El sindicato del neumático está siendo atacado por ser una organización recuperada de la burocracia y con una dirección combativa. El ataque viene por parte de los empresarios de la rama, como por el gobierno de Milei, con la complicidad de la burocracia sindical.
A los despidos en FATE, les siguieron suspensiones y lockout patronal en Bridgestone y amenazas de más despidos ante el pedido de preventivo de crisis de ambas empresas. Esto es para presionar al sindicato para que negocie conquistas y al gobierno para buscar algunos beneficios económicos o exenciones de impuestos que puedan paliar la crisis en el rubro ante la caída de las ventas y el aumento del precio de los insumos.
La dirección del sindicato ha respondido con medidas de lucha, asambleas por turno y una general, pero el nivel de ataque de las patronales y el gobierno plantean la necesidad de discutir con el conjunto de los trabajadores de las 3 plantas nuevas medidas, más radicalizadas, ante el ataque en curso.
Por eso debemos rodear de solidaridad al sindicato del neumático y abrir un debate ante la necesidad de desplegar métodos de la clase en función de frenar y derrotar los ataques. Está planteado no sólo paralizar todas las plantas, sino también la preparación de la ocupación de Bridgestone si la patronal amaga a irse.
Las medidas deben ser acompañadas por un debate programático, no sólo hacia el conjunto de los trabajadores de la rama, sino al conjunto de la clase, sobre cómo debemos intervenir ante un preventivo de crisis, despidos, suspensiones y cómo enfrentar a las patronales, el gobierno y la burocracia cómplice.
Mientras la burocracia sindical se sienta con el gobierno de Milei para negociar sus prebendas y no hizo absolutamente nada en contra de la “ley bases” y la reforma laboral, la lucha de los compañeros del SUTNA puede mostrar la potencialidad de una vanguardia obrera para plantear otro camino a los trabajadores que están luchando en gran parte del país y que vienen resistiendo el ajuste de Milei y el FMI. Como plantea Lenin, “…son los liberales, los que dicen a los obreros: "ustedes son fuertes cuando encuentran simpatías en la sociedad… El marxista dice: Ustedes encuentran simpatías en la sociedad cuando son fuertes.”
Las patronales del neumático no pueden mostrar la crisis del sector, pero sí quieren recuperar el control de las fábricas que han puesto en cuestión los compañeros del SUTNA, es decir, buscan descabezar la dirección para que haya una dirección peronista o conciliadora que permita una cierta paz social en las fábricas. Por eso es muy importante demostrar lo parasitaria que es una dirección patronal en la industria, que sólo busca ganancias a costa de un despilfarro de horas de trabajo en función de la competencia en el mercado.
El SUTNA debe levantar la pelea por el control obrero de la rama del neumático ante la desorganización de la economía, que los trabajadores podemos organizar sobre otras bases sociales. Imponer este control obrero en las fábricas es una medida transicional de desorganización de la burguesía permitiría ampliar las funciones del sindicato en la tarea de desarrollar una idea de escuela comunista en organizaciones de nuestra clase. Esto implicaría avanzar en la destrucción de la competencia entre trabajadores, a la que los lleva la patronal a nivel nacional, y sería un gran ejemplo internacional para los trabajadores de la rama en otros países. En este sentido, el control obrero no se plantea como una eventual salida anticrisis y democrática, sino como ataque a la desorganización económica de la burguesía.
También es urgente la necesidad programática de levantar escala móvil de horas de trabajo y salario, no sólo como medida para paliar los efectos de una crisis, sino como “sistema de trabajo de una futura sociedad socialista”. Sólo desde aquí puede entenderse por qué “escala” y no “reparto”. El planteo de “escala móvil” intenta profundizar en la raíz de los problemas de la producción y distribución del capital, mientras que el “reparto” sólo es una medida anticíclica.
Algunos dirán que lo que planteamos es delirante o irrealizable, lamentamos decirles que estas experiencias son parte de la historia de nuestra clase. Además, la alternativa sería seguir aceptando la dirección capitalista en las fábricas y sólo pelear por mejores condiciones y resignarnos a ser siempre trabajadores. Entre otras corrientes, el peronismo siempre sostuvo esto y sabemos que jamás estuvo del lado de los trabajadores, sino que planteó que lo que se debía hacer era aumentar la productividad del trabajo así ganaba el empresario y, a lo sumo, mantenía su vida de explotado el trabajador.
Levantar un programa transicional tiene la fuerza de buscar atacar a la burguesía en su raíz, que es la producción, pero, como el nombre lo dice, es transicional. No lo planteamos como la única solución porque, de ser así, no sería transicional hacia la revolución y crearía ilusiones reformistas de que puede haber solución dentro del sistema capitalista. “Las medidas transicionales aun operan formalmente en el marco del régimen burgués. Pero en realidad, son ya intervenciones del poder estatal proletario que limita de manera consciente y despiadada el derecho de los capitalistas a disponer de sus bienes y el afán de lucro capitalista.” (4° Congreso de la IC, 1922)
Intentamos hacer un aporte a una lucha muy dura y estaremos con los compañeros en las medidas que voten como la marcha a Plaza de Mayo para el viernes 26 de julio.
Por un congreso de delegados de base con mandato para imponer un paro nacional y por el triunfo de todas las luchas en curso y tirar abajo el gobierno de Milei y sus aliados.
Luchamos por la independencia de los sindicatos del Estado, por la democracia obrera en la necesidad de construir un partido revolucionario como sección de la Cuarta Internacional reconstruida.