PARO GENERAL CONTRA LA REPRESIÓN Y LA JUDICIALIZACIÓN DE LA PROTESTA OBRERA Y POPULAR
Roberto Macho y Adriana Iranzo, junto a otros referentes de ATE fueron detenidos durante una asamblea de trabajadores en el Hospital Notti. No pasaron 24 horas desde el rechazo en paritarias por parte de ATE al ajuste salarial de Suárez y la comunicación por parte de ATE de la profundización del plan de lucha con cortes y paros, que el gobierno ha decidido escalar en su ataque al conjunto de los trabajadores estatales con un mensaje de disciplinamiento.
El gobierno de Cambia Mendoza ha recurrido a la multa y la judicialización de la protesta callejera como instrumento de control de los trabajadores y los sectores sociales en lucha. Dirigentes y activistas de ATE, SUTE, así como de partidos de izquierda, movimientos sociales y de desocupados y la juventud hemos sufrido la represión abierta, la imputación y procesamiento por luchar.
Pero este nuevo ataque se produce en momentos en que el conjunto de los trabajadores estamos en pie de lucha, y venimos de protagonizar jornadas históricas de paro y movilización contra el plan de ajuste. A eso teme el gobierno, por eso recurre a estos mecanismos de represión para descabezar y disciplinar. Las conducciones de todos los sindicatos estatales de Mendoza, así como ATE Nacional, y las CTAs deben llamar inmediatamente a un paro de actividades hasta lograr la liberación de estos compañeros.
La tregua sindical para dejar pasar las condiciones brutales que estableció el acuerdo del gobierno de los Fernández con el FMI es insostenible. Instamos a impulsar en cada repartición y lugar de trabajo, mandatos de repudio a la represión y detención de los compañeros, de exigencia de acciones concretas para lograr su inmediata liberación y desprocesamiento. Impongamos un PARO GENERAL HASTA DERROTAR EL PLAN DE AJUSTE, MISERIA Y REPRESIÓN CON EL QUE PRETENDEN CUMPLIR CON EL FMI.
Corriente Obrera Revolucionaria
Este 1 de agosto se cumplen 5 años desde la desaparición de Santiago Maldonado durante la represión de Gendarmería a una protesta mapuche en Cushamen, Chubut. Durante 78 días lo buscamos, marchamos y exigimos su aparición con vida. Pocos días después de la aparición del cuerpo de Santiago, Prefectura fusilaba por la espalda a Rafael Nahuel durante una protesta en Bariloche. Gobernaba el macrismo, pero el advenimiento del Frente de Todos solo dio continuidad a esta política. Las organizaciones K que marcharon contra el macrismo por Santiago, garantizaron el silencio y la impunidad de sus asesinos cuando llegaron al poder.
Fueron cinco años de encubrimiento e impunidad durante los cuales perdimos a tantos otros compañeros. La cuarentena significó el despliegue y reforzamiento del aparato burocrático militar del Estado burgués que se tradujo en decenas de casos de desaparición forzada, gatillo fácil y muertes en comisarías en todo el país. Entonces perdimos a Facundo Castro, Luis Espinosa, Florencia Magalí Morales, y tantos más. Hasta la represión a gran escala, durante el desalojo de Guernica. Ante la escalada inflacionaria y su correlato en la protesta de las organizaciones sociales en las calles, y de los conflictos en los lugares de trabajo, vemos a ese aparato burocrático militar desplegarse en el allanamiento a los locales, la persecución, procesamiento y represión contra las organizaciones obreras y populares.
Desde 1983, cada gobierno se orientó a recomponer y fortalecer el aparato burocrático-militar intentando, con diferentes políticas, reconciliar a las fuerzas armadas con las masas y relegitimar el accionar de la justicia burguesa como “garante de derechos”. Parte de este accionar burgués, lo pagamos con Mariano Ferreyra, Jorge Julio López, Carlos Fuentealba, Luciano Arruga, y una larga lista de tantos compañeros asesinados, desaparecidos, reprimidos y perseguidos por luchar. Cristina y su ala en la coalición gobernante presionan por una reforma judicial, no para terminar con la impunidad, sino para asegurarse su propia impunidad. Lograr verdad y justicia es una tarea que sólo puede resolverse desde la independencia de clase, con los métodos de la clase obrera.
