Se vienen las paritarias...
El secretario general de la UOM, Antonio Caló, presentó hace unos días el pedido para iniciar las negociaciones paritarias de este año. Si bien el acuerdo firmado en diciembre del año pasado está todavía vigente, sabe que los salarios de los metalúrgicos están por el piso, y cada vez peor por el efecto de la inflación. Todos los días anuncian el aumento de algún servicio, de la carne, de la nafta, etc., etc. No da para más. Pero Caló sigue órdenes, y quiere llevar adelante la tarea sucia de fijar la ”referencia” del aumento de 32%, que en realidad es el techo salarial de Alberto Fernández y las empresas para la “nueva normalidad”.
Durante 2020, el año de la pandemia, nos mandaron a trabajar a las fábricas con pobres condiciones de salubridad y nos metieron los protocolos de las patronales y el COE para mantenernos controlados y echarnos la culpa si algún compañero se contagiaba de COVID. Además, nos tuvieron la paritaria congelada la mayor parte del año. Recién en diciembre la conducción de la UOM firmó el acuerdo del 39% en cuotas. Hay que recordar que la inflación 2020 fue del 36%, y hay que sumar por lo menos un 12% de los primeros 3 meses de este año, un 48%, pero además el 39% no tuvo retroactivo, ¡la pérdida fue mucho mayor, y no se compensa con los famosos bonos que fueron largando! Y como si esto fuera poco, metieron una cláusula que dice que si una empresa está en crisis, cosa que nunca podemos comprobar porque tienen sus libros de contabilidad en secreto, puede no pagar el magro aumento. Esta cláusula que firmó el burócrata Caló ha llevado a la UOM a ser tomada como ejemplo, no por los trabajadores, sino por los empresarios que quieren ahora meterla en las negociaciones paritarias de las demás ramas.
En Córdoba, el Sr. Urbano hizo la de siempre: criticar el acuerdo nacional por abajo, sin enfrentarse abiertamente a la UOM nacional, y mandar a los trabajadores y a los delegados a pelear “fábrica por fábrica” a ver si conseguimos algún acuerdo interno que nos permita mantenernos a flote. Esto, cuando no se da el caso de que la empresa declare que está en crisis y ni el acuerdo nacional quiera pagar. En varias fábricas se han dado luchas y movimientos que permitieron obtener ciertas mejoras, aunque las patronales buscan atarlas a la productividad, ya sea con premios de producción o con el presentismo. Pero esto no alcanza, y además ¡somos mucho más fuertes si peleamos todos los metalúrgicos juntos!
Pero hay más. Urbano y la Comisión Directiva (CD) vienen teniendo una práctica muy perjudicial que es llamar a congresos donde solo se convoca a los delegados de la agrupación Eva Perón, mientras se obstaculiza la participación de las demás agrupaciones, como la Vandor y la 7 de Septiembre. Estas agrupaciones han surgido de peleas dentro de la CD, y no tenemos ningún acuerdo con el programa de conciliación de clases que levantan (por ejemplo, exigiendo subsidios o llamando a prohibir las importaciones para el beneficio de las patronales). Pero creemos que las peleas de cúpula de la burocracia no deben impedir la unidad del sindicato: en los congresos de la UOM Córdoba deben participar los delegados de todas las fábricas, llevando el mandato de las bases.
Ante las próximas paritarias, tenemos una gran tarea. Impulsemos asambleas por sector y generales en cada fábrica, para mandatar a los delegados con una posición clara: hay que recuperar lo perdido durante la pandemia. Esto incluye por supuesto el salario, que debe equipararse a la canasta familiar y tener una cláusula automática de aumento mensual según la inflación. Hay que rechazar cualquier clausula “de crisis” que permita a las empresas gambetear el acuerdo que se consiga. Tenemos que pelear por la reincorporación de los despedidos, el fin de las suspensiones, que se pague al 100% a los compañeros licenciados por ser del grupo de riesgo, y por el pase a planta permanente de los contratados (directos o por agencia). Los protocolos patronales han mostrado que no sirven: debemos votar en asamblea nuestra propia propuesta de medidas de protección ante la 2º ola de la pandemia e imponer a las empresas comisiones y delegados de seguridad e higiene para garantizar su cumplimiento. Además de este mandato, tenemos que tener buenos negociadores, no podemos dejarlo en manos de Caló. ¡Por delegados paritarios elegidos en asamblea!
En las plantas de Techint de provincia de Bs As y de Santa Fe se vienen dando importantes luchas. Hay que conquistar un congreso nacional de delegados con mandato de la UOM, que sustente los reclamos metalúrgicos en un plan de lucha con medidas escalonadas hasta llegar al paro nacional. No podemos permitir que gobierno y patronales intenten imponer una “nueva normalidad” basada en la miseria salarial, despidos, suspensiones y condiciones de trabajo inseguras e insalubres. Para eso, el camino es la lucha.
Tenemos que empezar a organizarnos de cara a las próximas paritarias: