200.000 empleos formales destruidos en el último año a nivel nacional, hacen que la desocupación se sienta en Mendoza. Despidos, retiros voluntarios y suspensiones, se complementan con el aumento de tareas y ritmos de trabajo, carencia de medidas de higiene y seguridad, que resultan en las recientes muertes obreras en los puestos de trabajo en la industria alimenticia (Angiord) y vitivinícola mendocina (Chandon), y los brutales casos de explotación laboral y abandono de obreros rurales.
Productividad y superexplotación son las causas de estos asesinatos laborales que no denuncian ninguna de las conducciones sindicales del STIA, de SOEVA, ni la CGT regional. Así también el silencio cómplice de los burócratas de las centrales obreras frente a la incertidumbre de los obreros de La Colina –San Rafael-, mientras organizan actos y rosquean en las internas del peronismo con empresarios y candidatos, reclamando más beneficios impositivos y subsidios para los patrones del campo y la industria.
Los mismos que prenden velas contra el tarifazo “para que el ajuste de Macri y Cornejo no lo paguen los trabajadores”, son los que firmaron con Cornejo acuerdos a la baja, entregando el derecho de huelga, para beneficiar a las petroleras en Mendoza. La reforma laboral YA ESTÁ PASANDO, la están negociando sector por sector.
Ni un muerto más en el puesto de trabajo! Basta de despidos y suspensiones! La crisis no la generamos los laburantes, NO LA PAGUEMOS CON NUESTRO SUDOR, NUESTRA MISERIA! Este jueves 7/2 marchemos con independencia de la burocracia conciliadora y cómplice, exigiendo PLAN DE LUCHA Y PARO GENERAL hasta derrotar el ajuste, el tarifazo y los despidos. Nuestra situación no se resolverá en las urnas. Los tiempos electorales no son los nuestros. Es momento de marchar a la sede de la CGT Mendoza AL GRITO DE BASTA DE TREGUA!
En cada lugar de trabajo impulsemos asambleas para discutir cómo enfrentar este plan de ajuste pactado por Macri, los gobernadores y los empresarios. Necesitamos urgente un congreso de delegados de base mandatados, de la industria, los servicios y el Estado, que discuta un programa obrero de salida a la crisis, y resuelva un plan de lucha para imponerlo. Los delegados y listas anti burocráticas, los sindicatos recuperados y combativos, tenemos la responsabilidad de militar esta perspectiva, y preparar las condiciones para un paro general provincial, como medida que nos encamine hacia un paro nacional.