El ajuste en curso y el agravamiento de las condiciones de vida de las masas para sostener el acuerdo con el FMI, anticipan un ataque mayor. Requieren de gran centralidad del Estado para imponer a la clase obrera una nueva relación de fuerzas para pagar la deuda a costa de las masas y hacer crecer los negocios. Derrotar este plan nos exige prepararnos para enormes tareas, para enfrentar a la burocracia garante de la sujeción de los sindicatos al Estado, y también para enfrentar a ese Estado como aparato burocrático-militar. No será con los métodos de la democracia burguesa y sus instituciones como prepararemos a la vanguardia obrera en su tarea de organizar una respuesta obrera a la altura del ataque.
Para lograr justicia para todos nuestros muertos y desaparecidos. Para que paguen la crisis los que la generaron. Impulsemos este debate en cada lugar de trabajo y de estudio, defendamos mociones por un congreso de delegados de base mandatados. Preparemos un paro general activo, con ocupaciones y piquetes apuntando a sembrar la desorganización en el aparato estatal, tarea ineludible para forjar una vanguardia preparada para atacar en bloque ese aparato hasta destruirlo.
La reconstrucción del régimen burgués luego de la semi insurrección espontánea del 19 y 20 de diciembre de 2001 se asentó en una brutal devaluación implementada por el gobierno de Eduardo Duhalde y sus ministros Remes Lenicov y Roberto Lavagna. Este golpe a la clase obrera y a las masas en general fue enfrentado por el movimiento obrero en las calles, sobre todo por los sectores desocupados organizados en el movimiento piquetero. El asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán el 26 de junio de 2002 a manos de la policía del comisario Franchiotti en la estación de Avellaneda fue un operativo conscientemente orquestado por el peronismo en el poder, con Duhalde (presidente) y Felipe Solá (gobernador de Bs As) a la cabeza, para disciplinar a nuestra clase golpeando a su sector más combativo. La movilización posterior al asesinato, reclamando justicia y continuando la lucha contra el ajuste devaluatorio, llevó a la renuncia de Duhalde, quien diseñó una salida a través de elecciones que permitieron la victoria de la camarilla pequeñoburguesa K.
Veinte años después, tenemos a funcionarios bonaerenses responsables de esta masacre, como Aníbal Fernández, y a la camarilla K en el gobierno. Todos, en un Frente que vuelve a la carga contra el movimiento piquetero con Cristina Kirchner como principal vocera. Quieren golpear nuevamente a nuestra clase para consolidar los avances que lograron las patronales sobre nuestras condiciones de trabajo durante la cuarentena y avanzar en la aplicación del ajuste que les dicta el FMI. Y quieren hacer caja con el dinero de los planes sociales para financiar el aparato punteril peronista de gobernadores e intendentes para intentar mantenerse al comando del Estado burgués de cara a las elecciones del año que viene.
Mientras, la burocracia sindical de la CGT y las CTAs y la “burocracia piquetera” buscan meternos en la interna oficialista entre Alberto y Cristina: esa no es nuestra pelea, la tarea es enfrentar a todas las alas del gobierno del ajuste fondomonetarista. Agitan el fantasma de la derecha para mantener nuestras organizaciones atadas al Estado, mientras firman paritarias a la baja y en cuotas, y dejan pasar la reforma laboral de hecho, fábrica por fábrica, convenio por convenio, con los turnos americanos, las indemnizaciones “mochila”, los contratos de cortísima duración y el único festival que sustenta la “recuperación” albertista, el festival del trabajo precario. Ejemplos de esto hay de sobra: convenio UOCRA, Toyota, docentes, los intentos de ir por el 4º turno en Bagley Córdoba y la bodega Peñaflor, etc.
