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Schiaretti y el peronismo triunfan en Córdoba: Una victoria para asentar el plan electoral de la transición

Miércoles, 22 Mayo 2019 16:50

El domingo 12 de mayo fue jornada electoral en la provincia de Córdoba. Como en tantos otros distritos, el oficialismo provincial desacopló las elecciones de las nacionales para evitar ser arrastrado hacia abajo por el resultado de un eventual candidato propio a presidente. Pero en este caso, además se da el efecto contrario: la victoria resonante de Schiaretti en la provincia y en los grandes municipios (empezando por Córdoba capital) asienta y acelera la cristalización de las candidaturas presidenciales, empezando por el peronismo en sus variantes Alternativa Federal y K, y también en Cambiemos y sus diversos “planes alternativos” (M, V, H, etc.).
La victoria del peronismo (54%) tuvo más brillo por el contraste con la debacle de Cambiemos, que se rompió y fue dividido en 2 listas (Negri sacó 17,8% y Mestre 11%) producto del avance de la crisis del proyecto macrista. El resto de las fuerzas quedaron por debajo del voto en blanco (5,7%), con el vecinalismo del derechista García Elorrio (3,7%) por arriba del 2,6% del FIT y el 1,4% del MST. La participación fue menor a la elección anterior (72%).

Pilares de campaña… y de la explotación

Para hacer un balance objetivo de la elección es necesario partir del sólido apoyo que cosechó Schiaretti entre la burguesía, tanto industrial como agropecuaria, que tiene importantes capitales afincados en Córdoba. Varias empresas, empezando por el grupo Arcor, son elementos de peso en la UIA. Además del complejo automotriz que está estrechamente vinculado a los capitales imperialistas y los vaivenes de Brasil.
Un segundo elemento a destacar es la particularidad de la actual crisis financiera que atraviesa el país. A diferencia de la crisis del 94/2002, en la actualidad las cuentas en rojo financiadas por los millones del FMI son las del tesoro nacional, pero las provincias, debido a la renegociación del pacto fiscal y otras concesiones que debió dar el “gradualismo” del macrismo a los gobernadores, mantienen cierto equilibrio fiscal, aunque esto está viéndose deteriorado rápidamente por la recesión. Sin embargo, las cuentas saneadas en el período anterior permitieron a Schiaretti mantener el plan de obra pública en marcha, plan que fue el eje primordial de su campaña electoral.
Finalmente, la burocracia sindical dio un apoyo decisivo al oficialismo, con la ayuda de la bajada de lista del kirchnerismo que permitió a varios burócratas K como Saillén y Monserrat mantener un bloque sólido de apoyo al peronismo del que sólo quedó afuera el lucifuercista Suarez, empujado por la política de ataque sistemático a los trabajadores de la EPEC de Schiaretti.
El apoyo de las patronales al gobierno cordobés no es gratuito: se han visto beneficiadas por la política de subsidios y exenciones impositivas, por la negociación de convenios colectivos a la baja como en el caso del SMATA, por la aplicación de políticas de trabajo barato o directamente gratuito de la juventud, y por una política de represión a la clase obrera y el pueblo para sostener los privilegios sociales de esta clase parasitaria. Las críticas de un sector del empresariado al macrismo son capitalizadas por el peronismo de alternativa federal, y Schiaretti es un ejemplo de como gobierna esta facción del PJ y del valioso aporte que puede hacer la burocracia sindical como parte del oficialismo. El peso de Córdoba en el total del padrón electoral es importante también, pero queda así determinado de forma concreta. Todos estos elementos hacen a la importancia del triunfo contundente del peronismo el 12 de mayo.

