Los días 31 de mayo, 1 y 2 de junio se define quién dirigirá la UNC durante el trienio 2022-2025, además se renuevan los representantes estudiantiles del consejo superior (consiliarios) y los consejos directivos (consejeros) y, como si se tratara de un órgano más del régimen, también se elige conducción de los centros de estudiantes.
El candidato de la lista oficialista “SOMOS” es Jhon Boretto, ex decano de Económicas y secretario general durante los dos mandatos de Scotto, se presenta como continuador de las políticas de Juri, insistiendo con la flexibilidad educativa. Su plan es acelerar la adecuación de la UNC a los programas de Naciones Unidas, es decir, cumplir con las exigencias del FMI. Del lado de “VAMOS”, coalición K, presentan a Alberto León, principal promotor de las UVT (unidades de vinculación tecnológica), durante el mandato de Tamarit, que pusieron a la UNC al servicio de los Clúster y empresas que necesitan mano de obra barata y calificada, política que presenta como el camino a seguir. Si bien Boretto tiene más chances de ganar, bancado por Schiaretti y la UCR local, por 8 de las 15 facultades y por la FUC, ambas coaliciones saben que la tarea que tienen por delante, en los cargos que ocupen, será administrar la miseria presupuestaria.
Es que las autoridades universitarias, lejos de la autonomía que proclaman, no son más que la correa de transmisión de las políticas educativas del gobierno dictadas por el FMI y el BM. Ante una crisis que se acelera, producto de la guerra en Ucrania, con crisis inflacionarias en todo el mundo y el encarecimiento de los alimentos y las energías, y un FMI reclamando mayores ajustes y reformas, a las autoridades universitarias no les tiembla el pulso para descargar la crisis al interior de la UNC. Juri viene consolidando todo lo que avanzó en la cuarentena, las clases "híbridas" o la bimodalidad sin aumentar los cargos docentes, paritarias de hambre, cursos hacinados, recorte del comedor, son algunos ejemplos de cómo le deja el camino allanado a su sucesor.
Recuperar nuestras organizaciones se impone como tarea de primer orden ante este ataque, necesitamos barrer a las corrientes pro patronales que hoy las dirigen y que buscan llevarnos detrás de alguna de las variantes que se disputan la UNC, como Estudiantes al Frente (EAF-Bisagra) que ahora le hacen campaña a VAMOS, luego de haberse borrado durante los dos años de cuarentenas, dejando que empeoren nuestras condiciones de cursado, sin mover un dedo ante la deserción, ni cuando la justicia, aprovechando la cuarentena, avanzó en el juicio sobre nuestros 27 luchadores procesados.
Lamentablemente en estas elecciones, tanto el Ya Basta-NuevoMas, como el Frente de Izquierda (PTS-PO-IS-MST), no se ha constituido como alternativa ante los desafíos que tenemos planteados, con el agravante de que el Frente incorporó al MST, corriente que entre sus filas tiene al ex vice decano de Psico, es decir, a parte del régimen y de la patronal de los trabajadores. La izquierda no solo no denuncia la injerencia de las autoridades en nuestras elecciones de centros, sino que han centrado su campaña en conquistar puestos en los consejos sembrando confianza en que el régimen reaccionario puede ser reformado con más democracia y más representación. En Filo también se presenta el Frente Interasambleario, conformado por las asambleas de varias carreras, buscan conquistar lugares en el consejo directivo y los consejos de departamento, una orientación que, como se ha visto en numerosas experiencias similares, terminan siendo entrampados en los estrechos márgenes del régimen.
Es por esto que en estas elecciones desde la COR llamamos a los compañeros combativos a votar nulo o en blanco y prepararnos para recuperar nuestras organizaciones poniendo en pie los cuerpos de delegados de curso (mandatados y elegidos en asamblea) por facultad y carrera, que se conviertan en dirección alternativa a las actuales conducciones. Los Centros de Estudiantes y la FUC deben pasar a la lucha contra el ajuste, el presupuesto de Guzmán y las reformas que impone el FMI y el BM. Ante el desarrollo de la guerra, debemos poner en pie en cada centro de estudiante y en la FUC, secretarías de relaciones internacionales que se pronuncien en contra del imperialismo y la OTAN y por expulsar a las tropas rusas de Ucrania, y se proponga desarrollar las acciones de solidaridad internacional para enfrentar las consecuencias inmediatas de la guerra.
Para meter la lucha de clases al aparato educativo debemos poner en cuestionamiento su dirección, por eso la izquierda se equivoca al incorporar en su programa las consignas de los reformistas de defensa de la educación pública, olvidan lo esencial, la educación tiene un carácter de clases: burgués, y el régimen que la sostiene defiende los intereses de esa clase. Debemos pelear por una Universidad dirigida por sus trabajadores con un gobierno tripartito de los sindicatos docentes, no-docentes y los centros de estudiantes con un rol consultivo de las centrales obreras de la industria y los servicios. Llamamos a que la izquierda rompa su adaptación y discutamos, junto a los trabajadores y estudiantes combativos las tareas de la vanguardia en esta crisis, con el objetivo de poner en pie una Corriente Revolucionaria en la universidad, docente, no docente, estudiantil, con libertad de tendencias, que se proponga dar la pelea que está planteada.