Reivindicamos la lucha de Kosteki y Santillán continuando la pelea por el castigo a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, castigo que deberá aplicar nuestra clase con nuestros métodos y organizaciones. Debemos enfrentar el ataque patronal que descargan el gobierno, la oposición patronal y las cámaras empresarias, con el FMI como pivote. Tenemos la tarea de recuperar los sindicatos de manos de la burocracia y ponerlos en función de la lucha por incorporar a los desocupados a la producción, cuestionando el mando capitalista e imponiendo las escalas móviles de horas de trabajo y salarios. En medio de una crisis mundial bestial, exacerbada por la guerra en Ucrania, el enfrentamiento con nuestros enemigos se evidencia como una pelea descarnada por la supervivencia de nuestra clase, son ellos o nosotros. La venganza histórica de la clase obrera, luchando por el poder político, encabezada por el partido revolucionario del proletariado, sección nacional de la IV Internacional reconstruida.
Este 2 de diciembre nos encuentra nuevamente en las calles enfrentando la represión del aparato judicial del Estado burgués. Las condenas que pesan sobre César Arakaki y Daniel Ruiz, del PO y PSTU respectivamente, por luchar contra la reforma laboral del anterior gobierno de Macri, son parte de la represión y criminalización de la protesta que nuestros enemigos aplican para intentar hacer pasar el ajuste que viene de la mano de las negociaciones que lleva adelante el gobierno de Alberto Fernandez con el Fondo Monetario Internacional.
A la clase obrera no le queda otro camino. Debemos organizarnos para enfrentar este ajuste y los planes de reformas que prepara el gobierno en alianza con la oposición burguesa, los empresarios, la iglesia y la burocracia sindical. Tenemos que organizar un gran debate al interior de nuestra clase, en los lugares de trabajo, en los barrios con los movimientos piqueteros combativos, en las grandes fábricas y parques industriales. Organizar asambleas donde se vote la moción de no al acuerdo con el FMI, no al pago de la deuda externa, fuera el imperialismo de América Latina y desarrollar un gran movimiento antimperialista que parta de las estructuras del movimiento obrero industrial, estatal, de servicios y territorial con los movimientos piqueteros.
Entre esos objetivos de lucha, es muy importante pelear contra la criminalización de la protesta, por la libertad de los presos por luchar como Sebastián Romero y tantos más, y por la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz. El XV Congreso de la COR, llevado a cabo recientemente, votó como una de sus resoluciones impulsar una gran campaña en este sentido. Es un compromiso de lucha con César y Daniel y con los luchadores y organizaciones presentes en este acto en Córdoba.
Un gran y fraternal saludo revolucionario.
2/12/21
Hace 45 años, en La Plata, 10 estudiantes secundarios eran secuestrados, torturados y finalmente asesinados a manos del contrarrevolucionario golpe de estado del ’76. La juventud venía de las experiencias de los años previos, con importantes procesos de organización, marchas por el boleto educativo, discusiones en torno a qué educación querían, y había participado junto al movimiento obrero de las enormes experiencias del Cordobazo, el Vivorazo, las coordinadoras fabriles, etc. Fue contra estas experiencias que tanto los partidos patronales (PJ, UCR, etc.), la iglesia, los empresarios imperialistas y locales, y la burocracia sindical se unieron en la necesidad de derrotar a quienes comenzaban a poner en cuestionamiento su dominio, entregando momentáneamente el poder al brazo armado del estado para llevar adelante esta tarea.
Hoy, 45 años después, la dictadura del capital bajo su ropaje democrático mantiene intacto su aparato represivo. La política de la Cuarentena dio cuenta de esto, Facundo Castro, Luis Espinoza, Joaquín Paredes, Isaías Luna, Blas Correa, son algunos de los crudos ejemplos de cómo la policía, envalentonada por el respaldo estatal, asesinó, torturó y amedrentó a cientos de jóvenes y trabajadores en todo el país. La cuarentena demostró no ser ninguna medida para salvar nuestras vidas, como demuestran los más de 120 mil muertos y los más de cinco millones de contagiados, sino todo un ensayo general reaccionario para hacernos pagar su crisis
En las escuelas, los cambios caóticos y sin condiciones entre virtualidad, bimodalidad y, ahora, una presencialidad completa, han hecho estragos. El resultado de estas políticas han sido una enorme deserción estudiantil por falta de recursos, sobretrabajo docente, precarización laboral acompañada de salarios de hambre, desempleo por suplencias no cubiertas, compañeros que murieron por Covid y otros cientos de contagiados, cierres completos de cursos, y una larga lista de etc. Este ataque fue posible gracias a que tanto las burocracias sindicales, como las conducciones de los centros de estudiantes se mantuvieron guardadas mientras dejaban correr el ajuste, y ahora convalidan medidas arbitrarias, bajo la figura de protocolos, que sólo restringen la organización y militancia estudiantil y sindical en escuelas y facultades.