Perspectivas

A partir de su triunfo, Schiaretti ha ingresado como actor importante en el armado de la transición ordenada del fracasado gobierno Macri a un sucesor que sea capaz de garantizar la explotación de nuestra clase para devolver los dólares al FMI y mantener la dominación imperialista en Argentina y el conjunto de Latinoamérica. El nuevo armado del PJ Córdoba, Hacemos por Córdoba, que incluye a la centroizquierda de Stolbizer y el PS, se presenta como una variante de unidad de la oposición no K, que a nivel nacional sería la unidad del PJ federal con Lavagna, tras la bandera de la “Unidad Nacional”, unidad que se forja sobre la derrota de la clase obrera a partir de la aplicación de las medidas burguesas que Macri no alcanzó a llevar adelante (reforma laboral, previsional, impositiva). Está por verse como continúan las negociaciones entre estos socios del capital. Lo cierto es que han acomodado el escenario para meter a una franja importante de los trabajadores, con la ayuda de la burocracia, en la trampa electoral frente a tamaño descalabro económico a que nos somete el macrismo. Igual que el anuncio de la fórmula Fernandez-Fernandez, ayudan al gobierno nacional a estabilizarse a partir de la perspectiva de una transición dentro de la institucionalidad de la democracia para ricos.
Ante esto, vemos como la izquierda electoral ha entrado en un debate sobre las razones de su magra cosecha de votos por afuera de las perspectivas revolucionarias. Altamira, crítico de la nueva dirección del PO, habla de debacle del FIT por la caída en los guarismo electorales, con una idea por demás evolutiva: compara elecciones anteriores con la actual por afuera de toda caracterización de la situación objetiva, pretendiendo una evolución ascendente de los votos del FIT. Esto es contrario al marxismo y se acerca bastante al reformismo que pretende una “acumulación de fuerzas” ascendente de la clase obrera bajo el capitalismo, sin considerar la lucha de clases, las derrotas, las victorias, y la influencia determinante de la realidad concreta del mercado mundial. El PTS y el nuevo MAS, por su lado, hablan de un “voto conservador” de los trabajadores, un sinsentido, ya que lo que podemos medir en una votación, y de forma muy distorsionada tratándose de una provincia de una semicolonia, es el grado de madurez política del proletariado, es decir, su ruptura con la influencia política de la burguesía para avanzar hacia la revolución socialista, no para optar por “candidatos de izquierda” dentro de la democracia patronal. Acá es central el rol que tengan las corrientes revolucionarias dentro de los sindicatos, su pelea por independizarlos de la tutela del estado burgués y por lo tanto por su recuperación de manos de la burocracia sindical peronista. Nada se dice de estos objetivos y estas perspectivas en los balances de las corrientes del FIT y del Nuevo MAS. Tampoco se balancea la campaña centrada en el voto kirchnerista ante la bajada de listas y el apoyo de sus principales figurones a Schiaretti, resumida en ideas como “si votás un Schiaretti, te sale un Macri”, soslayando todas las medidas antiobreras y represivas del propio PJ cordobés. Todo esto no lo van a decir porque deben continuar su preparación para la intervención electoralista en las PASO y en Octubre. No vamos a hablar del MST, que sí está exultante por haber metido una legisladora, porque no consideramos que sea una corriente de izquierda luego de haber defendido a la Sociedad Rural, a la Gendarmería, llamado a votar al hoy macrista Luis Juez, y una larga lista de capitulaciones a nuestros enemigos de clase.
Para hacer realidad la consigna ¡Abajo el Macrismo, fuera el FMI! debemos recuperar nuestros sindicatos de manos de la burocracia sindical traidora y garante del ajuste y del plan de transición del imperialismo. A 50 años del Cordobazo, pongamos en pie en Córdoba un plenario de delegados para discutir las medidas, métodos y programa para recuperar los sindicatos y unificar al movimiento obrero en una Central Única de Trabajadores. Esta es nuestra propuesta para la izquierda, que rompa con el electoralismo febril y avancemos en conjunto en agrupar a la vanguardia en oposiciones sindicales revolucionarias por rama y pelear por un Congreso de Delegados de base con mandato, para poner en pie la fuerzas de nuestra clase y derribar el plan del imperialismo para toda la región. Y así desarrollar las condiciones para construir el partido revolucionario de la clase obrera.

COR
Corriente Obrera Revolucionaria
Regional Córdoba

Schiaretti, Llaryora y, más atrás, el Sec. Gral. de la CGT Córdoba, "Pepe" Pihén, festejan su triunfo Schiaretti, Llaryora y, más atrás, el Sec. Gral. de la CGT Córdoba, "Pepe" Pihén, festejan su triunfo

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    Luego de inaugurar su buena sintonía con Milei reprimiendo la manifestación del 22/12, Llaryora profundiza el romance entre el cordobecismo del PJ provincial y sus aliados (HUxC) con el gobierno nacional de LLA. Tras el intento de desconocer la paritaria ya firmada por los sindicatos estatales, vigente hasta este mes de enero, el 27/12 el gobierno hizo votar en la legislatura provincial el aumento de los descuentos a los estatales para financiar la Caja de Jubilaciones y la mutual APROSS. Los montos llegan hasta un 4% en el caso de la Caja y hasta el 2% para el APROSS. Este recorte al salario se da en medio de una inflación galopante, que bordea la hiper. Llaryora ya ha declarado que se dispone a renegociar a la baja el aumento pactado para enero, que debía equiparar la inflación de diciembre, así como a reponer el diferimiento por seis meses de los aumentos a los jubilados. El ataque en regla contra los estatales se completa con una ola de despidos de trabajadores precarizados a partir del inicio de 2024. A la fecha, ATE ha relevado 58 despidos en SENAF y más de una veintena en salud, entre tantos otros en el resto de las reparticiones.

    Este ataque no podría haber avanzado tanto sin el rol traidor de la burocracia sindical, que había llamado al paro provincial de estatales para el martes 26/12, que se esperaba sería contundente. La docencia encabezada por la UEPC Capital, recuperada por una lista combativa, ya había hecho una marcha importante y las asambleas en el poder judicial y otras reparticiones sentaban las bases para pararle la mano a Llaryora. Pero una vez que se garantizó que la clausula gatillo de diciembre, equivalente a la inflación de noviembre, sí se pagaría, la burocracia decidió levantar el paro sin haber solucionado el problema de los descuentos. El llamado a parar luego de la votación en la bicameral fue tardío y para descomprimir, la bronca entre los estatales se expresó en la gran marcha del jueves 28/12. La CTA-ATE directamente estuvo ausente de la marcha y no impulsó el paro en las reparticiones, salvo algunos delegados independientes de la conducción verde.    Ante los despidos, el SEP no hizo más que convocar a los “afectados” a su sede gremial para hacer presentaciones administrativas, sin organizar ninguna acción contundente en los lugares de trabajo ni llamado a paro en toda la provincia. ATE se limitó a declararse, por enésima vez, en estado de alerta y movilización, sin llamar a asambleas ni ninguna otra medida ante el golpe del gobierno provincial.

    Los trabajadores estatales nacionales de varias secretarías como la de Trabajo, ante una situación similar, garantizaron ayer el ingreso de los despedidos a las dependencias e hicieron asambleas permanentes para que estos no queden aislados, es un buen ejemplo a seguir. No es tiempo de tibios, debemos frenar los despidos con medidas contundentes como la paralización y ocupación de toda repartición donde haya despidos y preparar desde las estructuras la movilización para imponer el paro provincial activo y conquistar nuestras demandas de reincorporación, pase a planta y aumento para llevar el salario inicial al nivel de la canasta familiar, con ajuste mensual a la inflación. Desarrollando la lucha contra Llaryora nos fortaleceremos para preparar el paro general del 24 de enero convocado por las centrales. Desarrollemos en todas las reparticiones asambleas para votar el pliego de reivindicaciones de la lucha y las acciones para garantizar la medida, no podemos dejar en manos de la burocracia el enfrentamiento al gobierno de Milei y sus aliados. La UEPC Capital se ha ganado el lugar para llamar a un gran plenario provincial de los sectores, delegados y activistas opositores a la burocracia para discutir como llevar este plan de acción a cada fábrica y lugar de trabajo.

