La crisis en las cuentas provinciales no es nueva, aunque la brusca devaluación post paso agudizó los rojos. El endeudamiento en dólares que inició Das Neves y continuó Arcioni, alcanza sumas siderales. El gobierno provincial, alineado al massismo en el Frente de Todos, siguió el mismo curso de Macri, timbeándose en pocos meses la plusvalía futura a extraer por largos años a la clase trabajadora.
Hoy, los acreedores financieros de Chubut succionan automáticamente el 70% de las regalías petroleras. Ellos sí cobran al día, en dólares. Mientras el gobierno impuso un esquema segmentado de pagos a los estatales y jubilados provinciales. Al abandono de la infraestructura escolar, con varias escuelas inhabilitadas, se suma la suspensión del TEG (transporte educativo gratuito). La obra social provincial está cortada, sus reparticiones ocupadas por jubilados quienes sin percibir sus haberes deben afrontar los gastos médicos. El atraso en el pago de los salarios y haberes jubilatorios, ha conllevado el enorme endeudamiento a tasas usurarias de los trabajadores con los bancos.
Este cuadro de situación lleva meses, y ha recrudecido tras el receso invernal cuando docentes y estatales no retomaron sus actividades, con paro escalonados, ocupación de reparticiones y se volcaron a las rutas para forzar al gobierno a dar una respuesta. Los estudiantes son un poderoso batallón auxiliar, movilizando en solidaridad y por reclamos propios, ocupando escuelas y marchando masivamente. Este plan de lucha ya se ha llevado puesto a varios miembros del gobierno, el más reciente renunciado fue el ministro de educación. El ministro de salud ya dio aviso de querer seguirlo.
La firmeza de los trabajadores, se ha ganado el apoyo de la población. Contrasta con la vacilación de las direcciones de la Mesa de Unidad Sindical, que pilotea el verso de Arcioni de que respetará lo firmado en paritarias, pero dentro de seis meses cuando especula normalizar el flujo de endeudamiento de la mano de un futuro presidente “amigo”, una profesión de “Fe”. O sea, seguir tomando deuda para pagar deuda, a costa de la explotación de la juventud que hoy está en la calle luchando.
Por otra parte, la simpatía con la lucha estatal entre los asalariados del sector privado, ha complicado los planes de la podrida burocracia petrolera, de uocra, comercio, atsa, pesca, viales, entre otros. El mismo día en que fueron detenidos los dirigentes de ATECH, Magalí Stoyanoff y Daniel Murphy, la burocracia se reunió con el gobernador Arcioni para darle su apoyo y comprometerse a garantizar la paz social. Sin embargo, aún no han logrado quebrar a un sector de los trabajadores de la cuenca petrolera, quienes han estado más dispuestos a solidarizarse con los estatales en lucha, e incluso han puesto el cuerpo para evitar que fueran desalojados de la ruta que une Sarmiento y Comodoro Rivadavia, de acceso a los yacimientos.
Párrafo aparte merece la burocracia de las centrales sindicales estatales. Los chubutenses sólo han recibido tibios comunicados de CTERA y CTA, sin ninguna medida de acción concreta. Los esfuerzos de la burocracia están en garantizar la paz social que allane el camino de Fernández a la presidencia en una transición burguesa lo más ordenada posible, a costa de la pauperización de millones.
Los únicos interesados en el triunfo de los trabajadores chubutenses, somos los asalariados de todo el país. Romper el aislamiento no es un problema de cerco mediático. Hay que quebrar la tregua de la burocracia peronista con Macri y Fernández.
La lucha de Chubut nos plantea de inmediato la tarea de imponer el NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA. Es clave pasar de la solidaridad a la lucha unificada, quebrando los planes de la burocracia de enfrentar a trabajadores con trabajadores. Urge preparar un congreso de delegados de base mandatados del sector privado y estatal, que delibere y resuelva un plan de lucha unificado que paralice todas las ramas de la economía, atacando los intereses de las patronales donde más les duele, en la producción. Una instancia así es fundamental en este momento donde más necesitamos centralizar nuestras fuerzas para poder dar una salida a la crisis desde nuestros intereses. Preparando el paro general y la ocupación de los yacimientos. Frente a las amenazas de las empresas de aplicar suspensiones, despidos y recortar inversiones, avancemos hacia el control obrero de la producción, que nos permita poner en práctica una escala móvil de horas de trabajo y de salarios. La expoliación de los usureros de la banca sobre los trabajadores endeudados, merece una respuesta inmediata de la Asociación Bancaria, paralizando los bancos y ocupando sus instalaciones, bloqueando las ejecuciones de deuda sobre los empleados estatales.
Los activistas y listas antiburocráticas de todo el país debemos ponernos a disposición de nuestros compañeros chubutenses. Su triunfo puede allanar el camino de la lucha contra los planes de más ajuste y reformas antiobreras que negocian en esta transición, Macri y Fernández con el FMI. Las seccionales y sindicatos recuperados deben organizar delegaciones que viajen y se hagan presente para exigir a CTERA, CTA y CGT: ¡¡PARO GENERAL YA!! NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA. CHUBUT DEBE TRIUNFAR.