La ultima propuesta salarial del gobierno de Córdoba para la docencia consistió en adelantar lo de enero 2023 para los meses de septiembre y noviembre elevando dos puntos la oferta total, pasando del 37% al 39%. Recordemos que esta oferta viene a completar un devaluado 30% del primer semestre y teniendo en cuenta que las cuotas se calculan sobre el salario de enero del 2022. Nadie en su sano juicio podría decir que estamos frente a una buena oferta salarial.
Sin embargo las laboriosas genuflexiones de la celeste hacia el gobernador Schiaretti fueron la muestra de maniobras e irregularidades de todo tipo, para no llevar adelante los plenarios informativos. Algunos, incluso, fueron virtuales para evitar escuchar a los activistas docentes cansados de pagar los costos de una crisis que se profundiza a cada paso.
La traición se concretó el pasado 13 de septiembre y de un total de 26 departamentos: 22 aceptaron y de los 4 que rechazaron además de Capital, se encuentran San Martín, Colón y Río IV. Quedando la nueva propuesta del 12% en julio; 12% en septiembre; y 15% en el mes de noviembre. Además, el complemento FONID será remunerativo no bonificable, a partir de $2.000 en septiembre y $3.000 en noviembre para 1 cargo o 15 hs cátedra, y a partir de $4.000 en septiembre y $6.000 en noviembre para 2 cargos o 30 hs cátedra. Y la jornada extendida cobrará en julio $455 por módulo.
La burocracia sindical de conjunto (CGT y CTAs) se ha puesto a disposición -en diferentes momentos- del embajador yankee en la argentina, Marc Stanley. Esto significa que Monserrat y cía no serán la excepción y garantizan paz social para permitir que las patronales descarguen la crisis sobre las espaldas de la clase obrera a cambio de mantener su posición privilegiada a la cabeza de los sindicatos estatizados.
A partir de esta lectura es que debemos prepararnos los trabajadores en general y los docentes en particular, para pelear por la reapertura de paritarias y conquistar todas nuestras demandas a las que Monserrat definitivamente les dio la espalda.
Las amenazas de sanción y expulsión de Monserrat al delegado departamental de Tribuna Docente - PO, Franco Boczkowski, en la última asamblea departamental, son repudiables desde luego. Lejos de amedrentarnos nos da fuerzas y nos mantiene en alerta. Dichos mecanismos de las patronales con la colaboración de la burocracia sindical son utilizados para el disciplinamiento de aquellos que nos jugamos a desafiar sus intentos de dejar pasar la crisis. Ejemplos antiobreros y antisindicales hay muchos, el más reciente intento fue a los delegados combativos de Bagley Córdoba y en Mendoza la detención de 4 dirigentes de ATE en medio de la lucha docente y de estatales; son algunos ejemplos que podemos citar de una larga lista de trabajadores perseguidos por luchar. ¡Una tarea del conjunto del movimiento obrero es frenar este tipo de ataques de la santa alianza patronal-Estado-burocracia sindical con nuestros métodos de lucha!
El contundente paro del 31 de agosto pasado, nos devolvió la confianza en nuestras propias fuerza y organización. Somos los sectores anti burocráticos los que tenemos la tarea de reagrupar a la vanguardia, tras la perspectiva de disputarle a la burocracia celeste la conducción de UEPC.
El conjunto de los activistas docentes y las agrupaciones opositoras debemos retomar la lucha en nuestras manos poniendo en pie un plenario de la oposición con delegados escolares mandatados y revocables, que levante un programa de independencia de clase que enfrente las políticas de ajuste de Schiaretti y Monserrat, así como del gobierno nacional de Frente de Todos y su ministro Perczyk, aplicadores del plan del FMI. Y en consonancia con la meta de reducción del gasto público a 2,5 puntos del PIB, Massa anunció un recorte de $50 mil millones que implicará una baja del 5% del presupuesto educativo nacional.
Debemos sacar lecciones de esta nueva traición de la burocracia y llevarlas a cada escuela: hay que enfrentar el estatuto burocrático de la UEPC y tirar abajo la asamblea de delegados departamentales donde priman las maniobras de la Celeste, y ¡que todas las decisiones se tomen en un plenario general de delegados escolares con mandato de base y revocables! ¡Bastante de que los burócratas negocien por nosotros!, ¡por delegados paritarios elegidos por la base! No podemos esperar la revisión de noviembre: ¡apertura ya de la paritaria!, ¡por un salario inicial que se equipare con la canasta básica familiar! Organicemos la elección de delegados escolares luchadores en toda la provincia, afuera los delegados celestes aliados al gobierno que aplica el ajuste.