Este 16/09 el mejor homenaje que podemos hacer a nuestros compañeros caídos es retomar lo más avanzado de su experiencia y continuar la pelea. Los procesos agudos de lucha de clases que recorren al mundo han tenido a la juventud como protagonistas, las acciones en Chile, Colombia, EEUU, solo por mencionar algunos, deja en claro que la juventud no ha sido derrotada y dará pelea contra un sistema que no le ofrece otro futuro más que explotación, miseria y represión.
Ya hemos escuchado tanto al gobierno como a la oposición hablar de una nueva normalidad y la post-pandemia, lo que significa que se aprestan a consolidar el brutal ajuste para honrar los acuerdos con el FMI, preparando las condiciones para aplicar las reformas laboral, educativa, previsional que exige el organismo. Debemos enfrentar este avance y para ello se hace urgente recuperar nuestras organizaciones para convertirlas en verdaderas herramientas de lucha.
La juventud tenemos en el movimiento obrero a un poderoso aliado, debemos preparar junto a ellos la respuesta. En las escuelas podemos comenzar convocando a plenarios de delegados de base tanto de estudiantes como de los trabajadores de la educación, donde podamos discutir: las condiciones para la vuelta a la presencialidad, la reapertura de paritarias y las condiciones laborales, el boleto obrero-estudiantil y todas las demás reivindicaciones, como así también las acciones para imponerlas, como son nuestros históricos métodos de paro, toma de colegios, marchas, etc. La sentada en los colegios de la UNCuyo es un llamado a la acción que debemos extender y profundizar.
También debemos poner todos nuestros esfuerzos en impedir la criminalización de nuestra lucha, se hace urgente tirar abajo el reaccionario juicio que pesa sobre los compañeros y compañeras de la UNC y la UNRN y que intenta ponerse como castigo ejemplar para disciplinarnos.
A 45 años de la noche de los lápices, la lucha sigue vigente por eso decimos con toda nuestra fuerza que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos.
Este 27/8 se realizará una nueva Marcha Nacional contra el gatillo fácil. A un año y medio del comienzo de las medidas restrictivas de la cuarentena impuesta por el Gobierno Nacional, tenemos como resultado un centenar de muertos por las fuerzas de seguridad. Con la difusión de la festichola clande en Olivos, toda la oposición burguesa se despega, pero el año pasado unieron filas para garantizar el control territorial, sacando a la calle sus fuerzas represivas. Como resultado de esta política, la policía desapareció a Luis Espinoza y Facundo Castro, y tantos más fueron asesinados por las fuerzas de seguridad.
Fue por Facundo que hace un año salimos a las calles, desafiando las restricciones impuestas contra la protesta social, y denunciamos al gobierno nacional y provincial. Mientras los organismos de DDHH cooptados por el Estado y la militancia k, con guiño del centrismo, nos señalaban desde la virtualidad por movilizar y denunciar la responsabilidad del Estado en los casos de desapariciones y muertes en el marco de la pandemia.
Hoy en el escenario electoral tanto FdT como la oposición discuten cómo consolidar el brutal ajuste para pagar la deuda externa, y la desorganización que sembraron con las restricciones a las organizaciones de trabajadores y la juventud, y sobre esa base avanzar en aplicar las reformas laboral, educativa, previsional que exige el FMI. Complemento de ello es garantizar la impunidad de Berni y su bonaerense que desapareció a Facundo, de Massoni y la chubutense, de la gendarmería responsable de Maldonado, y la prefectura que mató a Rafael Nahuel. No hay grieta en la línea de fortalecer el aparato burocrático militar para afrontar los procesos de lucha que puedan darse.
