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Por: Bancarios de la COR

El 4 de mayo La Bancaria terminó cerrando un acuerdo salarial con las cámaras de banqueros, luego de haber cumplido una jornada de paro nacional de 24hs. Como todos los años, la paritaria del sector financiero establece una referencia de negociación para el resto de los gremios, dando este año la pauta de alcanzar, hacia fin de año, un 60% en cómodas cuotas, cuando los analistas ya proyectan una inflación superior al 70%. Pero además del porcentaje de actualización salarial, siguen estando en juego las condiciones de trabajo, en el marco de las exigencias del FMI y las patronales. Analizaremos algunos puntos a continuación.

Lo perdido con la inflación

El secretario general, Sergio Palazzo, se jacta de “luchar por la dignidad” del empleado bancario, bregando por aumentos que “no pierdan contra la inflación”. El deterioro del poder adquisitivo del salario, de hecho, ha sido brutal en estos primeros meses del año. Las cuatro cuotas acordadas no contemplan retroactivos y se calculan sobre el salario de diciembre de 2021, con lo cual, no recuperamos lo perdido en los meses pasados. Si bien el acuerdo incluye cláusula de revisión en octubre y noviembre, seguimos corriendo detrás de la inflación. Es que esta revisión no es como la cláusula gatillo que prevé un retroactivo por los meses de inflación anteriores. Además, los aumentos generan mayores descuentos del impuesto a las ganancias, lo que seguirá haciendo estragos sobre nuestros salarios. La Bancaria parece haber abandonado el reclamo del no pago de este impuesto. Mientras tanto, los bancos siguen ganando y nunca dejan de ganar.

Una novedad es que se incluye un ítem que reconoce los gastos por conectividad de quienes hacen trabajo remoto, sin embargo, tampoco tiene un carácter de retroactividad, cuando llevando más de dos años sosteniendo el trabajo desde casa.

Un elemento progresivo del acuerdo es la extensión del adicional por guardería para los padres a partir de 2023 (desde 2012 se otorgaba solo a mujeres). Pero aquí hemos de señalar que, más que una innovación del gremio, se trata de una nueva legislación a nivel general.

Reforma laboral

Ya es sabido que las patronales aprovecharon la situación de la pandemia para imponer nuevas condiciones de trabajo, experimentar nuevas formas de aumentar la productividad, “reestructurar” el trabajo y despedir personal. Los bancos se pusieron a la vanguardia de esta línea capitalista y hubo en estos últimos 2 años una sangría de puestos de trabajo bancarios, incluyendo cierres de sucursales. La tercerización es cada vez mayor, principalmente en las áreas relacionadas a servicios informáticos. La respuesta del sindicato a esta situación ha sido enviar impotentes misivas al el Ministerio de Trabajo y hacer acciones aisladas que no han movido mucho el amperímetro de las patronales. Lo cierto es que hay cada vez menos trabajadores del sistema financiero encuadrados en la esfera de acción del sindicato, mientras las FinTech desarrollan su negocio con trabajadores que no tienen filiación gremial. Si bien recientemente se encuadró a los trabajadores del banco digital Openbank bajo convenio bancario, la gran mayoría de trabajadores de este sector está fuera de convenio.  La imposición del trabajo remoto por parte de la mayoría de las entidades se dio de forma unilateral, a la conveniencia de los banqueros, sin que los trabajadores pudiéramos discutir concienzudamente al interior del sindicato sobre los cambios en nuestras condiciones de trabajo inmediatas y, sobre todo, a futuro. Si no preparamos esta pelea desde ahora, organizados desde el sindicato, lo que hoy los bancos nos dicen que es un “beneficio”, mañana se puede transformar en un avance de las patronales sobre nuestras condiciones de contratación y, por qué no, de nuestras escalas salariales. La cuestión no pasa sobre si el avance tecnológico es una amenaza para los empleados, sino sobre quién impone las condiciones de trabajo y quién se beneficia con esos cambios. Por eso, más allá de las denuncias generales de la burocracia, es fundamental organizarse en la base para preparar las batallas que se vienen.  Por ahora, las patronales vienen a la ofensiva, imponiendo de hecho la reforma laboral que pide el FMI.

Palazzo, el diputado delfín de CFK

Ahora que el ala kirchnerista ha declarado abiertamente su enfrentamiento al presidente que “ellos pusieron”, los sindicalistas devenidos en diputados nacionales del FdT se alinearon con Cristina y decidieron (ahora sí) retomar las medidas de acción, luego de que bajaran las persianas en 2020 y dejaran pasar todo tipo de abusos por parte de las patronales en plena pandemia. En este marco, el paro nacional bancario del 28 de abril mostró claramente las intenciones políticas de la burocracia. Eso sin desmerecer la necesidad real de la medida y el enojo genuino que hay entre los trabajadores con las patronales y con la situación en general. No es un hecho menor que, a minutos de haberse realizado el anuncio del acuerdo, fuera CFK la primera en felicitar “al compañero Palazzo” por el logro. La burocracia sindical, totalmente dependiente del Estado, transforma a nuestros sindicatos en campo de las peleas burguesas, tomando de rehenes a sus trabajadores. Necesitamos un sindicato totalmente independiente de las patronales y del Estado burgués para encarar la lucha que tenemos por delante en este intento de los capitalistas de establecer un nuevo “pacto capital-trabajo” que les genere mejores condiciones de explotación. Y aquí vale hacer un llamado de atención: CFK imagina un desarrollo capitalista de Argentina tomando el ejemplo del “capitalismo chino”; pero el proceso de restauración del capitalismo en China se desarrolla con jornadas laborales de más de 12 horas, bajísimos salarios, ningún derecho sindical. El peronismo en su propia paradoja.

