No iniciamos! PARO NACIONAL EDUCATIVO
Afirmaron que la vacunación del personal escolar no era requisito para la presencialidad porque no había vacunas suficientes, mientras se acovachaban las vacunas para los funcionarios y amigos del poder de turno. El gobierno del Frente de Todos ya no puede hablar de presencialidad cuidada, porque sólo se cuidan entre ellos.
Si se cumplen los protocolos, el inicio de clases “está garantizado”, dijo el ministro de hecho, Roberto Baradel, cabeza de SUTEBA y Secretario adjunto de CTERA. Es el papel que juega la burocracia garantizando la ofensiva unificada de Alberto y todos los gobernadores, contra los trabajadores de la educación. Forzar la presencialidad escolar ha unificado a todo el arco político en una unidad burguesa sin grieta para el objetivo común de preparar la pospandemia a costa de los trabajadores.
Los acuerdos tejidos en la gira de Trotta por las provincias, se cristalizaron en las resoluciones del Consejo Federal de Educación, con la venia de CTERA. Los nuevos “protocolos” nacionales que tanto defiende la burocracia Celeste, son una verdadera reforma laboral docente, avanzando en regular lo que se impuso de hecho durante la cuarentena: flexibilización horaria, aumento e intensificación de la jornada laboral, multiplicidad de tareas, bimodalidad, etc. Sin haber invertido en infraestructura escolar ni en implementos de sanitización, los protocolos avanzan en responsabilizar de posibles contagios en las escuelas al propio personal, a la par que limita a su mínima expresión la dispensa a quienes son población de riesgo. La presencialidad se impone bajo extorsión: amenazan a padres y estudiantes con la pérdida de banco; amenazan a exceptuados con no permitirles tomar cargo o suplencias; amenazas de cierre de cursos.
Abajo la presencialidad negociada por Alberto, los gobernadores y CTERA
La Celeste entregó las condiciones para la vuelta a la presencialidad una semana antes del inicio de la paritaria nacional docente. La discusión de un piso salarial que empate a la inflación es delirante tras el desfasaje entre el salario real y el valor de la canasta familiar en todo el país. Los gobernadores apuran los cierres de acuerdos, con colaboración de la burocracia que maniobra plenarios virtuales o directamente firma sin consultar como en San Juan, rechazados por la docencia que se moviliza por una recomposición real de sus salarios de indigencia. Los sectores que dieron batalla en plena cuarentena contra el congelamiento salarial y por el atraso en los pagos, como Misiones, Tucumán, Chubut, Mendoza, CABA, Buenos Aires, Neuquén, debaten y preparan el no inicio de clases. Nacionalicemos estos procesos de lucha. Contra la burocracia celeste y sus aliados en los gremios de base y en CTERA, impulsemos un PARO EDUCATIVO NACIONAL.
Necesitamos darnos condiciones para tener asambleas presenciales, por unidad de trabajo, preparando plenarios de delegados de base con mandato que deliberen y resuelvan un pliego de reivindicaciones sobre las condiciones que necesitamos imponer para reabrir las escuelas. Saquemos lecciones de la experiencia internacional de recuperación de los métodos obreros, como la huelga, para imponer cierres ante la ausencia de condiciones seguras, como en Italia y EEUU. Pongamos en pie instancias de discusión con las organizaciones estudiantiles, interpelando a los estudiantes a elegir sus representantes para formar comités de higiene y seguridad conjuntos por escuela, con delegados específicos para esa tarea que designemos los trabajadores de la educación. Debemos instituir estas instancias ya, como fortalecimiento de la organización sindical en cada lugar de trabajo, reforzando el accionar de delegados mandatados de cada escuela de cara a preparar un no inicio de clases.
No puede haber retorno a las aulas sin recomposición salarial de todo lo perdido en el período anterior. No podemos aceptar volver a las aulas, sin un plan serio de vacunación ni inversión en implementos sanitarios e infraestructura. Llevemos a las mesas paritarias nacional y provinciales, nuestro pliego de reivindicaciones exigiendo la reapertura de los cursos y turnos cerrados, la reincorporación de todos los trabajadores dados de baja, e indicando las reparaciones y cantidad de escuelas que hacen falta. Exijamos la creación de cargos y horas para la atención de grupos reducidos, y la titularización masiva de todos los trabajadores: basta de precarización, ingreso único al sistema educativo. No podemos aceptar volver al aula, en base a la extorsión del descuento y el ítem aula.
