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Paro de transporte: Nueve días que sacudieron Córdoba

Miércoles, 12 Julio 2017 20:17

La de los trabajadores del transporte urbano de la ciudad de Córdoba fue una de las huelgas más importantes de los últimos años. Una vez quebrado el paro con la militarización del conflicto, la patronal, el gobierno y la burocracia sindical buscan borrar las lecciones que dejaron los compañeros de la UTA. La lucha por la reincorporación de los despedidos, la defensa de los delegados, el fin de las persecuciones y contra la intervención del sindicato continúa, si bien en condiciones desfavorables y en un terreno defensivo. Sabiendo que es prematuro hacer un balance, debemos tomar nota de las principales enseñanzas del conflicto, para que sirva a la vanguardia obrera en su tortuoso camino por conquistar una dirección revolucionaria.

Transporte en ruinas
Los choferes conocen bien la situación de carestía de la vida que afecta al conjunto de los trabajadores, porque recorren a diario los barrios y golpea a sus propios bolsillos. Un acuerdo salarial de 8% hasta diciembre firmado por Fernandez de UTA nacional fue una verdadera provocación. La intervención del sindicato a mediados de 2016 fue impulsada por las patronales para imponer el retroceso en las conquistas de UTA Córdoba, que empresas como ERSA y Autobuses intentaron desconocer desde su arribo al sistema luego de la entrega de TAMSE por parte de la burocracia de Peñaloza. Todo esto en medio de una feroz disputa patronal en toda la rama, aumentada por la nueva política de subsidios aplicada por Dietrich y el gobierno nacional, incluyendo el aliento a “nuevos jugadores” como las aerolíneas de bajo costo, que complican la posición de la UTA en la larga distancia. Queda al desnudo el rol del Estado burgués en la gestión de los servicios, apadrinando a determinado sector patronal en detrimento de otros, pero siempre bajo la premisa de avanzar sobre las condiciones laborales y el salario. Si la intervención de la seccional y los problemas en las condiciones de trabajo y servicio venían alimentando un proceso de organización de los trabajadores, la firma de la paritaria a la baja encendió la mecha del conflicto generalizado.

Huelga y terror patronal
El conflicto se inició luego de un proceso de recuperación de los cuerpos de delegados en TAMSE y parcialmente en AUCOR. Cuando la sede del sindicato se convirtió en una fortaleza hostil para defender la intervención de Arcando, las asambleas en punta de línea fueron el método que permitió cohesionar al activismo con la base. Contra la burocracia sindical, las trolebuseras y choferes lograron consolidar una forma de organización basada en los cuerpos de delegados. Nada de esto hubiera servido sin una enorme disposición a la lucha de las bases.
La paralización del servicio por 9 días hizo volar por los aires la podredumbre del esquema de negocios montado por el gobierno municipal, las empresas concesionarias, la UTA y el ministerio de Dietrich. Hizo perder millones a las empresas de colectivo agrupadas en FETAP, y también a otros sectores capitalistas afectados por la paralización de las actividades comerciales y el aumento del ausentismo en la industria y los servicios. La presión sobre los propios trabajadores por parte de estos sectores empresarios, extorsionando con el descuento de días y la pérdida del presentismo, presión que las CGTs cordobesas nunca enfrentaron, contribuyó para ampliar la base de clase media que se hizo eco de la campaña de propaganda contra el paro. Una base social para los ataques del gobierno de Mestre y del ministerio de trabajo: conciliación obligatoria, declaración de ilegalidad de las medidas, detenciones, despidos.
Pero todos estos ataque no fueron suficientes. Mestre debió cerrar filas con todo el frente patronal, convocando al Consejo Económico y Social, alrededor del cuál se soldó una unidad de granito contra los trabajadores. Este frente iba desde la Iglesia católica y las cámaras empresarias hasta todos los niveles de gobierno del Estado burgués. Producto de esta unidad capitalista, se diseñó el “plan de contingencia” que consistió en la militarización del conflicto. Este dispositivo represivo incluyó el accionar de Gendarmería y Policía Federal, ocupando los accesos a la ciudad, los puentes y destacando 2 agentes en cada colectivo manejado por carneros contratados para la ocasión. También a la policía provincial, que hizo de escolta de las unidades. E incluso a la Fuerza Aérea, que puso el predio que hizo de punta de línea general para el servicio de emergencia implementado el lunes 12 de junio. Todo este operativo mostraba el terror patronal frente a la fuerza de los trabajadores.

