Buenos Aires: Marcha educativa 31 de mayo
La asamblea de docentes nucleados en Ademys votó la convocatoria a una marcha educativa para el próximo 31 de mayo, a la que se suman los terciarios de CABA, en medio de una feroz embestida del gobierno porteño contra los sindicatos y las condiciones del trabajo docente. Claro que este ataque no es patrimonio exclusivo de Larreta y su partido Juntos por el Cambio, desde el gobierno nacional del Frente de Todos muestran total acuerdo con el ajuste a la educación y su adecuación a los dictados del FMI y las patronales. Recientemente los docentes autoconvocados de San Juan vienen de protagonizar un importante paro por aumento salarial, por fuera de las burocracias sindicales, reclamándole un aumento salarial a la gobernación provincial del Frente de Todos, y encabezada por Sergio Uñac. Los docentes de Chubut realizaron 48hs de paro y discuten una nueva medida por 72hs contra el ajuste del gobierno de Arcioni, socio de Massa, en tanto que la docencia riojana discute iniciar junio con 48 horas de paro. Toda la solidaridad con los compañeros en lucha. A los docentes que se enfrentan a estas condiciones y luchan, les responden con represión en las calles y sanciones directas.
Es que la crisis de la educación se extiende a todo el país. En términos reales, el presupuesto educativo nacional está unos 40 puntos por debajo de la inflación esperada para el año. En todos los niveles educativos hay trabajadores con salarios de indigencia, precarizados, aulas sobresaturadas de estudiantes, en edificios que se caen a pedazos (literalmente).
Las erráticas medidas tomadas durante la pandemia no hicieron más que profundizar la crisis y ahora quieren seguir arremetiendo contra las condiciones de trabajo y estudio. Recientemente, el ministro de educación de la nación propuso aumento de la jornada laboral docente en el nivel primario en una hora sin aumento salarial. Pero en realidad no les interesa y nunca les interesó la educación, sólo les interesa mostrarse como los más eficaces en la reducción del déficit y el disciplinamiento de la clase trabajadora ante el verdadero gobierno del país: el FMI y los acreedores privados.
Larreta y su cruzada ideológica contra la “gentuza" al frente de las aulas
En varias oportunidades la ministra de educación porteña, Soledad Acuña, ha expresado su asco por los sindicatos docentes y a ha delineado un programa para “limpiar" las aulas de docentes “con ideas de izquierda” que "se meten en los terciarios porque fracasaron en otras carreras”. Con esos argumentos impulsan la Unicaba y, más recientemente, impusieron la reforma del estatuto docente de CABA, que establece entre otras cosas el salario por “mérito”, ascensos horizontales y toda una serie de medidas que apuntan a la competencia entre docentes, refuerzan la negociación individual y el control del Estado sobre las condiciones de trabajo y, a su vez, intentan hacer mella sobre la histórica tradición de la docencia de organización sindical.
A menos de una semana de la aprobación de la reforma, funcionarios de educación de CABA montaron una provocación a los docentes del programa M+M, que terminó en la interrupción unilateral de una jornada de capacitación y de la elección de delegados que se realizaba durante la misma. No contento con esto, lanzaron la persecución que culmina con el disciplinamiento a través del inicio de sumarios individuales, mientras avanza con sanciones efectivas (¡la suspensión de un mes de salario!) a otros docentes que se manifestaron en 2021 ante funcionarios de este mismo gobierno. La arremetida patronal es clara contra la docencia, especialmente contra los trabajadores más precarizados del sector y contra quienes sostienen las escuelas más postergadas de la ciudad.
En la pandemia quisieron mostrarse como los defensores de la educación, forzando la presencialidad en condiciones paupérrimas, obligando a los docentes a trabajar sin las menores garantías de seguridad e higiene. En el marco de la política de Nueva Escuela Secundaria lanzan programas de pasantías gratuitas en las que ponen a los estudiantes a realizar tareas en empresas y ONG que nada tienen que ver con el contenido educativo, sino más bien con seguir desarrollando la precariedad laboral y presionar a la baja general de salarios. En ese mismo sentido implementan el proyecto “empleo joven”, que se basa en subsidiar a las patronales para que tomen trabajadores de entre 18 y 24 años, que además naturalizan salarios inferiores a los $40.000 mensuales. Lo que ellos dicen que son las “escuelas del futuro” son en realidad agencias de empleo precarizado para las patronales.
Todas estas políticas vienen avanzando con el silencio cómplice de las conducciones de UTE y CTERA a nivel nacional. Es por eso que debemos darles una lucha ideológica, política y económica, para quitarles la dirección a las fracciones patronales, que solo piensan en sus intereses.
Las universidades desfinanciadas
Esa misma línea de educación al servicio de las empresas se viene desarrollando en las universidades nacionales. Ahí la política es generar nichos de negocios privados con dinero del presupuesto estatal. Mientras tanto, lo más golpeado es el salario.
La burocracia de CONADU viene de firmar una lamentable paritaria de1 41% en 4 cuotas, mostrando así la complicidad de la burocracia peronista con este gobierno ajustador. Esto en el marco de una pérdida sostenida del poder adquisitivo del salario de los trabajadores de las universidades en los últimos años. Mientras tanto, aprovecharon la pandemia para imponer la bimodalidad, generando mayor carga de trabajo y más productividad de los docentes, sin aumentar un solo peso, ni reconocer los gatos por conectividad. Además, aprovecharon para quitar becas UBA. En esa situación, AGD UBA viene de hacer paros los días 13, 23 y 26 de mayo por reapertura de paritarias, entre otros reclamos.
Recuperemos las mejores tradiciones del movimiento estudiantil
Las enormes dificultades de organización que provocaron las medidas de aislamiento por el Covid se sufrieron fuertemente por los estudiantes de todos los niveles. Es importante que en los colegios, los terciarios y las universidades recuperemos las mejores experiencias de lucha y las desarrollemos en este momento de crisis. Debemos reorganizar a las tendencias de izquierda, combativas, revolucionarias para disputar en los centros de estudiantes la influencia de las diferentes corrientes burguesas y pequeño burguesas que nos atan a las políticas de más miseria. Forjemos la unidad obrero-estudiantil y pongamos nuestras fuerzas a disposición de las luchas obreras para enfrentar juntos las políticas de hambre del imperialismo, a la vez que desarrollamos la lucha de clases en el aparato educativo.
El carácter de clase de la educación
No nos limitamos a plantear la “defensa de la educación pública" dirigida por el Estado capitalista, porque la educación tiene un carácter de clase, burgués, y el régimen que la sostiene defiende los intereses de esa clase. Para cuestionar ese carácter, debemos cuestionar su dirección. Por eso, los sindicatos docentes, no docentes y centros de estudiantes debemos pelear por una educación dirigida por sus trabajadores en unidad con la vanguardia de toda la clase, en una disputa por el control de la producción. Estas tareas sólo se podrán llevar adelante arrancando de raíz a la burocracia sindical, que ata nuestras organizaciones de lucha al Estado.
Llamamos a las corrientes de izquierda y a la vanguardia combativa del sistema educativo a discutir las tareas que tenemos en esta crisis, con el objetivo de poner en pie una Oposición Revolucionaria en la Educación con libertad de tendencias, que se proponga dar esta pelea. Organicemos un congreso nacional de listas y agrupaciones antiburocráticas para debatir fraternalmente un balance de las experiencias de las listas de oposición en todo el país y discutamos de cara a la base, con boletines y plenarios de delegados, reorganizar la oposición a nivel nacional, con una perspectiva de independencia de clase.