El miércoles 11/9 se va a tratar en diputados el veto de Milei a la ley de movilidad jubilatoria votada en ambas cámaras, donde ya se están negociando los votos entre los distintos bloques.
Es evidente que la situación de los jubilados no es de interés de casi nadie en el parlamento ni en la política en general, si lo fuera no estaríamos asistiendo a semejante saqueo a las condiciones salariales y de vida que se viene dando desde hace varios años y con distintos gobiernos.
Marchamos y nos concentramos frente al Congreso y en las principales ciudades del país porque hoy los jubilados están entre los sectores más atacados de nuestra clase. Hoy, así como lo fueron en otras épocas, son ejemplo de lucha y resistencia, actualmente al ataque de Milei y sus aliados. La de los jubilados forma parte de las luchas que se están desarrollando, junto a la de los trabajadores del SUTNA, los del Hospital Garrahan y los docentes de varias provincias. Desde los ’90 vienen sosteniendo la marcha de los miércoles y ayer como hoy han sido reprimidos. Además, todos los gobiernos han tomado medidas en su contra, por ejemplo, el veto de Cristina al 82% móvil, las “movilidades truchas” de Macri y Alberto, entre otras cosas.
La lucha por las jubilaciones es necesaria para que la clase obrera no caiga en una mayor pauperización, pero sostenemos que nuestros problemas no se van a solucionar en el Congreso. Tenemos que imponer a los sindicatos que defiendan a los trabajadores pasivos de sus gremios y a la CGT que se ocupe de ellos en general. Imponerles que llamen a un paro general para conquistar un salario igual a la canasta de jubilados indexada por inflación tiene que ser una de las consignas del paro. No debe ser el Estado descompuesto el que se quede con la parte de nuestro trabajo para timbearlo en la bolsa o para subsidiar a las patronales, para que luego acusen al haber jubilatorio de ser causante de gasto fiscal y ponerlo de objetivo del 37% del ajuste actual. Para el capitalismo y todos sus gobiernos los trabajadores son descartables y, luego de una vida de explotación, son librados a la miseria cuando ya no se les puede extraer más plusvalía. La lucha de clases es en definitiva la lucha por la plusvalía y ésta es histórica, en la pelea de expropiar a los expropiadores.
La ley de movilidad jubilatoria que se votó es un aumento de 16 mil pesos a los haberes, cuando la pérdida en términos reales en los últimos meses es de 25% de un salario de miseria. Eso es lo que propuso la oposición parlamentaria y lo que vetó Milei, es la demostración del desprecio a los jubilados de ambas partes; cuestión que tiene su continuidad en el ataque a las jubilaciones docentes en varias provincias. En esta semana también se va a tratar la ley de financiamiento de las universidades, que representa una burla a la educación y, de aprobarse, también sería vetada por Milei. Nos están llevando a una lucha en las calles por migajas, mientras el parlamento y sus partidos patronales le garantizan la gobernabilidad a Milei, llevando las contradicciones de su gobierno al recinto.
Tenemos que luchar con nuestros métodos, organización y programa. La CGT dio “libertad de acción”, no llama a paro y algunos van a movilizar por los jubilados. ATE llama paro al estilo ATE, sin preparación, y la CTERA a una jornada de lucha sin paro para hacer un saludo a la bandera. Impulsemos el miércoles asambleas informativas en las fábricas y lugares de trabajo, con ocupación de edificios estatales el día del paro de ATE, ocupación de las universidades el 12 de setiembre y toda medida que permita dar una demostración de fuerza en las estructuras para enfrentar el plan de Milei-FMI y sus aliados.
¡Por el triunfo de los jubilados y su lucha!
Por un salario igual a la canasta de jubilados indexada por inflación.
Por un paro general activo.
Por un congreso de delegados de base con mandato, para preparar una salida obrera a la crisis.