Los delegados y activistas antiburocráticos debemos revertir las condiciones impuestas por la tregua sindical imponiendo un Congreso de delegados con mandato de base de todos los sectores: estatales, de la industria y los servicios, sumado a los compañeros desocupados para discutir y votar un plan de lucha unificado: PARO GENERAL por todas nuestras reivindicaciones.
El paro docente en CABA contra la reforma del Estatuto, impulsada de forma unilateral por el gobierno de Rodríguez Larreta, tuvo altísima adhesión en las escuelas. Las medidas de lucha contra esta reforma laboral vienen siendo militadas por el activismo de Ademys, que obligó a UTE a poner su tregua con Cambiemos en suspenso y adherir a la medida de fuerza ante el rechazo masivo que genera en la base este ataque, que incluyó la represión a trabajadores y estudiantes mientras se aprobaba en la legislatura porteña.
Sin embargo, de parte de la conducción celeste de CTERA sólo recibió como apoyo un tibio comunicado. La ofensiva sobre las condiciones de trabajo de parte de los gobiernos del Frente de Todos, como de los gobiernos de la oposición burguesa, tiene un marco común: los acuerdos en el Consejo Federal de Educación, los acuerdos de ajuste en la paritaria nacional docente, y la negociación inconsulta de un Convenio colectivo de trabajo docente, todas instancias en las cuales la conducción celeste de CTERA colabora activamente, sin mandato de base.
Esta colaboración de la Celeste nacional desde CTERA y las conducciones sindicales de base, con el ajuste que se pactó con el FMI, y la cristalización en nuevas normativas que imponen los gobiernos nacional y provinciales, están avasallando las condiciones de trabajo, de ingreso y estabilidad en el cargo, la jornada laboral (extensión e intensificación), la bimodalidad, y un largo etcétera. Al que ahora hay que agregar nuevos intentos de declarar a la educación servicio esencial, para eliminar el derecho de huelga docente. Medida que gobiernos “nacionales y populares” como Correa en Ecuador y Tabaré Vázquez en Uruguay, impusieron respectivamente para castigar a los docentes en lucha. Por entonces, en Mendoza Cornejo imponía el ítem Aula, y Alicia Kirchner en Santa Cruz imponía un puntaje adicional en el bono docente por asistencia perfecta. Por esa misma época, las huestes de funcionarios kirchneristas (ejemplo: en 2014, Mariotto, vicegobernador de Bs As) dieron impulso al mismo debate que hoy retoma Finocchiaro.
Hay interna en el FdT y en Cambiemos, pero hay absoluta unidad burguesa y conciliación de clases de la burocracia sindical docente en consolidar el desplome salarial, y hacer pasar la reforma educativa y laboral que exige cumplir con el pago de la deuda externa. Están aprovechando el enorme terreno cedido durante la cuarentena, la dispersión y atomización del activismo aislado en sus casas, al que se adaptó la oposición antiburocrática docente, y que hoy, vuelta a la presencialidad en peores condiciones, no ha sabido revertir, como lo demuestra el retroceso de la multicolor en SUTEBA.
Brutal desplome del salario docente y del presupuesto educativo
Preventivamente se adelantaron revisiones paritarias y negociaciones en diferentes ramas de la industria y los servicios, para contener el malestar frente a la aceleración inflacionaria y la caída en la pobreza de los asalariados ocupados. Pero en el caso de la paritaria nacional docente, CTERA ni siquiera ha formalizado el pedido de reapertura. En paralelo, se ha desplomado el gasto público destinado a educación. Trabajadores con salarios de indigencia, aulas sobresaturadas de estudiantes, en edificios inhabitables. Hablan de más horas y días de clase, hablan de prohibir los paros docentes, pero no pueden garantizar la presencialidad por falta de espacio físico, mobiliario e incluso de docentes (caso de Jujuy).
Nunca les interesó la educación, sólo les interesa mostrarse como los más eficaces en la reducción del déficit y el disciplinamiento de la clase trabajadora ante el verdadero gobierno del país: el FMI y los acreedores privados.
Enfrentar la paz social de CTERA con el acuerdo gobierno/FMI, es la tarea de la oposición antiburocrática en cada sindicato de base. Instamos a forjar una oposición sindical, con independencia de clase y arraigo en la base, que dispute la dirección de los trabajadores de la educación, enfrentando la colaboración de la burocracia con el ajuste y la reforma educativa y laboral en curso.
