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Tarifazo en Mendoza

Sábado, 23 Enero 2021 18:59

El 2021 empezó con malas noticias para los ya muy vapuleados bolsillos de la población trabajadora y empobrecida de Mendoza.

Una brutal descarga de aumentos en diferentes servicios fue anunciada por el Gobierno de Suárez: el primero se efectivizó con la autorización de una suba en las tarifas de electricidad, cercana al 30% en las diferentes categorías. Acto seguido, a través de otro decreto, se impuso un tarifazo del 38% al costo del boleto del transporte público, llevando su precio de $18 a $25 en el caso de la tarifa mínima. Y llegando el valor en algunos recorridos diferenciales hasta los $55. Este aumento del boleto comenzó a regir este 21/1.

Para completar este cuadro de subas, días después se hizo público un aumento en los servicios de agua potable y cloacas. El mismo será de forma escalonada y llegará a ser del 100 %: 60% de forma inmediata, subirá 20% dentro de dos meses, y en cuatro meses otro 20%.

A todo esto, se suma el anuncio nacional de las petroleras YPF, Shell y Axion de un aumento del 3,5% promedio del precio de sus combustibles. Así, los valores de las naftas promedian más del 25% de suba desde agosto hasta la fecha. De más está decir que cada aumento en los combustibles se traslada directamente a la cadena de valor y movimiento de las mercaderías, lo que impacta en una suba generalizada del precio de los alimentos.

Los últimos datos oficiales reconocen que el valor de la Canasta Básica Total en Mendoza llegó a $48646 en diciembre de 2020 (un año atrás, el valor era de $33262), acumulando un aumento de 46,2%. Si tenemos en cuenta que este brutal ataque a los pauperizados salarios de los trabajadores (y que, en el caso de los estatales, el Gobierno impuso el cierre de la paritaria 2020 con 0% de aumento) se da en el marco de un 44% de pobreza y con los números de la desocupación en alza. Este tarifazo brutal sólo empeorará la carestía y las condiciones de vida del conjunto de la población trabajadora.

Ante este escenario, algunas corrientes de izquierda plantean como salida la estatización, "bajo control de los trabajadores" de las empresas de servicios. Dicho planteo queda trunco al no cuestionar el carácter de clase del Estado burgués, ya que cualquier "estatización" y/o "nacionalización" que no cuestione y enfrente a la burguesía en el seno de su poder, la economía capitalista, no pasaría de ser (en el mejor de los casos) una serie de reformas a la ya putrefacta organización de la matriz productiva capitalista.

Desde la COR sostenemos que la lucha contra los tarifazos y el aumento en la carestía de vida, no puede estar escindida de la lucha por enfrentar al Estado, y por disputar a la burguesía el control de los grandes medios de producción y de servicios en el corazón del poder capitalista, la economía. Es central plantear la reapertura inmediata de paritarias para la recomposición salarial acorde al aumento del costo de vida. Como señalamos en el acto que coronó la primera movilización contra el tarifazo en Mendoza, el pasado 12/1, no ha quedado sector de la población asalariada sin golpear bajo la política de ajuste de Suárez y Alberto, a tono con el sostenimiento de las ganancias patronales y la priorización del pago de la deuda externa con los buitres y la negociación con el FMI. Esto genera, objetivamente, las condiciones para un paro general que unifique a toda la clase obrera y los sectores empobrecidos en una acción conjunta. Un primer obstáculo a vencer es la tregua de las direcciones de las centrales obreras. La profunda crisis de dirección en el SUTE, único sindicato que vivió un proceso de recuperación por parte de un frente multicolor donde la izquierda del FIT tiene responsabilidad en su conducción, así como el quiebre del Frente de Unidad Estatal con el alineamiento de la conducción de ATE a la política de ajuste salarial de Suárez, complejizan aún más la situación.

Apostamos a que sectores de la vanguardia obrera tomen en sus manos esta perspectiva, para que no sean los trabajadores quienes paguen con su trabajo los costos de los negocios y la especulación capitalistas, y se pueda imponer un Plan Obrero de salida a la crisis. Instamos a reagrupar al activismo y los delegados antiburocráticos, para desplegar una fuerte campaña militante por un congreso de delegados de base mandatados de la industria, los servicios y estatales, que prepare un plan de lucha unificado y abra un debate con los trabajadores de las ramas del transporte y los servicios públicos sobre la necesidad de avanzar en medidas de control obrero. Necesitamos poner en pie una instancia de los trabajadores, de deliberación y resolución, que organice un PARO PROVINCIAL como tarea inmediata.

