El día viernes 17 de mayo, en la Ciudad de Río Cuarto, los compañeros Andrea Ferreyra, delegada de ATE por el Nuevo Hospital San Antonio de Padua, y Carlos Rang, delegado despedido del INAFCI (Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena), además docente de la Universidad de Río Cuarto y miembro del CDP – ATE Córdoba, sufrieron un allanamiento en su domicilio particular a cargo de la policía federal por orden del juez Carlos Ochoa. La justicia no ha aclarado los motivos de su accionar, pero se enmarca en la campaña de denuncia de los compañeros y sus organizaciones de la realización (frustrada) del Pacto de Mayo en nuestra provincia, un día después de un escrache de ATE a la Fundación Mediterránea y en el marco de una campaña orquestada por Milei y su gobierno contra los movimientos sociales para criminalizar a quienes se organizan para enfrentar su plan.
Este repudiable accionar de la justicia burguesa, se explica únicamente como persecución y amedrentamiento a activistas, dirigentes y militantes que vienen enfrentando el feroz ataque del Estado nacional, provincial y municipal, que ya dejó a miles de trabajadores estatales en la calle.
Otro caso intolerable de persecución política tuvo lugar el pasado 13 de mayo con el allanamiento a las organizaciones piqueteras en la provincia de Buenos Aires. A esto debemos sumar las persecuciones a repetición que se dan en nuestra provincia a manos de la justicia adicta al gobierno del peronismo y sus aliados, hoy encabezado por Llaryora y ayer por Schiaretti: 27 estudiantes judicializados por luchar, delegados y trabajadores del Molino Minetti condenados, dirigentes piqueteros elevados a juicio, junto al Secretario General de ATE Giuliani y al delegado Ricardo Barrionuevo del Hospital Tránsito Cáceres, por nombrar los casos más notorios.
La aceleración de la crisis y el avance de un gobierno cipayo del imperialismo yankee, nos obliga a organizar el enfrentamiento, confiar en nuestras propias fuerzas y ubicarnos como dirección alternativa ante la desorganización de la economía, la crisis política y social que estamos viviendo.
Debe saber el gobierno, la justicia y las patronales que no vamos a dejar pasar este ataque. Es primordial organizarnos en las estructuras laborales, en las fábricas, en las escuelas y en las universidades para golpear a los capitalistas en la producción y desorganizar el aparato estatal.
Desde la Corriente Obrera Revolucionaria (COR) nos solidarizamos y nos ponemos a disposición de la compañera Ferreyra y del compañero Rang para impulsar las acciones y medidas que se definan para frenar esta persecución. Basta de ataques a los luchadores obreros y populares. Basta de represión. Por el derecho a huelga. Por un paro provincial, ya!