Los trabajadores hemos enfrentado a las represiones, como en el frigorífico Penta, los trabajadores de la salud en puente Pueyrredón, los municipales en Mendoza, y más recientemente los trabajadores de la educación en Salta. Esta marcha del gatillo fácil tiene que permitirnos abrir en los lugares de trabajo y de estudio, un balance de la cuarentena como medida represiva para imponer el ajuste, porque los muertos y los desaparecidos los pone la clase trabajadora y la juventud empobrecida. Nos movilizamos este 27/8 convencidos de la necesidad de abrir entre los trabajadores y la juventud, una discusión que es internacional en nuestra clase, desde las inmensas acciones de masas contra la brutalidad policial hacia la población negra, la lucha de la juventud colombiana contra la represión del esmad y las batallas de la primera línea chilena contra los pacos genocidas. Las fuerzas represivas del Estado no pueden reformarse, ya que su rol es proteger los intereses de la burguesía. Es inadmisible la sindicalización de la policía porque no pertenecen a nuestra clase, no son trabajadores, son los garantes de la explotación y la ganancia de los capitalistas. Desde la COR pensamos que debemos fortalecer las instancias de organización de la juventud y los sindicatos con independencia de los partidos patronales, sostenemos que debemos luchar por la disolución de la policía y las fuerzas represivas.
Justicia por Magalí Morales, Facundo Castro, Santiago Maldonado y todos nuestros muertos y desaparecidos a mano de las fuerzas de seguridad. ¡Abajo la criminalización de la protesta y el procesamiento de los luchadores! Para lograrlo necesitamos retomar los métodos de nuestra clase. Los piquetes, la huelga y el paro son nuestras herramientas para enfrentar el avance en nuestras condiciones de vida, despidos, suspensiones, bajas de salarios, etc. En esta perspectiva la lucha contra el gatillo fácil es la lucha contra el Estado y sus verdugos.
El día 12 de agosto un militante de nuestro partido fue invitado “amablemente” por un administrativo y guardias de “seguridad” a abandonar el edificio de la Facultad de Filosofía y Letras. Nuestro compañero que es estudiante de dicha facultad se encontraba militando nuestras declaraciones sobre Colombia y Palestina en el clásico pasillo de las agrupaciones políticas que en este momento se encuentra vacío de todo contenido de las distintas corrientes. El material propagandístico fue arrancado y tirado literalmente a la basura por un administrativo que luego de su acción de censura corrió a llamar al Decano Cueto.
Como hemos señalado anteriormente, los protocolos covid realizados por las autoridades en los lugares de estudio y de trabajo no tienen la finalidad de cuidarnos, cumplen una función represiva y desorganizadora. Para pauperizar la salud y las condiciones de vida de la clase trabajadora no existe grieta, tanto el Gobierno Nacional como el Provincial son responsables del mísero estado del sistema de salud, en este momento las y los trabajadores de la salud se encuentran luchando en todo el país para mejorar sus condiciones de trabajo, por un sueldo que cubra la canasta básica familiar, pase a planta de contratados y tercerizados, etc. Es necesario que en las facultades formemos comisiones con representantes docentes, no docentes y estudiantiles elegidos en asamblea para controlar las condiciones de seguridad y salubridad para la cursada.
No es de extrañar que el protocolo del Decano Cueto tenga como finalidad la eliminación de la vida política entre los pasillos de su castillo medieval, en donde se fomenta una cátedra libre en homenaje a Díaz Araujo, un personaje nefasto y rancio que defendió y promovió el terrorismo de estado, no podemos permitir la existencia de esa cátedra pro genocida. Sin embargo, la “censura de los pasillos” es realmente selectiva, ya que los grupos de extrema derecha pueden tener una cartelería intacta, en cambio nosotros nos enfrentamos al amedrentamiento de la seguridad privada por difundir nuestras ideas. A esta forma de mordaza política se suma la resolución pro sionista del rector Pizzi, ambos métodos buscan anular la militancia revolucionaria.
Desde la COR instamos a que el centro de estudiantes se pronuncie en contra de esta avanzada represiva por parte de las autoridades hacia todas las agrupaciones políticas. ¡Es inadmisible que las y los estudiantes sean expulsados de la facultad por militar! Aunque no nos sorprende que la academia burguesa intente acallar a los grupos que le resultan molestos, ya que su naturaleza es expulsiva para con la clase trabajadora y sus representaciones políticas, observamos como cada día nuestros compañeros desertan de la universidad por el avance de la crisis económica y los mecanismos elitistas de esta institución.