    •     Reincorporación de todos los despedidos
    •     Pase a planta permanente
    •     Aumento salarial, salario inicial = canasta familiar, con ajuste mensual a la inflación
    •     Plenario de delegados con mandato de asamblea
    •     Garanticemos la contundencia del paro del 24 de enero
    •     Frenemos el plan de ajuste de Milei, el FMI y sus aliados
  • Elecciones a gobernador en Mendoza

    El 24 de septiembre se elige gobernador en Mendoza en un clima electoral que tiene varias aristas a analizar debido al desdoblamiento de las elecciones de gobernador, a los efectos de las PASO presidenciales, y a la crisis de las dos principales coaliciones políticas, lo que ha marcado un reacomodamiento de fuerzas.

     

    En el panorama local, Cambia Mendoza enfrenta el desafío de mantener la gobernación luego de gestiones que se han caracterizado por atacar sistemáticamente a las organizaciones de los trabajadores con el objetivo de empeorar las condiciones de vida de la clase. A ello se suma la división del espacio oficialista con el surgimiento de Omar De Marchi como candidato que disputa la representación del conservadurismo provincial. No olvidemos que este personaje viene de las filas del Partido Demócrata, los “gansos”, vetustos personajes que gobernaron la provincia en la década infame y bajo intervenciones militares en los años 70. De Marchi apunta a captar los votos de Petri (quien fue el competidor interno de Cornejo en las PASO)  y de un peronismo sin chances que apunta a “un mal menor”, a su vez busca subirse a la ola Milei.

     

    Por su parte, Cornejo ostenta con orgullo representar una provincia “ordenada” que supo gobernar desarticulando los sindicatos, generando un deterioro de la salud y la educación de la población, aplicando “mano dura” a través de la violencia institucional y la persecución sobre dirigentes sociales, y manteniendo un férreo control sobre los jueces. Cornejo, quien supo construir apoyo entre los empresarios locales, y conquistar con cuantiosa pauta el favor de la prensa local, busca su segundo mandato para profundizar el ataque sobre los trabajadores estatales y privados, profundizando el camino de los bajos salarios y la precarización laboral. Para ilustrar esta situación, según revela el último informe trimestral del INDEC, en Mendoza la tasa de desocupación se ubica en torno al 5,6% de la PEA, un índice bajo, sin embargo los ocupados que demandan empleo representan en 23% de la PEA y los subocupados el 16%, el doble que la media nacional. Esto nos indica que la calidad del empleo en la Provincia es de las peores del país.

     

    El peronismo, con Parisi-Ilardo encabezando, intenta retener algo de poder en la legislatura, ante la pérdida de caudal electoral y base de apoyo. Incluso tienen que retener la huida de propios (como Righi de Lavalle) que ven en su cortoplacismo a De Marchi como un mal menor, para evitar que gane Cornejo. El nuevo lema de campaña de estos cultores de la lealtad deberá ser algo así “para que no gane la derecha, vote a la ultraderecha”.

     

    Ante la enorme confusión reinante

     

    A este escenario hay que sumar la enorme confusión que reina entre las masas producto de la precarización permanente de la vida que implica una inflación anual de más del 100%, la incertidumbre en el trabajo, la pésima atención en los servicios públicos (cualquier mendocino que se enferma sabe de los que hablamos), lo que abona el campo para mesianismos reaccionarios. En este contexto, la izquierda centra su programa en cómo gestionar mejor el estado provincial, en vez de buscar dar una dirección de lucha a las organizaciones de los trabajadores, en manos de burócratas colaboracionistas (que han garantizado la paz social firmando acuerdos paritarios de hambre). Es por ello que nos pronunciamos por el voto en blanco en estas elecciones.

     

    Desde la COR creemos que las elecciones burguesas no pueden determinar el rumbo de las organizaciones obreras y de la izquierda. Es necesario enfrentar a este gobierno con un PARO PROVINCIAL, de estatales y privados que planteen como bandera un salario igual a la canasta familiar, y actualización según inflación. Es fundamental derrotar el ítem aula, pelear por un aumento del presupuesto en salud y educación, lograr unificar las luchas de vitivinícolas, docentes, personal de la salud para que la referencia en un contexto de incertidumbre sea la clase trabajadora y sus demandas, que no son otra cosa que los intereses de las mayorías.

