En el año 2010, el entonces gobernador de Córdoba Juan Schiaretti buscó modificar la ley de educación provincial 8113, argumentando que la ley vigente había sido sancionada en 1991, previa a la reforma de la Constitución Nacional, y que debían adaptarse a los cambios sociales y económicos del actual momento. En el mismo sentido el peronismo cordobés, sostenía que debían articular esta modificatoria con la Ley de Educación Nacional 26.606 actualizando la educación a los nuevos tiempos.
El anteproyecto de reforma de la ley 8113, despertó el rechazo de miles de estudiantes y docentes de los niveles secundario, terciario y universitario que salimos a pelear contra la reforma. Tomamos facultades, institutos y escuelas, organizando marchas y piquetes.
La reforma, bancada por todo el arco burgués, los partidos patronales, incluida la iglesia y la burocracia sindical, pasó a fuerza de represión y encarcelamiento de varios activistas. Sostenían que la educación debía estar ligada a la producción, una utopía de una burguesía local ligada al capital imperialista que acusaba los primeros golpes de una crisis internacional (2008) que claramente la pagaría nuestra clase. Miles de obreros eran suspendidos y despedidos alrededor del mundo y Córdoba, no era la excepción.
Estos fueron algunos elementos del contexto de la reforma educativa que traía implícitamente una reforma laboral para someter a la docencia a la precariedad y a la flexibilización.
El peronismo cordobés, 15 años después reconoce el infortunio de la Reforma del 2010 y se dispone a pedido del Consejo Federal de Educación a reorientar el sistema educativo a los nuevos aires putrefactos de un sistema capitalista que tambalea. En su descomposición, desarrolla tendencias guerreristas que obligan a los países centrales a reconversiones industriales para un posible escenario de guerra generalizada.
En este panorama convulsionado, Milei profundiza su sumisión al FMI y al imperialismo yanqui mientras aplica la receta de la motosierra y los palos a jubilados, discapacitados, estatales y obreros industriales dejándonos a miles bajo la linea de la indigencia. Todo ello con la ayuda inestimable de la burocracia sindical - CGT y CTAs - y los gobernadores.
En esta línea, la continuidad genuflexa del gobierno de Llaryora y en consecuencia su Ministro de Educación, Horacio Ferreyra, se aventuran a TransFORMA@Córdoba. Un programa que apunta a resolver “las necesidades productivas, sociales, culturales, científicas y tecnológicas de cada comunidad” (Portal del Gobierno de la Provincia de Córdoba, 23/12/2024) y lo manifiesta en el Plan de desarrollo educativo provincial 2024-2027. En relación al Nivel Secundario y la Modalidad Técnica señala que si bien la tasa de matriculación aumentó, “las dificultades persistentes en el nivel no se corresponden con la edad esperada (18,8% tasa de sobreedad), así como la repitencia (6,4%) y los niveles de egreso efectivo en el tiempo esperado, implicando trayectorias escolares débiles o discontinuas”. Más adelante revela: “la intención de brindar a los y las estudiantes oportunidades educativas orientadas a los saberes que demanda la economía del conocimiento como desarrollo de software, biotecnología, entre otros”.
Estos son algunos de los argumentos del gobierno para hacer una des-centralización curricular para que cada escuela, bajo la mirada de supervisores y equipo directivo, tenga que resolver cambios de orientaciones y/o modalidades disponiendo de la planta docente a gusto y piacere. De público conocimiento es el caso deI IPETYM 246 Amadeo Sabattini en el que el director pretende juntar los avales del cambio de dos de sus orientaciones, a través de una consulta docente poco clara y con aprietes para aquellos menos desprevenidos.
A su vez el gobierno dio vía libre para que las instituciones educativas re-configuren las plantas orgánicas funcionales 2025. Tal es así que compañeras docentes de materias artísticas se encuentran dando matemática o inglés. Además, peligran los puestos de trabajo (precarios) de cientos de docentes de nivel primario en la Jornada Extendida, relacionada con las materias artísticas y posiblemente no tengan continuidad el año próximo. El caso de los docentes de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC), laboratorio del oficialismo cordobés y la burocracia celeste, son la muestra más acabada de la precarización. Estos son algunos de los problemas que enfrentamos la docencia en Córdoba.
Al cabo de una década y media nos encontramos con una acumulación de problemas por el resultado nefasto de la implementación de la reforma de la Ley 8113 y nos vemos otra vez bajo el asedio aventurero del gobierno de Llaryora y la burocracia celeste de UEPC.
