Este domingo 9/6 serán las elecciones primarias abiertas y obligatorias provinciales y en 14 municipios de los 18 departamentos de Mendoza.
Fracasado su intento de reformar la Constitución Provincial, el gobernador Alfredo Cornejo no tiene chance de reelección, por lo que designó como su delfín al actual intendente de la ciudad de Mendoza, Rodolfo Suárez. Cornejo, como presidente de la UCR, impulsó en la convención de su partido la continuidad de la alianza con el PRO, pero antes se ocupó de desdoblar las elecciones para intentar despegar los resultados del lastre de Macri.
El oficialismo provincial, “Cambia Mendoza”, es un frente que ganó la provincia en 2015 y le arrebató varios municipios al peronismo, mediante un acuerdo entre la UCR, el PRO, el Frente Renovador y el PD. Con la abierta colaboración del golpeado peronismo provincial y el kirchnerismo, la gestión de Cornejo impuso un plan claramente antiobrero y de ajuste.
El plan de modernización de Ibarra tuvo un aplicador ejemplar en Mendoza. El Ítem Aula, como medida de productividad docente y disciplinamiento estatal, fue una dura derrota a los trabajadores de la educación, que pesó sobre el conjunto de los estatales. Esta medida, elogiada por los voceros del imperialismo, tuvo su complemento en el ataque a los convenios colectivos y las paritarias, los despidos y desguace de organismos. Los trabajadores de la industria y los servicios también fueron objeto de ataque, con la reforma de la Justicia Laboral, en perjuicio de los trabajadores y a tono de los intereses de las ART y las patronales. Mendoza fue pionera en la legalización de plataformas precarizantes como Uber. El cambio en el sistema de transporte, Mendotran, implicó un doble ataque. El aumento del boleto y, de hecho, un aumento generalizado de la jornada laboral, aumentando el tiempo requerido para llegar al lugar de trabajo.
El plan antiobrero incluyó un fuerte ataque a las organizaciones obreras y la juventud. El nuevo código contravencional provincial y de convivencia urbana en la ciudad de Mendoza, así como el andamiaje de medidas contra las tomas de establecimientos, de persecución y represión a estudiantes y trabajadores en lucha, se tradujeron en cientos de miles de pesos en multas a organizaciones sindicales, sociales y políticas, el procesamiento de luchadores, y la represión abierta a trabajadores y la juventud empobrecida.
La burocracia sindical de la CGT y la CTA fue un sostén importante del peronismo provincial, tras la crisis y dispersión que implicaron las derrotas electorales en 2015 y 2017. Así como fueron y son garantes de la tregua a Cornejo y a Macri, ahora pululan en las listas de Bermejo, candidato de los intendentes del PJ, y junto la candidata de Cristina en Mendoza, Anabel Fernández Sagasti. Cristina saluda su lista mendocina como expresión de la renovación política de la mano de la juventud, maquillaje de una lista copada por lo más rancio del peronismo con figuras impresentables como el ex gobernador Celso Jaque, Amstutz, Abraham, etc.
Tras 4 años de gestión de Cambia Mendoza, los estatales provinciales están entre los 4 sueldos más bajos del país. Mendoza tiene los niveles de inflación más altos a nivel nacional. El porcentaje de trabajadores en la informalidad laboral está el podio nacional. El peso económico de Mendoza, cayó al 6to lugar. El endeudamiento del estado provincial aumentó. Sin embargo, el conjunto de los pre-candidatos patronales, no se plantean retrotraer ninguna de las “reformas” impuestas por Cornejo. Al contrario, se disputan el favor de los empresarios, postulándose como los gestores de los planes de impulso estatal a la reconversión capitalista de la agotada estructura productiva provincial.