  • Los patrones eligen su gerente

     

       Votemos en blanco y organicemos el paro general

    El próximo domingo 25 de junio hay elecciones provinciales en Córdoba. También se votan legisladores para la unicameral y algunas intendencias, ya que han desdoblado las elecciones locales y la capital vota intendente recién a fines de julio.
    En las últimas semanas, la campaña cordobesa sufrió un sacudón mayúsculos con los coqueteos del actual gobernador, jefe del peronismo local y candidato a presidente, Schiaretti, con el ala “centro” de JxC que capitanea el cheto Larreta y sus aliados, incluido el presidente nacional de la UCR, el represor Morales de Jujuy. El ingreso de Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC) que hegemoniza el PJ local, pero que integra a un amplio espectro de la política burguesa provincial, quedó frustrado, pero se mantienen las conversaciones. El candidato a gobernador y actual intendente de capital, Llaryora, profundiza su campaña de gestión de espacios verdes mas mano dura, proponiendo incluso la intervención de las Fuerzas Armadas para el control de la “seguridad (de la propiedad privada) ciudadana”. Luis Juez (JxC) también centra su campaña en la represión, agregando un guiño al arco empresario prometiendo que va a reeditar el fallido intento de un gabinete de CEOs de Macri. Su candidatura ha quedado bastante desdibujado ante el apoyo de su ex-aliado Larreta al schiarettismo, lo que lo llevó a arrojarse a los brazos de los halcones de su coalición. De todas formas, nada está descartado ya que no estamos frente a un escenario electoral habitual, sino que está signado por una profunda crisis económica y social que carcome los mecanismos de dominación de la burguesía a través de las instituciones de su democracia para ricos.
    De más está decir que todas estas idas y vueltas en el staff permanente del aparato estatal capitalista demuestran que ambas coaliciones defienden los mismos intereses de una burguesía semicolonial entregada al imperialismo. Las elecciones como mecanismo de engaño a las masas están demostrando su crisis no sólo a partir de altos porcentajes de abstención y voto en blanco que se vienen registrando en las elecciones provinciales, sino fundamentalmente por el cuestionamiento de los propios trabajadores y la lucha de clases, como quedó demostrado los últimos días en Jujuy.
    Volviendo a nuestra provincia, debemos constatar que el actual y extraño escenario electoral fue impuesto a través de la intervención del Estado en diferentes conflictos obreros, ya sea a través de la persecución a dirigentes y delegados sindicales y piqueteros con imputaciones judiciales, como con la aplicación express y a mansalva de conciliaciones obligatorias en los conflictos obreros que se vienen dando en la provincia, desde la ejemplar huelga docente, pasando por los conflictos en fábricas como Atanor, Coca Cola, Bagley, WEG,  entre otros. El ministro de trabajo Omar Sereno fue claro en una audiencia con la patronal de ARCOR y el sindicato de la alimentación en abril; dijo que el gobierno no quería problemas de cara a las elecciones, y que por eso largaba la conciliación ante la ocupación de la fábrica por los trabajadores de Bagley. Todo este entramado para llevar las luchas obreras al punto muerto de la conciliación, claro está, cuenta con la complicidad de la burocracia sindical de ambas CGTs y de lo que queda de las CTAs.
    Lamentablemente, tanto el FIT-U como el Nuevo MAS no han utilizado la campaña para denunciar el circo electoral como parte del andamiaje estatal para desorganizar al proletariado frente a sus tareas: enfrentar con sus propios métodos el plan impuesto por el FMI, el ajuste y el ataque al salario vía inflación y la ofensiva patronal sobre las condiciones laborales. Más enfrascados en sus internas, ofrecen un recetario de medidas que se podrían tomar desde las propias instituciones de la democracia patronal. Desde la COR consideramos táctica la intervención de los revolucionarios en las elecciones, pero esa decisión táctica no puede desvincularse de una perspectiva estratégica. La campaña del FIT-U y del nuevo MAS que remite al viejo “luche y vote” del viejo MAS está lejos de la independencia de clase que postulan, ya que invitan a los trabajadores a “participar en política” a través de los mecanismos institucionales de nuestros enemigos. Por el contrario, la dirección obrera de la economía a través del control de la producción es lo que permitirá dar una perspectiva a las masas explotadas y oprimidas, un programa obrero de salida a la crisis. Para ello, tener más legisladores es algo totalmente secundario, la clave es recuperar los sindicatos de manos de nuestros enemigos expulsando a la burocracia sindical para golpear a la burguesía en la producción.
    En estas elecciones, llamamos a votar en blanco porque no hay ninguna expresión política que centre su intervención en la necesidad de construir una posición de fuerza de la clase obrera que prepare las condiciones para derrotar al gobierno provincial en su política de garantizar los negocios de las grandes patronales del campo, las automotrices, las alimenticias y demás socios burgueses del cordobesismo, así como para enfrentar al gobierno de los Fernández y Massa, gestores del FMI en la nación. Hacemos un llamado a reagrupar las fuerzas combativas del movimiento obrero, a partir de reuniones y plenarios que nos permitan organizarnos para impulsar la moción del paro general y el plan de lucha en cada sindicato y lugar de trabajo para imponer los intereses de nuestra clase a través de nuestros métodos.