La burocracia sindical
El accionar del régimen político, con Mestre jugando de “duro” y el ministro de trabajo lanzando líneas de negociación amañadas para desactivar el paro, y luego con la represión directa, no podría haber funcionado sin el aporte de la burocracia sindical de las CGTs y las CTAs. La CGT se mostró completamente fragmentada. Un sector encabezado por el Surrbac (recolectores), LyF y en menor medida el SUOEM (municipales) debió, ante los despidos, salir a apoyar a los compañeros. Pero también la GCT Córdoba conducida por Pihen debió sacar una muy formal declaración de apoyo. El sector de la UOM y Comercio directamente salió a bancar al gobierno y a la burocracia de la UTA nacional.
La exigencia de un paro provincial, que hubiera roto el aislamiento y servido para enfrentar con toda la fuerza de nuestra clase al bloque patronal, chocó con la poca voluntad de la burocracia en apoyar un conflicto que cuestionaba las bases de su poder. Los burócratas siempre intentaron frenar la radicalización de la lucha para encausarla en canales de la normalidad y la legalidad burguesa. No por nada al terminar el paro los burócratas dejaron pasar sin luchar la ley de servicios esenciales en la legislatura provincial, que regimenta el derecho a huelga, ya que esta ley viene a salvarlos de futuros embates de las bases. Toda atadura de nuestros sindicatos al estado fortalece a la burocracia sindical. Lamentablemente, los amagues al paro provincial sirvieron para desarmar a los trabajadores, sembrando falsas esperanzas en supuestos “compañeros de lucha” que terminaron dejándolos solos en el momento más difícil.

Errores de la dirección
La dirección del conflicto estuvo en manos de los cuerpos de delegados de las 4 empresas de transporte, conformados por elementos heterogéneos. Tuvo un rol importante el PO, por su influencia en el cuerpo de delegados de TAMSE (trolebuses) a través de la Lista Unidad. Las delegadas de trolebuses supieron ganarse con su firmeza gran respeto del ala izquierda del activismo.
El PO, como dirección centrista legal-parlamentaria, no fue capaz de mantener una posición firme frente al ministerio de trabajo. Se rechazó la conciliación obligatoria, pero fue a partir de argumentos legales (que el ministerio era incompetente) y no políticos, es decir, que había que sacarlo de en medio como mediación que intervenía a favor de la patronal. Esta falta de claridad provocó que no se pusiera a debate la necesidad de establecer una negociación directa, sin mediaciones, con Mestre y las empresas, para lo cuál era necesario desconocer la intervención de la UTA y votar delegados paritarios para dirigir el conflicto y sentarse a negociar. Esto último nos lleva a otro error, que fue la falta de una línea para enfrentar a la burocracia sindical, a la cual sólo se presionaba y hacía exigencias, incluyendo aquí a la dirección de las CGTs. Esto fue grave porque se sembró expectativas en un paro provincial que sólo podía imponerse a la burocracia a través de disputar la dirección efectiva del movimiento obrero. Esto era difícil, desde luego, pero los trabajadores del transporte habían ganado ese derecho a partir de la lucha misma.
Pero el punto de inflexión y principal error de la dirección fue cuando Mestre recurrió a las fuerzas represivas del Estado para quebrar la huelga y los delegados eludieron el enfrentamiento. Los piquetes en las puntas de línea fueron desarmados por la Gendarmería y los colectivos llevados al predio de la Fuerza Aérea. Una dirección conciente debe calcular que todo conflicto obrero duro va a tener un momento de enfrentamiento físico con el enemigo. En este caso, se trataba de buscar frenar la salida de los colectivos del plan de contingencia, con piquetes en la ruta, denunciando la militarización de un conflicto sindical y llamando al paro provincial para impedir que se sentara semejante precedente, responsabilizando a la conducción de la CGT en caso de que su inacción tuviera consecuencias sobre la integridad física de los compañeros en lucha. Pero esto no se hizo. Al contrario, el PO alentó líneas pacifistas y legales como la campaña por el “botón $0”, solicitando permiso para hacer “paro a la japonesa”. Finalmente, el paro fue vaciado por el desbande de un sector de la base, movido por el temor y por un sector de delegados y ex delegados ligados a la vieja burocracia y a la intervención.