Llamamos a las organizaciones de izquierda, a las y los estudiantes a reunirnos a la brevedad para preparar una respuesta contundente al disciplinamiento que nos quieren imponer. Necesitamos organizarnos, realizar de manera urgente asambleas por cursos, y preparar una asamblea general resolutiva contra las políticas arbitrarias del Decano. Luchemos por la recuperación del centro de estudiantes para que sea una herramienta de lucha y organización.
RAMA UNIVERSITARIA DE LA COR
El pasado 22/06 el consejo superior de la UNC se pronunció en referencia a la elevación a juicio que pesa sobre los 27 estudiantes de la UNC por la toma del pabellón Argentina en el marco de la lucha educativa del 2018. El pronunciamiento se puso a discusión por propuesta de varios decanos K referenciados en la agrupación “Vamos”, que solicitaban que el superior se declare a favor de la absolución y en contra de la criminalización de la protesta, posición que bajaron más temprano que tarde, para terminar votando una declaración “de consenso” con el oficialismo rectoral conducido por el radical Hugo Juri y Yanzi Ferreira. En la misma se llama a respetar la institucionalidad y el Estado de derecho, es decir que avala el juicio, y llama a que los conflictos universitarios se resuelvan con los mecanismos del cogobierno y la autonomía, ocultando que fue el propio rector el que entregó los nombres a la justicia.
No nos puede escandalizar que los decanos K hayan votado esta declaración, o mejor dicho, solo puede sorprender a quien haya sembrado expectativas en que un/a decano/a de este régimen universitario vaya a ir en contra de sus propios intereses. Después de todo, estas autoridades universitarias, que con palabras elocuentes han dicho estar en contra de la criminalización de la protesta y a favor de los estudiantes, son parte de la coalición peronista que dirige al país, el mismo gobierno que en dos años solo ha ofrecido a la juventud desempleo, miseria, expulsión del sistema educativo y mayor represión.
Este nuevo ataque deja al descubierto, una vez más, que las autoridades universitarias dejan de lado sus diferencias cuando se trata de disciplinar a quienes osamos cuestionar el régimen universitario que dirigen, y que a la única presión y exigencia a la que sí se someten, no es a la de la “opinión pública”, sino a la del gobierno y el FMI.
No podemos olvidar ni por un momento que el origen de este reaccionario juicio fue la pelea que dimos junto a los trabajadores de la UNC en reclamo de mejoras salariales y enfrentando las políticas de miseria educativa que implicaba el pacto de Macri con el FMI. Esta pelea sigue aún vigente. La política de cuarentena impuesta por Alberto, como forma de control sobre los trabajadores ante los efectos inmediatos de la crisis, ha sido utilizada por el régimen universitario para hacer pasar el ajuste: precarización laboral y mayor deserción estudiantil producto de una virtualidad inconsulta y sin recursos, paritarias docente y no docente a la baja, recortes de contenidos, cierre del comedor, etc.
La lucha por la inmediata absolución de nuestros compañeros solo podrá ser reforzada si la ligamos a la pelea más general por enfrentar este ajuste, que no se restringe solo al ámbito educativo, sino que está implicando un enorme golpe para el conjunto de la clase trabajadora. Debemos buscar nuestros aliados, no entre las distintas facciones, integrantes de una u otra coalición burguesa (FdT, Cambiemos, Schiarettismo, etc.), del régimen universitario reaccionario que dirigen la UNC al servicio de los capitalistas, sino entre los trabajadores que vienen resistiendo el ataque. Debemos aunar fuerzas con los compañeros de salud, que con paros y movilizaciones vienen reclamando mayor salario y mejores condiciones laborales, con los compañeros docentes que se organizan contra las paritarias a la baja y las condiciones inseguras e insalubres de cursado, con los trabajadores de distintas ramas como alimentación, metalúrgicos, etc., que enfrentan los ataques de las patronales. Es en ese sentido que desde la COR mocionamos solidarizarnos con las compañeras Estela Fernández, secretaria adjunta de la UTS-FESPROSA, y Fabiana Fontana, delegada de la UOM de la ex-Valeo, ambas perseguidas por la justicia en represalia a su lucha sindical. Debemos levantar una campaña conjunta contra la represión y la persecución judicial hacia trabajadores y estudiantes. ¡Fuera las manos de la justicia patronal de nuestras organizaciones! ¡Abajo el juicio a los 27 estudiantes de la UNC, ningún desafuero, ningún despido! Viva la lucha de obreros y estudiantes contra el ajuste al servicio de las patronales y del pago de la deuda externa.