  • A 20 años de la masacre de Avellaneda

    Nueva ofensiva contra el movimiento piquetero del peronismo en el poder

    La reconstrucción del régimen burgués luego de la semi insurrección espontánea del 19 y 20 de diciembre de 2001 se asentó en una brutal devaluación implementada por el gobierno de Eduardo Duhalde y sus ministros Remes Lenicov y Roberto Lavagna. Este golpe a la clase obrera y a las masas en general fue enfrentado por el movimiento obrero en las calles, sobre todo por los sectores desocupados organizados en el movimiento piquetero. El asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán el 26 de junio de 2002 a manos de la policía del comisario Franchiotti en la estación de Avellaneda fue un operativo conscientemente orquestado por el peronismo en el poder, con Duhalde (presidente) y Felipe Solá (gobernador de Bs As) a la cabeza, para disciplinar a nuestra clase golpeando a su sector más combativo. La movilización posterior al asesinato, reclamando justicia y continuando la lucha contra el ajuste devaluatorio, llevó a la renuncia de Duhalde, quien diseñó una salida a través de elecciones que permitieron la victoria de la camarilla pequeñoburguesa K.
    Veinte años después, tenemos a funcionarios bonaerenses responsables de esta masacre, como Aníbal Fernández, y a la camarilla K en el gobierno. Todos, en un Frente que vuelve a la carga contra el movimiento piquetero con Cristina Kirchner como principal vocera. Quieren golpear nuevamente a nuestra clase para consolidar los avances que lograron las patronales sobre nuestras condiciones de trabajo durante la cuarentena y avanzar en la aplicación del ajuste que les dicta el FMI. Y quieren hacer caja con el dinero de los planes sociales para financiar el aparato punteril peronista de gobernadores e intendentes para intentar mantenerse al comando del Estado burgués de cara a las elecciones del año que viene.
    Mientras, la burocracia sindical de la CGT y las CTAs y la “burocracia piquetera” buscan meternos en la interna oficialista entre Alberto y Cristina: esa no es nuestra pelea, la tarea es enfrentar a todas las alas del gobierno del ajuste fondomonetarista. Agitan el fantasma de la derecha para mantener nuestras organizaciones atadas al Estado, mientras firman paritarias a la baja y en cuotas, y dejan pasar la reforma laboral de hecho, fábrica por fábrica, convenio por convenio, con los turnos americanos, las indemnizaciones “mochila”, los contratos de cortísima duración y el único festival que sustenta la “recuperación” albertista, el festival del trabajo precario. Ejemplos de esto hay de sobra: convenio UOCRA, Toyota, docentes, los intentos de ir por el 4º  turno en Bagley Córdoba y la bodega Peñaflor, etc.

