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Molino Minetti: Derrotado el primer intento de desalojo

Sábado, 25 Enero 2020 12:16

Molino Minetti: Derrotado el primer intento de desalojo
Poner a producir el molino con los 150 adentro

El miércoles 22 de enero se vivieron momentos de tensión en el molino Minetti. Tras el cierre fraudulento de los portones por parte de la empresa para fortalecer el lock out, los compañeros decidieron recuperar la planta, con el apoyo de la comisión de mujeres y algunos grupos de izquierda, incluida nuestra corriente. La respuesta de la patronal y de toda la institucionalidad del Estado no se hizo esperar: la justicia mandó la orden de desalojo y Schiaretti a la policía provincial con un operativo contundente. Son los cómplices, junto a la burocracia de UOMA, de garantizar el no pago de salarios, el lock out y los despidos de los tenaces molineros que vienen desde hace meses resistiendo este ataque.
Finalmente, luego de horas de tensión, los delegados hicieron un acuerdo para que la policía retrocediera, un acuerdo precario ya que se mantiene la amenaza de desalojo y un móvil policial se mantiene en el predio haciendo inteligencia. La tenacidad de resistencia de los molineros es ejemplar, merece el apoyo del conjunto de nuestra clase. La burocracia sindical de las CGTs y CTAs provinciales, amigas de Schiaretti y de Alberto, le está dando la espalda al conflicto, preocupadas más por garantizar el pacto social. Las oposiciones dentro de los sindicatos debemos redoblar esfuerzos, para sostener la pelea de los molineros y para poner a nuestros sindicatos en pie de lucha. ¡Que las CGTs y CTAs llamen ya a un paro provincial!
Para avanzar en la lucha, es necesario romper el lock out poniendo el molino a producir, convocando al conjunto de los compañeros para esta enorme tarea. Los mejores aliados para esto son los sindicatos de las ramas vinculadas a los servicios, al trasporte y la distribución de la materia prima y la harina, como Camioneros, Empleados de Comercio, Luz y Fuerza y Gas. Es necesario llamar a estos sindicatos y a sus trabajadores, con la tarea principal de derrotar el actual intento de desalojo y avanzar en la puesta en producción. También es necesario continuar luchando para derrotar la política cómplice de la UOMA  y preparar el paro molinero. El camino de confiar en el ministerio, en la justicia o en el gobierno de Schiaretti ha demostrado llevar a un callejón difícil de sortear.
¡Reincorporación de todos los despedidos!
¡Poner el molino a producir!
¡Abajo el desalojo!

COR Regional Córdoba

24/01/2020

 

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  • A 50 años del inicio del Operativo Independencia

    El 5 de febrero de 1975, María Isabel Martínez de Perón, en ejercicio de la presidencia tras la muerte de Juan Domingo Perón, firmó el decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 261 que dispuso en su artículo 1°: “El Comando General del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán”. El resto del articulado del decreto disponía la concentración del personal y medios policiales provinciales bajo control operacional del Comando General del Ejército. Así también establecía tareas de “acción cívica” (art. 5°) y “acción psicológica” (art´. 6°).

    Esta orden represiva del gobierno constitucional peronista, se complementó con otros decretos secretos que dieron forma al despliegue territorial y al plan operacional que será un gran ensayo reaccionario del terrorismo de Estado que se generalizará tras el golpe un año después. La tortura de detenidos ya era una práctica del aparato represivo del Estado desde décadas atrás, así como el propio Perón había dado rienda suelta al accionar de grupos de tareas parapoliciales como la Triple A para perseguir y asesinar a la izquierda peronista y a la militancia obrera y de izquierda. Pero el Operativo Independencia fue un ensayo a gran escala del plan genocida cívico-militar:

    • El Operativo institucionalizó la desaparición forzada de personas en un sistema de centros clandestinos de detención como metodología de terrorismo de Estado. Unas 825 personas fueron detenidas y torturadas en al menos 80 centros clandestinos, de las cuales 258 personas continúan desaparecidas,
    • contó con la participación activa de las grandes empresas y familias poderosas de Tucumán, directas beneficiarias del accionar represivo. La responsabilidad empresaria se materializó en la sesión de tierras para la relocalización y control de población obrera rural, el aporte de grandes sumas de dinero para financiar el accionar represivo, la sesión de vehículos e inmuebles para ser utilizados en el secuestro, detención, tortura, asesinato y desaparición de delegados sindicales y activistas obreros de sus fábricas e ingenios,
    • complicidad judicial con la represión clandestina e ilegal,
    • colaboración y justificación del accionar represivo de parte de todos los partidos patronales (UCR, PJ), de la burocracia sindical peronista y la Iglesia.