Según el ministerio de educación las motivaciones que han tenido para poner en marcha la reforma educativa indica que se trataría de: “rediseñar los planes de estudio y la curricula escolar en todos los niveles y modalidades escolares. Este programa está en marcha (2025) para finalizar en el 2027. Se implementa con unas 200 escuelas precursoras que deben planificar, ejecutar y evaluar los procesos de innovación compartiendo la experiencia con el resto de las instituciones educativas del sistema educativo provincial”.
El programa cuenta con 3 rutas que suponen una adhesión opcional a partir de la ruta 2 donde cada institución podrá rediseñar sus propuestas y profundizar aspectos de lo prioritario de la ruta 1 (todas las escuelas) continuando con la tercera y última ruta que implementarán las modificaciones en el 2026.
Cabe aclarar que la docencia de las escuelas precursoras de todos los niveles están trabajando en estos re-diseños curriculares a la vez que siguen dictando sus clases. Una constante del gobierno es la sobrecarga laboral docente combinada con salarios de hambre y condiciones de trabajo cada vez más deterioradas.
El gobierno hace hincapié en la educación del futuro; claramente ni los burgueses ni su gobierno tienen certezas de sus negocios futuros. Mientras nos sugieren educar para la incertidumbre que los niños y jóvenes deberán gestionar a través de sus emociones como componente afectivo, solucionar las situaciones problemáticas y básicamente poder ser la mano de obra dócil del futuro sistema de trabajo.
Educar para la incertidumbre es educar con la flexibilización laboral como estandarte, es por ello que debemos enfrentar la “transformación” que vergonzosamente avala la celeste de Cristalli.
Los docentes tenemos planteada como tarea rechazar la reforma educativa, convocando a los estudiantes y sus organizaciones para poner negro sobre blanco las graves consecuencias que trae el TransFORMA@Córdoba de Llaryora y Cristalli. Podemos decir que esta tarea tiene hasta un alcance pedagógico; al enfrentar el plan patronal de educar para la flexibilización laboral de la juventud a partir de la flexibilización del trabajo docente podemos dar un buen ejemplo a nuestros estudiantes.
La delegación Capital de la UEPC, recuperada de manos de la burocracia, se ha limitado a realizar plenarios por modalidad y movilizaciones callejeras a contraturno contra la paritaria a la baja y para debatir y enfrentar (tardíamente a nuestro entender) el problema de la reforma educativa. Sin embargo, no ha logrado romper el blindaje que la burocracia ha logrado imponer al plan del gobierno provincial, cerrando toda discusión hasta 2026. Para reabrir la paritaria e ir hasta el final en contra de la reforma es necesario organizar y desarrollar un proceso de lucha a partir de las propias escuelas. La UEPC Capital no puede seguir vacilando frente a las amenazas de la burocracia en relación a no poder realizar asambleas en los lugares de trabajo; está planteado enfrentar el estatuto-cárcel de la Celeste con la fuerza de la docencia en combate. Basta de trampas estatutarias como la asamblea provincial de delegados departamentales que no responde a la voluntad de la base. La UEPC Capital, junto a los delegados combativos del resto de los departamentos, está llamada a convocar a un plenario provincial de toda la docencia con delegados mandatados por asambleas de base por escuela, institutos y facultades. Que se proponga como norte discutir un programa y un plan de lucha para enfrentar a la burocracia celeste y al gobierno. Por un paro educativo provincial hasta que retroceda la reforma educativa y conquistemos todas nuestras demandas.
Los docentes y estatales de Santa Cruz (ADOSAC) se enfrentan a su gobierno por la reapertura de paritarias, reclamos edilicios, mayor presupuesto para infraestructura, entre otros puntos, y lo hacen aislados del resto de las provincias por la inacción de la Celeste nacional que, apoltronada en los sillones de Ctera, no piensa mover ni un dedo por recomponer nuestros salarios. Fuera la burocracia traidora. Se hace urgente que el activismo y los delegados antiburocráticos tomemos esta pelea en nuestras manos nacionalizando el conflicto y enfrentando de conjunto el plan del FMI, el Banco Mundial y el Consejo Educativo Federal. Los docentes, nodocentes, investigadores y estudiantes de las universidades nacionales también están saliendo a la lucha por presupuesto y salarios; enfrentemos de forma conjunta los planes de reforma educativa de Milei y los gobernadores con el Paro Educativo Nacional. Ninguna confianza en la oposición parlamentaria; debemos pelear con independencia de clase y con nuestros métodos para recuperar lo perdido. Por un salario inicial que equipare a la canasta básica. Por el pase a planta y la creación de cargos titulares en todos los niveles. Abajo las reformas laboral, previsional y educativa de los gobernadores, Milei y las burocracias cómplices. Fuera el FMI.
