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Los trabajadores de salud tienen que triunfar

Martes, 03 Agosto 2021 18:34

Plan de lucha y delegados paritarios elegidos en asamblea

Los gobiernos nacional y provincial han mostrado que el manejo capitalista de la pandemia parte de hacernos pagar la crisis a los trabajadores. A toda nuestra clase, con despidos, precarización laboral, condiciones penosas de seguridad e higiene y salarios a la baja. Y especialmente a los trabajadores de la salud, con situaciones extremas, debiendo enfrentar la emergencia sanitaria con el estado deplorable de los hospitales públicos (¡en el Misericordia se cayó un techo!), trabajando más horas, sin la protección adecuada, bajo presión, con diferentes figuras precarizadoras (monotributos, contratos, becas) y con salarios de miseria, cada día más atrás de la inflación.
Y la situación está lejos de mejorar: en los últimos días surgió un nuevo brote, ahora de la variante delta, en nuestra provincia. Mientras, las patronales y el gobierno se avocan a garantizar la “vuelta a la normalidad”… de la explotación laboral; para ellos, las medidas de salubridad, las vacunas, los testeos y nuestro salario no son más que costos que disminuyen sus ganancias y, en el caso de Schiaretti, “desbalancean” su presupuesto, destinado a pagar la deuda externa.

Los hospitales nuevamente en pie de lucha

Contra todo lo anterior, los trabajadores empezamos a organizarnos. Desde hace semanas, en varios hospitales provinciales se da un proceso de asambleas, cortes y movilización, que hasta el viernes 29/7 se daba en paralelo a las medidas tomadas por los trabajadores de clínicas y sanatorios privados. Ese día, Daer (ATSA) terminó cerrando por un 45% que coincide con el nuevo techo salarial que impulsan la burocracia y Alberto, además en 4 cuotas, no remunerativo y con una cláusula que permite a las patronales gambetear el acuerdo si aducen crisis. ¡Debemos dejar de discutir porcentajes engañosos!, el salario inicial para la categoría más baja de la escala debe igualar la canasta familiar ($103 mil), en una sola vez y con cláusula gatillo para no perder con la inflación. Basta de bonos en negro, todas las sumas al básico.
También es cierto que muchos compañeros que estaban haciendo sus primeras armas en la lucha vieron que vale la pena luchar. Esto es importante. Muchos trabajan en los 2 sectores (público y privado) debido al pluriempleo, generado por la combinación negrera: precarización + salarios de miseria. La segunda conclusión es que no podemos dejar que los Daer y los Pihen (SEP) terminen negociando, porque nos entregan. Si nosotros somos los que luchamos, nosotros debemos elegir los delegados paritarios desde las asambleas y plenarios, como hicieron en Neuquén y el Gárrahan.
La semana pasada también se dio un pequeño pero importante paso: la Multisectorial (ATE, UTS, Médicos Unidos, Esp. Médicas, etc.) convocó a una asamblea general en la Maternidad. Con muchos límites, como que ATE no diera cobertura gremial a los compañeros de los demás hospitales para poder trasladarse, y que la fecha de la medida a votarse, el 5 de agosto, ya venía cocinada. Tampoco se avanzó en un plan de lucha con paros progresivos, como se había mocionado desde el Hospital de Niños. Sin embargo, quedó demostrado que es necesario que sean los propios trabajadores discutiendo democráticamente en asamblea quienes tomen las decisiones, y no los dirigentes de la “Multi” entre 4 paredes. Hay que ir a un gran Plenario Interhospitalario de delegados con mandato de base, para votar, tomando el paro del 5/8 como punto de partida, un verdadero Plan de Lucha, con paros progresivos, cortes y movilización al ministerio de salud. Elegir allí a nuestros delegados paritarios, desde la propuesta de las asambleas, para que no sean ni Pihen (SEP) ni ningún otro burócrata los que se sienten a negociar con el gobierno, sino quienes sostenemos la lucha, los propios trabajadores de salud.
Lo que se plantea no es solo una demanda salarial, que sí es muy importante, sino que los trabajadores de salud intentemos quebrar la dirección política de la pandemia. Resultó que el “comité de expertos”, con el que Alberto iba a “cuidar nuestra salud”, eran lobistas de los laboratorios y que lo único que “cuidó” fueron los intereses de las patronales en desmedro de nuestras condiciones de vida. Lo mismo el COE que armó Schiaretti, con sus protocolos patronales en los lugares de trabajo. Los trabajadores, con los métodos obreros, podrían haber sido una alternativa superadora en la gestión de esta emergencia sanitaria, cuestionando el mando capitalista. Debemos prepararnos en este sentido. Estamos luchando simultáneamente en varios puntos del país, como Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. Es necesario llamar a un Plenario Nacional de Oposición de trabajadores de la salud, con delegados mandatados, y así sentar las bases para recuperar los sindicatos y unificar a todos los trabajadores de la salud y plantear una salida del conjunto de la clase obrera a esta catástrofe capitalista.

