20 de diciembre
A 22 años de la insurrección espontánea del 2001: Fuera el FMI, ningún ajuste. Por un gobierno obrero.
Este miércoles 20/12 marchamos en todo el país, no sólo para reivindicar el proceso de lucha del 2001 y recordar a los compañeros asesinados, sino para enfrentar la continuidad del ajuste que empezó el peronismo y ahora acelera la nueva gestión de Miliei.
Argentina está hundida en una profunda crisis, que se viene agravando desde hace años. Asistimos a la sucesión de gobiernos de coaliciones decadentes de lo que queda de los partidos patronales derivados del PJ y la UCR, que de una u otra manera siempre nos hacen pagar la crisis a los trabajadores, para salvar a alguna de las fracciones patronales. Esto dentro de una situación internacional que está signada por la continuidad de la guerra de Rusia contra Ucrania, la invasión de Israel a la Franja de Gaza y su guerra genocida, el desarrollo de la crisis mundial y las consecuencias de la pandemia. La descomposición del imperialismo y su dominación se expresa de forma histórica en la organización de las relaciones sociales como sistema capitalista, entendiendo que la organización del capital es anárquica. Esta situación de crisis y guerra está unida por un lazo dialéctico con la lucha de clases. Lo que debemos constatar es que no sólo en EEUU estamos asistiendo a una mayor intervención del movimiento obrero y sus métodos, sino que es un elemento de la lucha de clases que se está expresando en muchas partes del mundo, superando el estadio de revueltas o insurrecciones espontáneas, como se dieron en América Latina y otras regiones.
El triunfo de Milei expresa a una fracción pequeño burguesa aliada al imperialismo, con más afinidad con EEUU, convirtiéndose en instrumento de éste, con la intención de someter al proletariado con las cadenas de una dictadura policial. Bullrich, ni bien asumió la cartera de Seguridad, presentó su protocolo represivo para amedrentarnos. Debemos añadir que la descomposición del imperialismo y la situación internacional de crisis y guerra hace que los semi-Estados como el nuestro sean aún más inestables y que su relación con las masas se vuelva aún más complicada. La fracción Milei ha demostrado ser un reciclado de “menemismo del siglo XXI”, que pretende volver como expresión burguesa de los sobrevivientes del proceso del 2001, tirándoles el fardo a los radicales y a los K, como expresión fracasada del post 2001. El macrismo se resiste a entrar en la misma bolsa de fracasados y se acopla a esta supuesta “nueva fuerza” aportando sus parásitos para esta transición.
Ante esto es urgente la necesidad de organizarnos de forma revolucionaria para impedir que la reacción lleve adelante sus planes de ataque. No aceptaremos ningún “frente anti-Milei” con burócratas y conciliadores de clase, los enemigos en nuestras propias filas. Debemos recuperar los sindicatos como herramienta de organización, con total independencia de clase. En esta situación acuciante, llamamos a las corrientes que se reivindican revolucionarias a tomar esta tarea, combatiendo la presión de la burguesía a través de la opinión pública y las alternativas conciliadoras. Impulsemos la deliberación en los lugares de trabajo en la perspectiva de convocar a un congreso de delegados de base con mandato para preparar un paro general con un programa obrera de salida a la crisis.
¡Fuera el FMI! ¡Ningún ajuste! Por un gobierno obrero.