COR – Regional Córdoba
El jueves 12 de junio, sindicatos, seccionales y comisiones internas recuperadas, junto a delegados, agrupaciones sindicales opositoras, agrupaciones estudiantiles, de jubilados y corrientes políticas de izquierda, llamamos a un plenario provincial de trabajadores en la sede del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba.
La iniciativa se viene forjando a partir de las experiencias de lucha de los últimos años, como la de los docentes provinciales que recuperaron la delegación Capital de UEPC, los Químicos y Petroquímicos de Rio Tercero que enfrentaron sucesivas embestidas patronales y ATE CONICET, junta interna puesta en pie el año pasado al calor del enfrentamiento a la ofensiva del gobierno nacional contra los trabajadores de ciencia y técnica. A estos procesos, se suman un gran número de sectores de trabajadores que irrumpieron en la situación provincial en los últimos meses con conflictos por salario y contra los despidos: judiciales, trabajadores de los hospitales, de EPEC, metalúrgicos, universitarios, jubilados, entre otros. Son parte de un proceso provincial a partir de la crisis y el ajuste del gobierno de Llaryora que se entrelaza con las luchas que recorren todo el país, desde los docentes de Misiones y Catamarca hasta los metalúrgicos de Tierra del Fuego, pasando por la tenaz lucha de los trabajadores del Garrahan.
Estas luchas se dan en el marco de la debacle del gobierno libertario, que debió ceder las riendas del gobierno al FMI a partir de un nuevo acuerdo de sumisión semicolonial. Los dólares del FMI sólo compran tiempo para Milei, sus aliados y sus cómplices en las gobernaciones, en el congreso y también en la conducción de los sindicatos. El deterioro de las condiciones de trabajo y de vida de nuestra clase empuja a franjas cada vez más grandes de trabajadores a salir a la lucha para dar respuesta, a pesar de la entrega de la burocracia sindical de la CGT y las CTAs.
Ante esta situación, es tarea de las organizaciones obreras combativas agrupar a todos los luchadores y sectores opositores para orientarnos en la necesidad de recuperar nuestros sindicatos de manos de la burocracia, sin cuyo sostén no podría explicarse la supervivencia de la nueva casta de Milei en el poder. Los que declaman que “no hay clima para un paro nacional” (Daer) y festejan que la justicia evite que el gobierno meta un decretazo antihuelga mientras negocian por abajo la reforma laboral, son los enemigos en nuestras propias filas que vienen traicionando lucha tras lucha; llamando de vez en cuando a paros aislados que no garantizan en las fábricas y lugares de trabajo, acatando las trampas del Estado como las conciliaciones obligatorias y, como gran orientación, pretendiendo llevar el malestar social a una mal entendida “lucha política” que no es más que hacerle campaña a los candidatos del peronismo para intentar recomponerlo de su crisis. El gobierno de LLA se ha mostrado como una verdadera dictadura policial contra nuestra clase para defender los intereses del empresariado, sobre todo de su ala más ligada al imperialismo yanqui, y en una semicolonia como Argentina, necesita los servicios de la burocracia sindical para desorganizar las fuerzas de la clase obrera.
Es necesario combatir a la burocracia sindical, sin dejarnos arrastrar por los discursos de una unidad antimilei sin principios con sectores patronales como las Pymes, los “industriales nacionales” y el peronismo/kirchnerismo en debacle. Las políticas orientadas a desarrollar la mera espontaneidad de los movimientos son incapaces de superar este enorme escollo, ni hablar de quienes proponen la movilización con el único objetivo de exigir y presionar a la CGT para que salga “a luchar”. En la vereda opuesta, la línea de las autoconvocatorias en el sentido de dar la espalda a las organizaciones que la clase obrera ha puesto en pie durante más de un siglo de historia sólo pueden conducir a la impotencia y a la frustración.
Desde la COR, hacemos un llamado a las organizaciones obreras recuperadas y a las corrientes revolucionarias a desarrollar una discusión programática, que debe tener arraigo en las fábricas y los lugares de trabajo, con el objetivo de agrupar a la vanguardia en una oposición sindical revolucionaria con libertad de tendencias que se proponga recuperar los sindicatos. La crisis internacional, la escalada guerrerista del imperialismo, el genocidio a la luz del día que comete Israel en Gaza, el posicionamiento antiobrero y proimperialista de Milei, el ataque en toda la línea desatado por las patronales, muestran la urgencia de este llamado. No existen atajos, son ellos o nosotros. El plenario provincial de trabajadores de Córdoba puede convertirse en una instancia inicial para abrir y desarrollar esta tarea.