Organicemos un congreso nacional de listas y agrupaciones antiburocráticas, para debatir fraternalmente un balance de las experiencias de las multicolores en los años recientes. Un balance que podamos discutir de cara a la base mediante boletines con libertad de tendencia, y plenarios de delegados escolares, y orientar la reorganización de la oposición a la Celeste a nivel nacional. Un congreso donde debatir un programa que arme para retomar el camino de lucha contra el ataque patronal en curso, y recuperar los sindicatos como parte de un nuevo ascenso en la lucha de las y los trabajadores de la educación.
El evidente fracaso del gobierno en su intervención para el manejo de la pandemia nos obliga a los trabajadores a tomar el asunto en nuestras manos. Transitamos la segunda ola con una escasez de vacunas alarmante y con las últimas cifras de contagiados en el país que asciende a los 29.841 infectados y con 416 muertes (datos del último sábado). Córdoba contó con 3.393 nuevos infectados y un acumulado de 304.843 casos.
Las restricciones de circulación que anunció Fernández el pasado 21 de mayo fueron acompañadas por todos los gobernadores observando que las capacidades de las terapias intensivas en los hospitales se encuentran colapsadas. Agregamos: y lo que es peor, con los trabajadores de la salud agotados, mal remunerado, con alta polivalencia y sin designación de nuevo personal. Mientras tanto, las burocracias sindicales de todos los colores miran para otro lado dejando pasar el ataque a nuestra clase.
Este ha sido un largo y falso debate entre los representantes de los diferentes sectores burgueses que pusieron de relieve Rodríguez Larreta y Fernández en la falsa preocupación por la educación y la salud en pleno lanzamiento de la campaña por las legislativas. Un acto de cinismo cuando ni oficialistas ni opositores se ocuparon de la educación, más que para desfinanciarla y atacar a sus trabajadores y estudiantes.
Las medidas impuestas para la presencialidad solo dejaron expuesto que el impacto de la actividad del sistema educativo en la circulación de personas y de los trabajadores en general es parte de la explicación del alto grado de contagios, aunque los gobiernos y empresarios nieguen que los contagios se producen en los lugares de estudio y de trabajo. La presencialidad sin condiciones de bioseguridad solo ha generado caos y sobrecarga laboral (bimodalidad), trabajadores enfermos sin reemplazos, en edificios insalubres y escuelas sin recursos. El año pasado, la virtualización educativa demostró ser un fracaso y dejó al desnudo las intenciones de avanzar en la precarización laboral, cargando los costos de servicios y equipamiento a trabajadores y alumnos, dejando a suplentes en la calle y cerrando aulas y carreras completas en el nivel terciario. Mientras la burocracia colabora en el ataque patronal, desorganizando y cerrando a contra reloj paritarias a la baja, en cuotas y sin vacunas.
En el caso de Córdoba, por un lado, el gobierno anunciaba el viernes pasado que finalizadas las restricciones a la circulación del DNU, retoma la educación presencial y con alternancia de todos los niveles educativos, a excepción de la secundaria en poblaciones de más de 30 mil habitantes que tendrá modalidad remota. Por el otro, la directiva de UEPC publicó una carta junto a otros gremios provinciales de la educación titulada “en defensa de la salud y la vida”. Una oda a la virtualidad, claro que ellos llevan guardados más de un año, garantizando la suspensión de toda actividad sindical presencial para evitar cualquier cuestionamiento de la base y delegados opositores. Y lo que es peor, sin un paro educativo provincial, y menos nacional de CTERA, claro que la celeste nacional y la de los sindicatos de base se han votado colaborar con el Frente de Todos en la campaña por las legislativas.
Los únicos interesados en lo que realmente pasa en las aulas, en el resguardo sanitario y en el proceso de aprendizaje somos los trabajadores de la educación. Urge un debate con las tendencias antiburocráticas, es hora de orientar las fuerzas de los sectores en lucha para ubicarnos como alternativa de dirección capaz de sacar a patadas a esta burocracia celeste y recuperar nuestro gremio para así enfrentar la ofensiva estatal y patronal.
Las asambleas escolares serán las que definan los mandatos de los delegados para votar el plan de lucha que nos lleve a la organización de nuestras fuerzas en un Plenario escolar que junto a los trabajadores de la salud y el movimiento obrero se ponga como norte el Paro Provincial de la CGT y las CTAs para así enfrentar la crisis y dar una salida en resguardo de nuestros intereses. Vamos por el Paro General contra el accionar cómplice de CTERA y de todo el arco de la burocracia sindical, para enfrentar el accionar estatal ante la pandemia e imponer nuestras reivindicaciones.
En cada asamblea de escuela y zona, levantemos 2 mociones: