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IMPSA: otra vez rescatando al capital

Lunes, 28 Junio 2021 09:33

En medio del debate que recorre a las diferentes variantes burguesas y pequeño burguesas por la propiedad privada, el salvataje a las empresas y la función del estado, el rescate anunciado estas semanas a la empresa IMPSA (industrias metalúrgicas Pescarmona S.A.) fue noticia en todos lados. El Estado nacional quiso mostrar iniciativa ante un contexto económico en crisis con muchas deudas y pagos por afrontar ante organismos internacionales. Esta medida de incisión estatista es una muestra más de la intervención del Estado en la economía ante el descalabro de la crisis en curso donde el gobierno de Fernández aporta 15 millones de dólares y 5 millones el gobierno radical de Mendoza. Empresa que de igual manera seguirá funcionando como sociedad anónima. Medida que no soluciona los problemas estructurales de la economía argentina como pretenden hacernos creer y mucho menos los problemas del sistema capitalista.

Impsa es una empresa mendocina asociada con el capital extranjero que hizo su fortuna durante más de 100 años con diferentes gobiernos (Yrigoyen, Perón, la dictadura militar, el menemismo y diferentes gobiernos extranjeros como Brasil y Venezuela). Si hay un denominador común en Impsa es el siempre presente rescate por parte del estado bajo distintas administraciones. En su momento lo hizo los K con subsidios al salario y repros mientras renegociaba deuda. En 2015 con el gobierno de Macri se ve beneficiada con el blanqueo de capitales por $ 108 millones terminando en el 2018 con la formación de un fideicomiso hasta la reciente anunciada “estatización” que no es otra cosa que el desembolso de capital para rescatar a los mismos bancos y burgueses que venían siendo solventados para asegurar sus negocios agregando ahora la formalización como capitalización de la empresa.

La realidad que esto es un mecanismo burgués para socializar las pérdidas donde los trabajadores volverán a ser quienes paguemos las deudas continuando un proceso de garantizar el pago a través del Estado a los acreedores privados y eventualmente traspasar las operaciones de Impsa a otros grupos económicos en un contexto internacional que con los cambios en matrices energéticas especula con posibles jugosos negocios.

Resguardando al capital

Destaquemos que detrás de esta operatoria hay una disputa política y económica por los negocios que puede traer aparejado a los capitalistas de turno y un resguardo de la propiedad asemejando el proceso a lo que se quiso hacer con la empresa Vicentin (1). La grave crisis de Impsa tiene que ver en gran medida con el descalabro que significaron los bonapartismos sui generis en Latinoamérica (Chávez, Lula, Fernández) apostando al desarrollo de una burguesía nacional y su expresión en la industria. Proyectos políticos que fracasaron y que terminaron en un festival de guita, coimas y el guantazo de la brasilera Odebrecht. Hoy, una coalición de gobierno que se referencia en aquella apuesta burguesa pretende rememorar aquella ilusión que los terminó condenando. Y es que no se pude dar un desarrollo de un capital nacional para la industria en los países industrialmente atrasados donde el capital extranjero e internacional juega un rol decisivo y más aún en un Estado semi colonial como lo es Argentina dentro de un capitalismo en descomposición. Se ha demostrado que un Estado dirigido por una fracción burguesa no puede dar ningún beneficio a los trabajadores.

Un capítulo en esta novela lo merece el gobierno radical de Suárez donde no paran de criticar al gobierno nacional por el mal manejo de la pandemia y de la economía, pero no tuvo ningún problema a la hora de sentarse junto a Fernández para rescatar el capital y sacar una tajada para el empresariado mendocino. Pero no podía ser menos teniendo en su gabinete de economía a ex gerentes de Impsa como Emilio Guiñazú y Daniel Chicahuala (ex gerente de Impsa y Oderbrecht) quienes aseguraron negocios por ejemplo para la cuestionada construcción de la represa Portezuelo del Viento en el sur mendocino. No solo han participado ayudando a Pescarmona (cuya caída ya arrastró a muchas otras empresas), sino que ante cada conflicto que se generó, el Estado provincial garantizó, junto con la burocracia de la UOM, despidos, suspensiones y hasta desalojos con policía incluida.

