¡Viva la IV Internacional, el partido mundial de la revolución socialista!
El 3 de septiembre de 1938 se realizó la conferencia de fundación en Paris, donde 26 delegados representaron a 11 secciones, sobre 29 afiliadas (según el informe del Secretariado Internacional). Trotsky no pudo concurrir, ya que estaba en el exilio en México. Varias delegaciones no pudieron viajar por diversos problemas, como persecuciones o apremios económicos (hay que recordar que el estalinismo buscaba impedir la formación de la Internacional). Uno de los organizadores, Rudolph Klement, fue asesinado antes de la conferencia y se perdieron muchos documentos importantes. Erwin Wolf y León Sedov, el hijo de Trotsky, también fueron asesinados por la GPU poco antes de la realización de la Conferencia.
Trotsky sostenía la necesidad de la formación de la IV Internacional, con el objetivo de regenerar una dirección revolucionaria ante la debacle de la III Internacional dirigida por el estalinismo.
Ante el escenario mundial, que se encaminaba a la segunda guerra mundial después de un sinfín de derrotas en procesos revolucionarios como el español o el alemán, donde el estalinismo mostró ser una dirección contrarrevolucionaria, era necesario recobrar una continuidad teórica y política del marxismo revolucionario, tan vapuleado en esa época.
La formación de la IV Internacional intentó crear una nueva dirección revolucionaria, con un Programa de Transición, que fue la expresión de las conclusiones de la revolución rusa generalizada para todo un proceso. Planteó las tareas históricas del proletariado para destruir el sistema capitalista.
A 80 años de su formación, esas tareas históricas siguen intactas, pero aún subsiste el problema de la dirección revolucionaria. Sacar las lecciones programáticas de las distintas tendencias centristas que dirigieron la IV Internacional hasta su virtual desaparición es una tarea necesaria para recuperar el Programa de Transición de la influencia estatista, sindicalista y reformistas que llevaron a que muchas corrientes degeneraran y se adaptaran al sistema capitalista.
Reconstruir la IV Internacional es intentar saldar la crisis de dirección revolucionaria y preparar la lucha por el poder, recuperar el Programa de Transición y desplegar la acción revolucionaria ante una crisis mundial que sigue su curso.
Los revolucionarios nos encontramos ante procesos históricos inéditos: un proceso de descomposición del imperialismo y un proceso de asimilación de los ex estados obreros. Pero tenemos herramientas teóricas y políticas legadas del marxismo. La teoría de Marx y Engels, la teoría de la Revolución Permanente, la del imperialismo, la teoría del Partido Revolucionario, el programa de las internacionales en su fase revolucionaria, el Programa de Transición y tantas lecciones programáticas de procesos vivos de lucha de clase.
Hacemos nuestras, a 80 años de la formación de la IV Internacional, la definición programática de la IV que hacía Trotsky. La Cuarta Internacional se puede definir en tres palabras ¡Por la dictadura del proletariado!