    La vanguardia de la resistencia obrera como objetivo del accionar del Operativo

    La resistencia obrera a la dictadura de Onganía y a los planes patronales de imponer una nueva relación de fuerzas en la producción, moldeó una nueva generación de trabajadores. Un activismo de base hizo su experiencia con la burocracia peronista que colaboraba abiertamente con el gobierno militar y se acomodaba a la idea de un peronismo sin Perón (en el exilio). Se templó en la militancia obrera clandestina en las fábricas de los cordones industriales, organizando sabotajes al aumento e intensificación de los ritmos de trabajo que imponían las patronales, y preparando la recuperación de los sindicatos contra la burocracia traidora.

    Este proceso será expresión en nuestro país de la tendencia internacional al ascenso de la lucha de clases, en la que amplios sectores de la clase obrera y la juventud mostraron enorme politización y combatividad. Los obreros del azúcar en el NOA serán parte de esta tendencia. En Tucumán, tuvo centralidad la lucha de los ocupados y desocupados del azúcar contra el cierre de ingenios y los despidos masivos que impuso Onganía en base a una brutal represión. En enero de 1967 la policía tucumana asesina a Hilda Guerrero de Molina, esposa de un desocupado del Ingenio Santa Lucía, durante la violenta represión de una manifestación de obreros del azúcar. El despliegue represivo no contendrá la disposición a la lucha que seguirá en ascenso con hitos como el Tucumanazo (noviembre de 1970), el Quintazo (junio de 1972), la huelga de los obreros de Ledesma en 1972 (la primera huelga en 21 años) en Jujuy, y la huelga general de la FOTIA en 1974. Este proceso excedía en gran medida la influencia de las organizaciones que desarrollaron las estrategias de guerrilla urbana o foco rural. El Operativo Independencia se propuso no sólo el aniquilamiento del ERP en el monte, sino a toda la resistencia obrera y popular que se forjó durante la resistencia obrera previa.

    La ausencia de un partido revolucionario

    Existían numerosas organizaciones de izquierda, de diversas tendencias, con presencia y militancia en las fábricas. A causa de la influencia de la revolución cubana y los movimientos de liberación nacional, sectores de la juventud radicalizada habían escogido el camino de la lucha armada, entre los cuales el PRT-ERP apostó al desarrollo de una estrategia foquista en el sudoeste tucumano. Sin embargo, la influencia ideológica de una tendencia burguesa como el peronismo, imprimía un sello conservador aún en los sectores más radicalizados del movimiento obrero, impidiendo por accionar de la burocracia sindical el camino hacia la dictadura proletariado.

    La lucha de clases se desarrollaba a nivel mundial de forma acelerada, pero operaban los diques de contención apuntalados por la burguesía nacionalista: la ideología estatista, la ilusión reformista y la acción contrarrevolucionaria de burocracia sindical. En igual sentido actuaba la burocracia estalinista que maniobraba en los países semicoloniales en función de su disputa con la burguesía imperialista. El castrismo, alineado a Moscú, practicó la lucha armada, pero pronto el foquismo se reveló impotente en la mayoría de los países, centralmente urbanos y de composición obrera. El trotskismo del SU claudicaba ante el castrismo, sustituyendo a clase obrera por la guerrilla como sujeto de la revolución, y el morenismo practicaba una política conciliatoria al adaptarse al peronismo.

    Aunque la disposición a la lucha era amplia entre los obreros y la juventud, la ausencia de una dirección revolucionaria, el control burocrático de los sindicatos y la dispersión de los grupos trotskistas impidieron el surgimiento de un partido capaz de unir a la vanguardia obrera organizada en las comisiones internas y cuerpos de delegados, recuperar los sindicatos y establecer una alianza con la población oprimida en torno de un programa que sostuviera los principios del internacionalismo proletario y la dictadura proletaria. Una vez más, la crisis histórica de la dirección revolucionaria.

    Tras el ensayo en Tucumán, el golpe.

    Aunque el gobierno peronista había logrado derrotar a la guerrilla con el Operativo Independencia y asestado un golpe al movimiento obrero con el “Pacto social” y el plan económico de Celestino Rodrigo, las masas obreras seguían con notable vitalidad luchando por sus reivindicaciones y radicalizando sus métodos con ocupaciones, piquetes y secuestros de patrones.

    El último recurso que quedaba a la burguesía era el Ejército, cuyos cuadros dirigentes habían sido preparados por el imperialismo yanqui para la “guerra contra el enemigo interno” testeada en Tucumán. El golpe en 1976 estableció una feroz dictadura que generalizó en todo el país el plan sistemático ensayado y perfeccionado en Tucumán. El terrorismo de Estado liquidó lo mejor de una generación que avanzaba hacia una clara ruptura con el capitalismo. El golpe fue parte de un plan reaccionario continental que abarcó a los principales países de Latinoamérica y estableció la doctrina de seguridad nacional como forma de dominar a las masas que cuestionaban de forma abierta la opresión imperialista y el orden burgués. En su carácter de gendarme mundial del capitalismo, EE.UU alineó a los estados semicoloniales bajo su égida para someter a sangre y fuego el avance de los movimientos revolucionarios.

    Contra las provocaciones del negacionismo

    Repudiamos las provocaciones montadas por la “familia militar” de los condenados por delitos de lesa humanidad y los nostálgicos de la dictadura, que organizan en Tucumán actos reivindicativos del accionar del Ejército a 50 años del Operativo Independencia. Forma parte de las provocaciones que monta el negacionismo, buscando el auspicio del gobierno de LLA, de la alicaída Villarruel y del peronismo provincial para lograr impunidad y legitimidad para el accionar represivo de ayer y de hoy.

    Los ataques verbales y las políticas de Milei y sus acólitos, tuvieron un repudio masivo en las calles el pasado 1ro de febrero. Y se vuelve a debatir fascismo vs democracia. Con tufillo electoral, pretenden reciclarse las viejas tendencias de conciliación de clases como el peronismo en todas sus variantes, en alguna forma de movimiento anti-Milei como “defensa de la democracia”. Es el problema de ver los conceptos como formas puras cuando en realidad, como enseña el marxismo, no se pueden analizar las formas de dominación por fuera de las relaciones sociales predominantes. El Estado es producto de los antagonismos sociales, es un aparato burocrático y militar en manos de la clase dominante, separado de la sociedad pero permeable a sus contradicciones. Bajo la democracia se busca legitimarlo como una obra de todos y una expresión legítima de la sociedad misma, pero dado el desarrollo inevitable de las contradicciones sociales, el recurso de la fuerza se presenta como la herramienta más eficaz de imposición del poder de clase.

    Hace 50 años el peronismo gobernante, como bonapartismo sui generis, buscó contener los antagonismos bajo la idea de “comunidad organizada” y la colaboración entre las organizaciones del capital y el trabajo. Sin embargo, la resistencia obrera ya se había probado contra la Libertadora, en militancia fabril clandestina, de desafío al mando capitalista en la producción, mediante sabotajes y huelgas sorpresivas. Hace 50 años el peronismo fracasó porque la lucha de clases tiene un desarrollo, al igual que el capitalismo, internacional. Los desequilibrios del orden mundial planteados por la lucha entre dos sistemas generaron innumerables situaciones revolucionarias. La ideología nacionalista buscó conjurarlas bajo el control estatal, pero el mismo desarrollo de las crisis económicas, políticas y sociales llevaron a la burguesía a recurrir a la dictadura de las FF.AA. como único remedio de las clases dominantes para mantener su dominación social. Así, la dictadura abierta fue y es el último recurso de la burguesía cuando teme perderlo todo. Sin embargo, aunque sufrimos una derrota histórica en manos de nuestros verdugos, la lucha de los trabajadores se siguió desarrollando en los gobiernos militares pese a las condiciones adversas. Ni la dictadura pudo contener la lucha de clases.

    A 50 años del Operativo Independencia: reivindicamos la resistencia obrera y sus métodos

    Si no priman los métodos obreros, se imponen los métodos de la burguesía y su régimen descompuesto. Por eso debemos prepararnos para tomar las calles, ocupar las reparticiones públicas, paralizar la producción, sembrando el desconcierto entre nuestros enemigos de clase. No sólo para resistir ante la ofensiva de la burguesía y el imperialismo, no sólo para enfrentar el plan de ajuste de Milei, el FMI y todos los gobernadores. Sino para prepararnos para ir por todo.

    Contra el desorden capitalista expuesto por la crisis económica mundial y las tendencias guerreristas del imperialismo, la tarea de la vanguardia obrera es preparar la toma y puesta bajo control obrero de las multinacionales que expolian al país, tanto de la industria como del campo, para imponer el control de la producción por ramas de la industria y los servicios y la escala móvil de horas de trabajo y salario, que nos permitirá ejercitarnos para tomar el estado en nuestro poder y reorganizar la economía sobre nuevas bases, socialistas e internacionales.

    Es tarea de una nueva generación de revolucionarios, reagrupar a la vanguardia obrera tras un programa de transición al socialismo, para preparar la puesta en pie de un partido revolucionario como sección de la Cuarta Internacional que pueda dirigir una ofensiva en todos los planos, económico político y militar, contra la plana mayor burguesa. Una nueva generación, no por su edad, sino porque se saque de encima el viejo lastre de las variantes estatistas y reformistas. Por eso desde la COR peleamos por la independencia de clase y por el enfrentamiento a los capitalistas, su Estado y sus instituciones.

    Vencer a burguesía desde la producción es el camino, junto al proletariado de los países de la región y el mundo, recuperando las banderas del internacionalismo obrero. En esa tarea estamos abocados los militantes revolucionarios, pero entendemos que se hace necesario reconstruir el partido revolucionario, la IV Internacional. Creemos que retomando las banderas de la lucha por la revolución socialista rendimos el mejor homenaje a las y los compañeros detenidos desaparecidos y asesinados por el Estado capitalista.

  • Por el triunfo de la lucha del SUTNA

    El sindicato del neumático está siendo atacado por ser una organización recuperada de la burocracia y con una dirección combativa. El ataque viene por parte de los empresarios de la rama, como por el gobierno de Milei, con la complicidad de la burocracia sindical.

    A los despidos en FATE, les siguieron suspensiones y lockout patronal en Bridgestone y amenazas de más despidos ante el pedido de preventivo de crisis de ambas empresas. Esto es para presionar al sindicato para que negocie conquistas y al gobierno para buscar algunos beneficios económicos o exenciones de impuestos que puedan paliar la crisis en el rubro ante la caída de las ventas y el aumento del precio de los insumos.

    La dirección del sindicato ha respondido con medidas de lucha, asambleas por turno y una general, pero el nivel de ataque de las patronales y el gobierno plantean la necesidad de discutir con el conjunto de los trabajadores de las 3 plantas nuevas medidas, más radicalizadas, ante el ataque en curso.

    Por eso debemos rodear de solidaridad al sindicato del neumático y abrir un debate ante la necesidad de desplegar métodos de la clase en función de frenar y derrotar los ataques. Está planteado no sólo paralizar todas las plantas, sino también la preparación de la ocupación de Bridgestone si la patronal amaga a irse.

    Las medidas deben ser acompañadas por un debate programático, no sólo hacia el conjunto de los trabajadores de la rama, sino al conjunto de la clase, sobre cómo debemos intervenir ante un preventivo de crisis, despidos, suspensiones y cómo enfrentar a las patronales, el gobierno y la burocracia cómplice.

    Mientras la burocracia sindical se sienta con el gobierno de Milei para negociar sus prebendas y no hizo absolutamente nada en contra de la “ley bases” y la reforma laboral, la lucha de los compañeros del SUTNA puede mostrar la potencialidad de una vanguardia obrera para plantear otro camino a los trabajadores que están luchando en gran parte del país y que vienen resistiendo el ajuste de Milei y el FMI. Como plantea Lenin, “…son los liberales, los que dicen a los obreros: "ustedes son fuertes cuando encuentran simpatías en la sociedad… El marxista dice: Ustedes encuentran simpatías en la sociedad cuando son fuertes.” 

    Las patronales del neumático no pueden mostrar la crisis del sector, pero sí quieren recuperar el control de las fábricas que han puesto en cuestión los compañeros del SUTNA, es decir, buscan descabezar la dirección para que haya una dirección peronista o conciliadora que permita una cierta paz social en las fábricas. Por eso es muy importante demostrar lo parasitaria que es una dirección patronal en la industria, que sólo busca ganancias a costa de un despilfarro de horas de trabajo en función de la competencia en el mercado.

    El SUTNA debe levantar la pelea por el control obrero de la rama del neumático ante la desorganización de la economía, que los trabajadores podemos organizar sobre otras bases sociales. Imponer este control obrero en las fábricas es una medida transicional de desorganización de la burguesía permitiría ampliar las funciones del sindicato en la tarea de desarrollar una idea de escuela comunista en organizaciones de nuestra clase. Esto implicaría avanzar en la destrucción de la competencia entre trabajadores, a la que los lleva la patronal a nivel nacional, y sería un gran ejemplo internacional para los trabajadores de la rama en otros países.  En este sentido, el control obrero no se plantea como una eventual salida anticrisis y democrática, sino como ataque a la desorganización económica de la burguesía.

    También es urgente la necesidad programática de levantar escala móvil de horas de trabajo y salario, no sólo como medida para paliar los efectos de una crisis, sino como “sistema de trabajo de una futura sociedad socialista”. Sólo desde aquí puede entenderse por qué “escala” y no “reparto”. El planteo de “escala móvil” intenta profundizar en la raíz de los problemas de la producción y distribución del capital, mientras que el “reparto” sólo es una medida anticíclica.

    Algunos dirán que lo que planteamos es delirante o irrealizable, lamentamos decirles que estas experiencias son parte de la historia de nuestra clase.  Además, la alternativa sería seguir aceptando la dirección capitalista en las fábricas y sólo pelear por mejores condiciones y resignarnos a ser siempre trabajadores. Entre otras corrientes, el peronismo siempre sostuvo esto y sabemos que jamás estuvo del lado de los trabajadores, sino que planteó que lo que se debía hacer era aumentar la productividad del trabajo así ganaba el empresario y, a lo sumo, mantenía su vida de explotado el trabajador.

    Levantar un programa transicional tiene la fuerza de buscar atacar a la burguesía en su raíz, que es la producción, pero, como el nombre lo dice, es transicional. No lo planteamos como la única solución porque, de ser así, no sería transicional hacia la revolución y crearía ilusiones reformistas de que puede haber solución dentro del sistema capitalista. “Las medidas transicionales aun operan formalmente en el marco del régimen burgués. Pero en realidad, son ya intervenciones del poder estatal proletario que limita de manera consciente y despiadada el derecho de los capitalistas a disponer de sus bienes y el afán de lucro capitalista.” (4° Congreso de la IC, 1922)

    Intentamos hacer un aporte a una lucha muy dura y estaremos con los compañeros en las medidas que voten como la marcha a Plaza de Mayo para el viernes 26 de julio.

    Por un congreso de delegados de base con mandato para imponer un paro nacional y por el triunfo de todas las luchas en curso y tirar abajo el gobierno de Milei y sus aliados.

    Luchamos por la independencia de los sindicatos del Estado, por la democracia obrera en la necesidad de construir un partido revolucionario como sección de la Cuarta Internacional reconstruida.

     

     

  • Repudiamos los nuevos allanamientos contra ATE en Río Cuarto

    En horas del mediodía de este martes 28 de mayo, la policía de Córdoba bajo órdenes del fiscal de Aragón allanó la sede de la seccional Río Cuarto de ATE y el domicilio del Secretario General del sindicato a nivel provincial, Federico Giuliani. Esto, luego de haber allanado el domicilio de los militantes de ATE Andrea Ferreyra y Carlos Rang la semana pasada en la misma ciudad. Y días después del despliegue represivo llevado a cabo por las fuerzas de seguridad contra la movilización para repudiar la presencia de Milei en la ciudad de Córdoba el 25 de Mayo, en el marco de la cuál se registraron 14 herido y fueron detenidas e imputadas las docentes Nora Reynoso y Huayra Luciana Morón. La Córdoba burguesa, que el 25 de Mayo celebró el pacto patronal entre Llaryora y Milei y la orientación abiertamente antiobrera de sus gobiernos, cuenta en la justicia cordobesa y la policía provincial con espadas que vienen utilizando para amedrentar a los luchadores, reprimir las luchas por salarios y contra los despidos y garantizar el plan de ataque dictado por el FMI.
    El allanamiento de un local sindical es un hecho que escala el nivel de persecución contra nuestra clase, no lo podemos dejar pasar. El conjunto de las organizaciones obreras deben responder enérgicamente, no sólo pronunciándose en contra sino formulando un plan de lucha y un paro provincial para tirar abajo este plan nefasto que quieren imponer con represión. Es primordial organizarnos en las estructuras laborales, en las fábricas, en las escuelas y en las universidades para golpear a los capitalistas en la producción y desorganizar el aparato estatal. Impulsemos asambleas y un congreso de delegados de base con mandato para votar un programa obrero de salida a la crisis y organizar el paro provincial.