 La burocracia ayudando a socializar las pérdidas

Otro de los que celebró la “capitalización” de Impsa fue Antonio Caló (secretario general de la UOM nacional) que tuvo participación estelar en la mesa principal del acto de relanzamiento de la firma. Este y muchos otros burócratas más fueron una de las partes que participaron activamente en el acuerdo. Hay que advertir en este caso que la burocracia de la UOM funciona como agente político de los capitalistas y el Estado para que todo marche sobre ruedas. La misma burocracia que firma paritarias a la baja por 35,2 % en cómodas cuotas sin discutir con los metalúrgicos y con delegados que no fueron elegidos por las bases, que garantiza los despidos y suspensiones en diferentes puntos del país frente a la crisis y la que nada hizo frente a los protocolos de higiene y seguridad durante la pandemia. Los trabajadores para nada estamos contentos con esta situación donde no solo no se va a crear empleo, sino que cada día nuestras condiciones de vida empeoran.

La CGT Mendoza con su titular Luis Márquez también festejó con alegría esta intervención estatal. De nuevo jugando para el capital como lo hizo durante toda su gestión al frente de la UOM Mendoza, poniendo su firma en los despidos que se produjeron a lo largo de los años en Impsa y en toda la industria metalúrgica mendocina, incentivando y generando división entre los trabajadores. Tomemos como tarea primordial recuperar la dirección de los sindicatos, de manos de la burocracia traidora.

Por una salida obrera ante la crisis

Los trabajadores, y los metalúrgicos en particular, no podemos poner expectativas en este tipo de maniobras como la estatización para salvataje de nuestros verdugos. La disyuntiva no es el capital privado o Estado, sino entre un programa de conciliación de clases o un programa que oriente la acción independiente de los trabajadores. La UOM debe llamar de forma urgente a asamblea en Impsa y convocar a un congreso de delegados para debatir cómo podemos dar una salida a la grave crisis que atraviesa la empresa empezando por la reincorporación de los despedidos y suba de salarios. Pensamos que para llevar adelante estas tareas y reivindicaciones es necesario formar al interior de la UOM una oposición sindical revolucionaria que sea capaz de luchar por los intereses de los trabajadores con los métodos obreros. Los metalúrgicos debemos unirnos e intercambiar experiencias con otros sectores del proletariado que estén en lucha como los trabajadores de Bimbo (San Fernando), así como el activismo antiburocrático de los vitivinícolas, para poder organizar un plan de salida a la crisis y la pandemia y actuar unidas ante el gobierno y los planes de los empresarios por cambiar las condiciones de vida de la clase obrera.

Los trabajadores tenemos que empezar a tener el ejercicio de como intervenir en la crisis que se desarrolla ante nosotros y discutir cuales son las tareas de los trabajadores. Así mismo es imperioso que abramos un debate al interior de nuestra clase sobre la importancia del control obrero como forma de intervención independiente ante la desorganización de la economía y mostrar la capacidad de la clase obrera para la planificación y administración de la producción.

 

1 ver nota Vicentin: rescatando al capital http://cor-digital.org/nacionales/item/292-vicent%C3%ADn.html

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  • Petroleros: avancemos hacia un paro nacional

    Una situación de tensión generalizada vive la industria en general y la industria petrolera en particular. Mientras se anuncian récords de producción en Vaca Muerta, YPF va hacia un proceso de retracción y desfinanciamiento en áreas de explotación históricas, dejando a una gran masa de asalariados ante la incertidumbre de la continuidad laboral. El Sindicato de Petróleo y Gas privado de Cuyo realizó un paro de 24hs este 20 de marzo, con alto acatamiento por parte de los trabajadores, afectando yacimientos, destilería y distribución, en tanto que la conducción de Camioneros declaró el estado de alerta y movilización por la situación en la rama.

    El plan motosierra del gobierno alcanza duramente al sector, con promesas de mejoras que nunca llegan,  intentando profundizar el  perfil exportador de crudo de la Argentina, que no es más que la reprimarización de la industria, para cumplir con las presiones que impone el FMI a través de la deuda, mientras miles de trabajadores ven peligrar su fuente de trabajo, y la inmensa mayoría de la clase padece aumentos de tarifas indiscriminados, con salarios cada vez más miserables.

    EN RETIRADA

    El 29 de febrero el directorio de YPF autorizó la retirada de la petrolera de 55 campos maduros, esto es que ya pasaron su pico de rendimiento, con el objetivo de relocalizar el grueso de sus inversiones en las zonas más productivas del Shale en Vaca Muerta, donde los costos operativos se reducen según indican en un 80%. El CEO de la empresa, Horacio Marin pretende la concesión de estas áreas a operadoras locales con “mayor eficiencia operativa”, pero sin dar ninguna garantía en cuanto a plazos y transiciones.

    En este marco se encuadra el reciente conflicto con la provincia de Chubut, en donde Ypf redujo su plan de inversión en unos 400 millones de dólares, desfinanciando zonas históricas del petróleo convencional y dejando librados a su suerte a miles de trabajadores, en una provincia fundamentalmente dedicada a la actividad; o como el caso de Mendoza, donde YPF amenaza con paralizar la actividad de la totalidad de los equipos de torre, cesanteando al personal a través de un mecanismo similar al utilizado en pandemia, el art 223 bis, por el cual los trabajadores quedan en domicilio cobrando solo un porcentaje de su sueldo. No hace falta recordar que este mismo mecanismo, significó una reducción brutal de las plantas de trabajadores, que incluso una vez finalizada la pandemia, en algunas zonas no pudo recuperarse a los mismos niveles prepandemia.

    El día martes 12/03 se reunieron en Buenos Aires representantes del Estado, las cámaras y las organizaciones gremiales para tratar la transición, pero no hubo acuerdo y se pasó a un cuarto intermedio para el martes 19/03. Lo cierto es que la YPF avanza firmemente en su plan de readecuación financiera, luego de años de desinversión y desidia, y está a las claras que muy poco le interesa el destino de miles de trabajadores y sus familias.

    GESTAR LA ORGANIZACIÓN CENTRALIZADA PARA ENFRENTAR EL AJUSTE

    Los trabajadores no debemos caer en la trampa de quienes aprovechan incertidumbre y la confusión para sacar provecho de la situación. No será, como se intentó en Chubut con el gobernador Torres capitalizando una histórica marcha de los sindicatos más importantes de la provincia, licuando todos los reclamos para finalmente terminar en un enfrentamiento testimonial por porcentajes de la coparticipación. Las conducciones sindicales intentan aislar los reclamos por región, estableciendo una diferencia entre zonas más productivas y menos productivas, negociando la forma de preservar la paz social, fraccionando a la clase, para terminar siendo furgón de cola de algún representante de la burguesía local.

    Las direcciones sindicales de petroleros negocian con YPF un esquema de cese de tareas temporal, a porcentaje fijo, no remunerativo, hasta sentarse con las potenciales nuevas operadoras. El resto de los trabajadores afectados, que están bajo convenio de UOCRA o UOM, quedan afuera de la discusión. La ventaja de la fragmentación y precarización laboral, una vez más, le sirve a las patronales para descargar los costos sobre nuestras espaldas, desorganizar y debilitar la capacidad de reacción de los trabajadores. Debemos convocar a un plenario nacional de delegados petroleros para, en concurso con compañeros de la UOM, UOCRA, Camioneros y demás organizaciones hermanas que operan en las áreas de la rama, discutir un plan de acción unificado que incluya un gran paro nacional de todo el sector energético, paralizando no solo la producción, sino las refinerías, las terminales portuarias, y los circuitos de distribución. Como paso inicial para un debate acerca de qué, cómo, dónde y para qué producir, y avanzar en la recuperación de los sindicatos, como herramienta política de los trabajadores. Los sindicatos y las organizaciones obreras tienen que tomar en sus manos el control obrero, como escuela de planificación de la producción para enfrentar el ajuste.

    Trabajadores de la rama Energía - COR

  • Libertad ya a Víctor da Vila y Martín Rodríguez

    Durante la movilización en Mendoza contra el tratamiento en el Congreso del paquete de leyes antiobreras del gobierno de Milei, fue detenido el dirigente del Partido Obrero, Víctor da Vila. Acusado de participar junto a miles de trabajadores de la masiva protesta en el marco del paro nacional convocado por las Centrales obreras el pasado 24 y de las acciones contra el DNU y el proyecto de ley ómnibus este 31/1. En el transcurso del día de hoy, fue detenido en la calle Martín Rodríguez, dirigente del Polo Obrero de Mendoza, bajo las mismas acusaciones. Así opera la justicia burguesa. El gobierno de Cornejo hace gala del protocolo represivo que aplica Cambia Mendoza y mostrarle a la casta nacional cómo la casta provincial impone orden y disciplinamiento en medio del descalabro social y económico.