Los trabajadores no podemos permitir que se unan nuestras organizaciones a los intereses capitalistas. Desarrollemos una oposición sindical revolucionaria en bancarios, con todos los compañeros que vean la importancia de dar esta pelea por recuperar nuestros sindicatos.

En las elecciones del 11 de mayo de SUTEBA, llamamos a votar críticamente a la lista Multicolor.

El 11 de mayo en el sindicato docente que nuclea a los trabajadores de la provincia de Buenos Aires, SUTEBA, van a realizarse las elecciones para elegir una nueva conducción del sindicato. Se presentan tres listas provinciales: la Celeste, que conduce el gremio y está dirigida por Baradel, un burócrata aliado a la fracción de los K; la Azul y Blanca que responde al PCR, partido maoísta que convivió en alianza durante 8 años con las corrientes que se reivindican de izquierda en los SUTEBA multicolor y hoy se han ido a una frente con el gobierno de Alberto, y la lista multicolor, que es un frente de distintas agrupaciones de izquierda que dirige algunas seccionales, la más importante la de la Matanza,.

En un escenario mundial donde la pandemia y ahora la guerra en Ucrania aceleraron los procesos de la crisis iniciada allá por el 2008 y que aún se sigue desarrollando, los trabajadores estamos pagando las consecuencias en la pérdida de conquistas y la pauperización en nuestras condiciones de vida.

La crisis económica, política y social que vivimos en Argentina no escapa de ese escenario mundial, donde estamos sometidos a un brutal ajuste, un proceso inflacionario descontrolado y un acuerdo con el FMI que plantea mayor sumisión y dependencia al imperialismo.

En medio de esta situación, la Celeste, que dirige el sindicato y la CTERA, se borró en la pandemia, garantizó el ajuste mediante paritarias a la baja que hicieron perder mucho a nuestro salario. No movieron un dedo para impedir el acuerdo con el FMI y ahora nos quieren hacer intervenir en la pelea entre fracciones del gobierno, para apoyar al ala K contra los albertistas en una pelea por ver quién es más servil a los mandatos del imperialismo.

Por eso debemos recuperar nuestro sindicato, de estos agentes del gobierno, como Baradel, que no defiende nuestros intereses, sino que es el garante de las políticas de ajuste y reforma laboral (extensión de la jornada laboral, bimodalidad, programas precarizantes, etc.) de este gobierno. Somos conscientes de que las elecciones no son el único camino para recuperar nuestra herramienta de lucha, pero debemos intervenir en esos escenarios para consolidar minorías en los sindicatos, que impongan un programa de salida a la crisis y que obliguen a los burócratas a salir de sus sillones, impulsando paros, plenarios de delegados, movilizaciones que permitan desarrollar una dirección revolucionaria que recupere el sindicato para los trabajadores de la educación.

Llamamos a votar críticamente a la Lista Multicolor, porque consideramos que es una lista antiburocrática y combativa, en su mayoría, aunque en las listas también participa el MST, por el acuerdo que tienen a nivel nacional por el FITU, que es una corriente que no sostiene la independencia de clase, como lo demuestran sus acuerdos con alas de la burocracia en algunos gremios. Además, a diferencia de los últimos años, en estas elecciones la Multicolor no se presenta con la Azul y Blanca del PCR, que es una corriente que siempre apoyó a lo más rancio de la burguesía nacional.

Debemos recuperar el SUTEBA, para que los sindicatos sean independientes del Estado y sean organismos de lucha que permitan preparar las condiciones para derrotar a nuestros verdugos.

   

          La paz social que los sindicatos ferroviarios mantienen con el gobierno de Fernández tuvo un quiebre parcial el pasado 29 de marzo cuando La Fraternidad (sindicato que agrupa a los maquinistas, ayudantes y motormen) realizó un paro nacional. La medida estuvo motivada por el rechazo a la suspensión vía judicial del ramal de pasajeros Constitución - Bahía Blanca.

          La justicia federal de Azul, a cargo del juez Gabriel Di Giulio, había dictado una cautelar luego del descarrilo de una formación por mal estado de vías, el pasado 8 de marzo, y que causó heridas leves a una veintena de pasajeros. El juez exigió a Ferroexpreso Pampeano (grupo Techint), la concesionaria privada responsable de mantener las vías, y a Trenes Argentinos, la operadora estatal del ramal de pasajeros, un “relevamiento e inspección del ramal completo, que detalle el estado de las vías”, actualizado, y donde “deberán informar al Juzgado cuáles son las medidas de seguridad que se adoptarán para garantizar la seguridad de los pasajeros y personal ferroviario y remitir el plan de implementación con detalle de metas y en su caso de plazos”. Maturano denunció que detrás de esta medida judicial estaba el lobby del transporte automotor de ómnibus para buscar cerrar el ramal, con la consecuencia de pérdida de puestos de trabajo. Sostuvo, que la intromisión judicial era impertinente, y que la función de control correspondía a la CNRT y al ministerio de transporte.

          El paro no fue para nada del agrado del gobierno. Sobre todo, porque una medida de esta índole conlleva poner sobre la mesa el arma de la huelga ante un sector de masas en momentos en que el gobierno busca establecer un acuerdo social tripartito, empresas, sindicatos y estado de cara al FMI, para aplicar el ajuste comprometido. Podemos decir que este ha sido el aspecto más progresivo de la medida del sindicato de los maquinistas, no así su programa, basado en confiar en los “controles” del estado sobre las empresas concesionarias privadas y las estatales. La medida de fuerza duró menos de medio día, aunque llegó a paralizar todos los trenes del país, y luego fue levantada por una “conciliación obligatoria” y tras “una reunión con el ministerio de transporte”. Todo esto, sin discusión ni resolución de asambleas con los trabajadores, como acostumbra la burocracia sindical.

          Sergio Sasia, que dirige la Unión Ferroviaria, el gremio más numeroso del ferrocarril, carnereó. Es que Sasia, el más conciliador de los burócratas sindicales, ahora al frente de la CATT tras el acuerdo con el moyanismo, es parte de los interlocutores del gobierno para capear la crisis y se postula para integrar las mesas técnicas tripartitas estado-empresarios-sindicatos pos acuerdo con el FMI, por supuesto, para avanzar con la modificación de los convenios y la flexibilización laboral como ya hizo con el marcrismo en la rama ferroviaria (convenio Unión Ferroviaria, 2018).

          La burocracia fraternal también ha tomado la acción sindical del 29/3 para hacer una demostración de fuerzas y poder de fuego de paralizar el transporte ferroviario, luego de su (auto)exclusión de la CATT. Maturano lidera el grupo de gremios del transporte disidentes del armado de Sasia-Moyano-Biró. Junto a la UTA, los sindicatos barrionuevistas (con el sindicato de Estaciones de Servicios, que tiene al frente a Acuña uno de los triuviros cegetistas), Carga y Descarga (Mercado Libre), Señaleros Ferroviarios, entre otros, han reflotado sello de la UGATT, una central paralela a la CATT, para mantener un lugar directo en la mesa, con el gobierno, las cámaras patronales y prestar y cotizar sus “servicios” tan caros en tiempos crisis.

          Al cierre de esta edición, el 22/4, luego de 45 días de interrupción, se restableció el servicio de Pasajeros Constitución-Bahía Blanca. Atendiendo a las precauciones en la circulación que debió establecer Ferro Expreso Pampeano por el fallo judicial, y en reconocimiento q la falta de mantenimiento de vías, para recorrer los 700 Kilómetros del trayecto el servicio demoró más 18 horas, casi 5 horas mas de las que tardaba antes del descarrilamiento en Olavarría (12 horas). Un trayecto que en 1940 se hacía en solo 7 horas. La empresa, cómo siempre hacen las patronales, había culpado al maquinista por exceso de velocidad, es decir, por "falla humana". Y desde el estado Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado, dijeron que descarriló por "exceso de lluvias".

          Sin dudas, se ha puesto sobre el tapete la crisis que sigue teniendo el sistema ferroviario, y los cortocircuitos en el marco de esta decadencia, que involucra a las patronales del transporte automotor por una mayor rentabilidad y mercado (en contra de la tarifa subsidiada del ferrocarril), las concesionarias privadas y empresas estatales ferroviarias, a la burocracia estatal (gobierno y justicia) y burócratas sindicales. A 10 años de la masacre de Once, más allá de algunas compras de material rodante chino y renovación parcial de vías de trenes de pasajeros metropolitanos del AMBA, la recuperación de la administración estatal de la mayoría de la red, la infraestructura ferroviaria nacional de conjunto, incluido el estado de vías, sigue en emergencia. Los descarrilos en los trenes, mayormente de cargas, son diarios. Y no solo en las concesionarias como Ferroexpreso sino en las estatales Trenes Argentinos Cargas (Belgrano, San Martin, Urquiza).

          Todo esto además entrará aún más en un cuello de botella con el ajuste presupuestario que plantea en subsidios el FMI, lo que prepara tarifazos, mayor precarización laboral y tercerización, y el continuo ataque a los salarios. Ni Maturano ni Sasia tampoco defienden los puestos de trabajo, como ya lo demostraron con el gobierno de Macri, ambos permitiendo el cierre de ramales (como Ferrobaires) y miles de despidos en todo el país sin mover un dedo. En cuanto al estado general del ferrocarril, primeramente, hacen falta inversiones, pero sobre todo la incorporación de miles de trabajadores, para combatir la falta de mantenimiento y mejorar las vías existentes, señalamiento, etc., y reabrir ramales cerrados.