Para construir una oposición capaz de enfrentar a la burocracia es necesario organizarse en los lugares de trabajo. Es allí donde podemos golpear donde más duele a los capitalistas, en la producción, o desorganizar la maquinaria estatal en el caso de los estatales. Es desde allí donde podemos organizarnos para ganar las calles. Por eso es clave introducir este debate programático y de dirección en las estructuras: que los plenarios sean de delegados con mandato de base, lo que además nos dará la posibilidad de pasar a acciones decididas y no sólo en los márgenes de lo que permite la legalidad de los estatutos y la ley de asociaciones sindicales. Las mociones tienen que votarse por mayoría y minoría: la democracia obrera es la que posibilita la verdadera unidad de la clase obrera en combate.
Los mecanismo que atan las organizaciones obreras al Estado burgués han quedado al desnudo en los últimos meses por la propia experiencia de las luchas: paritarias no homologadas, conciliaciones obligatorias para frenar, o intentar frenar los paros (UOM, UTA, Garrahan), protocolos antipiquetes y antimarchas (el de Bullrich y los que meten los diferentes gobernadores como ahora quiere hacer el peronista Llaryora), intentos de restringir las huelgas, imposición de los estatutos sindicales de la burocracia para ilegalizar medidas de fuerzas o imponer acuerdos a la baja como en el caso de la propia UEPC con su repudiada asamblea de delegados departamentales. Por eso proponemos como moción: Abajo la ley de asociaciones sindicales. Rechazo a los mecanismos de conciliación obligatoria, fuera las manos del gobierno de las negociaciones paritarias. Contra los estatutos de la burocracia, ¡paro y plan de lucha! Para enfrentar los protocolos represivos y las leyes antihuelga, ¡organizar la autodefensa de los trabajadores!
Las patronales lloran, dicen que están en crisis, que por eso abren los programas de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, los PPC, y avanzan en suspensiones y despidos. Abramos los libros contables, para conocer la magnitud de esa supuesta crisis empresaria y en todo caso para que sometamos al balance histórico la inviabilidad de un sistema basado en todo tipo de maniobras financieras y más en general en la apropiación privada del trabajo ajeno. El control obrero de la producción es otro aspecto fundamental a desarrollar para combatir el ataque patronal, controlando los ritmos de trabajo y las imposiciones despóticas de las empresas.
Las patronales, envalentonadas por la política del gobierno, pretenden descargar la crisis sobre nuestras espaldas a partir de una reforma laboral de echo que quieren convertir en ley. Mientras, arrecian los despidos, el trabajo fuera de convenio y las ofensivas para flexibilizar los turnos y las condiciones de trabajo. Es el caso de FATE, que impuso los turnos americanos, siguiendo el ejemplo de las automotrices (VW, Toyota) y de tantas otras patronales industriales. A su turno, los sistemas de premios y presentismo, aplicados tanto en el sector público como en el privado, son utilizados para dividir nuestras filas, quebrar la negociación colectiva y atacar el salario. Frente a esta intentona, debemos ponernos en pie de guerra para imponer las escalas móviles de horas de trabajo y salarios, que no sólo permitirían enfrentar los despidos y la desocupación (junto con escuelas de oficios organizadas por los sindicatos), sino que plantean la transición al sistema de trabajo de una sociedad socialista, donde la producción se organice sobre nuevas bases sociales. Ante los despidos, tenemos que tomar las fábricas y las reparticiones estatales, siguiendo el ejemplo de los metalúrgicos de autopartes Crucianelli.
Las medidas de ajuste de Milei y el FMI golpean duro a ramas enteras de la economía, principalmente de la industria. Esto da aire a las viejas recetas que plantean defender la “industria nacional”, consigna que hermana a la UIA y a la CGT. Es decir, nos llaman, como la burocracia de la UOM, a bloquear los puertos para cerrar las importaciones para defender a nuestras propias patronales. ¡Total independencia de la clase obrera frente a la burguesía y sus agentes! Nuestros verdaderos aliados son los trabajadores de Brasil, del resto del continente y de todo el mundo, con quienes estamos llamados a enfrentar al imperialismo y en general a este sistema putrefacto.
Convocamos a los delegados y activistas combativos de la industria, los servicios y estatales de Córdoba a participar del plenario provincial de trabajadores del 12 de junio con esta perspectiva. También llamamos a las corrientes de la izquierda y a los sectores opositores y combativos de la clase obrera de todo el país a tomar el ejemplo de Córdoba y poner en pie plenarios provinciales donde nos organicemos para tirar abajo a la burocracia sindical, romper la tregua y enfrentar el plan antiobrero de Milei y el FMI armados con un programa obrero de salida a la crisis.