    Exigimos la inmediata libertad y desprocesamiento de Víctor, Martín y todos los trabajadores por luchar. La CGT y CTA tienen que actuar en consecuencia y convocar a paro general por la libertad de los compañeros, hasta tirar abajo el DNU, la ley ómnibus y los protocolos represivos de Bullrich y los gobernadores.

    C.O.R. Corriente Obrera Revolucionaria – Regional Mendoza

  • Elecciones a gobernador en Mendoza

    El 24 de septiembre se elige gobernador en Mendoza en un clima electoral que tiene varias aristas a analizar debido al desdoblamiento de las elecciones de gobernador, a los efectos de las PASO presidenciales, y a la crisis de las dos principales coaliciones políticas, lo que ha marcado un reacomodamiento de fuerzas.

     

    En el panorama local, Cambia Mendoza enfrenta el desafío de mantener la gobernación luego de gestiones que se han caracterizado por atacar sistemáticamente a las organizaciones de los trabajadores con el objetivo de empeorar las condiciones de vida de la clase. A ello se suma la división del espacio oficialista con el surgimiento de Omar De Marchi como candidato que disputa la representación del conservadurismo provincial. No olvidemos que este personaje viene de las filas del Partido Demócrata, los “gansos”, vetustos personajes que gobernaron la provincia en la década infame y bajo intervenciones militares en los años 70. De Marchi apunta a captar los votos de Petri (quien fue el competidor interno de Cornejo en las PASO)  y de un peronismo sin chances que apunta a “un mal menor”, a su vez busca subirse a la ola Milei.

     

    Por su parte, Cornejo ostenta con orgullo representar una provincia “ordenada” que supo gobernar desarticulando los sindicatos, generando un deterioro de la salud y la educación de la población, aplicando “mano dura” a través de la violencia institucional y la persecución sobre dirigentes sociales, y manteniendo un férreo control sobre los jueces. Cornejo, quien supo construir apoyo entre los empresarios locales, y conquistar con cuantiosa pauta el favor de la prensa local, busca su segundo mandato para profundizar el ataque sobre los trabajadores estatales y privados, profundizando el camino de los bajos salarios y la precarización laboral. Para ilustrar esta situación, según revela el último informe trimestral del INDEC, en Mendoza la tasa de desocupación se ubica en torno al 5,6% de la PEA, un índice bajo, sin embargo los ocupados que demandan empleo representan en 23% de la PEA y los subocupados el 16%, el doble que la media nacional. Esto nos indica que la calidad del empleo en la Provincia es de las peores del país.

     

    El peronismo, con Parisi-Ilardo encabezando, intenta retener algo de poder en la legislatura, ante la pérdida de caudal electoral y base de apoyo. Incluso tienen que retener la huida de propios (como Righi de Lavalle) que ven en su cortoplacismo a De Marchi como un mal menor, para evitar que gane Cornejo. El nuevo lema de campaña de estos cultores de la lealtad deberá ser algo así “para que no gane la derecha, vote a la ultraderecha”.

     

    Ante la enorme confusión reinante

     

    A este escenario hay que sumar la enorme confusión que reina entre las masas producto de la precarización permanente de la vida que implica una inflación anual de más del 100%, la incertidumbre en el trabajo, la pésima atención en los servicios públicos (cualquier mendocino que se enferma sabe de los que hablamos), lo que abona el campo para mesianismos reaccionarios. En este contexto, la izquierda centra su programa en cómo gestionar mejor el estado provincial, en vez de buscar dar una dirección de lucha a las organizaciones de los trabajadores, en manos de burócratas colaboracionistas (que han garantizado la paz social firmando acuerdos paritarios de hambre). Es por ello que nos pronunciamos por el voto en blanco en estas elecciones.

     

    Desde la COR creemos que las elecciones burguesas no pueden determinar el rumbo de las organizaciones obreras y de la izquierda. Es necesario enfrentar a este gobierno con un PARO PROVINCIAL, de estatales y privados que planteen como bandera un salario igual a la canasta familiar, y actualización según inflación. Es fundamental derrotar el ítem aula, pelear por un aumento del presupuesto en salud y educación, lograr unificar las luchas de vitivinícolas, docentes, personal de la salud para que la referencia en un contexto de incertidumbre sea la clase trabajadora y sus demandas, que no son otra cosa que los intereses de las mayorías.