COR Regional Mendoza

Acto contra el tarifazo. Enero 2021 Acto contra el tarifazo. Enero 2021

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  • 10 de abril: Por un paro activo, con piquetes y plan de lucha


    Desde los sectores que venimos enfrentando al gobierno de Milei desde el primer día en las calles y en los lugares de trabajo, tenemos que impulsar que el paro del 10 de abril sea activo, con asambleas previas para garantizar la medida. Organicemos piquetes de convencimiento y preparemos actos independientes en los parques industriales, donde podamos debatir cómo la seguimos hasta derrotar a este gobierno.


    La burocracia tuvo que salir a llamar a paro general debido a que gran parte de los trabajadores comenzaron a enfrentar al gobierno y tomaron el reclamo de los jubilados como propio. La burocracia sindical convoca este paro, pero encorsetando la acción para que todo quede dentro de los marcos legales de un semi Estado en descomposición. Ese es el rol que cumple la burocracia sindical cuando está estatizada, porque debe defender a su Estado y, por lo tanto, sus privilegios. Pero la principal contradicción es que debe hacerlo con métodos obreros y poniendo en estado de movilización a una clase que es antagónica a la burguesía y puede atacar las bases de régimen burgués, que está en la producción. Por eso es central pelear por la independencia de los sindicatos del Estado y por tirar abajo la ley de asociaciones profesionales y toda ley que ate nuestras organizaciones al Estado burgués.


    Por eso debemos hacer que el paro sea activo, planteando en cada asamblea la reincorporación de los compañeros despedidos, el aumento salarial para recuperar todo lo perdido con los gobiernos anteriores y la pandemia. Hay que expulsar a los delegados que no hicieron nada ante el ataque. Elijamos delegados entre los compañeros dispuestos a organizar la lucha en cada lugar de trabajo y prepararnos para enfrentar a este gobierno, sus aliados y el FMI, hasta derrotarlo.


    Nuestra tarea es reagrupar a la vanguardia en los sindicatos, con plenarios de oposición nacional que preparen las condiciones para un Congreso de delegados de base con mandato. El objetivo es que ese sector se plantee como dirección de una franja significativa de trabajadores ocupados y desocupados para continuar la lucha con un programa transicional y con organización, no sólo ante la situación nacional, sino también ante una situación internacional signada por la crisis y las guerras.


    Votemos en las asambleas marchar el miércoles 9 con los jubilados y el 10 hacer piquetes en los accesos a las ciudades y parques industriales para garantizar el paro y mostrarle a la burguesía y a la burocracia sindical que con los trabajadores no se jode y cada vez está quedando más en claro quiénes son nuestros enemigos.


    La salida no va a ser electoral, ni con supuestas unidades de acción con conciliadores de clase, como pasó en la marcha del 24 de marzo cuando un sector unificó el acto con el PJ y la burocracia sindical. Va a ser con independencia de clase y luchando por la construcción de un partido revolucionario como expresión de la vanguardia comunista dentro de las filas obreras.


    ● Abajo el protocolo de Bullrich. Es necesario discutir y organizar la autodefensa contra la represión del régimen cuando salimos a luchar.

    ● Por la disolución de la policía y de todo el aparato represivo.

    ● Abajo el plan motosierra y licuadora de Milei y sus aliados.

    ● No al pago de la deuda externa. ¡El FMI, afuera!

    ● ¡Abajo Milei! Derrotemos el ajuste del imperialismo, Milei y los gobernadores. Por un gobierno obrero.

    ● Por el triunfo de todas las luchas obreras. Impulsemos la solidaridad de clase en todos los lugares de trabajo.

    ● Por un Congreso de delegados de base con mandato de trabajadores ocupados y desocupados. Impongamos un plan de lucha a la CGT y CTAs con paros generales para preparar la Huelga General.