Continuar la pelea
La gigantesca lucha de los compañeros de la UTA está planteada hoy en otras condiciones. Los delegados están siendo perseguidos por la patronal, que les impide el ingreso a las empresas, y por la burocracia de Fernandez que busca su desafuero. Es necesario reorganizar a los activistas, impulsando asambleas para votar un plan de acción con objetivos claros: reincorporar a todos los despedidos, defender a los delegados, acabar con las persecuciones y represalias contra el activismo y echar a la intervención. En base a esos puntos, y en la necesidad de impulsar un fondo de lucha para sostener a los compañeros despedidos y organizar una oposición sindical a la burocracia de la UTA a escala nacional, podremos evitar que Fernandez, Mestre y el gobierno provincial consigan su cometido: borrar las lecciones de lucha de clases que dieron miles de trabajadores que se atrevieron a enfrentar el plan patronal basado en la miseria salarial.

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  • Los petroquímicos de Río Tercero tienen que triunfar

        Los trabajadores de Petroquímica Río Tercero (PR3) están dando una durísima lucha contra los despidos y el lockout patronal desde hace casi un mes. A través de maniobras arteras, la patronal logró sacarlos de la planta y cerrar las puertas con candado para luego alegar que la principal línea de producción, la de Diisocianato de Tolueno (TDI), es económicamente inviable por la competencia de superplantas instaladas en China y que por lo tanto pretende cerrarla de forma permanente. Al momento, son 125 compañeros los que han recibido la notificación de despido, a los que hay que sumar más de 60 trabajadores de tercerizadas encuadrados en la UOCRA. Además, penden de un hilo decenas de puestos de trabajo de la planta que Fabricaciones Militares (FM), recientemente convertida en Sociedad Anónima Unipersonal, tiene en la localidad, ya que es proveedora de insumos para el TDI de PR3.
        Los trabajadores, organizados en el sindicato de Químicos y Petroquímicos de  Río Tercero, mantienen un acampe frente a los portones de la fábrica y han convocado ya a dos multitudinarias marchas por las calles de la ciudad. También han desplegado su solidaridad con otras luchas en curso en la provincia, como la de los jubilados, los estudiantes y trabajadores de la UNC y los estatales provinciales que enfrentan los descuentos de Llaryora.
        En esta comprensión de que para triunfar la lucha no tiene que quedar aislada, los petroquímicos han recorrido diferentes sindicatos buscando el apoyo de las organizaciones del movimiento obrero, aunque en general el apoyo de las conducciones sólo ha sido de palabra. Si bien algunos sindicatos participaron de las marchas en Río Tercero, la burocracia sindical cordobesa, ella misma dividida en dos CGTs y dos CTAs plagadas de internas, no ha realizado ninguna acción contundente contra los despidos y suspensiones, no sólo en PR3, sino en una multiplicidad de fábricas, establecimientos, comercios y reparticiones estatales a lo largo y ancho de la provincia. Incluso, en el acto del 30 de octubre contra la venida de Milei a la provincia, directamente bajaron del palco a los representantes del sindicato químico y no los dejaron hablar. No es de extrañar esta posición de la burocracia sindical, ya que, además de los múltiples vasos comunicantes que la unen al gobierno del peronismo provincial y sus aliados, a nivel nacional son parte de una burocracia que se divide entre quienes lanzan medidas aisladas de vez en cuando para descomprimir como forma de sustentar la gobernabilidad y quienes directamente pactan la reforma laboral, el RIGI y la Ley Bases con Milei.

    Congreso de delegados con mandato y paro provincial

        El miércoles 6 de noviembre, los petroquímicos organizaron un plenario en la sede de Luz y Fuerza en Córdoba Capital para discutir las perspectivas del conflicto con organizaciones sindicales, sociales y políticas, una buena iniciativa de la que fuimos parte. Nuestra posición en el plenario, además de discutir los problemas estratégicos que coloca frente a nuestra clase el brutal ajuste fondomonetarista que está llevando adelante el gobierno nacional y su alineamiento obsecuente con el imperialismo yanqui e Israel, se centró en la necesidad de unir las fuerzas de nuestra clase contra el ataque patronal. Propusimos dar una pelea para poner en pie un plenario de delegados de base con mandato con miras a un Congreso de delegados de trabajadores ocupados y desocupados, de la industria, los servicios y estatales, junto a los jubilados y el movimiento estudiantil, para discutir las medidas y los métodos que necesitamos imponer para triunfar. Se hace necesario discutir un programa obrero de salida a la crisis, que enfrente los engaños institucionales del ministerio de trabajo, las legislaturas o los gobierno nacional y provincial. También planteamos que aquellas conducciones que apoyan la lucha contra los despidos en PR3 y sus tercerizadas tienen la obligación de ponerle fecha al Paro Provincial; las condiciones están dadas, como muestran las luchas en curso del SUOEM (municipales de Capital), los docentes, los trabajadores de los hospitales y estatales provinciales, los trabajadores y estudiantes universitarios. Y los motivos sobran, con salarios miserables y cientos de miles de despidos y suspensiones que en todo el país afectan a las diferentes ramas de la economía por la recesión autoimpuesta por el ajuste de Milei y sus socios.
        Desde la COR, apoyamos desde el primer día la lucha de los trabajadores de PR3, metiendo en los diferentes lugares de trabajo el debate sobre el conflicto y sus perspectivas y planteando la necesidad de ir a una lucha generalizada por su triunfo. La crisis y el nivel de ataque del gobierno y las patronales ponen a nuestra clase frente a enormes desafíos. Debemos encararlos con valentía, como hacen los trabajadores petroquímicos de Río Tercero con su consigna “todos o ninguno”, negándose a negociar despidos. Su triunfo sería un duro golpe para el plan de las patronales, se trata de una lucha que excede la pelea sindical, se trata de una lucha política contra el gobierno de Milei y quienes lo sostienen.

    • Congreso de delegados con mandato de base
    • Por un programa obrero de salida a la crisis
    • Paro general
    • Abajo Milei
    • Por un gobierno obrero
  • Organizarse y poner en pie una Oposición Revolucionaria dentro de Comercio

          En enero del 2024, Cavalieri inauguró las relaciones con el gobierno libertario de la mejor manera posible. Mientras miles de trabajadores reclamaban en las calles contra el DNU y la reforma laboral, el pope de comercio se sacaba fotos con la ministra Petovello y le aseguraba que el “fondo de cese laboral” iba a estar en la agenda mercantil. Hace poco, a inicios de agosto, la “buena onda” con el gobierno de Milei sigue firme. Cavalieri fue el único gremialista que envió un representante a la mesa de diálogo social, a pesar de que la cúpula de la CGT avisó que no concurría. Cavalieri le garantizo así “la pata sindical” a esta mesa de diálogo que lo único que busca es avanzar en consensos que deriven en proyectos de Ley, para reglamentar la reforma anti-obrera.

          Este acercamiento tan estrecho no es casual. Los libertarios pretenden usar al gremio más grande del país (1.2 millones de afiliados) cómo modelo de la naciente reforma laboral.

          La burocracia de comercio tomó nota e hizo bien los deberes. La última paritaria fue un verdadero escándalo. Cavalieri acordó un incremento salarial del 13,5 % en 3 cómodas cuotas que no cubren ni por asomo la galopante inflación impulsada por los aumentos en los servicios, alimentos y transporte. Para colmo, la burocracia volvió a patear para el 2025 la incorporación al básico de todos los acuerdos. Es decir, los aumentos son “no remunerativos” y no devengan para muchos ítems, dejando el sueldo básico por el subsuelo.

          La excusa es la misma de siempre, resignar salario y condiciones laborales para “comprender” a las empresas y su merma en las ventas. De esta forma, sin salarios dignos, la Federación inventa el relato de que está cuidando los puestos de trabajo. Pero la realidad es que mientras Cavalieri les cuida la billetera a las empresas, los despidos y ataques a los trabajadores se profundizan.

          El primero en hacer punta de lanza, fue la cadena Chango Más, perteneciente a Francisco De Narváez y que vino a suplantar a Walmart. Esta cadena procedió al despido de más de 300 empleados, todos con antigüedad, apenas salió la reforma laboral. En el mayorista Mademax de La Matanza, despidieron a 70 trabajadores en un día. En Carrefour, Coto y Diarco siguen los despidos por goteo. Ante esta situación las diferentes regionales solo pelean por el pago de la indemnización, en algunos casos llevaron acciones adelante, pero todo terminó en conseguir un 20% más de plata. Nunca pusieron en pie un plan de lucha serio. Mención aparte merece el holding Cencosud (Jumbo, Easy, Disco, Vea, Unicenter, Blaisten, etc.), donde la patronal despidió a un delegado combativo (Jumbo Pilar), electo a principio de año y no lo deja ingresar a su lugar de trabajo. Mientras avanzan en recortar beneficios y despiden gente.

          Para enfrentar estos ataques es primordial jerarquizar la organización en los mercados y hacia adentro de los SEC. Realizar asambleas, hacer piquetes de convencimiento, recorrer los mercados, llevar mandatos y exigir a las regionales que convoquen a plenarios. Debemos unir fuerzas dentro de nuestra propia organización y dar la pelea desde allí. Lamentablemente los atajos “legales” no funcionan, no podemos ilusionarnos solo con visibilizar los conflictos en la opinión pública o imponer una agenda parlamentaria que trate la “prohibición de despidos” o peor aún, la “doble indemnización”. Nada de eso juega a nuestro favor, solo podemos organizarnos desde adentro de nuestra organización para presentar una pelea seria.

          Necesitamos profundizar las discusiones para llevar adelante un programa obrero, que nos articule para crear una oposición que le dispute la dirección del gremio a la burocracia.

     

    ASAMBLEAS EN CADA MERCADO

    PLENARIOS DE DELEGADOS CON MANDATO POR CADA REGIONAL

    PLAN DE LUCHA NACIONAL PARA REINCORPORAR A LOS DESPEDIDOS Y POR SALARIO= CANASTA FAMILIAR

    PONGAMOS EN PIE UNA OPOSICIÓN REVOLUCIONARIA DENTRO DE LA FEDERACIÓN

     

                                                                                                 Mercantiles de la COR

     

  • Rechazar la conciliación obligatoria de Llaryora y la Celeste

    El 16 de julio, el gobernador Llaryora le solicitó al Ministerio de Trabajo de la provincia que dictara la conciliación obligatoria a los docentes de Córdoba, garantizando así el normal inicio de clases el lunes próximo.
    La burocracia celeste cómplice del plan de ajuste del gobierno provincial, aceptó dicha conciliación impidiendo que se concrete el paro de 48 hs, votado en la última asamblea de delegados departamentales de UEPC. Recordemos que el plan de lucha definido por la docencia era: paro por 48 hs para el 22 y 23 de julio y el no inicio de clases como consecuencia de una segunda e insuficiente oferta salarial del gobierno provincial.

    Claramente el gobernador achica el gasto en consonancia con la política de Milei, dictada por el FMI y a sabiendas que la pérdida salarial del último trimestre ubica a los docentes por debajo de la línea de pobreza, se atreve a declarar públicamente, lo contrario. Además de esta mentira, corroboramos que el cinismo del ejecutivo no tiene límites al declarar que va a “mejorar la propuesta” programando para más adelante los descuentos del Fondo Solidario de Atención para Enfermedades Emergentes e Innovación Tecnológica (FOSAET) y del fondo para la Administración Provincial del Seguro de Salud (Apross). Mientras, trata de ganar tiempo con la conciliación.

    No contento con esto, el gobernador se mete en la vida política del gremio con la clara intención de macartear, haciendo responsable a la dirigencia de izquierda de la seccional capital de poner palos en la rueda para que la docencia cordobesa acepte “mejorar el salario”. No debemos aceptar que Llaryora interfiera en la vida interna del gremio. Las diferencias con la burocracia celeste, las enfrentamos a diario organizando en las escuelas: asambleas, plenarios, paros y movilizaciones. Métodos de lucha de nuestra clase, para enfrentar a la burocracia traidora, socia del Estado -patrón.

    Plenario de delegados mandatados para ratificar el plan de lucha

    Diez días hábiles de conciliación a partir del lunes 22 de julio, es lo dictado por Sereno, secretario de trabajo. Debemos rechazar la medida, por su carácter coercitivo porque el gobierno es juez y parte en este conflicto.  A su vez, los trabajadores no debemos confiar ni un ápice en las instituciones burguesas, sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas.

    La dirección de UEPC capital, recuperada de manos de la celeste, ha declarado su rechazo a la conciliación. Es una gran oportunidad para postularse como dirección alternativa a la burocracia, junto a los delegados departamentales y escolares combativos del resto de los departamentos de la provincia, convocando a un plenario de delegados mandatados de todas las escuelas de la provincia para rechazar la conciliación obligatoria y ratificar el plan de lucha votado en la última asamblea departamental. En esta perspectiva, impulsemos asambleas en cada escuela, y saquemos pronunciamientos públicos de rechazo a la conciliación y de repudio al accionar inconsulto de la burocracia, exigiendo plenario ya!

    Es inadmisible que la burocracia celeste, luego de perder la votación de la departamental aún teniendo un estatuto amañado al servicio de sus intereses, acepte pasivamente la conciliación y deponer el plan de lucha. Y como si todo esto fuera poco, en el comunicado oficial pretende amedrentarnos  citando la ley de asociaciones sindicales y señala lo riesgoso de no someternos a los designios del Estado-patrón. Debemos aclararle a Cristalli y cía. que el único riesgo que corre nuestra organización sindical es que ellos continúen entregando sistemáticamente a la docencia. Cansados estamos de los paritarios de la burocracia y sus prácticas genuflexas ante el estado, ¡nosotros luchamos y ellos negocian migajas! Es hora de elegir a nuestros paritarios votados en asamblea, con mandato y revocables, para que podamos tomar la negociación salarial en nuestras manos. Enfrentar el ataque en curso al conjunto de los trabajadores es tarea de las seccionales recuperadas y de los activistas antiburocráticos, es necesario señalar el camino para reagrupar a la vanguardia en un debate programático para dar una salida obrera a esta crisis, convocando al activismo de los hospitales y estatales en general para pelear por una Paritaria Estatal Única.

    A su vez, en la provincia se desarrollan conflictos tales como la lucha de los trabajadores de los SRT de la UNC con quienes debemos tender lazos de solidaridad activa, al igual que los trabajadores de la industria ceramista que están de paro por la falta de respuestas ante el pedido de mejora salarial. También hay despidos y suspensiones en la industria metalmecánica y automotriz, en medio de un escenario recesivo que debemos enfrentar el conjunto de los trabajadores estatales y privados, imponiendo a la CGT y a las CTA un  paro activo provincial para derrotar el plan del FMI, Milei y Llaryora.