  • APORTES AL DEBATE. De cara a la asamblea ordinaria 2023 de la Asociación Argentina de Actores.

    Este 2 de septiembre, la Delegación Mendoza del Sindicato de Actores convoca a una reunión abierta para discutir, entre otros temas, la posición a tomar frente a la asamblea nacional ordinaria de memoria y balance para el periodo 2024.

    Es un avance importante, en la democratización de la organización sindical, que la delegación abra un espacio de debate de las y los afi­liados, previo a una asamblea ordinaria que la conducción nacional persiste en volver una rutina burocrática. La delegación, como organización recuperada, tiene la responsabilidad de generar espacios de debate, de balance honesto de lo actuado, de lo que se acertó en hacer, y de los errores, para corregir el rumbo hacia el último año de mandato con vistas a profundizar el proceso de recuperación de la delegación. Con esa motivación es que elaboramos este aporte al debate sobre qué orientación política darnos frente a la delicada situación económica, política y social en la que nos encontramos. El ajuste brutal y su contracara represiva, la devaluación pos PASO, la aceleración y escalada inflacionaria, perjudican masivamente a la población trabajadora, y las y los actores, las y los trabajadores de las artes escénicas no estamos exentos. Al contrario, nos encontramos dentro de un gran sector de trabajadores muy precarizados, informales y vulnerables. En nuestro sector, los regidos por los Convenios Colectivos con el sector privado son una minoría. La gran mayoría, sobre todo en las provincias, son trabajos bajo contratos de “prestación o locación de servicio” con alguna administración estatal (provincia, municipio, etc). El Estado, como empleador, no realiza contrato laboral alguno. Allí dónde es evidente la relación de dependencia de sus trabajadores, emite “órdenes de compra” donde nuestro trabajo, una vez más… se factura. Es decir, no reconoce “en los papeles” una relación laboral, sino del tipo civil/comercial sin ningún tipo de aportes sociales. Este esquema de precarización y encubrimiento del vínculo laboral, ubica a las delegaciones de AAA en el rol de mediar para las facturaciones. Desde la delegación recuperada, se ha llevado en estos años, una postura más activa, poniendo en discusión la necesaria recuperación del valor de nuestro trabajo. Pero no debemos conformarnos con hacer de la delegación recuperada un mejor negociador.

    En lo inmediato, porque la escalada inflacionaria desactualiza rápidamente cualquier acuerdo. Y porque la política de ajuste brutal en los presupuestos de cultura, achica cada vez más los espacios de trabajo. Tenemos que retomar la tarea de afi­anzar la organización de las y los trabajadores de las artes escénicas, con una ofensiva en la a­filiación, con la elección de delegadas/os y la puesta en pie de un cuerpo de delgados de las vendimias departamentales y provincial. Con la preparación de una asamblea provincial que ponga en el centro de la discusión cómo nos paramos ante la crisis, y cómo defendemos nuestras condiciones de vida y de trabajo. Necesitamos preparar otra relación de fuerzas con el gobierno de turno, provincial y municipales, con las productoras. El sindicato es mucho más que un negociador/intermediario en una relación laboral encubierta y precarizada. Es una herramienta de organización y lucha... si nos damos una orientación para eso.

    La lucha de los compañeros en EEUU muestra que el sindicato es la herramienta política que tenemos los trabajadores para la intervención y la transformación de la realidad. Es una verdad a voces que las propuestas electorales exponen, sin sonrojo, su intención de profundizar el ajuste sobre el conjunto de la población (solo se diferencian en su forma de aplicación).

    EN ESE “GRIS” ESTATAL NEGRERO

    Hasta el momento los intentos para avanzar en que el Estado reconozca la relación de dependencia, que es evidente en ciertos lugares de trabajo (por ejemplo, las comedias patrocinadas por los municipios o los estados provinciales o las fi­estas nacionales) no han sido prioritarios para la Conducción Nacional de Actores. Es en ese “gris” estatal donde existen todo tipo de irregularidades y atropellos. Proponemos a la delegación Mendoza llamar a una instancia nacional en Noviembre junto a representantes de todas las delegaciones del país, incluida la Conducción Nacional, para discutir cómo regularizar el trabajo empezando por la Fiesta Nacional de la Vendimia (por su importancia política y la gran cantidad de compañeros contratados) haciendo que el Estado los reconozca como trabajadores en relación de dependencia, conquistando una referencia para el conjunto de las delegaciones del país.