  • Salario inicial = canasta básica ($103 mil), claúsula gatillo
  • Todos los bonos y sumas en negro al básico
  • Pase a planta permanente de los precarizados
  • Basta de aprietes y represalias. Restitución en sus puestos de los trasladados, abajo la causa contra Estela Jimenez (UTS)

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  • Preparemos un gran Paro Educativo Provincial

    Contra el ajuste de Llaryora y la motosierra de Milei

    El paro nacional docente convocado por Ctera, el pasado lunes 26 de febrero, tuvo un acatamiento del 80 % a nivel país, según fuentes de la confederación docente. Y del 70 % en Córdoba, indicó el gremio local.
    La aceleración de la escalada inflacionaria y los embates del gobierno nacional y provinciales a los salarios docentes, hizo reaccionar a la burocracia de Ctera que tuvo que “ensillar antes de que amanezca” convocando al paro educativo nacional. El no inicio de clases se hizo sentir en varias provincias y en particular en Córdoba con una movilización gigantesca contra el ajuste.
    La paritaria docente local aún no está cerrada producto de la arremetida del gobierno provincial, cuando anunció no poder asumir el acuerdo paritario firmado con la gestión anterior; re-elaborando una propuesta a la baja y sumado a la ofensiva, anunció el nuevo ítem por presentismo: “Profesionalidad Docente”.
    Además no debemos olvidar que en diciembre pasado el ejecutivo provincial definió por ley, el robo del 4% al salario de los estatales para fondear la caja de jubilaciones y la obra social.
    Sobran los motivos para que los docentes de UEPC hayan votado en su asamblea del 28/02, el rechazo a la propuesta para ir al paro provincial con movilización, el próximo martes 5 de marzo.
    Claramente la profundización de la devaluación pega de lleno en los salarios de obreros y estatales y la burocracia sindical peronista ha entrado de lleno en la disputa burguesa entre Milei y los gobernadores; promoviendo “frentones” anti Milei y generando una gran confusión entre los trabajadores. El único objetivo es llevarnos detrás de un programa reaccionario en defensa de tal o cuál gobernador.
    Ante este escenario, los revolucionarios debemos ser claros ante la vanguardia obrera y el activismo: nuestra intervención es de independencia de clase y estamos llamados a combatir esa confusión forjando una dirección antiburocrática en toda la provincia.
    La seccional recuperada de UEPC capital por la izquierda y el activismo docente marcan el camino. La tarea es ayudar a la docencia antiburocrática y combativa a construir oposiciones sólidas en cada delegación de UEPC del interior provincial y preparar un gran plenario de la oposición de toda la provincia para discutir los métodos y el programa para ganar esta lucha.
    Además UEPC Capital tiene la autoridad para convocar a una instancia nacional de discusión de toda la oposición docente que clarifique los ejes programáticos y discuta un plan de acción común. Y ante las reiteradas traiciones de Ctera, UDA, SADOP, AMET, CEA y sus sindicatos provinciales dirigidos por la burocracia es momento de elegir en plenarios de delegados docentes a nuestros paritarios, mandatados y revocables. Basta de burócratas que se sientan a negociar nuestros salarios. Ya han demostrado que solo son mediaciones para que los docentes podamos avanzar en una recomposición salarial real de los básicos salariales.
    No podemos seguir tolerando que nuestro salario esté compuesto de adicionales, ítems en negro y bonos atados a la discrecionalidad del gobierno de turno, ¡Abajo el item de profesionalidad o cualquier item atado al presentismo o a la “productividad”! ¡el FONID y todos los items al básico! Por un salario inicial docente igual a la canasta familiar indexado a la inflación.
    La lucha docente debe ser parte de una pelea más general convocando a los estatales provinciales y a todos los trabajadores de la educación de los niveles superior y universitario que están en pie de guerra. Los sindicatos docentes que integran la CGT llaman a un paro nacional este 4/03. UEPC parará el 5/03. Necesitamos superar esta dispersión de fuerzas, impulsando plenarios de delegados mandatados de todas las escuelas, sin distinción de la afiliación sindical para unificar un plan de acción y preparar un paro educativo provincial y un plan de lucha nacional hasta derrotar el ajuste de Milei y Llaryora.