  • El gobierno congela los salarios metalúrgicos

    El gobierno de estafadores libertarios comenzó el año elevando la presión para mantener los salarios obrero por debajo de la inflación. Ni hablar de la recuperación de lo perdido desde diciembre de 2023. Su discurso anti Estado es otra de sus estafas: a través de la secretaría de trabajo, aplica todo el peso de la legislación laboral para negar la homologación de todo acuerdo de rama que no sea del gusto de Caputo y Milei. Todo en beneficio de las patronales, que así no están obligadas a pagar incluso los míseros acuerdos que negocia con las conducciones sindicales.
    El caso más resonante es el de los metalúrgicos. El secretariado nacional, con Abel “Chamullo” Furlán a la cabeza, bajó tres veces las pretensiones para cerrar el acuerdo salarial pendiente desde noviembre de 2024. Sin embargo, aún cuando luego de esas agachadas las cámaras patronales firmaron el acuerdo paritario, a la fecha la secretaría de trabajo alega “cuestiones de forma” para no habilitar la homologación. Así, los metalúrgicos no recibimos aumento nominal de nuestros magros sueldos desde octubre del año pasado. Esto significa que el salario en términos reales, es decir, medidos por su poder adquisitivos, se reducen mes a mes al ritmo de la inflación. Y hace rato están en la lona.
    La burocracia sindical patalea y saca comunicados. Lo mismo que hace con la denuncia de las decenas de miles de despidos y suspensiones en la rama producto de la crisis económica a que lleva la política recesiva del gobierno nacional, bancado por los gobernadores y la casta del congreso. Y nada más que eso, ni una medida de fuerza para imponer a las patronales el aumento que necesitamos los metalúrgicos, sobre todo los de la rama 17 que no llegamos a la mitad de la canasta de consumos mínimos mensuales calculada por ATE INDEC en $1.600.000 al mes de enero.
    En la seccional Córdoba, Urbano no se sale del libreto: los reclamos y quejas abundan pero a la hora de pelear contra los despidos en las diferentes empresas, no saca ninguna medida conjunta y deja a los compañeros y delegados peleando fábrica por fábrica, ¡como si la crisis no fuera generalizada para toda la rama! Ni hablar de salir a pelear por el aumento igual a la canasta básica, como se ha planteado en los congresos seccionales; ni siquiera hay voluntad de imponer el pago de lo ya firmado a las empresas.

    Independencia de los sindicatos del Estado

    Cuestionar la intervención del Estado en las relaciones laborales va en contra de la ideología y de los propios intereses de la burocracia sindical peronista. Por eso, no pueden enfrentar el techo salarial impuesto por Milei y su gobierno a través de la no homologación de acuerdos, ni la imposición de conciliaciones obligatorias para bloquear las medidas de fuerza de los trabajadores. El Estado juega para las patronales, la burocracia sindical que dirige los gremios es la tercera pata de esa Santa Alianza.

    Congreso de delegados con mandato y Paro nacional metalúrgico

    La situación no da para más. No podemos permitir más despidos, ni acuerdos de rebajas salariales y suspensiones para que la crisis la paguemos los metalúrgicos, ni seguir viviendo con un salario de miseria. Es hora de enfrentar la injerencia del estado en la paritaria y sacarnos de encima a los burócratas como Furlán que no mueven un dedo para mejorar nuestra situación.
    Impulsemos asambleas en las fábricas, mocionemos la necesidad un congreso de delegados metalúrgicos con mandato de base para votar un plan de lucha por la reincorporación de todos los despedidos, basta de despidos y suspenciones, efectivización de los contratados y trabajadores de consultoras, pago inmediato de todos los montos acordados, pase al básico de los premios (presentismo, productividad, incidencias, etc). Para enfrentar los planes de crisis de las empresas, impongamos las escalas móviles de horas de trabajo y salario, con un salario inicial mínimo igual a la canasta básica. Si las empresas lloran que están en crisis, impongamos la apertura de los libros contables.  
    En cada seccional, cómo es el caso de Córdoba, podemos iniciar la lucha impulsando congresos regionales de delegados con mandato para romper la pasividad de los burócratas cómo Urbano, que se escudan en la inoperancia de Furlán y el secretariado nacional y esperan que los problemas se resuelvan por la buena voluntad de un gobierno nacional que odia a la clase obrera y no da pisada sin pedir permiso a EEUU y el FMI.
    Recuperemos la UOM y la CGT. Impongamos la voluntad de las fábricas para acabar con este desastre. Vamos al paro nacional metalúrgico y a un plan de lucha por el salario y contra los despidos.

