Se encuentra en trámites legislativos el llamado “Estatuto laboral para jóvenes estudiantes”. Este proyecto laboral viene a flexibilizar aún más las condiciones del trabajo asalariado, atacando a su componente juvenil fundamentalmente. Justo se da en un escenario mundial donde los capitalistas preveen un menor crecimiento de la economía, y ya están descargando su crisis con cierres de empresas y fábricas sobre las espaldas de las familias trabajadoras y condenando a la miseria a regiones enteras.
Ahora van por los jóvenes para utilizarlos como mano de obra barata y precarizar las ya precarias condiciones de empleo juvenil.
El proyecto del gobierno, aprobado en el parlamento con votos de la Concerta -gracias a la luz verde que le dieran los diputados de RD-, va en el mismo sentido de la legislación laboral (incluyendo la reaccionaria reforma laboral, aprobada durante el gobierno de la Nueva Mayoría), buscando fragmentar y dividir las fuerzas de la clase obrera, en una infinidad de categorías y reglamentación.
De pasar este ataque no sólo se dirigirá contra las condiciones de trabajo juvenil sino que atacará los puestos de trabajo de los obreros adultos ya que serán reemplazables. El proyecto plantea un régimen de 30 horas laborales, en las cuales no se tendrá derecho a colación ya que la jornada no superará las 5 horas, no tendrá derecho a indemnización por término ya que la mayoría serán de plazo fijo o finalizará si el estudiante abandona, termina los estudios o cumple 25 años, podrá extenderse la jornada a 12 horas excediendo el actual límite legal y aniquilando la lucha obrera por las jornadas de 8 horas de trabajo , 8 de descanso y 8 de recreación, con la reforma laboral de la CUT-Nueva Mayoría, podrán contratar masivamente estudiantes en periodos previos a negociaciones colectiva para oficiar de rompehuelgas, por supuesto con menor salario.
La burocracia de la CUT viene haciendo tibios cuestionamientos porque no la sentaron en una mesa tripartita según habían acordado en el mandato de su presidenta. Su eje principal ha sido denunciar al nuevo director del trabajo como “director de los empleadores”. Un buen reacomodamiento de la burocracia al pasar de actuar personeros del gobierno anterior ahora a ser oposición. Es falso oponer un funcionario del Estado a otro. La dirección del trabajo es una organización del Estado burgués para conciliar los intereses de las clases fundamentales, que en realidad son irreconciliables. La burocracia sindical es y será un estorbo en nuestra lucha contra este tipo ataques.
Hay que organizar a la juventud trabajadora. Los jóvenes que estudian y los que no deben agruparse alrededor de los sindicatos. La lucha por incorporarse a la producción debe estar ligada a la defensa de las condiciones laborales. Deben ingresar a la producción con todos los derechos de los contratos colectivos donde los haya y pelear por un contrato colectivo único por rama de producción. Debe imponerse la escala móvil de horas de trabajo para garantizar el derecho al trabajo. Debe ligarse el aparato educativo a la producción, empezando por la educación técnica, para que las escuelas y universidades abran sus puertas a los trabajadores.