La experiencia hecha con el régimen tiene que dejar una clara conclusión a los luchadores: no es posible reformar a los consejos reaccionarios, ni es un problema de representación, sino que son los consejos de la LES, el BM y el FMI y deben ser destruidos. Para poner la educación al servicio de la lucha de la clase obrera debemos pelear por una Universidad dirigida por los sindicatos y las organizaciones estudiantiles. Sabemos que las conducciones hoy al frente de nuestras organizaciones se han encuarentenado permitiendo que la causa que pesa sobre 27 estudiantes avance, al tiempo que han colaborado con la parálisis y desorganización de los estudiantes que no han podido dar una respuesta contundente frente a la crisis. Las conducciones de los sindicatos de docentes y no docentes también han jugado un papel nefasto dejando desorganizados a los trabajadores que tuvieron que soportar sobre trabajo mientras ellos firmaban paritarias por debajo de la inflación. Este accionar sólo demuestra que esas conducciones por acción u omisión son cómplices de la política de las autoridades. Si no están a la altura del ataque deben ser barridas de la dirección.
¡Recuperemos nuestras organizaciones para la lucha! Se hace urgente que quienes venimos levantando la campaña por la absolución redoblemos la apuesta, abandonando las peleas internistas por sellos o hablando de una unidad en general y debatamos programáticamente para poder dar la lucha política contra estas corrientes del régimen, que concentremos los esfuerzos en meter el debate en los cursos para poder desarrollar a las organizaciones en sus bases, convocando a asambleas, eligiendo delegados para poner en pie cuerpos de delegados por facultad y carrera, y avanzar hacia un plenario de Delegados Docentes, No Docentes, Investigadores y Estudiantes con mandato que nos permita definir un pliego único de reivindicaciones como así también el plan de lucha para imponerlo. Llamamos a las corrientes de izquierda de la UNC y los trabajadores y estudiantes combativos a debatir las tareas de la vanguardia en esta crisis, con el objetivo de poner en pie una Corriente Revolucionaria en la universidad, docente, no docente, estudiantil, con libertad de tendencias, que se proponga este objetivo.
Las movilizaciones y enfrentamientos se siguen dando en las calles de Colombia, después de 5 días de furia en contra de la reforma tributaria que quería imponer el gobierno y que tuvo que suspender ante la masividad de las protestas. El gobierno de Duque ha lanzado una verdadera cacería contra los trabajadores y el pueblo pobre, y al día de hoy se contabilizan más de 21 muertos, cientos de desaparecidos y detenidos.
Duque quiso imponer una reforma tributaria en medio de la pandemia, que en Colombia está golpeando muy fuerte, donde menos del 10 % de la población está vacunada y sigue sufriendo la situación de deterioro de la economía. Supuso el gobierno que el temor a tomar las calles por el nivel de contagios les iba a permitir imponer la reforma para que gran parte de la población pagara la crisis de la pandemia. Pero la reacción de los trabajadores y las masas populares fue lanzarse a las calles ante el hartazgo de la situación. Cali fue el epicentro de los enfrentamientos, una zona fabril y en donde más se ha expresado el nivel de crisis económica y sanitaria en la región.
Ahora, después de tener que retroceder con la reforma y ver si puede reformularla con algunos guiños demagógicos para que también paguen más impuestos los sectores más ricos, no logra contener la situación general y se apoya en las fuerzas represivas y en su jefe político Álvaro Uribe para, mediante el monopolio de la fuerza del Estado, reprimir las manifestaciones aduciendo que son terroristas y argumentando conmoción interna.