          La confianza en el estado y los organismos de control estatal, el banque a las patronales es el programa de la burocracia ferroviaria, que ha llevado calamitoso estado actual, a la masacre de Once, a la desidia patronal y al continuo ajuste sobre los trabajadores. El único programa progresivo ante la crisis del sistema, que se profundiza, es el control obrero del ferrocarril. Se abre la discusión paritaria, y en la misma, hay que exigir asambleas y pelear por no pagar el ajuste, por un plan de lucha unitario de todos los ferroviarios, por el salario iguala la canasta familiar para la categoría más baja indexado a la inflación, por incorporación de los desocupados al trabajo pagados por las empresas para mantener y mejorar el estado de vías, por el pase a planta de los tercerizados. Fortalezcamos una oposición sindical revolucionaria en el ferrocarril y el transporte con un programa obrero.

 

* Por Ferroviarios de la COR 

Por la unidad internacionalista de los trabajadores en contra del imperialismo y la OTAN. ¡Fuera las tropas rusas de Ucrania! 

Ese debe ser el grito de guerra de los trabajadores del todo el mundo en nuestro día. Debemos enfrentar esta situación histórica mundial con la fuerza de nuestra clase, para destruir este sistema capitalista que solo nos garantiza super explotación y una vida miserable.

En este día vuelven a flamear las banderas de la Comuna de París, de la Revolución Rusa, de los mártires de Chicago y de los dirigentes obreros que murieron o fueron asesinados enfrentando a este sistema capitalista. Por eso, a 136 años de aquel 1° de mayo en el que la burguesía norteamericana asesinó a los mártires de Chicago, debemos reafirmar las tareas de los revolucionarios en la pelea contra el capitalismo y sus instituciones. Luchamos por la destrucción del Estado burgués y nos apoyamos en la experiencia de la Revolución Rusa y su sistema soviético.

Este 1° de mayo nos encuentra a los trabajadores enfrentando las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis económica, política y social.  Asistimos a procesos inflacionarios a nivel mundial y un aumento en los alimentos y la energía producto de la guerra y las sanciones económicas impulsadas por le imperialismo contra la Rusia de Putin. Todo esto golpea de lleno en las condiciones de vida de nuestra clase.

La denominada “Operación especial” del gobierno de Putin en contra de Ucrania ya lleva más de dos meses de invasión, tratando de imponer mediante la fuerza militar las condiciones de un nuevo statu quo en el escenario mundial, después de la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS.

Mientras tanto la OTAN utiliza este conflicto bélico para acelerar el proceso de asimilación de los ex Estados obreros, tratando de imponer condiciones de semi colonia a éstos. Por eso, en el territorio ucraniano se están definiendo procesos históricos inconclusos, en la necesidad de supervivencia del sistema capitalista.

Inexorablemente la asimilación de los ex Estados obreros se iba a plantear en la arena mundial y no en las particularidades de cada país.  Por eso sostenemos la unidad revolucionaria del proletariado ucraniano y ruso en contra de sus gobiernos actuales, contra esta guerra que no defiende ninguno de nuestros intereses como clase.

En distintos lugares del planeta sectores de trabajadores han retomado los métodos de nuestra clase para enfrentar los procesos de la pandemia y el desarrollo de la guerra en Ucrania. Como sostenemos los marxistas, la unión creativa de lo consciente y lo inconsciente es lo que habitualmente llamamos inspiración. La revolución es la inspiración violenta de la historia.

Es en estos momentos en los que se torna primordial la intervención del proletariado como una clase internacional, para mostrar el poderío de una clase que puede enfrentar a sus Estados burgueses, transformar la guerra en Ucrania en guerra revolucionaria y detener el proceso de asimilación en los ex Estados obreros de forma revolucionaria.

Para que se desarrolle el internacionalismo es de primer orden la reconstrucción de la IV Internacional, para dotar de una dirección revolucionario a este proceso histórico, para regenerar una vanguardia obrera que pueda dar una perspectiva marxista al proletariado mundial. Creemos que como primera tarea en esa dirección debemos llamar a una Conferencia internacional de las corrientes trotskistas que aun reivindican la dictadura del proletariado para discutir las tareas ante la guerra en Ucrania y la crisis mundial.

Ante una dirección anárquica como es el sistema capitalista, que depende de sus Estados mayores armados para garantizar la reproducción del capital, nosotros peleamos por una dirección colectiva consciente, que prepare las etapas de la dictadura del proletariado, ya que el sistema actual engendra las condiciones materiales y las formas sociales para la reconstrucción económica de la sociedad.

 

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

La crisis económica en la que se encuentra el capitalismo a nivel mundial ha dado un salto de calidad a partir de la Guerra en Ucrania. Para tratar de superarla, se ha acelerado el plan burgués para descargar sus consecuencias sobre las condiciones de vida de la clase obrera. El aumento de la inflación, empujada por los precios de los alimentos y la energía, y el avance de una nueva crisis de deuda, son los primeros indicios de este ataque a las masas.

En argentina la situación pasa por la necesidad del gobierno de cumplir con las expectativas del acuerdo con el FMI votado recientemente en el congreso. En esta votación quedó demostrado como se salteó la supuesta grieta para descargar las consecuencias de este acuerdo de saqueo, centralmente sobre las espaldas de la clase trabajadora.