    Maxi y Darío, presentes en la lucha

    Reivindicamos la lucha de Kosteki y Santillán continuando la pelea por el castigo a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, castigo que deberá aplicar nuestra clase con nuestros métodos y organizaciones. Debemos enfrentar el ataque patronal que descargan el gobierno, la oposición patronal y las cámaras empresarias, con el FMI como pivote. Tenemos la tarea de recuperar los sindicatos de manos de la burocracia y ponerlos en función de la lucha por incorporar a los desocupados a la producción, cuestionando el mando capitalista e imponiendo las escalas móviles de horas de trabajo y salarios. En medio de una crisis mundial bestial, exacerbada por la guerra en Ucrania, el enfrentamiento con nuestros enemigos se evidencia como una pelea descarnada por la supervivencia de nuestra clase, son ellos o nosotros. La venganza histórica de la clase obrera, luchando por el poder político, encabezada por el partido revolucionario del proletariado, sección nacional de la IV Internacional reconstruida.

  • UNCuyo: elección de autoridades

    Este 9 de junio se realizarán las elecciones de autoridades universitarias en la UNCuyo, rector/a, decanos/as, consejeros superiores, consejeros directivos, también se elige la dirección de la FUC y en algunas facultades hay elecciones de centros de estudiantes, por ejemplo, en Derecho. Por el oficialismo radical se presenta la lista “Interclaustro” encabezada por Esther Sánchez, decana de la facultad de Ciencias Económicas y Gabriel Fidel, profesor de la facultad de ciencias políticas y funcionario del Gobierno de Suárez.  El peronismo- kirchnerismo se presenta como “Compromiso Universitario” encabezado por Adriana García, profesora de la FFYL y Arturo Tascheret, actual decano de la FAD. 

     

    La lista “Interclaustro” representa al gobierno provincial y al radicalismo a nivel nacional, por su parte, “Compromiso Universitario” es la expresión del gobierno de Alberto Fernández, ambos son garantes del ajuste presupuestario ordenado por el FMI, agravado por la crisis inflacionaria mundial desatada por la guerra entre Rusia y Ucrania. Lo vemos reflejado cada día en la imposibilidad para continuar los estudios en el nivel superior por el aumento de la bandeja del comedor, el nuevo aumento programado del pasaje del transporte, la insuficiente disponibilidad de becas de la universidad y los centros de estudiantes que se han quedado años atrás de la inflación, el pésimo estado de las instalaciones y las residencias. Por otra parte, los salarios de docentes y no docentes no alcanzan la canasta básica familiar, todas las corrientes pro patronales adhieren a implementar una modalidad híbrida o la opción de carreras con virtualidad total, manteniendo los mismos cargos docentes, lo que implica más trabajo por salarios de pobreza.

     

    Las autoridades universitarias, lejos de la autonomía que proclaman, no son más que la correa de transmisión de las políticas educativas del gobierno dictadas por el FMI y el BM. Los partidos patronales ya se encuentran en campaña pre electoral, discuten como administrar la miseria, con paritarias a la baja, suspensiones y despidos, lo que no discuten es la continuidad del pago del acuerdo con el FMI. Esta miseria presupuestaria queda en manifiesto en los plazos expulsivos como sucedió en la facultad de derecho a comienzo de cuatrimestre. Estas avanzadas, coordinadas por los mismos que van de candidatos, sólo podrán ser detenidas con lucha, al igual que la conquista del aumento salarial de los docentes y no docentes. Las y los estudiantes debemos solidarizarnos y paralizar la universidad en conjunto con nuestros profesores y profesoras.

