Desde que el Grupo Beltràn compró las plantas de Villa Mercedes y Lavallol (Buenos Aires) al gigante Brasil Foods (BRF) dedicadas a la producción de mayonesas y margarinas, los trabajadores han tenido que estar a la defensiva para defender sus derechos adquiridos.
Desde un primer momento la nueva patronal trazo un plan para flexibilizar sus condiciones laborales y salariales, intentando además cambiarlos de encuadre sindical de Aceiteros a Alimentación, tratando de esta manera de bajar sus costos laborales en mas de un 30%.Su argumento principal es que están en una supuesta “crisis económica”, que desde ya no puede demostrar, ni siquiera ha presentado fehacientemente, pero es la carta que saca a relucir como amenaza en cada una de las negociaciones cuando se arman los conflictos.
En su página web, el Grupo Beltrán se jacta de ser “el grupo frigorífico más grande del país”. Posee 8 plantas de faena bovina, 6 en la provincia de Córdoba (en Guiñazú, Villa Allende, Toledo, Morteros, San Francisco y Villa María), una en Catamarca (en San Fernando del Valle de Catamarca) y otra en Santiago del Estero(Forres-Beltrán).
En el último tiempo se diversificó en el negocio frigorífico a través de Refinería del Centro, que produce derivados de grasas bovinas y vegetales, levaduras y harinas de carne y de hueso para alimentación animal. Esta compra refuerza su liderazgo en el negocio de las grasas refinadas y margarinas además de las ya nombrada Dánica.
Además, recientemente el grupo compró la fábrica aceitera de Valentín Alsina COFCO (Ex Nidera), que había cerrado en enero de 2019. Muchos de estos negocios los ha hecho con prestamos,ayuda y exenciones impositivas de los distintos Gobiernos desde Cristina (en 2009 para comprar el frigorífico de Santiago del Estero) hasta nuestros días.
Obreros a la lucha
En su intento de desconocer el encuadramiento del convenio aceitero la patronal no ha dudado en perseguir suspendiendo y despidiendo a los compañeros que protestaban, intimidandolos para que acepten individualmente cambiarse de convenio al gremio de Alimentación, llegando a poner en practica el LockOut patronal como en Lavallol (2020) para tratar de doblegar a los trabajadores, quienes no bajan la cabeza y siguen firmes en la pelea.
Hasta hace un mes, la patronal seguía abonando las escalas salariales del año 2019, sin aplicar los aumentos del 2020 y 2021, amparándose en que el Ministerio de Trabajo de la Nación no había homologado los respectivos acuerdos ( para las empresas hubo ATPs urgentes por la crisis del COVID pero en el caso de los trabajadores demoraron años en homologar convenios).
Los compañeros de Dánica han llevado adelante desde 2018 en adelante innumerables asambleas y varias huelgas en este tiempo con respecto a la defensa de su convenio colectivo.
La Federación Aceitera (FTCIODyARA ) si bien ha manifestado su apoyo al conflicto esta claro que podría haber hecho más en la pelea por los compañeros, en su momento se ha limitado a esperar que se homologuen los convenios y así la patronal supuestamente pagaría las diferencias salariales con retroactivo.
Finalmente el pasado 12 de febrero salio la resolución homologatoria, pero ahora la patronal aduce nuevamente “crisis” para no afrontar la deuda salarial con los trabajadores.
Estamos hablando de $450 mil en promedio para cada trabajador, entre diferencia de valor hora y premios de fin de año y Bono Covid. Al ser alrededor poco mas de 100 operarios en Villa Mercedes el total de la deuda es de $45 millones, el equivalente al valor de facturación de 2 camiones repletos de la mercadería, en producción normal la patronal despacha 10 o mas camiones por día. Así y todo siguen argumentando estar en Crisis
Acuerdo en Danica Lavallol
Los compañeros de Lavallol encuadrados en el Sindicato Aceitero de Buenos Aires (SOEIA) han llegado a un acuerdo (anunciado con bombos y platillos) con la patronal de actualización salarial ( ver https://www.facebook.com/soeia.capital), en el cual la patronal reconoce la representación de aceiteros, supuestamente cesa en la persecusion gremial y comienza a ponerse al día con un calendario muy conveniente (culmina en enero del 2022) con las nuevas escalas salariales pero, eso sí, los compañeros renuncian a las diferencias salariales retroactivas, es decir pierden los mas de $400 mil promedio que se les adeuda.
Mas allá de haberse votado en asamblea y dejando por el momento atrás la patronal su intención de cambiarles el convenio y el encuadre, es al menos polémico por parte del sindicato aceitero de Buenos Aires caracterizar este acuerdo como un gran triunfo cuando se renuncia a deudas que tenia la patronal con los trabajadores, sobre en un contexto altamente inflacionario y ademas siendo los compañeros esenciales durante la pandemia del COVID, momentos donde la producción continuó pese a no cumplir del todo la patronal con las medidas de Higiene y Seguridad correspondiente.
Con mas razón con una patronal que lejos de estar en una supuesta crisis esta desde hace un tiempo en constante expansión. Algunas corrientes de izquierda como el Nuevo Mas se suman equivocadamente a este balance complaciente con la dirección del conflicto.
Lucha en Villa Mercedes
Contrario a esto, y acertadamente, los compañeros de Dánica Villa Mercedes comenzaron una huelga con asambleas y piquetes en la entrada a la planta el pasado 9 de marzo porque no renuncian a la deuda que la empresa mantiene con ellos. Les han ofrecido el mismo acuerdo que se firmo en Lavallol pero el argumento de los obreros es sólido para el rechazo, esa masa salarial les pertenece, la patronal no ha visto ninguna merma en sus actividades productivas que pueda argumentar una “crisis” y el total de la masa salarial equivale al precio de dos camiones completos, cuando se envían un promedio de 10 o mas camiones diarios en un día de producción estándar.
La huelga comenzó el lunes 7 de marzo y ha durado por el momento 10 días, el pasado miércoles 17 el Ministerio provincial dicto la Conciliación Obligatoria que fue acatada por los compañeros, con una audiencia de negociación programada para el martes 23. la patronal por el momento sigue firme en no querer pagar la deuda salarial. Por lo pronto los compañeros han decidido como un sano reflejo de lucha el no aceptar horas extras ni cambios de turno o feriados para no favorecer a la patronal hasta tanto no reconozca la deuda.
Los compañeros de Dánica Villa Mercedes marcan con la defensa de sus derechos el camino para el resto del movimiento obrero en el sentido de recuperar lo que perdimos durante la pandemia, argumento que utilizaron los gobiernos y las patronales para avanzar sobre los derechos y las condiciones de vida de la clase obrera, con mayor flexibilizaciòn laboral y rebaja salarial vía inflación con paritarias a la baja.
Ademas los métodos como la asamblea y la huelga que desarrollan son los que debe llevar como bandera nuestra clase para triunfar.
Tenemos que rodear de solidaridad el conflicto transformándolo en una batalla de todo el movimiento obrero. Deben triunfar para se un ejemplo a replicar en la pelea por recuperar lo que hemos venido perdiendo durante la pandemia.
Desde la COR saludamos su lucha y nos ponemos a su disposición compañeros. A triunfar!
Marcos Reinoso
COR Regional San Luis