  • Rechazar la conciliación obligatoria de Llaryora y la Celeste

    El 16 de julio, el gobernador Llaryora le solicitó al Ministerio de Trabajo de la provincia que dictara la conciliación obligatoria a los docentes de Córdoba, garantizando así el normal inicio de clases el lunes próximo.
    La burocracia celeste cómplice del plan de ajuste del gobierno provincial, aceptó dicha conciliación impidiendo que se concrete el paro de 48 hs, votado en la última asamblea de delegados departamentales de UEPC. Recordemos que el plan de lucha definido por la docencia era: paro por 48 hs para el 22 y 23 de julio y el no inicio de clases como consecuencia de una segunda e insuficiente oferta salarial del gobierno provincial.

    Claramente el gobernador achica el gasto en consonancia con la política de Milei, dictada por el FMI y a sabiendas que la pérdida salarial del último trimestre ubica a los docentes por debajo de la línea de pobreza, se atreve a declarar públicamente, lo contrario. Además de esta mentira, corroboramos que el cinismo del ejecutivo no tiene límites al declarar que va a “mejorar la propuesta” programando para más adelante los descuentos del Fondo Solidario de Atención para Enfermedades Emergentes e Innovación Tecnológica (FOSAET) y del fondo para la Administración Provincial del Seguro de Salud (Apross). Mientras, trata de ganar tiempo con la conciliación.

    No contento con esto, el gobernador se mete en la vida política del gremio con la clara intención de macartear, haciendo responsable a la dirigencia de izquierda de la seccional capital de poner palos en la rueda para que la docencia cordobesa acepte “mejorar el salario”. No debemos aceptar que Llaryora interfiera en la vida interna del gremio. Las diferencias con la burocracia celeste, las enfrentamos a diario organizando en las escuelas: asambleas, plenarios, paros y movilizaciones. Métodos de lucha de nuestra clase, para enfrentar a la burocracia traidora, socia del Estado -patrón.

    Plenario de delegados mandatados para ratificar el plan de lucha

    Diez días hábiles de conciliación a partir del lunes 22 de julio, es lo dictado por Sereno, secretario de trabajo. Debemos rechazar la medida, por su carácter coercitivo porque el gobierno es juez y parte en este conflicto.  A su vez, los trabajadores no debemos confiar ni un ápice en las instituciones burguesas, sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas.

    La dirección de UEPC capital, recuperada de manos de la celeste, ha declarado su rechazo a la conciliación. Es una gran oportunidad para postularse como dirección alternativa a la burocracia, junto a los delegados departamentales y escolares combativos del resto de los departamentos de la provincia, convocando a un plenario de delegados mandatados de todas las escuelas de la provincia para rechazar la conciliación obligatoria y ratificar el plan de lucha votado en la última asamblea departamental. En esta perspectiva, impulsemos asambleas en cada escuela, y saquemos pronunciamientos públicos de rechazo a la conciliación y de repudio al accionar inconsulto de la burocracia, exigiendo plenario ya!

    Es inadmisible que la burocracia celeste, luego de perder la votación de la departamental aún teniendo un estatuto amañado al servicio de sus intereses, acepte pasivamente la conciliación y deponer el plan de lucha. Y como si todo esto fuera poco, en el comunicado oficial pretende amedrentarnos  citando la ley de asociaciones sindicales y señala lo riesgoso de no someternos a los designios del Estado-patrón. Debemos aclararle a Cristalli y cía. que el único riesgo que corre nuestra organización sindical es que ellos continúen entregando sistemáticamente a la docencia. Cansados estamos de los paritarios de la burocracia y sus prácticas genuflexas ante el estado, ¡nosotros luchamos y ellos negocian migajas! Es hora de elegir a nuestros paritarios votados en asamblea, con mandato y revocables, para que podamos tomar la negociación salarial en nuestras manos. Enfrentar el ataque en curso al conjunto de los trabajadores es tarea de las seccionales recuperadas y de los activistas antiburocráticos, es necesario señalar el camino para reagrupar a la vanguardia en un debate programático para dar una salida obrera a esta crisis, convocando al activismo de los hospitales y estatales en general para pelear por una Paritaria Estatal Única.

