En medio del desarrollo de la crisis mundial, la guerra comercial de EEUU y China complica aún más la crisis estructural de la economía argentina. En esta situación internacional convulsiva, la única salida que le ha encontrado la burguesía argentina, sumida en una crisis fenomenal, es aferrarse a los designios del FMI y dirimir sus diferencias en el escenario electoral, apelando al voto para salvar al régimen de conjunto.
Es evidente que este escenario electoral es de crisis, todas las variantes burguesas y pequeño burguesas que se presentan y piden desesperadamente el voto sólo intentan mostrarse como los garantes de los planes del FMI para las reformas imperialistas, como lo son la reforma laboral, la previsional y la tributaria. Sólo difieren en la forma de hacerlo. Para Macri hay que hacerlas lo más pronto posible; mientras que para los FF se pueden contemplar distintas velocidades, es decir, implementar las reformas y medidas exigidas por el imperialismo y los grandes capitales con la velocidad que sea, según los tiempos que a ellos les convengan para desarticular toda eventual resistencia, pero al fin serán los trabajadores y el pueblo los que paguen la crisis.
Todas las fracciones, tanto el macrismo, como los FF, como los Lavagnas, acuerdan en atacar el salario de los trabajadores vía devaluación del peso. Los candidatos han dicho claramente que el dólar está atrasado, eso se traduce en devaluación.
En un escenario electoral con las características que estamos planteando es necesario abrir un gran debate al interior de nuestra clase para propagandizar un programa obrero para salir de la crisis. Debemos mostrar el potencial de los trabajadores en la producción ante la desorganización de la economía, que se puede organizar sobre otras bases. En las elecciones el voto de los trabajadores se da de forma diluida, pero en los lugares de trabajo nuestras decisiones y acciones hacen temblar a la burguesía.
Peleamos por la independencia de clase, por eso para nosotros no es lo mismo que un trabajador vote a sus verdugos. Nosotros utilizamos las elecciones para organizar a los trabajadores detrás de un programa, no en clave parlamentaria, sino mostrando la necesidad de reorganizar una vanguardia que enfrente de forma revolucionaria la situación.
Tanto el FIT, con su alianza con el MST, como el NMAS se han alejado de la independencia de clase, desesperados por abrir un diálogo con una opinión pública y diversos movimientos y juntar votos en las elecciones, en los marcos de las instituciones del régimen. En sus campañas han descartado el programa de transición para reemplazarlo por un sinfín de reivindicaciones de carácter estatistas. En cambio, para nosotros es fundamental que las campañas electorales se subordinen al objetivo de fortalecer la conciencia de la clase obrera sobre sus verdaderos intereses y esto implica denunciar el carácter de clase del Estado y todas las instituciones burguesas. La prueba más evidente de que estas fuerzas han abandonado este camino es que sus grupos en Brasil llamaron a votar a Haddad del PT, liquidando toda idea de independencia de clases. Por este motivo no los llamamos a votar.
Llamamos a votar en blanco en estas elecciones, por la independencia de clase y la construcción de una dirección revolucionaria.