    ¡Fuera las manos del Estado y su justicia de nuestros sindicatos!

    Desprocesamiento y/o absolución de los luchadores obreros y populares.

    ¡Paro provincial, ya!

    COR - Regional Córdoba

  • Solidaridad con los compañeros de ATE Río Cuarto Andrea Ferreyra y Carlos Rang

    El día viernes 17 de mayo, en la Ciudad de Río Cuarto, los compañeros Andrea Ferreyra, delegada de ATE por el Nuevo Hospital San Antonio de Padua, y Carlos Rang, delegado despedido del INAFCI (Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena), además docente de la Universidad de Río Cuarto y miembro del CDP – ATE Córdoba, sufrieron un allanamiento en su domicilio particular a cargo de la policía federal por orden del juez Carlos Ochoa. La justicia no ha aclarado los motivos de su accionar, pero se enmarca en la campaña de denuncia de los compañeros y sus organizaciones de la realización (frustrada) del Pacto de Mayo en nuestra provincia, un día después de un escrache de ATE a la Fundación Mediterránea y en el marco de una campaña orquestada por Milei y su gobierno contra los movimientos sociales para criminalizar a quienes se organizan para enfrentar su plan.

    Este repudiable accionar de la justicia burguesa, se explica únicamente como persecución y amedrentamiento a activistas, dirigentes y militantes que vienen enfrentando el feroz ataque del Estado nacional, provincial y municipal, que ya dejó a miles de trabajadores estatales en la calle.
    Otro caso intolerable de persecución política tuvo lugar el pasado 13 de mayo con el allanamiento a las organizaciones piqueteras en la provincia de Buenos Aires. A esto debemos sumar las persecuciones a repetición que se dan en nuestra provincia a manos de la justicia adicta al gobierno del peronismo y sus aliados, hoy encabezado por Llaryora y ayer por Schiaretti: 27 estudiantes judicializados por luchar, delegados y trabajadores del Molino Minetti condenados, dirigentes piqueteros elevados a juicio, junto al Secretario General de ATE Giuliani y al delegado Ricardo Barrionuevo del Hospital Tránsito Cáceres, por nombrar los casos más notorios.  

    La aceleración de la crisis y el avance de un gobierno cipayo del imperialismo yankee, nos obliga a organizar el enfrentamiento, confiar en nuestras propias fuerzas y ubicarnos como dirección alternativa ante la desorganización de la economía, la crisis política y social que estamos viviendo.

    Debe saber el gobierno, la justicia y las patronales que no vamos a dejar pasar este ataque. Es primordial organizarnos en las estructuras laborales, en las fábricas, en las escuelas y en las universidades para golpear a los capitalistas en la producción y desorganizar el aparato estatal.

    Desde la Corriente Obrera Revolucionaria (COR) nos solidarizamos y nos ponemos a disposición de la compañera Ferreyra y del compañero Rang para impulsar las acciones y medidas que se definan para frenar esta persecución. Basta de ataques a los luchadores obreros y populares. Basta de represión. Por el derecho a huelga. Por un paro provincial, ya!

  • La resistencia avanza, los pactos tambalean

    Mientras Milei festeja una recesión que va camino a una depresión, el índice de inflación de 8,8 % y un superávit fiscal dibujado a base del no pago de deudas y ajuste a los jubilados, los trabajadores sólo vemos el deterioro de nuestros salarios y una tremenda ola de despidos.

    En el parlamento se está discutiendo cómo se ordenan las distintas fracciones burguesas, cuál gana y cuál pierde, siempre continuando el ataque a nuestra clase. Nosotros debemos organizarnos, no sólo para rechazar estas leyes anti obreras, sino para ubicarnos como dirección alternativa a este desorden económico, político y social.