    • No a los salarios de hambre de Llaryora. Salario inicial igual a la canasta familiar
    • Rechacemos la extorsiva conciliación obligatoria
    • Plenario de delegados mandatados para ratificar el plan de lucha
    • Por delegados paritarios elegidos en asamblea
    • Por un paro provincial activo
    • Todos a la marcha del martes 23/07, movilicemos a la sede de UEPC
  • UNC: los trabajadores de los SRT se enfrentan a la casta académica

        Ya van cinco meses de lucha de los trabajadores de los SRT (Servicios de Radio y Televisión) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Enfrentan el ajuste presupuestario del gobierno nacional y su aplicación por parte de las autoridades de la UNC, con el rector Jhon Boretto a la cabeza y Daniel Barraco, director desde mayo del multimedio, como brazo ejecutor. La reestructuración de los SRT, votada en febrero en sesión del Consejo Superior con el aval de casi todas las fuerzas políticas, ha avanzado con decenas de despidos encubiertos (retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas) y es en realidad un desguace. En junio, el directorio presentó ante la secretaría de trabajo de la provincia el proceso preventivo de crisis (PPC), sin ningún plan de operaciones, plan que luego tuvieron que dibujar para hacerlo aprobar por la secretaría de Omar Sereno. El “plan” propone una reducción de la planta a unos 80 trabajadores, cuando a principios de años se desempeñaban más de 200 personas en los diferentes medios del grupo. Ante la firmeza de los trabajadores, que rechazaron el PPC, esta patronal fraudulenta decidió pasar a la ofensiva no pagando los aguinaldos. Tampoco pagó en tiempo y forma los salarios del mes de junio, sólo los empezó a garantizar a cuentagotas a partir de la semana pasada, intentando cambiar el eje de la discusión y quebrar la lucha por hambre.

        La UNC posee el 95% del paquete accionario de los SRT. La burocracia académica que la dirige, no sólo administra el actual ajuste de Milei y la puesta en servicio de la educación superior a lo designios de la empresas y los organismos imperialistas como el Banco Mundial a través de la aplicación sistemática de la LES desde los ‘90: demuestra su carácter abiertamente patronal con los despidos y el no pago de haberes a los compañeros de los medios universitarios. Esto no es extraño teniendo en cuenta que mantiene a miles de trabajadores docentes y no docentes precarizados a través de todo tipo de figuras como tercerizaciones, contratos basura, monotributos, becas, pasantías, etc. Frente a esto, queda aún más expuesta la ridícula orientación de la burocracia sindical docente y no docente, que en la actual lucha salarial apunta sus fichas a conseguir el “apoyo” de los organismos del régimen universitario (consejos, decanos, rectores), aplicadores de la LES, del auto-ajuste y responsables de la precarización y los despidos. ¡Los trabajadores debemos confiar en nuestras propias fuerzas!

        La lucha de los trabajadores de los SRT es una lucha de todos los trabajadores de la UNC y del movimiento obrero de la provincia, el movimiento estudiantil y los trabajadores debemos apoyarlos con todas nuestras fuerzas. Si las conducciones sindicales y de los centros de estudiantes y la FUC le sacan el cuerpo a la lucha, hay que sacarlos a ellos de la dirección recuperando nuestras organizaciones. Ninguna confianza en la secretaría de trabajo que ha mostrado en diversos conflictos su rol de complicidad con las empresas. Ninguna confianza en el régimen universitario garante de la LES, el ajuste y la precarización laboral. Es necesario tomar medidas decididas, imponer la reincorporación de los despedidos y la caída del plan de desguace de los medios universitarios con los métodos de nuestra clase como son los paros y la toma de edificios. A nivel nacional, los docentes universitarios van al paro con no inicio de clases, es una gran oportunidad para unificar la lucha por nuestras reivindicaciones.

