La Terre es una cooperativa de Mendoza formada por sus trabajadores, este emblema del sector de la alimentación dedicada al procesamiento de hortalizas frescas y productos agroindustriales fue recuperada y puesta en marcha a partir de la quiebra en 2014 de las ex industrias Matas.
En ese entonces la quiebra dejó sin empleo a más de 400 trabajadores y luego de varios años de peleas con los diferentes gobiernos y múltiples presentaciones ante juzgados y la justicia, un grupo de trabajadores de la ex Matas que resistió en la planta y conformó la cooperativa, logró la puesta en marcha de la producción y abastecimiento a otras industrias. Hoy, por intermedio de la justicia burguesa, la jueza de Concursos y Quiebras, la Dra. Gloria Cortez comenzó un proceso de subasta de la empresa adjudicándola al empresario del ajo, Mariano Ruggeri, pese a las distintas acciones tomadas por los obreros resistiendo incluso posibles desalojos por parte de las fuerzas represivas del Estado mendocino.
Esto demuestra el carácter de clase que posee la justicia y las instituciones del Estado frente a los problemas de los trabajadores. Todo el esfuerzo realizado por los obreros de La Terre durante estos años para renovar las líneas de producción y levantar la planta, resistiendo ataques de empresarios, la inactividad intencional de los gobiernos radicales y peronistas y la nula respuesta de los sindicatos ligados a la alimentación, pretende que vuelva a las manos de la propiedad privada y los empresarios interesados. El cuento lo conocemos todos en Mendoza: los empresarios pymeteros funden las fábricas, dejan tirados a los laburantes, las cooperativas o el Estado provincial sanean las cuentas, levantan la producción, y aparecen otra vez los parásitos a pretender que les devuelvan los medios de producción. Hay que dejar en claro que el interés de los monopolios y grandes empresarios es evitar cualquier mínimo avance, presionando política y judicialmente a los representantes de turno, haciendo que todo vuelva a manos del capital privado. Debemos tener en cuenta que el sector (uno de los que más trabajadores informales posee en la provincia junto con la viticultura) está padeciendo la crisis económica que atraviesa la Argentina, la caída de la actividad industrial, la destrucción del salario impuestas por el gobierno de Macri, Cornejo y actualmente los patrones del sector también pelean por cuotas del mercado mundial para no ver caer sus ganancias, un claro gesto de cómo se mueve el capital y sus funcionarios cuando se trata de levantar su beneficio y poder obtener una mayor renta a costa de los trabajadores.
Hoy, se prepara el estreno de un nuevo gobierno de Cambia Mendoza con Suarez en la gobernación, haciendo lobby no sólo para ver el futuro plan de gobierno sino también quién se queda con la empresa. Pero se debe tener en cuenta que la gestión de Cornejo desde el 2015, con la abierta colaboración del peronismo provincial y kirchnerismo vienen imponiendo su plan antiobrero y de ajuste. Atacaron constantemente los convenios colectivos y las paritarias, despidos y desguace de organismos estatales. Los trabajadores de la industria y los servicios siguieron el mismo camino con la reforma de la Justicia laboral, en perjuicio de los trabajadores y a tono de los intereses de las ART y las patronales, quienes suman un nuevo ataque a los trabajadores de la Terre.
Ante semejante ataque debemos proponer un plan no solo para que los trabajadores de la cooperativa triunfen sino para salir de la crisis. Este conflicto expone la lucha por defender el derecho al trabajo por sobre el derecho de propiedad privada de los medios de producción. La decisión de los trabajadores de Terre de resistir la orden de desalojo, y defender sus fuentes de trabajo, pueden volverse una importante referencia para todos los trabajadores de la rama agroindustrial y de la alimentación, muy castigados por los despidos y cierres de plantas (La Campagnola; La Colina; Alco-Canale, etc.). En lo inmediato ya generó una enorme confluencia de sectores sindicales, sociales y políticos en apoyo a la lucha de la Terre.
Si los empresarios atacan, debemos llevar el conflicto hacia ellos para forjar la unidad obrera y poder desarmar los planes de patronales interesadas como Ruggeri. Realizar manifestaciones en las plantas donde ellos producen o incluso llevar el conflicto a otras fábricas del sector para impulsar la solidaridad de los trabajadores de la rama, abrir un proceso de deliberación en los lugares de trabajo sobre cómo enfrentar los planes patronales de descargar la crisis sobre nuestros hombros, y preparar un plan de lucha conjunto para golpear con un solo puño. Hay que desarrollar la experiencia de la organización obrera hacia otras fábricas y ajeras para poder combatir con mayor fuerza el ataque del estado burgués y las patronales. Desde Terre se puede motorizar esa tarea imperiosa.
A lo largo de estos años los obreros y trabajadores hemos construido nuestros bastiones y nuestras bases, utilizando todo en la lucha contra la democracia burguesa: los sindicatos, clubs de formación, partidos. Debemos apoyarnos en esas bases para enfrentar la injerencia de la justicia en nuestras organizaciones y poder luchar contra el ataque que viene perpetrando el gobierno nacional, provincial, las patronales y el FMI.
Los burócratas sindicales son una pared de contención, aceptando acuerdos salariales a la baja, o metiendo nuestros reclamos en los ministerios para desgastarnos y así evadir preparar un plan de lucha. Incluso algunos sindicatos llaman a evitar la calle para no interrumpir al futuro presidente de la nación. Toda una política nefasta en medio de semejante crisis.
Hay que llevar adelante un programa preciso de acciones en común con otros sectores y organizaciones haciendo que la CGT y gremios como la alimentación o comisiones internas combativas llamen a paro para que la Terre mantenga su fuente de trabajo. Se hace urgente discutir una salida obrera a la crisis y los métodos y acciones para imponerla, para ello solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas.