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La ley "helicóptero"

Jueves, 28 Diciembre 2023 19:28

El gobierno de Milei envió al Congreso en el día de ayer una ley “ómnibus” que intenta sentar las bases para una nueva Argentina y, de paso, adjudicarse poderes especiales para dirigir la transición, inspirándose -según dicen- en los postulados de Alberdi. La ley fue enviada luego de una multitudinaria concentración en los Tribunales Federales de Buenos Aires y las principales ciudades de todo el país, en la que la CGT le pidió a la justicia que declare inconstitucional el DNU presentado hace unos días. En menos de 24 horas la justicia falló en contra con un argumento formal, aduciendo que el DNU aún no está en vigencia. 

En la concentración, la CGT apeló a un clásico de su arsenal burocrático: golpear para negociar. Igualmente, en la Plaza Lavalle mucha gente empezó a gritar por un paro nacional. En la desconcentración hubo incidentes con la policía y su protocolo anti-piquetes, que cada vez hace más agua, ante el descontento generalizado que comienza a generar el gobierno de Milei.

La ley “ómnibus” es un proyecto de ley que intenta ser un programa estatal, que busca llevar a leyes una relación de fuerza con las masas que aún no ha sido establecida. Es una anticipación a algo que sólo puede pasar con una derrota histórica de la clase obrera y el pueblo pobre, ya que es así como impone las leyes la burguesía y, aun así, como somos una semi colonia, esas leyes son abstractas y débiles ante los vaivenes de la lucha de clases.

Dicen inspirarse en Alberdi, pero Alberdi escribió las bases para una república, con la idea de consolidar una burguesía nacional en formación. Estas bases inestables del gobierno se basan en salvar a la burguesía nativa ante su descomposición, particularmente luego de 40 años de democracia burguesa ininterrumpida. Actúa sobre una contradicción real que tiene el capitalismo monopolista, que se expresa en su relación entre el capital y las formas de dominación que es la democracia burguesa. Esta contradicción histórica está carcomiendo las formas de dominación, es decir, al Estado burgués y sus instituciones.

Ante este escenario, han declarado que la única forma de salir de esa crisis es enfrentar al proletariado, conscientes de su debilidad como gobierno, pero diciendo “si nosotros caemos caen ustedes también”. Por eso hay un sinfín de artículos ridículos en la ley “ómnibus” que lo utilizarían como prenda de negociación. 

En la desesperación, hay unidad burguesa y apoyo del imperialismo, el problema son los tiempos, ya que, ante un ataque tan fuerte, no hay recambio burgués y es lo que está pidiendo el PJ y la burocracia sindical.

Lo que se ha demostrado es que hay reservas de lucha de nuestra clase, quizás aún se expresa de forma muy espontánea, pero la crisis del PJ como partido de contención tenemos que usarla para explotar esas contradicciones en su relación con las masas, y contribuir a forjar una nueva vanguardia que dispute la dirección del conflicto con independencia de clase.

Por eso, en esta situación es imperiosa la tarea de reorganizarnos en los lugares de trabajo, buscando la unidad con los compañeros que luchan, cuestionando a los que nos entregaron en los últimos años. Impulsemos asambleas que voten un paro general activo para tirar la ley “ómnibus”, el DNU y el protocolo antipiquete, por un aumento salarial equiparado con la inflación, ocupar los edificios estatales donde haya despidos o quita de conquistas entre otras medidas. El ataque va a ser en los lugares de trabajo, es por eso por lo que debemos organizarnos para mostrar que somos una clase antagónica y que tenemos un programa de salida a la crisis. 

Mientas Milei busca desregular toda intervención del Estado en los negocios capitalistas, nosotros peleamos por destruir al Estado burgués y romper con todo lo que nos ata a un Estado que no es el nuestro. Debemos pelear por tirar abajo la ley de asociaciones sindicales que estatiza a los sindicatos y le da cobertura legal a la burocracia sindical.

Al cierre de esta nota se conoció el llamado de la CGT a paro nacional para el 24 de enero, con movilización al Congreso. Debemos garantizar la medida en cada lugar de trabajo, para que se haga efectiva y que la burocracia no la use como una moneda de negociación con el poder burgués. Pongamos en pie oposiciones sindicales revolucionarias en cada rama para preparar la contundencia de las acciones de lucha y la recuperación de las comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos de manos de la burocracia sindical.  

Hoy el SUTNA y las seccionales recuperadas en docentes y otras ramas tienen una tarea muy importante en la necesidad de reagrupar a la vanguardia, llamando a Plenarios con mandatos de base que preparen las condiciones de un Congreso de delegados de base.

Tenemos por delante una tarea urgente y central que es la de construir un partido revolucionario como sección de la reconstrucción de la IV Internacional. Apelar a la solidaridad internacional del proletariado latinoamericano y, especialmente, el proletariado norteamericano para derrotar a este gobierno de turno. 

Por un congreso de delegados con mandato de base.

Por un paro general activo.

Abajo el DNU, la Ley “ómnibus”, el protocolo anti-piquete.

Fuera el FMI, Abajo el ajuste.

Por la construcción de un Partido Revolucionario, sección de la IV Internacional reconstruida. 

Por un gobierno obrero.

 

 

 

 

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