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Crisis Economica y Sanitaria en el Parque Industrial San Luis

Jueves, 25 Junio 2020 10:40

 

Desde el inicio de la Crisis mundial por la pandemia del Coronavirus los gobiernos han ensayado distintas respuestas.

A nivel internacional ha quedado demostrada la crisis del sistema capitalista mundial y sus sistemas sanitarios, aún en los países imperialistas más desarrollados.
En Argentina, el Gobierno de Alberto Fernandez rápidamente se alineo con los postulados de la OMS, es decir, Confinamiento obligatorio y preventivo para evitar el colapso de los Hospitales y Clínicas. “Ganar tiempo para construir mejores condiciones para atender a todos y a cada uno de los que se infecta…dotar al sistema Sanitario de los elementos necesarios para que cuando llegue el pico de contagios… porque lo que más importa es cuidar las vidas”, esto fue lo que nos quisieron hacer creer.

Desde un primer momento este discurso de unidad Nacional ante una crisis general se impuso fuertemente.

Pero a poco de implementarse comenzó a salir a la luz la verdad innegable: La cuarentena no fue impuesta para cuidar las vidas de todos, sino para cuidar los intereses de la clase capitalista, para tener un mayor control de la circulación de mercancías y con el propósito de desorganizar las fuerzas de la clase trabajadora. En esto colaboro deliberadamente la burocracia sindical cerrando los sindicatos, negándose a llamar a asambleas, oponiéndose a que nos organicemos, disciplinándose así a esta política reaccionaria. Es en estas ocasiones donde el Estado nos demuestra su claro contenido de clase burgués.

Alberto Fernandez que fustigó a los empresarios como miserables porque era su momento de “ganar menos” a los pocos días intervino desde el Estado con un festival de subsidios y ayudas económicas para las “pobres” patronales, como Techint, que había despedido a 1500 trabajadores, a multinacionales como Coca Cola, Arcor, Volkswagen y muchas más. A los trabajadores precarizados y en la informalidad la única salida que le propusieron los capitalistas y su Estado es conformarse con sobrevivir con $10.000 por grupo familiar.

Por otro lado, para los trabajadores congelamiento de paritarias, despidos, suspensiones y rebaja salarial en medio de una inflación interanual que llega a casi el 45% y el constante aumento mes a mes de las condiciones de pobreza. En el comercio minorista no fueron pocos los despidos y la vuelta al trabajo fue bajo nuevas condiciones de las jornadas laborales decididas por sus dueños y bajo protocolos sanitarios no acordes a la situación.

En el sector público, lejos de preparar al sistema de salud para afrontar la emergencia, son los médicos, los enfermeros y todo el personal sanitario los que se exponen en condiciones totalmente insalubres, en muchos casos sin los EPP indispensables. Es decir, nunca dotaron al Sistema Sanitario ni a sus trabajadores de herramientas necesarias para enfrentar la pandemia.
Como dijimos La burocracia sindical desapareció de la faz de la tierra en un primer momento para luego reaparecer a firmar convenios a la baja y flexibilizar las condiciones de trabajo.

Al supuesto gobierno de “los que menos tienen” no le bastó con posponer por 6 meses la aplicación de la ya nefasta Ley de movilidad jubilatoria del macrismo y así otorgar míseros aumentos a los jubilados; ahora nos imponen por decreto el desdoblamiento del pago de aguinaldo para los trabajadores del sector público y se le suma el pedido de la Unión Industrial Argentina presionando para que el sector privado también puedo diferirlo. Priorizan el pago de la Deuda externa, que obliga a la superexplotación por varias generaciones de la clase trabajadora para costear préstamos que fueron tomados solo para acrecentar y fugar la ganancia capitalista.

Pero al ajuste hubo y hay oposición; como lo son la lucha que llevan adelante los trabajadores del Frigorífico Penta que enfrentaron la represión luego de que la patronal cerrara sus puertas para poder deshacerse de la comisión interna, o como la ocupación de planta de colchones BedTime por parte de sus trabajadores ante la falta de pago de las quincenas y el intento extorsivo de despedir al 50% de los trabajadores o bajarles el salario a todos, la acción directa provocó el retroceso de la patronal con la reincorporación de todos los despedidos y el pago de los salarios adeudados.

En diferentes puntos del país se gestaron procesos de lucha como en Neuquén con los mineros de Andocollo, los choferes de colectivos con paro de transporte en varias provincias por la falta de pago de sueldos, los trabajadores de Electrificadora del Valle en Salta son algunos ejemplos. Hoy los trabajadores del AMBA de distintos sectores tratan de organizarse y luchar para cuidar su salud y las condiciones de Higiene y Seguridad, ya que el Virus comenzó a circular por los lugares de trabajo producto de la desidia patronal y gubernamental.