    • ¡Todos al paro del docente del martes 5 de marzo! ¡Por un paro activo y un plan de lucha!
    • Paritarios elegidos en asamblea.
    • Aumento de presupuesto educativo ya. Abajo las leyes que han destruido la educación.
    • No a los planes privatizadores del gobierno y sus aliados. Ningún subsidio ni sostén a los colegios privados.
    • Aumento salarial acorde al costo de vida e indexado a la inflación. Todos los items al básico.
    • Por el derecho a huelga, ningún descuento por parar ni extorsión mediante la mentira del "servicio esencial". Basta de perseguir a los luchadores.
    • Por un PARO GENERAL y un plan de lucha sostenido para derrotar el plan motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI.
  • La justicia burguesa de Schiaretti insiste con imputaciones a la vanguardia obrera

    El pasado miércoles 17 de mayo, en el marco de una jornada de lucha por la reapertura de paritarias y en desconocimiento de lo acordado por la burocracia sindical de los empleados públicos (SEP), los trabajadores de salud agrupados en la coordinadora se movilizaron hasta el ministerio de salud. Fue allí donde el fiscal Guillermo González imputó a Ricardo Barrionuevo, delegado de ATE por el Hospital Tránsito Cáceres de Allende, y a Andrés Campos, delegado de ATSA del Hospital Misericordia. Según el fiscal, lo previsto en el art 194 del código penal establece “que se constituye en delito el entorpecimiento y el normal funcionamiento del transporte” y es bajo este artículo que se produjeron las imputaciones recientes y las del mes pasado a los dirigentes piqueteros y al Secretario General de ATE Córdoba.

    Las garantías de Juan Schiaretti y la justicia burguesa a la aplicación y cumplimiento del acuerdo con el FMI se traduce en represión a la vanguardia obrera, trabajadores ocupados y desocupados que enfrentamos a diario los efectos de una crisis económica mundial sin precedentes. La huelga, el piquete, la toma de planta y de edificios públicos son ni más ni menos que los métodos de nuestra clase para enfrentar los ataques perpetrados por las patronales y el Estado, con la complicidad de la burocracia sindical. Las feroces internas que tienen los dirigentes sindicales son libradas para disputar cargos en las listas del peronismo local y nacional, pero esto burócratas no muestra la misma ferocidad para la defensa nuestra clase, todo lo contrario.