    PARA CAMBIAR LAS REGLAS DE JUEGO

    Entendemos que esta realidad no ha sido abordada por el sindicato de manera activa, ya que no ha sido línea de la conducción nacional el enfrentamiento al Estado como empleador sino que se ha dejado pasar llamativamente, naturalizando así la actual vulnerabilidad y desprotección de miles de trabajadores a escala nacional. Su concepción de sindicato no es la nuestra, por ello marcamos nuestra independencia respecto de la conducción nacional de la AAA. La conducción nacional cuenta a su favor con un estatuto burocrático, unas reglas de juego impuestas por el Estado, que son contrarias a los intereses de las y los trabajadores. Pero esas reglas del juego no están talladas en piedra. Fueron el resultado de un contexto histórico, y pueden modi­ficarse si preparamos las condiciones para eso. No surgirán espontáneamente. No somos ingenuos optimistas, sabemos que hay un gran trabajo de militancia, convencimiento y organización por hacer para avanzar en este camino. Pero son estos objetivos los que darán sentido a nuestras acciones como delegación recuperada. Cobra más relevancia que nunca que discutamos, frente a la avanzada contra las condiciones de vida y los derechos de los trabajadores (que encarnan desde la derecha más liberal de Milei, su “segunda marca” Patricia y, hasta el amigo del FMI, Massa) cómo utilizamos nuestros espacios de organización que son los sindicatos en defensa de nuestros intereses, y no como electores pasivos. No cabe otra conclusión, más que reorientar el sindicato en otra dirección, de unidad con los demás sectores sociales en lucha (sindicatos y movimientos sociales) que nos permita construir una relación de fuerzas tal que impida el avance sobre nuestras conquistas, así como pasar a la ofensiva. En este sentido, la delegación se posicionó correctamente colaborando en la realización de una asamblea de trabajadores, y movilizando en la calle contra la represión en Jujuy. Tiene que ser un eje activo de nuestra orientación de aquí en adelante.

    Traemos estos elementos a nuestra asamblea provincial, para aportar primero al balance de lo actuado y la orientación de aquí en adelante de nuestra delegación. Para que como delegación tengamos la cohesión y postura compartida de cara al 25 de septiembre. No podemos solo discutir una memoria y un balance administrativo (como una instancia folclórica) sino que debemos centrarnos en rearmar y garantizar un proceso de discusión y reorganización de las bases para estar a la altura de los desafíos. La asociación a nivel nacional tiene que preparar un plan para enfrentar el ajuste voraz que nos quieren imponer. Desde la delegación Mendoza, votado en nuestra reunión, llevemos como mandato a la asamblea del 25:

    • Reuniones en todas las delegaciones. Para abrir una agenda propia (que no se subordine a la agenda electoral) y que avance en la unidad de todos los sectores dispuestos a dar la pelea.
    • Reforma estatutaria y Asamblea Extraordinaria. Para dar mayor autonomía a las Delegaciones, ampliar nuestro espectro de organización y representación (extras, escenógrafos y técnicos ligados a la actividad espectacular).
    • Abrir una campaña nacional de afi­liación y al mismo tiempo, es fundamental la necesidad de que el sindicato abra sus puertas a aquellos trabajadores que por las condiciones propias del sector se ven desarmados de su herramienta política para luchar.
    • Votar un estado de alerta y movilización nacional. La AAA, como sindicato integrante de la CTA debe pronunciarse públicamente por un congreso nacional de delegados estatales, privados, precarizados y de los movimientos sociales combativos, que prepare un Paro Nacional que unifi­que a los trabajadores en un plan de lucha para frenar el brutal ajuste y pasar a la ofensiva.

    C.O.R. Actores

    30 de agosto de 2023

  • Elecciones PASO en Mendoza

    La provincia tendrá sus elecciones PASO este domingo 11/6, unificadas con las PASO de los municipios gobernados por Cambia Mendoza.

