Hoy jueves 19 de noviembre, a primera hora de la mañana, la policía de la provincia de Córdoba desalojó a las familias que hace meses ocupan terrenos en el barrio Estación Ferreyra. Una vez más, el peronismo privilegió los intereses especulativos inmobiliarios a las necesidades de los trabajadores. No es casual que el desalojo se produzca luego del operativo de Berni y Kicillof en Guernica, a fines de octubre, y del avance del protocolo del FMI con la nueva reforma previsional y la aprobación del presupuesto 2021 a pedido del organismo imperialista.
En el operativo en Estación Ferreyra, fueron detenidos Jorge Navarro y Soledad Díaz García, del Partido Obrero, y varios militantes del Polo Obrero, quienes se encontraban en el lugar junto a los vecinos y vecinas. El repudio a los desalojos y las detenciones debe ser contundente. Las organizaciones sindicales deben pronunciarse, y pasar a la acción. Por un plan de lucha para frenar los ataques de las patronales, incluyendo los acuerdos paritarios a la baja, los despidos y las suspensiones, los desalojos y la represión a la juventud trabajadora. ¡Por un paro provincial activo!
Desalojo en Guernica
Otra vez, y seguimos sumando, el peronismo privilegió los intereses especulativos inmobiliarios a las necesidades de los trabajadores. En la madrugada de hoy un ejército de policías y gendarmes desalojó el predio de Guernica, reprimiendo a las familias y deteniendo a más de 40 compañeros.
Al comando de Berni, a las órdenes de Kicillof (que ahora no podrán decirle que es un dirigente estudiantil, ya que después de este desalojo se recibió de dirigente político) y supervisados por Alberto y Cristina, mostraron para qué clase gobiernan y en función de qué intereses defienden la propiedad privada de la tierra y la legalidad burguesa.
Antes del desalojo, en el Congreso, se votaba el presupuesto con rebajas en salud y educación, en consonancia con lo que plantea el FMI. Podríamos decir que ya está en marcha el acuerdo nacional al que llamaba Cristina en su carta. Toda la oposición burguesa festejó el desalojo, inclusive la iglesia, que, siendo los máximos usurpadores de tierra en la historia, ahora están en contra de las ocupaciones.
Pero no se va a poder frenar la bronca con represión, esto sólo es el comienzo de un proceso más álgido de lucha de clases. Así como el gobierno, la justicia, los empresarios, la oposición burguesa y la burocracia sindical tienen claro para qué clase gobiernan, debemos hacer consciente en el conjunto de los trabajadores la necesidad de la independencia de clase y de organizarnos para enfrentarlos.