    A su vez, en la provincia se desarrollan conflictos tales como la lucha de los trabajadores de los SRT de la UNC con quienes debemos tender lazos de solidaridad activa, al igual que los trabajadores de la industria ceramista que están de paro por la falta de respuestas ante el pedido de mejora salarial. También hay despidos y suspensiones en la industria metalmecánica y automotriz, en medio de un escenario recesivo que debemos enfrentar el conjunto de los trabajadores estatales y privados, imponiendo a la CGT y a las CTA un  paro activo provincial para derrotar el plan del FMI, Milei y Llaryora.

    • No a los salarios de hambre de Llaryora. Salario inicial igual a la canasta familiar
    • Rechacemos la extorsiva conciliación obligatoria
    • Plenario de delegados mandatados para ratificar el plan de lucha
    • Por delegados paritarios elegidos en asamblea
    • Por un paro provincial activo
    • Todos a la marcha del martes 23/07, movilicemos a la sede de UEPC
  • Un paro contundente

    Ayer asistimos a un paro importante, llamado por la CGT y las CTAs, en el que se paralizó gran parte del país y, centralmente, entraron en escena grandes sectores del movimiento obrero industrial y de servicio que no habían parado el 24 de enero. Es importante remarcar este aspecto para entender la dinámica de la crisis en la que estamos actuando y las líneas políticas de las direcciones de este proceso. La irrupción de contingentes de trabajadores -que intervienen con sus métodos, como paros, asambleas, bloqueos, piquetes de convencimientos, movilizaciones para intentar frenar el ajuste, los despidos, la caída del salario y el ataque que implica la reforma laboral y las leyes que están tratando de imponer- muestra la potencialidad de la clase obrera cuando empieza a tensar sus músculos, a pesar de sus direcciones.

    Este 10/05/24 hubo un accidente de trenes con heridos en CABA, que muestra, al día siguiente del paro, las consecuencias de las políticas anti obreras y  de desfinanciamiento del gobierno, al que no le importa poner en juego las vidas de los trabajadores.

    El gran límite de la jornada del 09/05 fue su dirección, es decir, la burocracia sindical, que buscó con esta acción generar presión al gobierno y llevar la lucha a una pelea parlamentaria en el Senado para modificar la ley bases y el paquete fiscal. Pretendió, con métodos propios de la clase, transformar a los trabajadores en ciudadanos, es decir, sacarlos de la producción para llevarlos al engaño de las instituciones. Pero las acciones en algunos lugares del país mostraron que los trabajadores acataron el paro y llevaron sus demandas contra los despidos, por aumento de salario, contra los cierres de plantas o suspensiones, quitándole la idea de paro dominguero que quiso darle la burocracia sindical.

    Por otro lado, se mostró la fragmentación de nuestra clase y el avance en la pauperización de nuestras condiciones de vida. Los millones de trabajadores que no están sindicalizados y trabajan en negro o tercerizados, a quienes la burocracia se niega a organizar, sumado a los trabajadores desocupados componen esa heterogeneidad de nuestra clase. Gran parte de estos sectores también se sumaron al paro y debemos levantar sus reivindicaciones para unificar las luchas obreras. Estas reivindicaciones están relacionadas con la caída del salario real y la incorporación de ítems extorsivos como el presentismo, los bonos por producción y otros bonos que conforman el salario que imponen la patronal y el Estado (como empleador), con la complicidad de la burocracia sindical, que dificultan actuar con centralidad en medio de la crisis social importante.

    Pero, a pesar de esta fragmentación, gran parte de los trabajadores no fue a trabajar y eso fue un gran golpe al gobierno, que comienza a vivir un deterioro en su poder político, lo que ya se había expresado en la masiva movilización educativa. El 9/5 se expresó una clase fundamental, la clase obrera.

    Debemos consignar también que un sector de la pequeña burguesía comercial abrió sus negocios, en algún sentido en contra del paro y a favor de Milei, pero también porque están sufriendo la recesión (que va camino a depresión), pero la contundencia del paro hizo que en las ventas del día fueran peor de lo que venían siendo.

    En este escenario es central para darle continuidad al paro, aprovechar el debate que se está dando al interior de nuestra clase para enfrentar este ajuste, preparar las condiciones para expulsar de nuestras filas a la burocracia sindical, recuperar nuestras organizaciones para estar en mejores condiciones de imprimir una dinámica de la que nos quieren imponer la burocracia sindical y el PJ, que sólo piensan en desgastar al gobierno para llegar (supuestamente) en mejores condiciones a las próximas elecciones. Esa no puede ser nuestra agenda, no debemos tener ninguna confianza en las instituciones burguesa, sólo confiemos en nuestras propias fuerzas.