     

    La crisis en las coaliciones nacionales oficialista, opositora, y también en la coalición de la izquierda, se anticipó en el cierre de listas mendocinas. El frente gobernante Cambia Mendoza tuvo su quiebre con la postulación del referente del PRO, De Marchi junto con el intendente radical de Las Heras, Orozco, desafiando a Cornejo. En tanto que la crisis irresuelta en el arco peronista, los lleva a unas PASO con cuatro listas, pero con parte de sus referentes guiñando un ojo a De Marchi-Orozco. El arco entero de la burocracia sindical está metido de lleno en la campaña, dejando pasar el hundimiento del salario, los despidos y las medidas de mayor productividad e intensificación laboral que meten las empresas. En la provincia con los peores salarios del país, la burocracia garantiza la paz social y los fiscales para las elecciones patronales.

     

    La coalición electoral de la izquierda en el FIT, ha asumido el mecanismo proscriptivo burgués de las PASO como método válido para dirimir candidatos entre tendencias que se reivindican obreras y revolucionarias. La ausencia de debates programáticos o de principios los lleva a enroques donde, a nivel provincial, el PTS cerró listas con el MST para disputar con el PO. En tanto que a nivel nacional, el PO acordó con el MST para disputar la interna con el PTS e IS. A esta altura, tal vez estos tejes y manejes sean lo de menos.

     

    La magnitud y profundidad de la crisis a nivel mundial, las consecuencias de la pandemia aún sin saldar, el empantanamiento de la guerra entre Rusia y Ucrania, y los procesos de lucha de clases en los países imperialistas y en la región, son las tendencias sobre las que los revolucionarios debemos calibrar nuestra participación en estos escenarios donde la burguesía busca encausar en sus instituciones las contradicciones de su dominación. Sin embargo, la coalición de la izquierda en el FIT profundiza su tendencia a abandonar la tarea de la agitación propagandística de clase, en pos de dialogar con una indefinida opinión pública sobre una salida a la crisis mediante el apoyo electoral a un gobierno de “izquierda” que gestione este Estado provincial y municipal para sanear la economía, y satisfacer las necesidades sociales mediante reformas. De conjunto la izquierda en el FIT agita un programa estatista hasta la médula, dejando pasar la oportunidad de difundir ampliamente las tareas preparatorias para organizar a los trabajadores y la población asalariada y empobrecida a partir de un programa de independencia de clase y de poder obrero.

     

    Desde la COR hemos expuesto, reiteradas veces, que consideramos táctica la intervención de los revolucionarios en las elecciones. Pero esa decisión táctica no puede desvincularse de una perspectiva estratégica. La campaña que apela a votar a un trabajador que hace política, un maestro, por parte del PTS-MST, sólo refuerza la falsa noción de que los trabajadores hacemos política cuando participamos en los mecanismos de esta democracia para ricos y sus reglas. La campaña del PO retoma su conocida agitación del redireccionamiento de capitales y el capitalismo de Estado (de un semi estado provincial) como programa para crear empleo, sin tocar la propiedad ni la concentración de capitales de la agroindustria provincial.

     

    La ausencia de una propuesta de independencia de clase clara, termina convalidando la discusión en el activismo respecto a un voto útil anti-Cornejo. Se agita un voto útil contra Cornejo, porque con el ítem aula y el ajuste brutal, disciplinó a los trabajadores. Enorme confusión creer que el triunfo electoral de cualquier político burgués favorecerá a los trabajadores. Mientras las coaliciones burguesas y sus acólitos en los sindicatos, pero también los frentes electorales de izquierda, pretenden que vayamos sumisos a votar quiénes serán los próximos gestores del ajuste, los trabajadores tenemos que poner en pie instancias propias de discusión y organización para intervenir en esta crisis con nuestros métodos: asambleas, planes de lucha, paro general.

     

    Llamamos a votar en blanco en estas elecciones porque no hay ninguna expresión política que centre su intervención en la necesidad de construir una posición de fuerza de la clase obrera que prepare las condiciones para derrotar al gobierno del ítem aula en Mendoza, y al gestor del FMI en la nación. Para voltear el ítem aula, los techos salariales y las reformas laborales, para tirar abajo las leyes represivas y el ajuste, instamos a preparar en cada lugar de trabajo la convocatoria a la asamblea de trabajadores del 24/6.

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