    La respuesta de los trabajadores estatales y privados ante semejante ataque debe ser la de convocar en cada lugar de trabajo a asambleas que se pronuncien contra las imputaciones antiobreras y contra la criminalización de la protesta, como parte de un programa de acción para que los capitalistas no descarguen la crisis sobre nuestras espaldas. Debemos imponer el Paro General Activo a las CTAs y la CGT para hacer retroceder el acuerdo con el FMI. Proponemos impulsar reuniones y asambleas para reagrupar a los sectores antiburocráticos de nuestra clase en Córdoba e impulsar en común estas tareas como minorías en los sindicatos.

    Desde la COR repudiamos las imputaciones y nos ponemos a disposición de los compañeros Barrionuevo y Campos y sus organizaciones sindicales para llevar adelante las acciones que se definan para responder a este nuevo ataque.

    COR
    Corriente Obrera Revolucionaria
    Regional Córdoba

  • Paritaria bancaria: un compromiso de corto alcance que no cierra el conflicto

    El viernes 17/3 por la tarde La Bancaria anunció el cierre de una negociación paritaria tensa, que incluyó todo tipo de provocaciones por parte de los banqueros. El resumen del acuerdo es un aumento del 32,5% en cuotas no acumulativas hasta mayo y, lo que era el nudo, un bono de compensación por el descuento de impuesto a las ganancias en dos veces (mayo y septiembre). Además de la solicitud a AFIP de morigerar el descuento en algunos ítems del salario.

    Este acuerdo no puede ser presentado por la burocracia como un triunfo y dejó a los bancarios con gusto a poco. Por un lado, el tema del impuesto a las ganancias no sólo no está resuelto, porque los descuentos seguirán corriendo, sino que el acuerdo de este bono cierra la posibilidad de seguir discutiéndolo este año. Por otro lado, la inflación galopante viene esmerilando los sueldos de manera acelerada, considerando que el IPC no refleja los aumentos reales de alimentos, gastos de salud y educación que consumen los trabajadores del sector. Además, las cuotas se calculan sobre el salario de diciembre de 2022, sin cláusula gatillo, lo cual ya nos deja atrás de la inflación del 2023. El poder adquisitivo de los bancarios viene en caída y seguirá así. Pero aún más grave es que las patronales banqueras siguen marcando la cancha, imponiendo “reestructuraciones” que cargan de tareas al personal, mientras cierran sucursales y despiden por otro lado. Durante la negociación, que incluyó un contundente paro de 24hs en las que se sintió el poder de los trabajadores para afectar las principales operaciones del sistema financiero (incluso las electrónicas), las patronales hicieron todo tipo de bravuconadas, desde amenazar al personal que se adhería a la medida, hasta presionar con la convocatoria a conciliación obligatoria, al mediodía de la jornada de paro en curso, para que se volviera a tomar tareas. No contentos con esto, en bancos como el Supervielle, decidieron no pagar el bono por utilidades que vienen pagando desde hace años, aduciendo “pérdidas” por un mal negocio con una FinTech. Una provocación abierta, cuando todos sabemos que el sistema financiero viene sacando enormes ganancias, a costa de nuestro trabajo, con las negociaciones de los bonos y la timba financiera. La respuesta de los trabajadores fue un paro total el mismo viernes 17, mientras se cerraba la paritaria. Y el conflicto sigue abierto, pero el sindicato lo ha dejado aislado en un solo banco. Todos los bancarios debemos solidarizando con acciones concretas y plantear un plan de lucha conjunto, considerando que todas las patronales vienen llevando adelante el mismo plan.

