Rompamos el acuerdo CTERA-Trotta.
“Honorable Asamblea, querido Pueblo Argentino, mañana comenzarán las clases normalmente en casi todo el país”. Palabras de Alberto Fernández de cara al inicio de sesiones legislativas del Congreso. Aplaudían los gobernadores presentes, en primera fila Kicillof (Buenos Aires) junto a Arcioni (Chubut), y más atrás Rodríguez Larreta (CABA), Perotti (Santa Fe), Morales (Jujuy), Bordet (Entre Ríos), entre otros en cuyos distritos NO habrá normal inicio de clases mañana.
Chubut, con más de 130 días de huelga en 2019, ya acumula 72hs de paro en febrero por las deudas salariales e infraestructura escolar, y por reapertura de paritarias, y va por otras 72hs de paro desde mañana. Tampoco habrá normal inicio de clases en Entre Ríos, Santa Fe, Tucumán, Salta, Santa Cruz, Catamarca, Neuquén, Chaco, Misiones, Formosa, Buenos Aires ni en CABA.
Esta es la realidad del “casi” normal inicio de clases transado por la burocracia celeste de CTERA con el Ministro Trotta en la restituida paritaria nacional docente. El acuerdo salarial firmado por CTERA, UDA, AMET, CEA y SADOP, y ratificados en congresos sin mandato de base alguno, establece que el salario inicial docente pasará de los 20250$ actuales a 23000$ a partir del 1° de marzo (monto que incluye FONID, material didáctico y suma extraordinaria”). Y un nuevo incremento a partir del 1° de julio, para llevarlo a 25000$. La suma extraordinaria, a cuenta del FONID y futuras recomposiciones provinciales, de 4840$ se pagará en 4 cuotas, junto con el incentivo docente (FONID = 1210$) y el material didáctico (210$). El acuerdo fija la reapertura de la discusión salarial para el 31/7, pero el compromiso anual de garantizar 180 días de clase efectivos. Entiéndase la abstención de la parte sindical de realizar medidas “de acción directa que importe pérdida de días de clase” (véase acta paritaria 26/02/2020). Está por verse si Trotta avanza sobre sus loas al Ítem Aula impuesto por el gobierno de Cambiemos en Mendoza como medida de productividad docente. El Ministro de Educación de Fernández, se hizo presente en el inicio del ciclo lectivo en Mendoza para celebrar este doble presentismo como medida a nacionalizar. Palabras festejadas por el gobierno radical, y aplaudidas por la burocracia sindical de CTA y sus agrupaciones dentro del SUTE.
El acuerdo de paz social y ajuste salarial, renueva el compromiso de la burocracia sindical docente con Fernández y los gobernadores, reanudando, junto con la mochila de plomo de la paritaria nacional docente sobre las negociaciones salariales, el histórico compromiso de aislamiento de las luchas provinciales. El salario de referencia fijado no modifica en nada la realidad salarial de las provincias. El mayor efecto que busca este acuerdo es desatar la recomposición salarial de la evolución de la inflación. Y sienta las bases para que los gobernadores puedan, sin modificar el monto de dinero destinado a la masa salarial, proponer aumentos sólo a los salarios iniciales del escalafón, achatando la escala. Se perpetúa la brecha entre el miserable salario real docente y el valor de la canasta familiar, que supera los 45000$.
Volvió la oposición nacional docente
Las conducciones opositoras a la Celeste en CTERA, pronunciaron su rechazo al acuerdo de la paritaria nacional docente. Y llaman, en algunos sindicatos y seccionales que conducen, al no inicio de clases este 2 de marzo con una jornada nacional de lucha. Presionadas como estuvieron por las líneas de frente anti-macri, las instancias de discusión de la oposición sindical a nivel nacional prácticamente habían dejado de existir. Este pronunciamiento da cuenta de una reorientación que merece profundizarse programáticamente.
La presidencia del Frente de Todos y la reactivación de la paritaria nacional docente, le dio oxígeno a la burocracia de CTERA, y provocó realineamientos al interior de las multicolores en todo el país. Las agrupaciones ligadas al PCR volvieron a su histórico papel de segundo violín de la Celeste, tensionando las conducciones de las seccionales y sindicatos de la oposición, motivando fuertes crisis en frentes como el FURS (SUTE Mendoza). Todo avance en la consolidación de una referencia nacional que le dispute a la burocracia celeste la dirección del conflicto, debe comenzar rompiendo los acuerdos con las patas sindicales del Frente de Todos en las directivas de las seccionales y sindicatos recuperados.
Instamos a abrir, de cara a la base, un debate programático que parta de la independencia de clase y del Estado para orientar la lucha por romper el acuerdo de CTERA con el gobierno, y prepare la relación de fuerzas necesaria para imponer el no pago de la deuda externa a costa de los trabajadores, y derrotar los planes de reforma previsional, laboral y educativa del FMI y el gobierno. Las seccionales y sindicatos recuperados pueden afianzarse como referencia nacional antiburocrática convocando a un congreso nacional de delegados escolares de base con mandato, que resuelva la continuidad nacional del no inicio de clases, ya votado en algunas provincias y seccionales, en un plan de lucha nacional. Abajo el acuerdo CTERA-Trotta. Reapertura ya de la paritaria nacional con paritarios electos y mandatados por las bases. Aumento al básico y salario inicial = canasta familiar por cargo/18HC y actualización mensual por inflación. Abajo el ítem aula y toda medida de productividad. Por el triunfo de la lucha de Chubut y demás provincias en conflicto. No al cierre de cursos. Basta de precarización laboral, ingreso único. Abajo los sumarios y los procesamientos de trabajadores por luchar.
Llamamos a las tendencias que reivindicamos la independencia de clase como principio que orienta nuestra acción, a forjar una oposición sindical revolucionaria. Una oposición con libertad de tendencias, que se gane la confianza de los trabajadores de la educación en el enfrentamiento a los planes de Alberto, el FMI y los gobernadores, recuperando los sindicatos de base y la CTERA como herramientas de organización y de lucha.