Entre proyectos estatistas, la independencia de clase está ausente en el debate
La crisis económica nacional agravó la decadente agroindustria regional, históricamente subsidiada y sostenida desde el Estado, que innumerables veces socializó las deudas privadas para sostener una clase parásita de empresarios bodegueros y pymeteros de todo tipo. Ante la concentración y relocalización productiva (La Campagnola), las quiebras y cierres de plantas (La Colina, Alco, etc), una vez más se ensayan recetas estatistas. El FIT, abandonando ya cualquier atisbo de programa revolucionario, despliega una campaña que agita la idea de que la anarquía capitalista y sus efectos más nefastos sobre la población asalariada y pauperizada pueden canalizarse a través del Estado capitalista capaz de planificar y armonizar las contradicciones. Si esta idea es errónea y perniciosa para la clase obrera respecto del semi Estado argentino, se vuelve absurda respecto de un estado provincial. “Empresa estatal de alimentos”, “mercado único provincial”, son consignas que dan cuenta de la presión de la conciliación de clases sobre el programa del FIT. Una vez más, en su participación en el régimen burgués alientan ilusiones en las posibilidades de reforma del semi Estado mediante sus propias instituciones. Por más que declamen que la crisis la tienen que pagar los capitalistas, está totalmente ausente cualquier idea que cuestione la propiedad privada.
Tampoco se guían por el principio de independencia de clase en las organizaciones de trabajadores donde tienen responsabilidad de dirección. Tanto en SUTE como en ATE, las fuerzas del FIT, establecen acuerdos y postulan como representación de los trabajadores a tendencias burocráticas y de conciliación de clases, que ahora pretenden enfrentar en las urnas de las PASO. Las multicolores, integrando a los aliados del PJ (PCR), los acuerdos con viejos burócratas que hoy pueblan las listas de Bermejo y Sagasti, expresan el abandono de la tarea de combatir los programas conciliadores en las organizaciones obreras. De tendencias como el MST, basta decir que hace tiempo cruzaron la barrera de clase.
No es una decisión “táctica” del FIT en Mendoza. Los partidos que integran el FIT ya sucumbieron a la polarización planteada en Brasil, y llamaron a votar por Haddad y el PT como el mal menor frente a la variante “bonapartista de derecha” y “fascista” de Bolsonaro. Así, la independencia de clase que proclaman que la clase obrera exprese mediante el voto, terminó sacrificada en las urnas en pos de una variante frente popular en forma de partido. En base a estos fundamentos es que la Corriente Obrera Revolucionaria llama a votar nulo o en blanco.
Instamos a los trabajadores y la juventud a no depositar ninguna confianza en que el resultado de las urnas hará la diferencia respecto a las tareas que plantea enfrentar los planes patronales para hacernos pagar la crisis en curso. La burocracia nos hace perder un tiempo valioso en este impase de tregua, mientras los capitalistas definen la junta de administración de sus negocios para los próximos años. Preparemos la ruptura de la tregua. Impulsemos el debate en cada lugar de trabajo y de estudio sobre cuáles son las medidas y el programa para afrontar la crisis desde nuestros intereses como trabajadores. No será en la legislatura del código contravencional y el ítem aula, donde los mismos personeros del capital rotan de asiento, el lugar donde nuestra voz e intereses se impongan. Necesitamos poner en pie nuestras propias instancias de deliberación y resolución, un congreso de delegados de base mandatados, que prepare un plan de acción orientado a tirar abajo los planes del FMI. Que unifique a los trabajadores estatales, de la industria y los servicios en un paro general, con ocupación de plantas y reparticiones, que despliegue nuestra fuerza como clase para barrer con el conjunto de medidas antiobreras de Cornejo y Macri.
Los acuerdos de cúpulas, como el frente de unidad estatal, no duraron ni dos meses. Divididos en distintas listas, ni siquiera los reunió el ataque con el nuevo procesamiento de trabajadores por luchar, ésta vez a 3 dirigentes de SUTE. La recuperación de los sindicatos está ligada a la lucha por una Central Única de Trabajadores, independiente del Estado. Sólo un programa de independencia de clase puede orientar al activismo y los trabajadores antiburocráticos en estas tareas.
Corriente Obrera Revolucionaria – Regional Mendoza