    Este cierre de la paritaria se lee desde la necesidad del gobierno y la burocracia de calmar los ánimos de los trabajadores, en un contexto de creciente tensión social, con un combo explosivo de factores que suman la carestía de la vida, con la deficiencia estructural de los servicios de luz y agua en medio de una extraordinaria ola de calor, entre otros. Se vio a la burocracia más preocupada por lograr un compromiso que a los banqueros mismos. Éstos últimos, al parecer, se sienten fuertes para ir a medir fuerzas con los trabajadores en un momento en el que se están forjando nuevas relaciones entre capital y trabajo a mediano y largo plazo. Lo cierto es que el sindicato viene retrocediendo desde hace tiempo, incluso antes de la pandemia, dejando pasar situaciones que están acumulando problemas de fondo para las condiciones de trabajo del gremio. Por otro lado, la “innovación” del bono ganancias no es otra cosa que un salvavidas al plan del gobierno (que viene fracasando) para ajustar las variables económicas a medida de las exigencias del FMI. Parte de la tensión en la negociación tiene que ver con la postura de la mayoría de las cámaras de negarse a “rescatar” al gobierno, aportando como patronales a paliar el impuesto que el Estado cobra a sus empleados. Y el sindicato, si bien plantea la consigna de que “el salario no es ganancia”, en los hechos avala este descuento compulsivo para sostener su acuerdo político con el poder de turno. Y aquí hay que volver a remarcar que ese impuesto luego es “redistribuido” por el Estado para subsidiar a las patronales, ya sea a través del “dólar soja” y sus variantes para cada rama empresaria con algún poder de presión, ya sea con los subsidios a las prestadoras de servicios públicos (luz, agua, transporte), etc. 

    El cierre de este acuerdo paritario, sin embargo, es un compromiso precario, que pospone el conflicto planteado. Claro que, como sucede en toda negociación de la burocracia, esto se dio con total hermetismo, sin la más mínima consulta a la base -sin siquiera informar- sobre el curso de la negociación. Por eso insistimos en la importancia de la votación de delegados paritarios con mandato y la conquista de delegados de base por sector de trabajo.

    En definitiva, lo que está en juego son las condiciones de trabajo por un periodo indeterminado. Los bancarios debemos partir de las importantes acciones de lucha que hemos tomado para profundizar la organización. Para esto es necesario recuperar el sindicato, dotarlo de una dirección que se rija por el principio de independencia de clase y amplíe las funciones del sindicato para unirse a otros sectores de trabajadores ocupados y desocupados para disputar la organización de todas las relaciones de producción sobre otras bases. Empecemos construyendo una oposición sindical revolucionaria con las tendencias de izquierda que abracen un programa revolucionario, para disputar la dirección del sindicato y aportar al conjunto de la vanguardia obrera para construir una salida obrera y socialista.

     

  • 16 de noviembre: Paro general de los hospitales de Córdoba

    La renuncia masiva de médicos en el hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto encendió la mecha de una situación explosiva que recorre al conjunto del sistema de salud. Las asambleas y movilizaciones en la salud pública de Córdoba venían de antes, es cierto, pero de manera localizada en hospitales e instituciones puntuales. En dos semanas, las medidas de fuerza se fueron replicando, con asambleas, afectación de servicios y paros por hospital hasta la convocatoria al paro provincial de salud para este miércoles 16 de noviembre. Por supuesto, este no es un fenómeno únicamente provincial, ya que desde hace varias semanas los residentes de la Ciudad y la Provincia de Bs. As. y los hospitales nacionales Garrahan y Posadas vienen sosteniendo paros y marchas masivas. La pandemia y el avance del ajuste del FMI que aplican el gobierno del Frente de Todos (FdT) y los gobernadores han llevado a los hospitales a esta situación crítica, donde los problemas centrales son los salarios devaluados, la precarización laboral y la falta de personal.

    El gobierno de Schiaretti sale a ofrecer bonos y una revisión paritaria miserable (28% en 3 cuotas) como manotazos de ahogado ante la situación. Intenta dar aire a las mediaciones burocráticas de los sindicatos y asociaciones médicas, pero los trabajadores no se dejan engañar. Un ejemplo: el lunes 14/11 en el Hospital Córdoba una masiva asamblea votó mantener el paro de 72hs ante la extorsión de una “mesa de negociación” condicionada al levantamiento de las medidas. El mismo lunes, la asamblea del Misericordia incluyó entre las resoluciones votadas “rechazar cualquier ofrecimiento o negociación por hospital o grupo ocupacional”. La fragmentación sindical es un grave problema que viene de hace muchos años. El SEP es repudiado entre los trabajadores de salud, mientras los demás sindicatos (ATSA, ATE, UTS) y las asociaciones médicas aportan a la división, buscando agrandar sus pequeños aparatos. Actualmente la fuerza de las asambleas disciplina a las conducciones, pero es necesario avanzar en la organización y poner en pie una dirección alternativa con una política combativa y de independencia de clase para imponer al gobierno nuestras condiciones.