        Mientras charlan con Milei, los burócratas de la CGT nacional dejan pasar el congelamiento salarial, las suspensiones, los despidos, los preventivos de crisis, a través de los cuáles las patronales pretenden descargar la recesión sobre nuestras espaldas. Los trabajadores de los SRT, que se organizan en asambleas intersindicales, han ganado la autoridad para convocar, junto a otras organizaciones combativas como la UEPC Capital y el SUTNA, a un plenario de delegados con mandato de base para discutir un programa y votar un plan de lucha y a un paro provincial activo para enfrentar a las patronales y al gobierno de Llaryora.

    Por un congreso de delegados con mandato de la industria, los servicios, estatales y de las organizaciones piqueteras independientes del Estado.

    Impongamos un paro nacional de 36 hs para derrotar el plan del FMI, Milei y sus aliados.

    Preparemos la huelga general.

  • Motores WEG: continúa la lucha por las reincorporaciones

        Se cumple la tercer semana de lucha de los metalúrgicos de la empresa WEG por la reincorporación de los 35 trabajadores despedidos. La conciliación obligatoria dictada por la secretaría de trabajo de Omar Sereno ha mostrado ser un completo fraude: sólo sirvió para que la conducción de la UOM intentara desviar el verdadero objetivo de la lucha, que es ganar la reincorporación de todos los compañeros. La empresa ha desconocido la conciliación, no dejando entrar a la planta a los trabajadores despedidos. La policía de la provincia, mientras tanto, mantiene guardias en la entrada y ha desalojado los cortes de portón.
        Ante la dureza de la empresa, que no quiere negociar, los trabajadores continúan la lucha. Con su combativo cuerpo de delegados a la cabeza, mantienen la presencia en el portón y la guardia alta dentro de la planta para impedir que la patronal imponga la disciplina, la paz de los cementerios. En este sentido, los trabajadores convocaron a otros sindicatos y delegados para realizar un corte de la avenida O’Higgins frente a fábrica el jueves 16 de mayo; participaron la delegación recuperada de la UEPC Capital, así como delegados y activistas del laboratorio Klonal (ATSA), estatales de ATE, trabajadores de VW y estudiantes de la UNC. Los principales protagonistas de la acción fueron los trabajadores de WEG, mostrando su disposición a seguir la pelea hasta la reincorporación de los compañeros. En horas de la tarde, la secretaría de Sereno convocó a la empresa a una nueva audiencia de conciliación el martes próximo (21/5), amenazando con tomar acciones contra la empresa por sus incumplimientos, pero sabemos que la secretaria de trabajo no puede garantizar sus propias disposiciones; esto no es raro ya que se trata de un instrumento más del aparato a través del cuál el Estado burgués mantiene estatizadas nuestras organizaciones, su objetivo “mediador” es atarnos las manos para luchar.
        Como bien manifestaron los delegados en el corte, las acciones de solidaridad y en la calle son puntos de apoyo importantes, pero la clave está en la producción, donde se puede golpear a la empresa para imponerle nuestras demandas. En este momento, toda la rama metalúrgica está atravesando una profunda crisis, sobre todo la línea blanca, pero no solamente. En Montich hay conflicto por despidos anteriores y actuales aumentos de los ritmos de trabajo, en F2J Lighting (ex – Valeo), la patronal amenaza con abrir un preventivo de crisis por la situación crítica de las automotrices (agudizada por las inundaciones en Porto Alegre), están dadas las condiciones para un paro provincial de la UOM, que debe desarrollarse en un paro nacional de toda la rama.
        Desde la COR y nuestra tendencia internacional, la TRCI, nos ponemos a disposición de la lucha de los metalúrgicos de WEG, que han demostrado que hay un camino de lucha para frenar la ofensiva de las patronales que pretenden descargar la depresión económica generada por las políticas de Milei y el FMI sobre las espaldas de la clase obrera. ¡Viva la lucha de los trabajadores de WEG! ¡Todos adentro! ¡Por un paro general de la UOM!

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