    Por un Congreso de delegados de base con mandato para votar un programa obrero de salida a la crisis. Hay que preparar las condiciones para un paro de 36 horas en el camino de una huelga general para tirar a este gobierno antiobrero, a sus aliados y al FMI.

    Este paro general en Argentina se inscribe en una situación mundial cada vez más convulsionada, marcada por el genocidio que está perpetrando el enclave de Israel en Gaza, la guerra de Rusia y Ucrania, el despertar de una juventud a nivel mundial en defensa de Palestina y la lucha de los trabajadores en gran parte del mundo para enfrentar las políticas guerreristas del imperialismo.

    Por eso luchamos por la construcción una dirección que marque el camino, esto es un partido revolucionario como sección de la reconstrucción de la IV Internacional.

     

  • Por un paro nacional activo

     Declaración conjunta TT-COR

    Por un plan de lucha para derrotar a Milei y al FMI

    El 9 de mayo la CGT ha convocado a un paro nacional. Con esto, la burocracia sindical pretende hacerle presión al gobierno para negociar una reforma laboral y ubicarse como interlocutor en el nuevo escenario político. Es evidente que la dirección de la CGT no plantea ninguna pelea a fondo contra este gobierno, los despidos, la caída salarial y de nuestras condiciones de vida. No lo podría hacer, porque los burócratas sindicales son enemigos en nuestras propias filas y cumplen ese rol de ser base social del semi Estado burgués para poder sostener a nuestra clase enemiga y sus instituciones.

    Los sectores del sindicalismo combativo tienen la oportunidad y el deber de convocar a movilizarse frente a la entrega de la burocracia de la CGT/CTA’s. Debemos tomar este paro en nuestras manos y mostrar la potencialidad de los métodos obreros en la lucha contra la burguesía nacional, extranjera, sus partidos y su Estado. Por eso, el paro debe ser activo, imponiendo a la burocracia movilizar a la plaza de mayo y realizar grandes concentraciones en las provincias, garantizando movilidad propia, para mostrar la fuerza de una clase que no debe tener ninguna confianza ni en el parlamento ni en ningún partido burgués que pretenda hablar en su nombre.

    Nuestra pelea está en los bloqueos de planta que está realizando el SUTNA (sindicato del neumático) ante los despidos; en los portones de los trabajadores de la UOM de la fábrica Weg de Córdoba, que se plantaron ante el ataque de la patronal; con las comisiones internas combativas y juntas internas de estatales, que siguen peleando contra el deterioro de sus condiciones de trabajo. Ellos son algunos ejemplos destacados que muestran que hay condiciones para la lucha y para enfrentar a nuestros patrones en donde más les duele, que es en la producción.

    No va a ser la sumatoria de movilizaciones la que va a modificar las relaciones de fuerza, sino la organización en las estructuras obreras, recuperando nuestros sindicatos, expulsando a los delegados burocráticos para preparar las condiciones para el surgimiento de una nueva dirección en el movimiento obrero que levante un programa obrero de salida a la crisis y la necesidad de la construcción de un partido revolucionario.

    Asistimos estos días a grandes movilizaciones de estudiantes en contra del genocidio en Gaza en EEUU, Francia y otros países. Hemos visto luchas estudiantiles en Brasil, Colombia y la gran marcha educativa en Argentina. Todo esto es demostración de que el capitalismo sólo puede garantizar escenarios de guerra y ninguna posibilidad de futuro a toda una generación de jóvenes.

    Este 9/5, cuando paremos, también debe ser nuestra bandera la lucha contra el genocidio en Gaza, contra la OTAN y contra el proceso de asimilación en la guerra entre Rusia y Ucrania.

    Llamamos a desarrollar asambleas para que este paro sea activo y podamos votar un plan de lucha para derrotar a este gobierno y al FMI.

    Por un congreso de delegados de base, con mandato, que impulse la preparación de una huelga general que ponga en jaque a este gobierno antiobrero.

     

    Trabajadores Trotskistas

    Corriente Obrera Revolucionaria

     

     

     

     

     

     

     

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