    Por un gran plenario interhospitalario

    La fortaleza de la lucha está en las asambleas por hospital. Pero para unificar la lucha no basta con la mera coordinación, debemos poner en pie un gran Plenario de Delegados Hospitalarios mandatados por la base. Este plenario debe ser provincial, si bien podría contemplar instancias intermedias como plenarios por departamento o ciudad. En un plenario de esas características podremos unificar y fortalecer el plan de lucha y un pliego único de reivindicaciones. Y sobre todo, votar nuestros delegados paritarios para negociar con el gobierno. ¡Ninguna medida se baja ni se firma ningún acuerdo sin el aval de las asambleas! Hay que hacer propia la resolución del Misericordia: rechazar cualquier ofrecimiento o negociación por hospital o grupo ocupacional. Está planteado, al calor de la lucha, dar pasos hacia la recuperación de los sindicatos con el objetivo de conquistar un sindicato único de los trabajadores de la salud.

    Unidad de clase

    La lucha de salud es la más importante que recorre la provincia, pero no la única. También en las fábricas de la UOM se dan peleas contra los salarios de miseria, en NA e IBF (neumáticos) se lucha contra el despidos de un trabajador y la persecución patronal, los docentes se reagrupan contra la burocracia de la UEPC, el movimiento piquetero marcha contra los recortes de planes. La primera consideración es que la paritaria estatal provincial siempre arroja el mismo acuerdo para todos, aunque el gobierno finge negociar por separado (en realidad impone el aumento a Monserrat y Pihén). Hay que imponer a Schiaretti una verdadera paritaria, una paritaria estatal única con delegados paritarios elegidos en asambleas y plenarios estatales con la participación de los trabajadores de las escuelas, los hospitales y demás reparticiones.

    La bronca con el gobierno es generalizada, viene saltando todo el pus de una gestión que defiende los intereses de las grandes patronales, nacionales y extranjeras (muerte de los bebés, casos de gatillo fácil, impunidad de Oscar González). Los trabajadores de la salud tienen la autoridad para ponerse al frente de la lucha contra el gobierno, encabezando no solo la pelea por el salario, sino también por tirar abajo las leyes represivas que pretenden regimentar aún más las marchas. Esa autoridad también se la ganaron con sus actuaciones en la pandemia, sosteniendo las condiciones de salud de los trabajadores y la población en las peores condiciones, saliendo incluso a enfrentar la decadencia del sistema de salud. Con esa autoridad pueden convocar a todo el movimiento obrero a sublevarse contra sus conducciones sindicales traidoras que dejan pasar el ajuste del FMI por sus pactos con el FdT y los gobiernos provinciales, impulsando un Congreso Provincial de delegados de base de la industria, los servicios, estatales y del movimiento piquetero, para ir por el paro activo provincial afectando las bases del poder de nuestros enemigos de clase, que están en la producción. Por una central única de trabajadores.

  • El massazo de Suárez: ajuste salarial por decreto y detenciones.

    LA LUCHA SIGUE

    Todos los trabajadores estatales de Mendoza llevan largas semanas de conflicto por reapertura de paritarias y por recomposición salarial contra el brutal ajuste de Suárez en la provincia, a tono con la descarga de la crisis sobre los asalariados que aplica el gobierno de los Fernández.