No permitamos que los que actúan como ministros de educación ad hoc, sean quienes nos representen en la mesa de negociación. Son los que vociferan contra la campaña de la oposición patronal, pero de un lado y otro de la General Paz garantizan los planes del gobierno a espaldas de los trabajadores. Elijamos y mandatemos en plenario, a nuestros delegados paritarios, nacionales y provinciales. Las seccionales y sindicatos recuperados pueden jugar un rol central en forjar una nueva dirección de los trabajadores de la educación. Para ello, es imprescindible que rompan los acuerdos con las corrientes de colaboración de clases con las que pusieron en pie las multicolores.
Reagrupemos al activismo a nivel nacional en una oposición sindical a la Celeste y sus colaboradores, que oriente su accionar con un programa de independencia de clase. La crisis de dirección de los estatales es brutal. La descomposición de nuestras organizaciones sindicales por la sujeción a la regulación estatal y por la política conciliadora de la burocracia, nos interpela a recuperar los sindicatos, superando los límites que tuvo la experiencia anterior de frentes anti celestes. Necesitamos una oposición sindical revolucionaria, que dispute la dirección del conflicto, poniéndose a la cabeza de la preparación del NO INICIO EDUCATIVO NACIONAL, organizando desde las bases un plan de lucha que nos devuelva la iniciativa a los trabajadores.
3 semanas de paro de los docentes universitarios, impulsado principalmente por CONADU H, contra la propuesta salarial miserable del 15% han desatado un torrente de lucha donde el movimiento estudiantil ha saltado nuevamente a escena con el método de las tomas. Son tomas para fortalecer el paro, que en el caso de la CONADU y otras federaciones dirigidas por el kirchnerismo está siendo boicoteado por la propia burocracia sindical. Y mientras la FATUN firma un acta irrisoria de adelanto de cuotas para sacar a los no docentes de la calle, por abajo son miles los trabajadores que se organizan para sumarse a la pelea.
El gobierno ya no tiene careta y va a la mesa de negociación a decir que hay que respetar el acuerdo de vasallaje que Macri firmó con el FMI, la verdadera conducción del país burgués. Que por eso el presupuesto es magro y hay que ajustarse el cinturón. Reconoce que el conflicto parte del descalabro económico en que está sumida la Argentina semicolonial.
La burocracia sindical docente utiliza la bandera de la “educación pública” para intentar llevarnos a confiar en las autoridades universitarias, llamando a marchas y abrazos junto a los rectores y decanos que vienen aplicando la reforma educativa, manteniendo la precarización laboral desde la década kirchnerista y siguiendo los dictados del Banco Mundial y la UNESCO para las Universidades. Hay que ser claros, bajo el capitalismo la educación no es ni puede ser pública, porque siempre estará al servicio de la burguesía. Hay que defender las tomas y avanzar en nuevas tomas de facultades y demás edificios con el objetivo de garantizar la paralización total de actividades en las Universidades, golpeando a las autoridades que quieren usar la lucha para regatear monedas del presupuesto con Macri.
Además de la burocracia sindical de CONADU y FATUN, es necesario enfrentar a las corrientes pro patronales que dirigen centros y federaciones estudiantiles, que se encargan de defender a las autoridades, organizando estudiantes contra el paro y boicoteando las tomas. Debemos impulsar como moción en las asambleas la conformación de cuerpos de delegados por facultad para organizarnos contra esta llamada “burocracia estudiantil” y preparar la recuperación de los centros de estudiantes y las federaciones.
La idea de levantar un pliego estudiantil para tener por qué luchar más allá de la paritaria docente es un error, porque la clave no es que el estudiantado agrupe sus demandas separadamente, sino avanzar en un pliego único. Pero además, debemos tener en claro que no hay salida simplemente cambiando al personal político que dirige el país, ya sea en las elecciones del año que viene como pretende el kirchnerismo y el PJ, o de otra forma, porque el problema son las bases de un capitalismo semicolonial que han llevado a la completa desorganización económica. Es necesaria una dirección obrera para la educación, que la ponga en función de una salida obrera a la crisis a partir del control de la economía. Proponemos que se mocione en las asambleas elaborar un pliego único de reivindicaciones obrero-estudiantil, no para que se vote en los consejos, sino para proponer como una plataforma de lucha conjunta a los sindicatos. Hay que preparar el Paro educativo nacional que confluya en un gran Paro general con el conjunto de la clase obrera.
Para recuperar las organizaciones estudiantiles y los sindicatos de manos de la burocracia sindical y de las corrientes de conciliación de clases es necesario poner en pie una Corriente Revolucionaria docente, no docente, estudiantil en la Universidad, con libertad de tendencias, para dar la pelea por la dirección del actual conflicto y avanzar en la construcción de una dirección revolucionaria. Queremos discutir esta iniciativa con las corrientes de la izquierda y todos los compañeros combativos que hoy salen a luchar.
RAMA UNIVERSITARIA DE LA COR