En el parque Industrial de San Luis, donde se encuentran radicadas casi 200 empresas que aun gozan de beneficios fiscales, la situación no difiere de la crisis que se vive a nivel mundial y nacional, aunque por el momento sin tener Circulación local del Virus.

A los despidos y cierre de fábricas que ocurrieron durante la era macrista como la de Cerámica San Lorenzo, Herzo (proveedora de la indumentaria deportiva Puma), Georgalos, Alpargatas, Ledesma, Tramontana, CIDAL San Luis, Remolques San Luis entre otras; se le han sumado cientos de despidos y suspensiones de la era Fernández, todo bajo el visto bueno del Gobernador Alberto Rodriguez Saá y el secretario de la CGT Carlos Ponce antes como vicegobernador y ahora como diputado nacional.

Las patronales estan intentando imponer la Reforma laboral por la fuerza, sin esperar que se promulgue como Ley, todo con el visto bueno del Gobierno.

Las empresas metalúrgicas, que constituyen el 20% de la industria local fueron las primeras en manifestar su “situación de crisis” y negociar suspensiones con la burocracia de la UOM al 75%-80% por tiempo indefinido de todo el personal tal como lo hicieron las plantas de , MABE y Tubhier-Formar de Alberto Buhar. Solo consiguieron un mejor convenio de suspensión los compañeros de Metalmecánica del grupo Techint, producto de imponer mejores condiciones su cuerpo de delegados

Las empresas alimenticias siguieron su producción con ventas record pero intentando flexibilizar aún más las condiciones de trabajo, en el caso Dulciora (Arcor) haciendo movilizar a algunos de sus empleados desde San Luis a Villa Mercedes para cubrir las vacantes de los trabajadores que son grupo de riesgo. Claro esta que no les abonan las dos horas de ida y de vuelta al trabajo.

Las textiles como Norfabril (ex Cameron) siguen sin abonar salarios pese a que recibieron ayuda del ATP del Estado.

En Tyrolit San Luis, los compañeros le impusieron por asamblea a la patronal el cobro integro de los salarios del tiempo que estuvieron parados y un adelanto de paritarias.

Las aceiteras como DANICA haciendo lock out patronal para pagar el 25% del salario solamente. E incumpliendo con los pagos de las paritarias de la Federación y salario adeudado pese a que “se la estan llevando con pala”.

Todo esto nos demuestra que no importa cuanto discurso nos vendan de paz social, sino que la intención es profundizar el ajuste con despidos, recortes salarios y más súper explotación. Mientras las conducciones burocráticas se llaman a silencio los trabajadores sufrimos el efecto de la crisis, el ajuste y la pandemia.


Los trabajadores necesitamos tomar la iniciativa y ponerle freno a todos estos ataques ya.

Organizarnos en asambleas en nuestros lugares de trabajo conformando comités de higiene y seguridad que impongan protocolos obreros en contra de los protocolos de la patronal, solo asi podremos cuidar nuestra salud y la de nuestras familias; impulsar acciones para abrir los sindicatos y salir de la inmovilización que nos quiere imponer la burocracia; hacer frente a los despidos, suspensiones y rebajas salariales imponiendo la escala móvil de horas de trabajo y de salarios, lo primero para garantizar “el derecho al trabajo, que es el único derecho que tiene el obrero en una sociedad fundada sobre la explotación”1 y el segundo para asegurar “el aumento automático de los salarios correlativamente con la elevación del precio de los artículos de consumo” ante una devaluación e inflación que nos lleva a la miseria. Tomar medidas de acción directa que frenen el ajuste patronal, como paralizar la producción (que es donde más se sienten golpeados) con cese de actividades, paros y/o huelga de brazos caídos y ocupación de establecimientos. Imponer la apertura de libros contables ´para que se caiga la mentira de las grandes perdidas que supuestamente afrontan las patronales.

Debemos unir a todas las fuerzas de los sectores antiburocráticos y con independencia de clase de los partidos patronales como el PJ, Cambiemos, UCR.

Debemos votar delegados de base con mandato de asamblea por sector, por fabrica y lugar de trabajo realizando plenarios obreros regionales donde impulsemos medidas para enfrentar la pandemia y la crisis capitalista.

COR -Regional San Luis

 

1 Leon Trotsky “Programa de transición”

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