El aumento galopante de los precios y el temor a su mayor descontrol por los efectos de la guerra en Europa llevan al gobierno de Alberto a declarar su “guerra a la inflación”, lo que significa reunir a la terna burocracia sindical-cámaras patronales-Estado para planchar los salarios, consolidando la pérdida del poder adquisitivo de los últimos años (cuarentena incluida) y a partir de ahí iniciar un nuevo ciclo de negocios capitalistas.

El ajuste ya comenzó, y se viene profundizando en el último tiempo. Ya empezaron los tarifazos, comienzan a discutir las reformas laboral, previsional y educativa (todo lo que Alberto decía que no iba a hacer) y las patronales avanzan en los lugares de trabajo con despidos, disciplinamiento, paritarias a la baja, reformas de convenios colectivos, estatutos etc. Todo con la colaboración activa de la burocracia sindical.


Situación de los docentes

Las deficientes condiciones salariales, laborales, y condiciones edilicias que veníamos teniendo los docentes a nivel nacional en las escuelas, se vieron agudizadas por la irrupción de la pandemia, y la utilización de la cuarentena como política estatal para tratar de desorganizar a la clase trabajadora, con cierre de sindicatos, prohibición de llevar adelante asambleas e instancias de organización y la prohibición de elegir nuevos delegados, para enfrentar estos problemas. Las conducciones sindicales se disciplinaron a esta realidad y no fue porque les importara las condiciones sanitarias, sino por su alineamiento político. La política de colaboración de la burocracia sindical con el gobierno de Alberto Fernández allana el camino a los planes de reforma educativa y laboral que se cocinan en el Consejo Federal de Educación y a las negociaciones, de espaldas a la base, de un nuevo convenio colectivo de trabajo docente que servirá de marco a nuevas modificaciones de los estatutos del docente en las provincias.

Las políticas estatales de manejo de la pandemia en Educación avanzaron en la extensión e intensificación de la jornada laboral, la bimodalidad y la precarización laboral docente que se preparan para cristalizar en nuevas leyes.

En San Luis la situación es aún más compleja debido al avance histórico por parte del Gobierno de Rodríguez Saá en cuanto a la precarización del sistema educativo con la creación de las escuelas charter, autogestionadas, digitales y generativas como forma de semi privatización de la Educación. Lejos de la mentira que nos quisieron hacer creer de la innovación en los sistemas pedagógicos la finalidad siempre fue y es fragmentar y llevar a la baja las condiciones del trabajo docente. Si a esto le sumamos la gran división sindical que hay en la provincia ya que existen UDA, ASDE, UTEP y AMET para los docentes de las escuelas públicas y SADOP para los docentes de las privadas; y el muy bajo grado de afiliación a los sindicatos se torna aún más difícil plantar cara a los atropellos a los que nos tiene acostumbrados el Gobierno de los Rodríguez Saá.

Reagrupar nuestras fuerzas

La tarea de primer orden para comenzar a revertir la situación en la que nos encontramos es la de incentivar la afiliación a los sindicatos, conformando oposiciones sindicales revolucionarias al interior de los mismos para imponer asambleas y planes de lucha a las conducciones sindicales que como hemos visto están más del lado de la patronal que de la base docente.

Debemos reagruparnos al interior de nuestras organizaciones de clase, solo así podremos estar en mejores condiciones de enfrentar el ajuste al que nos quieren someter el acuerdo del Gobierno con el FMI y que está bancado por sus aliados en nuestras filas, la burocracia sindical.

Si algo quedó claro como balance de los conflictos docentes en la provincia del 2004 y 2010 es que la línea de la organización autoconvocada y por fuera de los sindicatos se reveló impotente para lidiar con un gobierno centralizado como el de los Saá, que si bien tuvo momentos de zozobra con la movilización y las huelgas, luego de salir triunfante en esos episodios fue a la carga con más fuerza sobre nosotros. Si le dejamos regalada a las conducciones la posibilidad de tomar determinaciones sin ninguna consulta a la base seguiremos cada vez peor.

Ante esta enorme dispersión, es central comenzar a reagruparnos en nuestros lugares de trabajo; discutiendo con nuestros compañeros, realizando asambleas deliberativas para poner a la docencia en pie de lucha. Debemos enfrentar, en primera instancia, las modificaciones regresivas que el gobierno quiere imponer al estatuto docente y luego votar delegados con mandato de asamblea para confluir en plenarios de delegados regionales y así intentar dar un salto de calidad en nuestra organización para pasar a la ofensiva.

Estos plenarios regionales serían el primer paso para discutir un pliego de reivindicaciones que contemple nuestras problemáticas, como lo son el imponer al gobierno paritarias salariales para reclamar un sueldo igual a la canasta familiar de bienes y servicios indexado por inflación, equiparación salarial y de condiciones de trabajo y derechos para todos los trabajadores de la educación ya sea que trabajen en el sistema tradicional o en escuelas autogestionadas, generativas, digitales etc. Es fundamental garantizar la posibilidad de afiliación gremial y organización de los compañeros que trabajan en estas escuelas.

Para lograr imponer este pliego de reivindicaciones a la patronal es necesario votar un plan de lucha en base a los métodos históricos de la clase trabajadora, como lo son los paros, movilizaciones y tomas de edificios. Será en esta pelea donde se forje una nueva dirección que nos permita recuperar nuestras organizaciones para que pasen a la lucha contra el ajuste, el presupuesto de miseria y las reformas educativas (y todo el paquete de reformas) del FMI y el Banco Mundial.

