En medio del desarrollo de la crisis mundial y de una crisis aguda en la Argentina se ha instalado un escenario electoral para saber quién va a presidir los destinos del país en medio de una importante debacle de la economía nacional y sus consecuencias en las condiciones de vida.
El 12 de junio cerraron los plazos para presentar alianzas para las elecciones de octubre, previo el mecanismo de las PASO. Dicho cierre mostró el nivel de crisis de los partidos patronales y la necesidad de buscar la mejor fórmula burguesa para combatir la crisis, pagar la deuda al FMI y preparar las condiciones de las reformas estructurales que el gobierno de Macri no pudo hacer. La crisis de los partidos burgueses llevó a sus direcciones a buscar coaliciones electorales ante la nula base social de sus partidos y la necesidad de mostrar al gran capital y al capital nacional su subordinación a los intereses del imperialismo y sus socios locales.
A modo esquemático se podrían dividir las distintas alianzas patronales y a las tendencias que expresan en el plano nacional e internacional de la siguiente manera. La fórmula Macri-Pichetto es expresión de la línea del imperialismo norteamericano, el FMI y de la burguesía monopolista. Los Fernández-Fernández expresan a los sectores de la burguesía no monopolista, centralmente a las PyMEs y, si bien buscan ser buenos alumnos del FMI, intentan aprovechar la guerra comercial entre EEUU y China para tener una mayor independencia en las decisiones en el futuro gobierno. Lavagna-Urtubey expresan al gran capital nacional industrial aliado al imperialismo.
La burocracia sindical se ubica en estas fórmulas según a qué empresarios representa, o enfrenta. Es evidente que, en este escenario de fórmulas, los trabajadores y nuestras luchas no están reflejadas y no podrían estarlo. Ellos son representantes del capital y sus distintas fracciones.
Hay algo que debemos dejar bien claro: por el nivel de crisis internacional y nacional, las fórmulas expresan la crisis, pero intentan dar una idea de unidad burguesa para descargarla sobre los trabajadores y ser fieles pagadores del FMI, eso los une a todos. Deben dirimir sus diferencias en las elecciones ante el fracaso del macrismo como recambio burgués.
Hay que agregar un elemento más al análisis de carácter estructural y es que la descomposición del imperialismo a nivel histórico -y sumido en una crisis mundial que aún no ha logrado dar solución- lleva a que en las semicolonias los gobiernos sean aún más débiles para garantizar las reformas. El caso más emblemático es el gobierno de Bolsonaro en Brasil que, a pesar de que gran parte de la izquierda le atribuyó superpoderes, hoy está enfrentando grandes movilizaciones con una enorme huelga general el 14/06 en contra de su política. La izquierda en Brasil llegó al/ colmo de llamar votar a Haddad, el candidato del PT.
En un escenario electoral con las características que hemos esbozado más arriba, es necesario abrir un gran debate al interior de nuestra clase para propagandizar un programa obrero para salir de la crisis. Mostrar el potencial de los trabajadores en la producción ante la desorganización de la economía, que se puede organizar sobre otras bases. En las elecciones el voto de los trabajadores se da de forma diluida, pero en los lugares de trabajo nuestras decisiones y acciones hacen temblar a la burguesía.
Peleamos por la independencia de clase, por eso para nosotros no es lo mismo que un trabajador vote a sus verdugos, por eso utilizamos las elecciones para organizar a los trabajadores detrás de un programa, no en clave electoral, sino mostrando la necesidad de reorganizar una vanguardia que enfrente de forma revolucionaria la situación.
Nosotros llamamos a votar en blanco en estas elecciones, en una pelea, quizás en solitario, por la independencia de clases. El FIT en su alianza con el MST, y el NMAS, se han alejado de la independencia de clase en la necesidad de abrir un diálogo con la opinión pública y diversos movimientos, descartando el programa de transición para reemplazarlo por un sinfín de reivindicaciones de carácter estatista. Pero el fundamento más importante para llamar a votar en blanco es que tanto el grupo del FIT, del MST como del NMAS en Brasil llamaron a votar a Haddad, del PT, liquidando toda idea de independencia de clases.