Luego de la marcha universitaria de abril, donde las autoridades tuvieron una ascendencia fuerte, el conflicto ha pasado a un segundo momento, en un contexto de un gobierno más debilitado y en el que las consecuencias del ajuste están haciendo que importantes sectores salgan a manifestar su malestar.
Después de la ratificación en el Congreso del veto de Milei a la ley de financiamiento universitario, las tomas de las universidades no se hicieron esperar. El movimiento estudiantil se suma a distintos sectores en pie de lucha, como los hospitales Garrahan y Bonaparte, los jubilados, los trabajadores estatales y de algunas ramas industriales, con los cuales es necesario unificar los reclamos para golpear más fuerte. Debemos imponer a las direcciones docentes, nodocentes y estudiantiles un plan de lucha unificado, que enfrente también la complicidad de los rectores radicales y del peronismo. CTERA no ha salido de tibias declaraciones de apoyo al reclamo. No es sólo la universidad, es toda la educación capitalista la que está en crisis. Debemos imponerle a la burocracia pasar a la acción con paros activos. Necesitamos instancias deliberativas comunes, asambleas de los tres niveles para votar un plan de lucha unificado de todos los sectores educativos y avanzar hacia un Paro Educativo Nacional.
Una nueva ola que retoma luchas históricas
La actual situación de desfinanciamiento de las universidades públicas y el deterioro del sistema educativo nacional no es una novedad de Milei. El actual proceso retoma el hilo de los históricos enfrentamientos de sectores docentes, nodocentes y estudiantiles contra las leyes de educación que impuso el gobierno de Menem en el ’95, cuando se enfrentó a la aplicación de la LES y las condiciones de la CONEAU, dictadas por los organismos imperialistas. Luego, en el 2001, el movimiento estudiantil se enfrentó al intento de arancelamiento de De La Rúa-López Murphy y se inauguró un proceso de deliberación en las universidades sobre la situación social y las perspectivas de lucha de cara a la crisis nacional abierta. En ese proceso, la izquierda conquistó la dirección de centros y federaciones estudiantiles. En 2005, nos enfrentamos al gobierno de Néstor Kirchner por el aumento salarial y el pase al básico de los ítems en negro, lucha que pretendieron cerrar con la Ley de Financiamiento Educativo, cuyo porcentaje de presupuesto destinado a educación ningún gobierno cumplió. El kirchnerismo no sólo no movió un dedo para desarmar las leyes menemistas, sino que profundizó la injerencia de las empresas en el sistema educativo, en particular la universidad e instituciones de investigación científica, además de ampliar la oferta de posgrados arancelados. Ese año el movimiento estudiantil también coincidió en las calles con la histórica lucha de los trabajadores del Garrahan, con enormes movilizaciones a Plaza de Mayo, a pesar de que el gobierno de NK nos cercara el perímetro con la policía federal. Luego hubo momentos importantes de luchas en 2010, 2018... Hoy, luego del desembarco de las ideologías posmodernas y estatistas, que llevaron a la institucionalización “por arriba” de las organizaciones estudiantiles y a subordinar las organizaciones de lucha a la injerencia del Estado burgués y de haber pasado por un ensayo general reaccionario durante la pandemia, durante la cual la burocracia se encargó de desorganizar, nos enfrentamos a una nueva embestida para profundizar la subordinación de la educación a los intereses imperialistas y avanzar contra las conquistas que quedan en pie.
Recuperemos nuestras organizaciones
Las federaciones universitarias docentes y nodocentes no han estado a la altura necesaria para dar respuesta al ataque, desgastando al activismo con paros y jornadas de lucha aisladas y sin continuidad. En todos los casos han privilegiado sus acuerdos con el CIN y los partidos patronales en el Congreso. Debemos impulsar plenarios de delegados de base con mandato en todo el país para discutir un pliego único de reivindicaciones juntos a los investigadores de CONICET y otros trabajadores del sistema educativo y científico-tecnológico y un plan de lucha para sacar a la burocracia sindical de la comodidad de sus sillones e imponer nuestras condiciones al gobierno nacional, a los gobernadores y a las autoridades cómplices del ajuste.
Pero para poder triunfar necesitamos recuperar nuestros gremios para la lucha y echar a los burócratas. Necesitamos poner en pie oposiciones sindicales que sean una verdadera alternativa de dirección a las conducciones que nos llevan detrás de los decanos, rectores y diputados.
Este es un paso fundamental para superar las divisiones y construir un sindicato y una federación únicos de trabajadores universitarios que fortalezca la organización de los trabajadores.
Los estudiantes también tienen este desafío. Debido a la ausencia de una alternativa de dirección, corrientes patronales como el kirchnerismo o el radicalismo resultaron favorecidas y se apropiaron de varios centros de estudiantes, lo cual debilita las perspectivas de lucha. Se hace urgente recuperar los centros y federaciones para unificar a los tres claustros contra el ajuste.
Por un paro general activo el 30 de octubre
Mientras las condiciones de vida de los trabajadores se degradan aceleradamente, las burocracias de la CGT y las CTAs dejan pasar la reforma laboral y los despidos y, junto con los partidos patronales UCR y PJ (todas sus alas), le garantizan la gobernabilidad a Milei. En sus reacomodamientos ante el descontento de la base, las conducciones de los gremios del transporte han llamado a un paro el 30 de octubre. Asimismo, el Frente de Lucha de las burocracias universitarias hará paro el 17/10, buscando también descomprimir la situación de descontento. Hay que mantener las tomas para ir mejor preparados al paro del 17 y desarrollar un plan de lucha que vaya más allá. Desde las asambleas y las tomas propongamos la preparación de un paro general el 30/10, con las universidades tomadas, para abrir la intervención de toda la clase obrera.
Sigamos desarrollando las tomas con este pliego de reivindicaciones
- Abajo la LES.
- Recomposición salarial. Salario acorde a la canasta básica e indexada a la inflación.
- Reapertura de paritarias ya. Por delegados paritarios elegidos en asamblea.
- Aumento del presupuesto educativo.
- Reincorporación de los despedidos, pase a planta de todos los precarizados. Salario para los ad honorem.
- Basta de convenios con empresas, que no es otra cosa que la privatización indirecta.
- Rechacemos la injerencia ideológica de las empresas imperialistas y el sionismo ¡son ellos los que ejercen el adoctrinamiento!
- No al pago de la deuda externa! ¡Fuera el FMI y el BM!
- No a la transferencia de las universidades a las provincias.
- Condiciones seguras de trabajo y contra las intentonas por avanzar en el teletrabajo como forma de flexibilización laboral y desorganización de nuestra clase.
- ¡Universidad de los trabajadores! Que los sindicatos y las organizaciones estudiantiles dirijan las universidades.
¡Abajo el gobierno de Milei!
Por el triunfo de las luchas en curso.
Por un congreso de delegados de base con mandato.
Por un gobierno obrero.