La segunda ola de la pandemia ya está entre nosotros. Los gobiernos nacional y provincial hablan de que se agotaron los recursos económicos, por lo que toda su política se centra en mantener funcionando el aparato productivo, mientras negocian con el FMI y meten el techo al salario junto con las patronales. La descomposición económica y social, y la debacle del sistema de salud en particular, como siempre, pretenden hacérnosla pagar a los trabajadores. Así tenemos que leer los 73 despidos en los hospitales provinciales del 31 de marzo: buscan disciplinar a quienes sostenemos los hospitales funcionando, porque se viene un ataque en toda regla que empezó con la paritaria de miseria firmada por Pihén del 17,5% en cuotas y continuará con la saturación de los hospitales y centros de salud sin recursos, sin medios materiales ni organizativos para garantizar las condiciones de seguridad e higiene, con pocos trabajadores, y con una campaña de vacunación que hace agua. Es por esto que no debemos dejar pasar ni un solo despido, están en juego nuestras condiciones laborales y las condiciones de vida nuestra clase de conjunto.
Ante este ataque, la burocracia sindical del SEP se limita a declamar el estado de alerta. La Multisectorial de Salud (ATE, UTS, Médicos Unidos, Médicos Córdoba y Foro de Especialidades Médicas), que dejó pasar el acuerdo paritario de Pihén a cambio de una “mesa de dialogo” con el gobierno que no lleva ningún lado, llama a realizar asambleas el lunes 5/4 y a un paro, pero recién para el jueves 8/4 y con asistencia a los lugares de trabajo. La Multisectorial de Salud se ha conformado como una nueva mediación y ha demostrado ser un freno a la lucha y a la deliberación de los trabajadores, acordando de forma burocrática medidas que, por eso mismo, no responden a las necesidades de los compañeros en los hospitales.
Venimos de las asambleas y el paro de 3 horas por turno lanzado en el marco de la paritaria con las empresas de salud por la repodrida burocracia de ATSA (Daer), que a nivel nacional tuvo alto acatamiento y fue muy fuerte en clínicas y sanatorios donde hay delegados de la oposición. Ese paro, limitado, mostró sin embargo una enorme disposición a la lucha luego de un año de pandemia. La fragmentación sindical en la rama salud es un grave problema, pero la experiencia de la Multisectorial, por un lado, y de pequeños nuevos sindicatos y agrupamiento, por el otro, demuestran que para pelear juntos e imponer la fuerza de los trabajadores de salud la clave es la unidad desde abajo, a partir de la deliberación colectiva en asambleas por lugares de trabajo, donde participen todos los trabajadores más allá de la afiliación y condición contractual. La unidad de los burócratas termina siendo una unidad contra los trabajadores y en favor del gobierno. Proponemos una moción para las asambleas a realizarse en los hospitales: poner en pie un Plenario Interhospitalario de delegados con mandato, que se convierta en la expresión de la voluntad de los trabajadores de salud. Para dirigir la lucha por la inmediata reincorporación de todos los despedidos, por el pase a planta permanente y la incorporación de todo el personal necesario. Reapertura de la paritaria y salario inicial igual a la canasta básica familiar. Delegados paritarios elegidos en asamblea. Por EPPs y medidas adecuadas de seguridad e higiene. Vacunas para la clase obrera, a partir de un plan de vacunación bajo control de los trabajadores de salud y de los laboratorios. Mientras la CGT y las CTAs se borran, llamemos a la lucha al conjunto del movimiento obrero para imponer un plan de lucha y el paro nacional.
La lucha por recuperar los sindicatos de la rama y pelear por un sindicato único se verá fortalecida si logramos derrotar este intento disciplinador de Cardozo y Schiaretti. Debemos apoyarnos en las experiencias que se vienen dando, como el paro en el Tránsito Cáceres de Allende y las asambleas en el polo Sanitario. Pero también unificar la pelea de salud a nivel nacional, para lo que urge impulsar un Plenario Nacional de delegados, con mandato, de la oposición en ATE, ATSA, Fesprosa y demás sindicatos de la rama.
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Regional Córdoba