DOCENTES de la COR (San Luis)

Jueves, 07 Abril 2022 21:48

Revista Internacional de la TRCI

Ya está disponible para descargar en pdf la Revista Internacional de la TRCI #2. 

7 de abril - Elecciones en ADIUC

Este jueves se vota para renovar autoridades del sindicato docente de la UNC. La actual conducción de la lista naranja, ligada al kirchnerismo, se presenta con un discurso de “renovación con continuidad”, un “seguiremos mejores” de la dirección sindical que defeccionó en la gran lucha de 2018 y nunca tuvo un atisbo de perfil combativo, menos aún con el FdT en el gobierno. ADIUC es parte de la CONADU, federación sistemáticamente oficialista y firmante serial de las paritarias a la baja desde el gobierno de De La Rua. Últimamente, ADIUC se ha parado junto con otros sindicatos de base como ala crítica a la conducción nacional de la federación, pero sin llevar esto a ningún debate profundo a las asambleas, el cuerpo de delegados y menos a acciones de lucha. No nos extraña, ya que como buenos K apoyaron la cuarentena impuesta por Alberto durante los 2 últimos largos años, limitándose a solicitar mejores condiciones para el dictado de clase en la virtualidad, mientras los docentes eramos sometidos a jornadas de trabajo con límites difusos y poniendo los recursos de nuestro bolsillo. Con la vuelta a las aulas impulsada por Juri y los decanos, tampoco hizo nada ADIUC y su conducción para cuestionar la imposición de jornadas duplicadas por la bimodalidad y las clases híbridas. El regreso a los lugares de trabajo no significó en cambio retomar los métodos de las asambleas y la conducción se sigue manejando en la virtualidad de las consultas por mail. Así, nada se hizo para enfrentar la paritaria de hambre, firmada por un 41% en 4 cuotas no acumulativas hasta septiembre por la CONADU, las federaciones docentes menores y la FATUN (Nodocentes).
También participará de la elección la lista Fucsia y Blanca impulsada por el Frente de Docentes en Lucha, ligado al Partido Obrero. Esta lista denuncia el acuerdo salarial a la baja, y su principal consigna es “por un sindicato independiente de las autoridades y los gobiernos”. Por supuesto que acordamos con la necesidad de romper las ataduras de ADIUC al rectorado, los decanatos y el gobierno nacional, pero esto es limitado: olvidan los compañeros del FDL que es clave romper con la estatización de los sindicatos, lucha que determina la independencia de clase del programa. Esto se ve reflejado en su posición en relación al CCT, que si bien fue una conquista para imponer condiciones de trabajo únicas para todos los docentes del país (y es necesario seguir peleando para que las mismas sean respetadas por las UUNN), no deja de ser parte del armado legal que las patronales utilizan para regimentar estatalmente a las organizaciones obreras. Por eso es necesario denunciar claramente como la actual conducción naranja de ADIUC incluyó en su momento el cobro de un “aporte solidario” a los no afiliados como adenda al CCT en la negociación de su aplicación con las autoridades de la UNC. El FDL no cuestiona tampoco que los fondos sindicales pasen por manos del Estado-patrón en las retenciones salariales, ni tampoco la tutela patronal de la mutual DASPU, a la que llaman a defender tal cual es. Llamamos a los compañeros a reconsiderar su posición en estas discusiones al tiempo que impulsamos en común las asambleas por facultad y la asamblea general para discutir un plan de lucha por la reapertura de la paritaria, un salario del cargo testigo igual a la canasta familiar indexado mensualmente a la inflación, el fin de la precarización laboral y el trabajo gratuito, comisiones de seguridad e higiene para garantizar las condiciones de trabajo y por el aumento de presupuesto educativo y de ciencia y técnica. ¡NO al acuerdo gobierno-FMI, NO al pago de la deuda!

Votemos críticamente a la lista Fucsia y Blanca

En estas elecciones llamamos a votar por la lista Fucsia y Blanca, porque es una lista antiburocrática y está integrada por activistas combativos. Se trata de un llamado al voto crítico, porque como exponemos arriba, en su programa dejan de lado la necesidad de luchar por la independencia de los sindicatos del Estado. Al tiempo que llamamos a este voto crítico, convocamos al conjunto de los docentes de la UNC a organizarnos en cada facultad y lugar de trabajo para encarar las grandes tareas que tenemos por delante como es recuperar ADIUC, la CONADU, unificar las federaciones (CONADU, CONADU histórica y el resto) en una gran Federación de Trabajadores Universitarios para poner nuestras organizaciones en pie de lucha contra el ajuste que implica el acuerdo de sumisión firmado por el gobierno de Alberto y todo el arco patronal con el FMI.

El acuerdo firmado por el Gobierno Nacional con el FMI significa una política de ajuste que busca la reducción del déficit fiscal y gasto público, sumado a las reformas laboral, educativa, jubilatoria, etc.  Para configurar una nueva relación capital –trabajo con el objetivo de extraer mayor plusvalía, lo que significa una mayor explotación de nuestra clase con la que se pagará dicho préstamo. En educación esto se traduce en un recorte del ya magro presupuesto educativo.

Las y los estudiantes venimos de un aumento en el boleto del colectivo, de la bandeja del comedor universitario, las condiciones de vida de la juventud cada día son más severas, a más de dos años del comienzo de la pandemia todavía no sabemos cuántos compañeras y compañeros han dejado de cursar definitivamente por la crisis económica. Las conducciones de los centros de estudiantes han sido garantes y cómplices de la pasividad que buscan imponer las autoridades hacia el interior del movimiento estudiantil. Actualmente en derecho tenemos más de 500 estudiantes en un limbo permanente porque peligra la continuidad de su carrera en pos del ajuste presupuestario. La academia burguesa es elitista y busca perpetuar la dominación de clase, su política de expulsión debe ser enfrentada con todas nuestras fuerzas, luchemos para abrir la universidad a la clase trabajadora, el triple turno de cursado, el boleto educativo gratuito, la comida accesible para todos son reivindicaciones urgentes.

 

ABAJO EL PLAZO DE EGRESO EN DERECHO

En la Facultad de Derecho se estableció un plazo límite de egreso para Marzo de 2023 para los estudiantes ingresados con el plan de estudios del 84/90 y, para quienes no logren terminar en ese tiempo, su cambio automático al plan 2017, lo que implicaría que se agreguen 22 materias más, entre otras cosas. Por su parte, el Centro de Estudiantes conducido por la Franja Morada (agrupación universitaria juvenil del rancio radicalismo) dijo desde un principio que la eliminación del plazo no era factible y ofrecieron una lista de propuestas a la medida de las autoridades como la extensión del plazo condicionado a la evaluación de una comisión con “criterios objetivos” de la situación de cada estudiante en particular y el diseño de un plan de trabajo sujeto a un seguimiento estricto, es decir, hay que informar si se desaprueba, si se aprueba, si se decide no rendir, etc… La FM conduce el centro de estudiantes desde 2020 sin llamar a elecciones con la excusa de la pandemia, tampoco convoca a asambleas.

En este marco, un sector de estudiantes nos venimos organizando para enfrentar esta avanzada. El día lunes 4 de abril, fecha en que se retoma el cursado presencial, se realizará una sentada en las puertas de la facultad para exigir la eliminación del plazo 2023. Esta acción debe ser el puntapié inicial de un plan de lucha en conjunto con docentes, no docentes y estudiantes de otras facultades que se proponga derrotar las políticas expulsivas de la academia burguesa.

 

RECUPEREMOS LOS CENTROS PARA LA LUCHA

Frente a este panorama de ajuste brutal en el cual avanza la expulsión, ¿Qué otras excusas pondrán para no hacer asambleas por curso y general? Debemos reorganizarnos, elegir delegados por curso que formen un cuerpo de delegados mandatados por sus compañeros y compañeras que se proponga luchar por la recuperación de los centros de estudiantes para enfrentar la miseria cotidiana que impone el FMI.  Hagamos asambleas en todas las facultades, paralicemos la UNCUYO, con tomas y cortes para que nadie se quede afuera.

Este 4 de abril se conmemoran 50 años del levantamiento obrero y popular, con rasgos de semi insurrección, que no solamente obligó a renunciar al ganso Gabrielli como gobernador interventor puesto por la dictadura de la “Revolución Argentina”. El Mendozazo hirió de muerte al plan de transición democrática, el Gran Acuerdo Nacional (GAN), que desde 1971 ideaba la cúpula de la dictadura en negociaciones con las facciones burguesas y sus partidos políticos nucleados en la Hora del Pueblo.

El Mendozazo de abril de 1972, y su coletazo en el interior provincial -el Malargüinazo de julio de 1972-, se inscribe dentro de la tendencia al ascenso obrero y popular de la lucha de clases con hechos fundamentales como el Cordobazo (1969) y el Viborazo (1971), y que sólo será derrotado a sangre y fuego por la última dictadura cívico militar de 1976 a 1983. 

La dictadura de la Revolución Argentina (1966-1973) encarnó la expresión estatal de una ofensiva burguesa que buscó disciplinar brutalmente a un movimiento obrero altamente sindicalizado, para recomponer la tasa de ganancia empresaria a fuerza de racionalización del trabajo y productividad. Los éxitos iniciales en esta ofensiva, capitaneada por Onganía, restringiendo las negociaciones salariales, atacando la centralidad sindical, promoviendo los sindicatos por empresas, persiguiendo y despidiendo al activismo más combativo, fueron desafiados desde sectores neurálgicos de la industria en nuestro país con el Cordobazo, y luego el Viborazo. El Mendozazo, expresó esta tendencia en amplios sectores de trabajadores agrícolas, de la industria, de servicios (luz y fuerza, telefónicos, ferroviarios, bancarios) y estatales (salud, administración, municipales, docentes), a la vanguardia de un levantamiento popular contra una política económica antiobrera y un régimen en crisis.

