their attempts to make us pay for their crisis. The working class must lead a great anti-imperialist struggle, in its revolutionary confrontation to capitalism. We must paralyze the imperialist enterprises, to make target in production and prepare self-defense to confront Trump and the regional governments that support his policy. Let’s organize caucus gatherings in workplaces and impose the union bureaucracy shop-stewards congresses with mandate, so that the workers take in our own hands the task of providing a way-out to the crisis, by leading the other oppressed sectors of the people. The students’ movement in the different countries has the task to support the workers’ actions with their energy, acting as a supporting battalion, by organizing assemblies in their study places and actions in the streets.

To definitively expell imperialism from Latin America, we must struggle for the workers’ control in each industry, overcoming national borders, and for the expropriation of imperialist capital, developing thus the struggle for power, that means, for the dictatorship of the proletariat and its international extension in a Federation of Socialist Republics of Latin America. It is mandatory to win over the solidarity of the proletariat in the imperialist countries in this perspective, mainly the American proletariat in the North.

For this, it becomes necessary an international leadership, a world party based on the Transitional Program and the Theory of Permanent Revolution. We advance the proposal to the political currents that vindicate the need of the reconstruction of the IV International and the struggle for the proletarian dictatorship that we encourage the necessary measures to build up and unify the international workers’ vanguard around a revolutionary program. To do so, we call for a Latin American Conference, to begin, initially in our region, with the task of aiding the vanguard in its hard process of forging a revolutionary leadership.

11/24/2018

TRCI

Tendencia Revolucionaria por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional

COR (Chile) – LOI (Brasil) – COR (Argentina)

Entre el 30 de noviembre y el 1º de diciembre, la ciudad de Buenos Aires será sede de la Cumbre de presidentes del G20. El G20 fue diseñado como un foro desde el cual los países imperialistas (EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia,) y los dirigentes de los ex Estados obreros (China y Rusia) pudieran negociar políticas económicas ante la crisis de las instituciones de la posguerra. Tras el estallido de la crisis mundial en 2008, cobró mayor relevancia al incorporar a los jefes de Estado de los 19 países miembros para intentar coordinar las políticas de salvataje al capitalismo en putrefacción, como fue el caso de las políticas de emisión monetaria masiva y bajas tasas de interés que lanzaron los bancos centrales de Japón, la UE y la FED de EE.UU., junto a un ataque en toda la línea contra la clase obrera y sus organizaciones a nivel mundial.

            Desde la llegada de Trump al comando del imperialismo yanqui, queda en cuestionamiento la política de coordinación económica de las potencias imperialistas, profundizándose la guerra comercial y la política agresiva hacia los países semicoloniales, como es el caso de los países latinoamericanos. Por ello, se espera que Trump y sus contrapartes de los demás países imperialistas usen el foro como tribuna en sus disputas, mientras EE.UU. disciplina a los países de su patio trasero (México, Brasil y Argentina), con el aporte del FMI. Y profundizan la agenda de reformas contra el proletariado, incluyendo las reformas laborales, previsionales, educativas y en el ámbito de la salud en todo el planeta.

            En Argentina, la Cumbre en Buenos Aires será un ensayo del gobierno y el imperialismo para imponer el ajuste de hambre con represión y mano dura, trazando un virtual Estado de sitio en la ciudad. Es parte de la escalada represiva, que incluye la militarización de la frontera norte y el envío de gendarmería a las barriadas de las grandes ciudades. Una política que también se aplica en Brasil, con el comando militar de la seguridad de Río de Janeiro y la militarización de las favelas.

            Las burocracias sindicales en nuestra región viene dejando pasar la ofensiva imperialista, colocándose en un rol de contención como la CGT, o sumidas en una crisis profunda por su histórica línea de conciliación de clases, como es el caso de la CUT de Brasil, la CUT de Chile y las CTAs de Argentina.

            Los dirigentes del G20 merecen que la clase obrera latinoamericana los reciba luchando con los métodos obreros contra sus intentos de descargar su crisis en nuestras espaldas. La clase obrera debe encabezar una gran lucha antiimperialista, en su enfrentamiento revolucionario contra el capitalismo. Hay que paralizar las empresas imperialistas, golpeando en la producción y preparando la autodefensa para enfrentar a Trump y a los gobiernos regionales que sostienen su política. Impulsemos asambleas en los lugares de trabajo e impongamos a la burocracia congresos de delegados con mandato para que los trabajadores tomemos en nuestras manos la tarea de dar una salida a la crisis acaudillando a los demás sectores del pueblo oprimido. El movimiento estudiantil de los diferentes países tiene planteado apuntalar las acciones obreras con sus energías, actuando como batallón auxiliar, a partir de asambleas en los lugares de estudio y acciones en las calles.

            Para expulsar definitivamente al imperialismo de América Latina, es necesario luchar por el control obrero por rama, superando las fronteras nacionales, y por la expropiación del capital imperialista, desarrollando así la lucha por el poder, es decir, por la dictadura del proletariado y su extensión internacional en una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina. Es fundamental conquistar la solidaridad del proletariado de los países imperialistas en esta perspectiva, principalmente del proletariado norteamericano.

            Para esto, se impone la necesidad de una dirección internacional, de un partido mundial basado en el programa de transición y la teoría de la revolución permanente. Proponemos a las corrientes que reivindicamos la necesidad de reconstruir la IV Internacional y la lucha por la dictadura proletaria que impulsemos las medidas necesarias para poner en pie y unificar a la vanguardia obrera internacional detrás de un programa revolucionario. Para esto, llamamos a una Conferencia Latinoamericana para comenzar inicialmente en nuestra región a ayudar a la vanguardia en el arduo proceso de forjar la dirección revolucionaria.

 

24/11/2018

TRCI

Tendencia Revolucionaria por la Reconstrucción de la Cuarta Internacional

COR (Chile) – LOI (Brasil) – COR (Argentina)

Please publish modules in offcanvas position.