    La crisis de dirección de los sindicatos estatales, fragmentados en dos centrales, y movilizados sin unificación frente a la misma patronal, se vio desbordada por la masiva adhesión al paro de 48hs convocado para el martes 26 y miércoles 27 de julio por SUTE, SADOP, Ampros y ATE. Las escuelas vacías por primera vez en 6 años desde la imposición del ítem Aula, fue un golpe de lleno al pilar de la política de disciplinamiento y ajuste a los estatales impuesta por el radical Cornejo y sostenida por Suárez. Ni el ítem Aula ni el adicional por asistencia que negoció en marzo, sin apoyo de las escuelas, la burocracia kirchnerista al frente del SUTE, frenaron la masiva disposición al paro que tuvo un acatamiento de 90% y sacó a miles de trabajadores a las calles. La medida de fuerza recibió amplia simpatía de parte de la población trabajadora, harta de la pulverización de sus ingresos y del deterioro de sus condiciones de vida.

    La contundencia del paro, devolvió a las bases de las escuelas la confianza para encarar una pelea que será dura. El gobierno respondió con una propuesta irrisoria de adelantamiento del 5% ya previsto de noviembre a agosto, y retoques insuficientes de las mini cuotas del acuerdo de marzo, para dar cumplimiento al techo salarial firmado por CTERA en la paritaria nacional docente. La burocracia del SUTE, que se niega a discutir lo que hace su conducción nacional, rechazó por insuficiente en la paritaria provincial y milita un paro de 72hs para reabrir la negociación tras el decretazo de Suárez. Los sectores antiburocráticos hemos empezado a reagrupar a los delegados escolares tras una perspectiva de disputa a la burocracia azul naranja, impulsando la lucha por un paro hasta obligar al gobierno a sentarse en paritarias y recomponer salarios de una sola vez al básico, para equiparar el inicial a la canasta familiar.

    DEL ÍTEM AULA A LA JAULA

    La conducción de ATE también rechazó en la paritaria la mísera oferta de 44% de recomposición a agosto, y resolvió cortes parciales en los accesos a la ciudad. En una medida abiertamente anti sindical y anti obrera, el gobierno resolvió detener a 4 dirigentes de ATE tras una asamblea en el Hospital Notti, acusados de “entorpecimiento del transporte público” definido en el artículo 194 del código penal. Tres fueron liberadas, pero el secretario general Roberto Macho fue trasladado al Penal ese mismo día, en una decisión política del gobierno de Suárez de enviar un mensaje de disciplinamiento al conjunto de los trabajadores que desafiaron su política de ajuste salarial y su control de la calle.

    Este ataque inédito no puede quedar sin respuesta. Instamos a impulsar en cada repartición y lugar de trabajo, mandatos de repudio a la detención de los compañeros, de exigencia de acciones concretas para lograr su inmediata liberación y desprocesamiento. Tenemos que hacer saber al gobierno que esto es un punto de inflexión. Las conducciones se pronunciaron, pero no actuaron en consecuencia. Esa vacilación es un error gravísimo que los delegados y activistas antiburocráticos debemos revertir imponiendo un congreso de delegados de base de urgencia de todos los sectores estatales, de la industria y los servicios, con mandato de discutir y votar un plan de lucha unificado: PARO GENERAL hasta la liberación y desprocesamiento de los trabajadores por luchar, y por todas nuestras reivindicaciones.

    La burocracia al frente de los sindicatos estatales provinciales se esmera en acotar la discusión a la responsabilidad del gobierno de Cambia Mendoza en el hundimiento del salario. Pero los gobernadores y el gobierno de Alberto-Cristina-Massa son socios sin grieta en su ataque al conjunto de los asalariados y el pueblo empobrecido. La tregua sindical para dejar pasar las condiciones brutales que estableció el acuerdo del gobierno de los Fernández con el FMI es insostenible. Impongamos a la CGT y las CTAs un PARO GENERAL HASTA DERROTAR EL PLAN DE AJUSTE, MISERIA Y REPRESIÓN CON EL QUE PRETENDEN CUMPLIR CON EL FMI.

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