La ocupación de fábricas en alza, las huelgas y paros de planta, la renovación de las comisiones internas, el desarrollo de una vanguardia obrera que desafiaba la vieja guardia sindical peronista y colaboracionista, la radicalización de la juventud obrera y estudiantil, prepararon este ascenso obrero y popular que desafió los planes burgueses y puso contra las cuerdas a un régimen militar que nunca se pensó como transición, sino como un proyecto de reorganización profunda del sistema político argentino para un alineamiento más abierto con el capital imperialista.

El paro general del 4 de abril de 1972

El malestar social contra la política económica de la dictadura encuentra en el aumento de las tarifas de la luz un catalizador. Las movilizaciones de días previos, van caldeando la creciente protesta que ya se extendía en todas las actividades. La CGT convoca a un paro general y movilización para el martes 4 de abril, pese a la prohibición del gobierno. A la temprana represión contra los manifestantes, se responde con el levantamiento de barricadas, enfrentamientos callejeros en el centro de la ciudad, y el ataque a emblemas del capital imperialista (aseguradora Leng Robert, City Bank). La resistencia callejera convoca la adhesión de amplios sectores de la población que se movilizan espontáneamente al mediodía hacia el centro de la ciudad. La movilización se abre paso hacia la explanada de la Casa de Gobierno exigiendo no sólo la anulación del tarifazo sino también la renuncia del interventor puesto por la dictadura, Gabrielli.

Para el despeje de la explanada, la policía recibe el refuerzo de la Gendarmería y el Ejército, con un saldo de decenas de heridos y el asesinato en la represión de Ramón Quiroga, trabajador canillita de 39 años. La represión, fuerza a la dispersión hacia las barriadas de Las Heras y Guaymallén, adyacentes a la ciudad capital, donde se levantan barricadas para impedir el avance del ejército. La lucha sigue en las calles. A última hora del martes 4/4, el interventor Gabrielli comunica su renuncia, siendo reemplazado por el General Gómez Centurión. La CGT convoca a un paro para el 5/4 en repudio a la represión y por la muerte de Ramón Quiroga. La adhesión a la medida es total. La represión a los asistentes al sepelio de Quiroga, reaviva los enfrentamientos. La policía y la gendarmería encuentran resistencia en las barriadas de Las Heras, adyacente a la capital, con barricadas y hogueras que les impiden el control del territorio.

El accionar de las fuerzas de seguridad desplegado durante el Mendozazo, dio cuenta ya de la preparación del aparato represivo que se generalizará a partir de 1976. La inteligencia sobre las organizaciones sindicales, políticas y estudiantiles, la infiltración.

La magnitud del levantamiento impone un paro de hecho para jueves 6/4. Nuevas movilizaciones y enfrentamientos se producen. Entre ellos, la concentración para exigir la liberación de los cientos de detenidos en las jornadas previas. Una nueva jornada de paro de la CGT para el viernes 7/4 paraliza la provincia. Los escarceos siguen pese a las centenas de detenciones, nuevos heridos y muertos en el despliegue territorial de la represión. El presidente, General Lanusse anuncia la suspensión del aumento de las tarifas ese mismo viernes a la noche. Este retroceso en un aspecto parcial de la política de la dictadura tendrá su correlato más profundo en el abandono del proyecto inicial del Gran Acuerdo Nacional: transición a la institucionalidad democrática, con Lanusse como candidato dentro de un rehabilitado sistema de partidos.

La vigencia del Mendozazo

La memoria de este levantamiento obrero y popular que desafió a la dictadura aún atemoriza a la burguesía y sus marionetas en el gobierno de turno. Suárez y los representantes radicales y peronistas en la Legislatura provincial, fueron derrotados por un movimiento social que, remitiéndose a esta experiencia histórica, los obligó a derogar la modificación de la ley 7722.

La unidad burguesa garantiza el pacto de sumisión al FMI a costa de la pauperización masiva, mientras gobierno y burocracia preparan nuevos ataques a nuestras condiciones de vida y de trabajo para garantizar el pago de la deuda y la mejora de la tasa de ganancia en base a una intensificación de la explotación obrera.

Necesitamos debatir las lecciones de nuestra experiencia histórica. Reagrupar en cada lugar de trabajo, en cada rama de actividad, una minoría organizada que forje oposiciones sindicales revolucionarias. Sobre la base de la independencia de clase, discutir un plan de salida a la crisis en curso desde nuestros intereses. Las lecciones del Mendozazo nos remiten a la centralidad de nuestras organizaciones de masas, los sindicatos y centrales. La burocracia de entonces fue arrastrada a las medidas de fuerza por el empuje decidido de las bases que impusieron los llamados a la acción y los sacaron de sus cómodos sillones para marchar con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes. Nuestra tarea es retomar esta perspectiva, preparando un congreso de delegados de base de la industria, servicios y estatales. Contra la política de miseria salarial, reforma laboral y deterioro de nuestras condiciones de vida por el efecto de la inflación, el tarifazo y el ajuste, centralicemos las fuerzas de nuestra clase hacia un paro general.

“¡Qué cagazo, qué cagazo: caminan por las calles los hijos del Mendozazo!”

Charla debate

CRISIS, GUERRAS Y LOS DESAFÍOS DE LOS REVOLUCIONARIOS

Sábado 09/04

17hs Arg-Bra

16hs Chile

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

 

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