La burocracia sindical de la CUT y la CGT, entre otras centrales, llamaron a un paro nacional para el 5 de mayo. La particularidad de este llamado es que no es un paro, sino una movilización, lo que, si bien permite que no se pierdan las calles, no ataca al corazón de la burguesía colombiana y el capital extranjero, que está en la producción. Hay que preparar la huelga general con piquetes de autodefensa para derrotar al gobierno de Duque y hacer volar por los aires el Plan Colombia del imperialismo yanqui. No podemos entrar en ninguna trampa del régimen que buscará estirar su agonía hasta el 2022, fecha en que habrá elecciones, o buscar salidas institucionales como intenta Chile con su proceso constituyente.
En las distintas regiones del país, se han destacado en los enfrentamientos importantes destacamentos de jóvenes trabajadores y de la pequeña burguesía urbana que ya venia peleando antes de la pandemia, contra los efectos de la crisis económica y sanitaria, pero también contra la brutalidad del ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios). Demuestra este escenario que energías hay para enfrentar a Duque y el conjunto del régimen, que no se diferencia en mucho a los gobiernos latinoamericanos y su dirección de la pandemia, la gran mayoría se apoyó en las fuerzas armadas y en descargar el ajuste en las masas para dirigir la pandemia y salvaguardar los intereses de los grandes capitales y su clase.
Es tarea de las fuerzas que se reclaman marxistas apoyar este levantamiento y contribuir a su triunfo. Debemos rodear de solidaridad a los trabajadores colombianos y de la región y confluir en acciones en las embajadas o consulados exigiendo el cese inmediato de la represión y la disolución del ESMAD. Además, debemos llamar a una Conferencia latinoamericana con las corrientes que aun levanten la necesidad de la dictadura del proletariado para discutir la situación explosiva en la región y las tareas de los revolucionarios. Esto puede ayudar a que en Colombia puedan desarrollarse núcleos de revolucionarios que puedan sacar conclusiones de las tareas que la situación histórica amerita.
Cada año en Grecia, el 17 de noviembre la juventud y los estudiantes del país salen a las calles para conmemorar la Revuelta de la Universidad Politécnica que en el año 1973 enfrentó a la junta militar que gobernaba el país. Este año, el gobierno de Nueva Democracia encabezado por Mitsotakis lanzó la prohibición de cualquier manifestación en el marco de la nueva cuarentena impuesta ante la llamada segunda ola de la pandemia. Como en todos los países, esta medida reaccionaria, lejos de proteger la salud del pueblo, sirve para defender los sistemas de salud de la burguesía del colapso, sistemas que vienen siendo desmontados por las políticas de ajuste aplicadas por el imperialismo frente a la crisis del 2008 e incluso antes. En el caso de Grecia, el ajuste fue impuesto por la Troika (UE, FMI, BCE) a través de una serie de memorandums, el último de los cuales fue garantizado por el gobierno de Syriza y Tsipras.
La verdadera cara de la cuarentena es la represión ejercida contra la juventud el pasado 17 de noviembre, con miles de policías en las calles de Atenas para garantizar el orden y la estabilidad de las instituciones del Estado frente a la crisis social y económica que golpean al país, y para frenar la movilización de la clase obrera, sobre todo de sus sectores juveniles, y del estudiantado. La represión de los policía no se limitó a la capital y se desató en todas las ciudades importantes. En Ioánina, al noroeste, los anti-motines atacaron a un grupo de estudiantes, con el saldo de varios heridos, 30 detenidos y 23 estudiantes procesados por diversos cargos, entre ellos varios militantes del OKDE (Organización de Comunistas Internacionalistas de Grecia).
Nos solidarizamos con los estudiantes y la juventud que en Grecia enfrentan las políticas antiobreras de la UE, el FMI y su propio gobierno frente a la crisis, medidas que pretenden imponer con la represión más cruda y brutal. Nos ponemos a disposición de los jóvenes y los compañeros del OKDE para impulsar una campaña internacional por el desprocesamiento de los 23 estudiantes de Ioánina. Bregamos por la unidad internacionalista de la vanguardia de la clase obrera en todo el mundo, a través de un debate sobre los métodos, el programa y la organización internacional que necesitamos, que para nosotros es la IV Internacional reconstruida, para que nuestra clase pueda imponer una salida obrera y revolucionaria a la crisis capitalista que atraviesa el mundo.