El 14/02 se conoció que la fiscalía elevó una solicitud para que la causa contra 27 estudiantes de la UNC por las tomas del 2018, vaya a juicio oral y público. Ya en septiembre del año pasado se habían rechazado las apelaciones presentadas por la defensa de los estudiantes y había quedado abierta esta posibilidad de que la causa escalara a juicio, ahora la resolución de si se llega a dicha instancia queda por completo en las manos del juez Hugo Vaca Narvaja.
En el 2018 miles de estudiantes universitarios junto a los trabajadores de la educación dimos una importante pelea, con paros, movilizaciones y tomas de edificios, para enfrentar los ataques al salario y al presupuesto educativo que implicó el pacto de Macri con el FMI. Desde entonces, la autoridades universitarias junto con la justicia han puesto todos sus esfuerzos para armar esta causa con el objetivo de disciplinar a quienes osemos cuestionar sus planes de ajuste.
La posibilidad de que la causa haya escalado hasta estas instancias hay que buscarla en el inmovilismo al que nos han sometido las corrientes pro patronales en la dirección de nuestros centros de estudiantes y en la FUC, como así también las direcciones de los gremios docente y no docente. Inmovilismo que, con el cambio de gobierno, se vio acentuado a partir de la política conjunta de las direcciones K de “darle tiempo a Alberto”... tiempo que le fue muy valioso para poder cerrar los acuerdos con los acreedores y el FMI. En el 2020 la pandemia les permitió a estas conducciones encerrarse en sus casa y dejar que pasen los ajustes y la persecución sin mover un dedo tomando como propia la política de la cuarentena. El saldo del 2020 ha sido cientos de estudiantes fuera de la educación y los docentes y no docentes con salarios derrumbados y con sus condiciones laborales aún más precarizadas de lo que ya estaban.
A nivel nacional el resultado de la cuarentena también ha sido desastroso, con miles de empleos perdidos, paritarias a la baja, precarización de las condiciones de trabajo y un aumento de la represión para disciplinar a quienes salimos a la lucha contra el ajuste. Ahora el gobierno, junto con las burocracias sindicales y las patronales han puesto en pie el “Consejo Económico y Social”, un engendro de conciliación de clases para institucionalizar este ataque.
La vuelta a clase tanto en el nivel medio como universitario también es un ataque muy duro que se está tratando de impartir contra los trabajadores. Mientras el ministerio de salud funciona como “Vacunatorio Vip”, generando un escándalo que se llevó puesto a Gines González Garcia, a los docentes y demás trabajadores de la educación se los pretende hacer volver con protocolos delirantes, elaborados por quienes claramente hace años no pisan una escuela. En el caso de la universidad, la decisión se dejó casi exclusivamente en manos de cada unidad académica que según el caso oscilan entre la virtualidad al 100% o la bimodalidad, nuevamente de forma inconsulta y descargando sobre los trabajadores todos los costos operativos y el sobretrabajo que conllevan estas modalidades. Sumado a esto, los salarios de los trabajadores de la educación se han visto duramente atacados, dejando a un importante número de trabajadores por debajo de la línea de pobreza. No hay seguridad laboral con salarios de miseria.
Debemos enfrentar la decisión de la justicia de criminalizarnos, organizando una contundente respuesta con nuestros métodos. Pelear por el desprocesamiento inmediato de los compañeros y compañeras debe estar unido a la pelea para enfrentar las consecuencias inmediatas de la crisis.
El gobierno le ha dado importantes herramientas a las conducciones burocráticas de los sindicatos para continuar la tarea de dejar pasar el ajuste, más recientemente se volvió a prorrogar los mandatos de las actuales direcciones sindicales hasta el 31/08/2021, impidiendo el llamado a elecciones, las asambleas y los congresos. Los centros de estudiantes han extendido sus mandatos hasta que “sea posible realizar elecciones en la UNC”: viniendo de quienes vienen esas declaraciones queda claro que será hasta que las autoridades universitarias así lo dispongan, manteniendo la histórica subordinación de nuestras organizaciones al calendario electoral del régimen universitario, que ya está organizando las elecciones de decanos y consejeros para mayo (aunque ADIUC y la Gremial San Martín tengan prohibidas las suyas). Se hace urgente imponer a estas conducciones instancias presenciales de deliberación, debemos romper su complicidad con el gobierno y las autoridades y exigir el llamado urgente a asambleas interclaustros en cada facultad para deliberar sobre la situación y definir un plan de lucha que nos permita enfrentarla.
Debemos organizarnos con independencia de clases, se hace urgente enfrentar a las conducciones actuales y recuperar nuestras organizaciones para la lucha. Debemos impulsar un plenario de Delegados Docentes, No Docentes, Investigadores y Estudiantes que nos permita definir un pliego único de reivindicaciones, donde se incluya la reapertura inmediata de las paritarias docente y no docente, el aumento del presupuesto universitario, el no pago de la deuda externa, el salario inicial igual a la canasta básica, el pase a planta permanente de los precarizados, horas de estudio bancadas por las patronales, el triple turno de cursado, el ingreso irrestricto y demás reclamos. Junto con la aplicación de partidas específicas para las obras edilicias y la provisión de equipos y materiales para garantizar las condiciones mínimas de seguridad y salud para la vuelta a las aulas y demás espacios de estudio e investigación de la UNC. Tampoco podemos volver a las aulas sin un plan serio de vacunación, destinado a proteger la salud de trabajadores y estudiantes (no la de funcionarios y amigos del gobierno), que debe estar para ello bajo control de los propios trabajadores de salud. Entre estos últimos, se cuentan cientos de compañeros de medicina que han sido utilizados en la pandemia como “carne de cañón”. Sobre esta base, prepararemos un plan de lucha con nuestros métodos como el paro, las movilizaciones y las tomas de edificios para imponer nuestras demandas.
Los trabajadores y estudiantes secundarios también están enfrentando el ataque en las condiciones de estudio y de trabajo, debemos solidarizarnos con su lucha, y convocar a instancias de deliberación conjunta que nos permita golpear con un solo puño imponiendo el Paro Educativo Nacional para conquistar nuestras demandas.
Varios activistas junto con organizaciones de izquierda venimos confluyendo en la “asamblea interfacultades”, un frente único que ha tomado la iniciativa para la acción de los estudiantes combativos en la UNC. Este viernes 26/02/2021 estamos convocando a una asamblea frente a las puertas de la FUC para discutir las acciones a emprender para exigir el inmediato desprocesamiento de los 27 estudiantes de la UNC. Nuestra propuesta a las corrientes y activistas de la interfacultades es avanzar en la discusión programática para poner en pie un oposición que nos permita, a partir de las asambleas presenciales, la elección de cuerpos de delegados por facultad y el impulso de mociones conjuntas, recuperar los centros de estudiantes y la FUC para ponerlos en pie de lucha y, junto con los sindicatos recuperados y la vanguardia del movimiento obrero, enfrentar el ajuste fondomonetarista del gobierno nacional, provincial y sus aliados en la justicia y el régimen universitario con el Rector Juri a la cabeza.