    Asistimos a un festival de lobistas berretas de semicolonia que intentan mantener sus negocios ante el avance de un gobierno que se alió al imperialismo y el capital financiero para modificar la forma de dominación en nuestros semi Estado y su relación con el imperialismo. Pero estos lobistas no actúan solos, sino que cuentan con la inestimable ayuda de la burocracia sindical para garantizar sus negocios, allí podrán encontrar a las direcciones de los sindicatos petrolero y minero (para nombrar algunos). negociando la explotación de Vaca Muerta y el litio. Otra parte de la burocracia sindical se desespera por vender caro su poder de contención y presión para mantener sus privilegios y su relación con el semi Estado, que le permiten sostener su poder de fuego. En todo este escenario queda claro que ninguna de estas variantes de la burocracia está defendiendo nuestros intereses como clase, sino que están permitiendo que sigan avanzando con el deterioro de nuestros salarios, de nuestras condiciones laborales y con la ola de suspensiones y despidos en todo el país.

    Pero la realidad es terca y no vamos a aceptar de forma pasiva el brutal ataque de los gobiernos nacional y provinciales. Así lo demuestran la lucha del Sindicato del neumático SUTNA ante los despidos; la lucha de los metalúrgicos en todo el país, con acciones importantes en Córdoba (por ejemplo, contra los despidos en algunas fábricas como WEG); la lucha generalizada de los trabajadores de Misiones, que salieron a confrontar con su gobierno ante los paupérrimos salarios docentes y de estatales. En esta provincia la policía aprovechó la situación para pedir aumento de sus haberes y cotizar mejor su rol de represores y fuerza auxiliar garante de la seguridad de los intereses capitalistas. Jamás la policía va a ser nuestra aliada, no son trabajadores.  Los trabajadores de Misiones, por sus acciones, tienen la autoridad de llamar a un paro nacional para que triunfen sus demandas y fortalecer todas las luchas que se están dando en el país contra los despidos y el ajuste y por la recomposición de los salarios.

    Lo único que tiene claro el gobierno es que tiene llevar adelante el ajuste a los trabajadores a toda costa, por eso inauguró su mandato con el “protocolo antipiquetes” y gasta millones en operativos de represión y amedrentamiento. El pasado 13 de mayo se realizaron violentos allanamientos a organizaciones piqueteras, en un claro acto de persecución política. Asimismo, el 17 de mayo se allanó el domicilio del dirigente de ATE Río Cuarto de Carlos Rang, un día después de que su organización realizara un escrache la Fundación Mediterránea. Tenemos que enfrentar estos ataques con lucha y organización.

    El empantanamiento de la aprobación de la “ley bases” en el Senado, la postergación del “pacto de mayo” y la aceleración de la crisis exige preparar los procesos de la lucha de clase para que golpeen en donde más le duele a la burguesía, que es en la producción, y que no sean desviados a la agenda parlamentaria con la idea de reforzar las instituciones del Estado.

    Demostramos nuestro potencial en el último paro y vimos cómo la burocracia al otro día ya se preparaba para negociar migajas. Más patético fue el rol del radicalismo después de la masiva marcha educativa, que se montó sobre esa masividad para negociar sus votos en el Senado por unos pesos más para la UBA. Mientras el PJ sigue con sus peleas internas y jugando al desgaste del gobierno para ganar tiempo y rearmarse para las próximas elecciones.

    Entramos a un escenario convulsivo con direcciones contrarrevolucionarias, por lo que una de las tareas centrales es recuperar nuestras organizaciones y expulsar a la burocracia de nuestras filas. Impulsemos un congreso de delegados de base con mandato que imponga un paro nacional de 36hs.; por la reincorporación de todos los despedidos; apertura de los libros de las grandes empresas para mostrar la falsedad de la crisis; por la reapertura de las paritarias y un aumento de salario igual a la canasta familiar.  Tenemos que ampliar las funciones de los sindicatos y llevarlos a que cumplan un rol más allá de los límites que les pone la burocracia, es decir, que levanten un programa transicional que prepare las condiciones para la lucha por el poder: ocupación de las fábricas, control obrero de ramas de producción, escala móvil de salarios y horas de trabajo. Estos elementos del programa transicional requieren que no sólo recuperemos los sindicatos, sino que pongamos en pie un partido revolucionario para centralizar las tareas en el camino de una revolución obrera y socialista y un gobierno obrero.

     

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