     

    Las condiciones de vida de juventud trabajadora son paupérrimas, el porcentaje de los estudiantes con trabajo estable es reducido, tenemos salarios en negro que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas, en este contexto es una verdadera lucha de resistencia para los sectores populares recibirse en la “universidad pública”.  Las agrupaciones universitarias del FITU en la UNCuyo (PTS- MST) sostienen la defensa de la “universidad pública” sin cuestionar su carácter de clase burgués. Hemos visto su adaptación a la política de las autoridades universitarias que durante la pandemia buscaron reprimir todo tipo militancia en las facultades, el centrismo se ha acoplado a los tiempos de la política parlamentaria, sin exigir asambleas y elecciones de centros de estudiantes, demostrando su confianza en que se puede “transformar la UNCuyo” desde su propio régimen reaccionario, “democratizando los consejos”. Por estos motivos no consideramos que sean una opción revolucionaria para terminar con la universidad burguesa y su carácter expulsivo para con la clase trabajadora y sus hijos.

     

    En estos meses de cursado hemos visto que las corrientes patronales en conjunto a grupos ultra conservadores solicitan más policía en la universidad, con discursos que criminalizan la pobreza y excluyen a los pobladores de los barrios que rodean la universidad. La policía no nos cuida, las fuerzas represivas son garantes de este sistema putrefacto que se sostiene sobre la explotación de nuestra clase, debemos luchar por su disolución. Podemos tomar de ejemplo la lucha de los estudiantes griegos que en la Universidad de Tesalónica que sostienen una lucha abierta para mantener los lugares de estudio libres de la represión. Sabemos que el ajuste pasa con golpes y asesinatos, identificar a nuestros enemigos de clase es una tarea primordial de la juventud, la misma juventud que ha sido protagonista del 18 de octubre en Chile, del paro general en Colombia y que tiene cientos de presos políticos en toda Latinoamérica. Ante los procesos de lucha de los estudiantes alrededor del mundo y ante el desarrollo de la guerra, debemos poner en pie en cada centro de estudiante y en la FUC, secretarías de relaciones internacionales que se pronuncien en contra del imperialismo y la OTAN y por expulsar a las tropas rusas de Ucrania, y se proponga desarrollar las acciones de solidaridad internacional para enfrentar las consecuencias inmediatas de la guerra.

     

    Es por esto que en estas elecciones desde la COR llamamos a los compañeros combativos a votar nulo o en blanco y prepararnos para recuperar nuestras organizaciones poniendo en pie los cuerpos de delegados de curso (mandatados y elegidos en asamblea) por facultad y carrera, que se conviertan en dirección alternativa a las actuales conducciones. Los Centros de Estudiantes y la FUC deben pasar a la lucha contra el ajuste, el presupuesto de Guzmán y las reformas que impone el FMI y el BM. Debemos pelear por una Universidad dirigida por sus trabajadores con un gobierno tripartito de los sindicatos docentes, no-docentes y los centros de estudiantes con un rol consultivo de las centrales obreras de la industria y los servicios. Llamamos a que la izquierda rompa su adaptación y discutamos, junto a los trabajadores y estudiantes combativos las tareas de la vanguardia en esta crisis, con el objetivo de poner en pie una Corriente Revolucionaria en la universidad, docente, no docente, estudiantil, con libertad de tendencias, que se proponga dar la pelea que está planteada.

    • Abajo el acuerdo con el FMI, no al pago de la deuda externa.
    • No al recorte, aumento del presupuesto universitario.
    • Comedor accesible para todos los estudiantes y trabajadores.
    • Reapertura inmediata de las paritarias docente y no docente. Salario inicial igual a la canasta básica.
    • Pase a planta permanente de los precarizados.
    • ¡Absolución de nuestros 27 luchadores de la UNC!
    • ¡Abran las escuelas y las universidades a la clase obrera! Horas de estudio bancadas por las patronales, triple turno de cursado, ingreso irrestricto.
    • Por una secretaria de relaciones internacionales en los centros de estudiantes y la FUC.
    • Fuera la policía y la seguridad privada de la UNCuyo y los lugares de recreación de la juventud.

    Preparemos asambleas de curso, por facultades e interfacultades con docentes y no docentes, en la perspectiva de realizar un PARO EDUCATIVO NACIONAL para enfrentar la miseria presupuestaria y los salarios de hambre.

     

    COR Rama Universitaria

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