En 20 días una enfermedad inesperada se llevó a nuestro camarada Alfredo Farías, activo militante de la Tendencia Trabajadores Trotskistas e impulsor de la fusión con la Corriente Obrera Revolucionaria.
Como trabajador tenía una doble adscripción, ya que era psicólogo y además docente. Como psicólogo trabajó en el Hospital Psiquiátrico Ramón Carrillo de Posadas, Misiones, donde sufrió persecución laboral y finalmente el despido, por su participación en los procesos de lucha que se dieron en el hospital en esos años. Desarrolló allí, además, una inédita experiencia de un taller de radio titulado “Un millón de mangos” que logró la participación entusiasta de los pacientes.
Como docente trabajó estos últimos años como integrante de los equipos psicopedagógicos de varios jardines de infantes en la provincia de Buenos Aires, donde obtuvo un importante reconocimiento por parte de los pibes que atendía, de sus familias y de sus colegas. Sufrió injustas acusaciones en el ámbito de su trabajo motivadas por razones relacionadas con la degradación de las relaciones familiares y vinculares característica de estos años. Salió airoso de esas acusaciones apoyado firmemente por camaradas y compañeros de trabajo.
En todos los lugares donde trabajó o intervino profesionalmente quedó la huella de su ayuda criteriosa, que en muchos casos marcó la diferencia.
Militó en la agrupación Nueva Letra enfrentándose consecuentemente a la burocracia sindical y desarrollando experiencias de organización en las escuelas, además de no cejar en su propaganda por el socialismo, que le valió, después de su muerte, el reconocimiento como "revolucionario" por parte de la misma burocracia. Desde ese lugar, fue un decidido colaborador de muchas luchas, incluida la lucha de los choferes de la línea 60 en el 2015, levantando la bandera de la unidad de los trabajadores. Los choferes de la 60 recuerdan su solidaridad y recibieron con mucho dolor la noticia de su muerte.
Cómo militante político, estuvo en el MAS, en el PRS, en el PCO y fue miembro de la Dirección de la organización Trabajadores Trotskistas, hoy Tendencia de la COR. Militó en Rosario, Misiones, Buenos Aires y en todos lados dejó una estela que ninguno de sus compañeros puede olvidar. Sus aportes siempre fueron especialmente valorados en todas las deliberaciones y resoluciones que se tomaron, y su rol de dirección fue refrendado en cada oportunidad, a pesar de las dificultades que tuvo en el último tiempo por el tiempo y el esfuerzo dedicado a obligaciones familiares que asumió con todo compromiso.
Porque Fredy, como buen revolucionario, también era un ser humano cálido y consciente de las necesidades ajenas, que llevaba consuelo, poesía y música en los momentos difíciles a cada uno de los que lo conocieron y desarrollaron un profundo cariño por su persona. Esa amplia sonrisa que mostraba en cada encuentro amistoso o político será simplemente imposible de olvidar.
Su temprana partida nos deja muy golpeados. Sin embargo, recordando las palabras que le dijo a su compañera Marina, también camarada de nuestra organización ("si esto sale mal, no te ensombrezcas"), alzaremos el puño izquierdo en su memoria y continuaremos la lucha por la revolución socialista, teniendo en cuenta las líneas directrices que nos dejó en la política y en la vida.