¡No al saqueo a las jubilaciones!
No queremos un sindicato cómplice
A mediados de febrero, el gobierno de Alberto Fernández dio a conocer el nuevo cálculo de “aumento” a los jubilados, que, bajo el pretexto de la “solidaridad” reformula el cálculo y hace una quita a los aumentos de las jubilaciones más altas. Convengamos que estamos hablando de que muchas de esas jubilaciones apenas rondan la canasta básica. Esta medida afecta directamente a los jubilados bancarios. Particularmente alarmante es la situación de los jubilados del Banco Provincia de Buenos Aires. Es que luego del saqueo perpetrado a la caja de jubiliaciones mediante la ley provincial impulsada por Vidal y compañía, que fue parte de un plan para robarle a los trabajadores que venían aportando parte de su salario para el retiro, a la vez que se desfinanciaba al banco provincial. Ahora, con la aplicación del decreto 160 del PEN, se altera la ecuación para calcular la movilidad jubilatoria de manera que vuelven a sufrir una quita en el haber real jubilatorio, ya no sólo del BAPRO, sino del conjunto de jubilados bancarios. Todos ellos cobrarán más o menos la mitad del ajuste que les hubiera correspondido para marzo, del 11,6%.
Esto muestra que, en materia de ajuste, hay una continuidad entre los gobiernos de Macri/Vidal, Fernández/Kicillof para que la crisis la paguen los trabajadores. Claramente, esto es parte de las condiciones impuestas por el FMI sobre las cuentas nacionales. Los primeros meses del actual gobierno demuestran que son los “buenos alumnos” del organismo de crédito y éste no es otra cosa que enemigo de los intereses de los trabajadores. Los bancarios no podemos permitir que se siga llevando adelante este saqueo. A esto se suman los cientos de despidos y retiros voluntarios que han ocurrido en los últimos meses en el sistema financiero. Y sabemos que el plan de disminución de la planta de trabajadores del sistema sigue en marcha y será agresivo en los próximos meses. Ya se enciende la alarma por la situación de los compañeros del HSBC, que ha anunciado cese de operaciones en la región.
Mientras tanto, la conducción del sindicato ya está dando señales de que aceptará los aumentos con sumas fijas, pautadas por el gobierno, cerrando las discusiones paritarias de un plumazo. Desde la asunción del nuevo gobierno, se han comprometido con la “paz social”, mientras el ajuste del FMI sigue en marcha. No debemos permitirlo.
Debemos redoblar la organización para defender las jubilaciones de todo el pueblo trabajador, apelando a la unidad de la clase obrera. Debemos imponer paritarias libres, en las que se escuchen las demandas de los trabajadores. Hay que pelear por la reincorporación de los despedidos. Para ello es necesario recuperar nuestros sindicatos de manos de la burocracia conciliadora. Convoquemos a asambleas en nuestros lugares de trabajo donde mocionemos que el sindicato se ponga de pie contra este atropello. ¡No al saqueo a las jubilaciones! Hay que organizar un Congreso de Delegados para votar negociadores paritarios con mandato y revocables. Llamamos a todas las corrientes y organizaciones de izquierda, que mantienen el principio de la independencia de clase a organizarnos para desarrollar una Oposición Revolucionaria en el sindicato que levante un programa de salida obrera a la crisis.